Evan

Espero en la esquina, a una cuadra de su casa, con nervios que no me vea nadie. Alzo la vista cuando Lucía se acerca. Por alguna extraña razón creía que la vería diferente, pero sigue con la misma cara de póker de siempre.

—Ya llegué ¿Qué pasa? —pregunta tranquila como si nada.

Enarco una ceja.

—¿En serio lo preguntas? Hay un bebé de por medio, tu familia me quiso matar y encima hasta has faltado a clases, pienso que ocurren bastantes cosas como para que cuestiones eso.

—No estoy de humor —dice fríamente y me sobresalto.

—Espero que tú no pienses como todos, que dicen que es mi culpa nada más.

—No, fue de ambos.

Suspiro de alivio.

—Que bueno, ya pensé que me estabas odiando o algo.

—¿Por qué te iba a odiar? —Alza una ceja —Cometimos un error, eso es todo.

—Bueno ¿Y qué vamos a hacer? Digo ¿Qué quieres hacer?

—Si te refieres a si lo tendré o no, la respuesta es sí, pero no tienes que preocuparte de él, yo me encargaré del bebé sola, no te necesito.

—Pero Lucía...

—No tengo nada en contra tuyo, Evan —Suspira bajando la vista —. Es solo que... no puedo decirte —Se sonroja y sus ojos se humedecen —. No lo soportaría, si te lo aclaro ahora, me sentiré tan humillada.

—No entiendo —expreso confundido y preocupado —. No llores, no puede ser tan malo.

Se muerde el labio para no hablar.

—Lo es para mí —Se refriega los ojos —, quizás a otra persona le dé igual, pero a mí no, y no puedo decirte —Alza la vista para mirarme un momento y luego se va corriendo.

—¡Lucía! —la llamo pero no la sigo, porque si me encuentro con su familia ahora y la ven así, seguro me hacen algo peor que matarme.

Decido volver a casa, pero recibo un mensaje de mamá y voy a Deluxe, dice que papá quiere hablar conmigo otra vez del entrenamiento.

Hablando de mi muerte, miren quién llegó.

Veo a Belle y al tío Brayton en la oficina de Deluxe cuando ya estoy allí. Papá se acerca a mi prima y me aclara algo que me desconcierta.

—Querida sobrina, tengo que pedirte un favor, protege a Evan en el próximo entrenamiento, no quiero que me lo maten —aclara y la pelirroja asiente tranquila.

—¿Qué quieres decir con eso? —Avanzo a paso rápido alterado.

El tío Brayton es quien me responde sonriente.

—Hola, Evan. Mira, lo que pasa es que faltaste a tus entrenamientos y esos eran para que cuando hicieras este, estuvieras preparado. Así que decidimos darte una ventaja —Señala a su hija —. Belle te protegerá, no te preocupes, ella está acostumbrada a este tipo de entrenamiento.

Voy a morir.

—¿Y... ¿Y cuando sería eso? —expreso nervioso.

Alza su dedo índice y sigue con su gran sonrisa.

—Pues para que no te escapes, ya mismo.