94: 2° Etapa, enojo

Slug rodó por los suelos y al detenerse se levantó aturdido, tocándose el costado en donde recibió la patada. Estaba peleando con el villano Coyote, pero no estaba solo, a su lado se encontraba 6.0.6, una increíble máquina de ataque con apariencia de oso, aunque solo era una fachada, él estaba hecho para pelear y su resistencia era inmensa. Slug nunca perdía a su lado y ya extrañaba  patear traseros junto a su mejor creación.

Coyote sonrió al verlo quejarse y mostró sus garras listo para ir tras Slug, pero 606 se acercó a toda prisa como una esfera metálica que rodaba. Se puso en su camino y se armó rápidamente apuntandole con una pata, que ya no era simplemente una extremidad sino el cañón de un arma que iba acumulando energía.

Coyote pudo ver el poder de 606 y sonrió maliciosamente. Y sin más decidió atacarlo de frente apuñalando su panza con sus garras.

Slug miró a su compañero irradiar electricidad y luego cayó hacía atrás con un ruido seco, el oso metálico se había quedado en la misma pose y sus ojos parpadeaban ligeramente.

Coyote dio una carcajada mientras sus ojos brillaban y Slug solo maldijo. El villano acababa de usar su cualidad de absorber la energía nuclear y para desgracia suya 606 tenía un mini reactor que lo recargaba. Le había sacado su energía y convertido solamente en un gran trozo de metal.

Slug apretó los dientes con furia y fue a él para pelar mano a mano. Pero en cuanto se acercó y saltó para darle una patada en el rostro se sorprendió porque Coyote ni siquiera se movió. La energía que había obtenido de su compañero le otorgó una fuerza inesperada.

Slug apenas tocó el suelo volvió a impulsarse para darle un puñetazo en la cara y esta vez sí que debió dolerle a Coyote. El villano se tambaleó, pero también fue ágil porque se movió tan rápido que pudo sostener la mano de Slug, la misma que lo acababa de golpear.

Coyote no vaciló ni un instante porque lo sujetó bien de su antebrazo con ambas garras y lo dobló hasta romperlo. Slug escuchó el horrible rechinido y crujir de su propio brazo, luego la capa que simulaba pie y que cubría su brazo se desgarró dejando a la vista pequeños circuitos que comenzaron a chorrear aceite.

Coyote no se detuvo hasta desprender la mano la cual arrojó lejos. Slug retrocedió y alzó su brazo para mirar el nivel de daño, pero su extremidad estaba totalmente disfuncional.

—Vaya... Ahora sí me hiciste enojar— le dijo Slug con pesadez, pero su voz era entrecortada, sus heridas comenzaban a incomodar pues por cada golpe que le había dado recibía el doble. Era claro que estaba perdiendo, ahora sin ayuda Y sin brazo estaba casi seguro de que caería en cualquier momento.

Aunque era obstinado, no iba a dejar manchar su reputación por un villano como este. Slug se inclinó y sacó un cuchillo de un compartimiento de su pantorrilla y luego lo puso en su boca aparentando bien la hoja con sus dientes. Sin más corrió en dirección al villano quien lo esperaba ansioso.

El héroe derrapó a su lado y luego giró evitando una patada, al final escupió el cuchillo y lo atrapó para solo un segundo después clavarlo detrás de su rodilla. El golpe fue rápido, y luego hubo un segundo y tercero, Slug dio el último con tanta fuerza que el cuchillo quedó atrapado entre su carne. Coyote gritaba tras cada corte dejándose caer al último.

Slug sonrió victorioso porque Coyote intentó levantarse, pero volvió a caer, luego sacó el cuchillo con un gran quejido. Estaba acabando, no tenía más opción que rendirse.

Y en ese mismo instante apareció White Hat con toda la intención de pelear, pero bajó sus brazos al ver la escena.

—Vaya, lo tienes resuelto como siempre...— aunque se se detuvo al ver su brazo. —Slug, ¿necesitas ayuda?

—No White, estoy bien. El grandote con maquillaje necesita más ayuda que yo— le dijo mientras lentamente se acercaba a 606 y examinaba su condición.

White miró al villano quien retrocedió al verlo, pero seguía apretando la herida que aún sangraba.

—Buen trabajo, lo sujetaré. las autoridades viene en camino.

—Y ¿qué hay de Omega?

—Él se encuentra bien, solo heridas menores, estaba más preocupado por el daño de su traje, sabes que sin él su radiación es mortalmente peligrosa para todos a su alrededor, pero me he encargado de eso, incluso solicitó que la organización trabaje en la mejora y fábrica de su traje— decía con suma calma mientras sujetaba al villano y aunque este quiso atacarlo con el cuchillo White pudo arrebatarselo y sujetarlo para que no escapase. Luego fue con Slug y de alguna manera pudo accionar nuevamente a 606.

