68. Deseo esos labios
Adler
La besaría justo ahora, pero seguro me asesina. Tengo esos labios tan cerca y tan lejos a la vez. Me agrada esta chica, es diferente. Aunque en realidad debe ser porque me dejé conocerla, al ella descubrir mis planes, no pude fingir delante suyo. Encima ahora Nor ahora sabe cómo me siento. Esto es algo patético, abrir tus emociones a alguien, me pasaba lo mismo con los psicólogos, solo que ellos querían saber más. Ella no, Norita no quiere conocer tanto. Creo que me sea indiferente también me atrae. Como cuando hablan de que quieres lo que no puedes tener.
—¿Y bien? —Se aleja de mí y se sienta más cómoda mientas toma un poco de jugo —¿Qué harás cuando tu madre deje de buscarte? ¿Molestar a alguien? ¿Irte a tu casita?
—Agarrar uno de mis autos y manejarlo hasta la costanera.
—¿Al río? —Alza una ceja.
—Sí, esperaba que me preguntaras qué auto y si podías venir.
Se ríe.
—¿Por qué haría eso? Ya te dije, no subo a vehículos de extraños.
—Nos estamos conociendo y te gustan los coches deportivos ¿No quieres ver todos los que hay en mi cochera? —Muevo las cejas —Oferta única.
Se queda tildada un momento mirándome, luego se muerde el labio.
—No sé, no puedo confiar en ti.
—Lleva tu gas pimienta, un botón de pánico, algún palo, ni idea, no he hecho nada ahora, no haré nada después, tú decides.
Sigue pensativa y mueve la cabeza al negar despacio.
—Sola contigo, en una cochera, no estoy segura.
—Bueno, si no quieres no vengas, yo ya te lo ofrecí, ya no haré más caridad entonces.
Rueda los ojos.
—Sí, claro, caridad —expresa con sarcasmo y me río.
—¿Vienes o no?
Bufa.
—De acuerdo —Se levanta de su silla —. Me fijaré si ya se fue —Revisa la ventana y luego me mira —. Ya no está.
—Bien, vamos —Me dispongo a pararme también —. No queremos que se haga tarde —Sonrío ampliamente.
Nos dirigimos a mi casa, o sea la de este país, y revisa toda la cochera, de pies a cabeza, cada auto que ve lo observa hasta el mínimo detalle.
Sí que es fanática. Ha dicho más nombres de partes, velocidades, repuestos y hasta tipos de vehículos, más que en un concurso de palabras. Ella seguro gana el Tutti frutti.
—¡Este lugar es el paraíso! —chilla y me río.
—Me alegra que estés feliz.
—¿Por qué? —Me mira raro —¿Es una maniobra para conquistarme?
—No, pero pudo haber sido —Me pongo la mano en la barbilla pensativo —¿Cómo no se me ocurrió?
Sonríe.
—Que estúpido.
—¿Qué? ¿Querías que te conquistara? —Muevo las cejas.
—No, lo siento, a mí solo me gustan los niños buenos.
—Como Tristán, supongo —opino lo que sé y me mira de mala manera.
—¿Tú qué sabes? —Frunce el ceño.
—Mala mía, me disculpo, investigué a muchos.
—Por eso la gente no se acerca a ti, porque andas hurgando en su información sin esperar a que te cuenten.
—Vale, lo lamento, tienes razón —Alzo las manos y sonríe.
—Al menos lo admites.
—Nunca he sido tan sincero en toda mi vida —Me río de mí.
—¿Y yo cómo sé que eso es verdad? —Pone las manos en su cintura.
Me acerco hasta ella y tomo sus dedos despacio.
—Vas a tener que confiar —Me acerco a su oído —. Esto sí es un método de conquista —Chasqueo los dedos y mi mayordomo enciende la música, una lenta y relajada —. Esta canción es para ti —La tomo de la cintura mientras la tonada sigue sonando y nos movemos tan solo un poco, como meciéndonos.
—Todo un romántico —Sonríe.
—No creo, soy más pasional, pero si me comporto así, seguro me matas.
Se ríe.
—¿Es porque creés que soy una niña buena?
—No sé, más bien decente —Muevo los hombros.
—Me gustan los riesgos.
—Pero no los chicos malos —le agrego.
—Puede haber excepciones —repite lo que le dije en su casa, entonces me acerco a su rostro pero me detiene apoyando su dedo en mi boca —. Un segundito, Badboy. Si te retractas de todo lo que has dicho, recibirás una patada en tus amadas partes, estás advertido.
—Me parece un buen trato, aunque no creo retractarme.
—Muy bien dicho.
Tomo lo que deseo hace tiempo, esos bonitos labios, uno mi boca con la suya y me corresponde. Nuestras bocas se deleitan una con la otra, en un momento mágico y explosivo. Altas emociones, tantas que ya no recuerdo haberlas tenido con alguna otra mujer.
Sí, me retracto de algo, Nor es diferente, lo puedo notar.
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