58. La salida
Tristán
Después de tantas idas y vueltas al fin podremos ir a una salida entre los cuatro amigos de siempre. Aunque luego de todo lo que ha pasado creo que es un poco incómodo. Quizás por eso Lucía me está rechazando la invitación ahora.
—Por favor, Lu, que sea todo como antes, ya estoy cansado de las peleas —le aclaro mientras estamos parados en frente del edificio de la universidad.
La castaña niega moviendo la cabeza.
—No tengo ganas.
—¿Por qué no?
Suspira.
—Bueno, supongo que es un poco injusto que tú no lo sepas, seguro ya se enteró todo el mundo, estoy embarazada —dice sin chistar y estoy impactado —y es de Evan —remata su declaración con alta bomba que me quedo quieto con los ojos bien abiertos.
—¿Qué? —expreso sin poderlo creer y luego frunzo el ceño —¿Necesitas que le pegue? Yo advertí que cosas como estas iban a pasar y nadie me escuchó. Por eso lo esquivas todo el rato, ¿verdad?
Se ríe aunque luego su ánimo se disuelve.
—Sí, lo sé, cuando fingimos que éramos novios, tú dijiste que sería catástrofe —expresa afligida —. No sé por qué ni te escuché, las personas deberían empezar a oírte más, Tristán.
—No entiendo cómo terminaste acostándote con Evan... —Hace una pausa porque se lo piensa y se corrige —bueno, sí te comprendo, a ti te gusta —Se sobresalta al recordar que me lo contó y le sonrío —. Tranquila, no se lo diré si tú no quieres que lo sepa.
Sonríe también.
—¿Por qué eres tan bueno?
—Porque tengo una madre divertida y un padre que da buenos consejos, aprendí de los mejores.
—Que emoción, concuerdo, yo también tengo unos padres maravillosos, se preocupan mucho por mí, sobre todo papá que ahora me quiere regalar un montón de chocolates.
Hago una carcajada.
—Aprovecha entonces.
—¡Por supuesto! —expresa con ánimo.
Suspiro volviendo al tema anterior.
—No te voy a obligar, pero sigues invitada a la salida de esta noche.
Se lo piensa y tarda un momento en responder.
—Bueno, está bien, pero solo si me siento al lado tuyo.
—Trato hecho —Estrechamos las manos y luego nos retiramos para luego dirigirnos a nuestras respectivas casas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top