Lucía

Me mantengo sentada en mi cama con los pies fuera de esta, alzo la vista al ver a Elías entrar, cierra la puerta detrás de él y camina hasta mí para acto seguido sentarse a mi lado. Saca su celular entonces me muestra el mensaje que le envié que solo dice "urgente".

—¿Qué significa? —pregunta —Cuando me mandas esta palabra es porque algo muy malo está pasando, y eso que hace rato no me envías nada así.

Suspiro y bajo la vista.

—Es que... no sé a quién contárselo, pero no le digas a papá —Muevo mis dedos nerviosa y me sobresalto cuando toca mis manos por un momento —. Quizás no debí llamarte.

—Lu, puedes confiar en mí, no le diré a nadie ¿Qué pasa?

Me muerdo el labio ya que temo contar algo indebido, pero tengo que hablar, moriré si no lo hago.

Cierro los ojos con fuerza.

—Estoy embarazada.

—¿Qué? —expresa impactado.

Vuelvo a abrir mis ojos para mirarlo fijamente.

—Aunque eso no es lo peor.

—¿Qué es peor que mi purísima hermanita espere un bebé? Estaba casi seguro de que eras virgen —Hace una mueca de desagrado al saber que ya no lo soy.

—Pues... —Trago saliva —que es de Evan —Mi voz suena quebrada cuando mis labios tiemblan.

Sus ojos verdes se quedan estáticos observándome por la gran sorpresa.

—¿Es broma?

Niego moviendo la cabeza.

—No...

Presiona los puños y su mandíbula se tensa, mira hacia un costado furioso.

—Lo mato... —susurra a regañadientes —ese mujeriego.

—Cálmate Elías, papá no se tiene que enterar.

—¡¿Cómo no se va a enterar?! ¡¡Te va a crecer la panza!! —grita enfadado y me agarra de los brazos —¡¡Tú no, Lucía, tú estabas bien!! ¡¿Por qué caíste tan bajo?!

—¡¡Es que me gusta!! ¡¿Entiendes?! —grito sonrojada y con los ojos humedecidos —¡¡Me gusta!! —repito.

—Y viendo como te afecta, él no te corresponde.

Bajo la vista enojada.

—Eso es imposible, él solo quiere a su amorcito, a Priscila —digo con rabia.

—¿Esa no es la novia de Tristán y la hermana de Katty? Seguro es tan loca como Katerina —opina.

Me río.

—No sé, pero sí está algo loquita —Luego dejo de sonreír —, y no, no es la novia de Tristán, terminaron hace dos meses, así que el idiota tiene el camino libre —Suspiro.

—Eso no importa, acá lo que interesa es que lo voy a matar a palos y que lo voy a hacer papilla.

Bufo.

—No sé ni para qué te conté, mejor vete a cuidar a Nina —Hago puchero.

—Nina está bien, se encuentra en casa con mis papás y con un pretendiente, que por ahora se portó bien, aunque en cualquier momento también paso golpes por ahí. Así que en esta ocasión la prioridad eres tú, vas a tener que disculparme, pero mi lado sobreprotector acaba de inclinarse hacia ti —Sonríe ampliamente.

Lo miro de mala gana, luego me levanto de la cama frustrada.

—¡No quiero esto, no necesito esto, solo deseo que la pesadilla se detenga! —grito indignada.

—Lo que necesitas es pensar en frío, pero como estoy enojado no va a poder ser —Se inclina al pararse y me aclara —. Voy a enfrentar a ese idiota ahora mismo.

—¡No! —chillo —¡No puedes decirle a Evan que estoy embarazada de él! Él... él solo... —La puerta de mi cuarto de abre de repente y me paralizo.

Mi padre entrecierra los ojos, pareciera que fuera a asesinar a alguien, pero luego sonríe.

—¿Qué dijiste?

—¿Q... ¿Qué... —Las palabras se me entrecortan.

Su sonrisa se borra y me mira fríamente.

—Nos vamos a Deluxe ahora mismo.

Oh rayos, es mi fin, o mejor dicho el de Evan ¿Se lo merece? Un poquito sí ¿Es mi culpa? Obvio, yo debí haber pensado mejor las cosas.