Cuando se reunieron con Clemencia y las autoridades fueron ovacionados por rescatar al héroe Omega y detener a su archienemigo, pero Slug no estaba tan alegre, él solamente tenía la mirada perdida mientras sujetaba su hombro, el metal de su brazo todavía goteaba y él se notaba cansado.

White dio las gracias, pero decidió irse con su equipo de inmediato. Los cuatro desparecieron en un instante, en una ráfaga de luz como un rayo.

Clemencia pestañeó y al reconocer su hogar se dejó caer al suelo.

—Esto es muy cansado— se quejó.

—Lo hiciste bien, Clemencia. Pusiste a todos a salvo y supiste manejar la situación— habló White mientras se agachaba a darle palmaditas en su cabello.

—Gracias White, pero creo que a Slug le tocó la peor parte— le susurró mientras señalaba a su hermano.

Slug seguía con la mirada perdida hasta que 606 se acercó y tomó su brazo haciendo que se sobresaltara. 

—Oh... Lo sé, se ve mal, ¿verdad? Pero lo arreglarás en un santiamén. ¿Tú te encuentras bien?

606 era una máquina que no hablaba mucho y cuando lo hacía era con una de esas voces robóticas y cuadradas:

—Mi equipo está en funcionamiento normal— respondió y Slug le dió una palmadita.

—Bien, entonces activa el protocolo de reconstrucción para mí brazo, que sea un ensamble total.

El oso asintió y se dio la vuelta caminando pesadamente. Slug fue tras él sin dirigirles palabra a White o a Clemencia.

En su laboratorio. Slug estaba acostado en una camilla con sus lentes negros puestos mientras el oso tenía convertidas sus patas en pequeñas herramientas que soldaban poco a poco su brazo. Apenas había armado el exoesqueleto y faltaba mucho para terminar.

Slug escuchó la puerta abriese y después de un largo rato habló sin mirar:

—Estoy bien... En lo que cabe, si eso es lo que quieres saber.

White Hat se acercó, sabía que no era cierto porque hablaba con enojo, eso era algo que jamás podía ocultar.

—Yo... Creo que te debo una disculpa. Debí darme prisa, no hubiera pasado esto.

—No te estoy culpando de nada, estás cosas pasan. El cara de payaso era fuerte y absorbió la fuerza de 606. Además estos días he perdido peso y fuerzas. No te culpes de mi incompetencia.

White se asombró de su tono tajante.

—No se trata de debilidad o incompetencia, solo es una mala racha, Slug, todos las tenemos.

Pero no recibió respuesta después de esto. White se puso incómodo y comenzó a adivinar el porqué de su enojo, no era la primera vez que Slug estaba a nada de perder una batalla. Las últimas semanas había pasado lo mismo, recibía golpes y se confundía con facilidad por eso él insistía que debía descansar, o incluso quedarse en casa, pero Slug se negaba y él podía entenderlo. Que Slug se quedara solo con sus pensamientos no era lo mejor. Pero perder una vez tras otra también era un duro golpe a su orgullo.

—¿Necesitas algo, Slug?

Slug lo miró al fin, se quitó los lentes y suspiró para hablar con más cautela.

—¿Podrías tráeme hielo?

—¿Hielo?

Slug asintió y con su mano libre alzó su suéter para dejar a la vista su vientre, en el costado tenía un gran, gran hematoma, su color era tan oscuro que llegaba a ser negro. White abrió los ojos con preocupación.

—Me dio una paliza, si hubiera sido más arriba me habría roto las costillas, pero solo se trata de un golpe... Aunque duele, ahora que sano más rápido creí que debía dejarlo así, pero me está incómodando.

White Hat se puso al lado de la camilla.

—Olvida el hielo, esto lo haré yo...— dijo mientras se quitaba los guantes y ponía sus manos en el hematoma. —Me pides que no me culpe, pero mírate. Tal vez desde ese día mejores con mayor rapidez y te sientas invencible, pero no es así, sigues siendo de carne y hueso y pueden... Pueden asesinarte de nuevo, entonces qué haré yo, ¿mirar otra vez como mueres? Nadie puede revivir dos veces. ¿Me dejarías otra vez con el corazón roto sabiendo que jamás pudiera volver a verte?

White habló exaltado y solo imaginar algo así sus ojos se hicieron cristalinos. Entonces apartó sus manos y la piel de Slug se notaba completamente sana.

Slug volvió a evitar verlo directamente.

—Por eso no quiero ser débil, me enoja no poder ser lo suficientemente fuerte para enfrentar a uno de esos idiotas villanos, no quiero que estés pendiente de mí todo el tiempo, sabes que quiero ser como tú, pero aún no puedo. He descuidado mi condición desde hace mucho... Y hay tanto en lo que debo pensar.

—Necesitas descansar. Tómate unos días aquí, puedes entrenar si quieres, yo puedo hacerme cargo. Recuerda que eres fuerte, Slug, es solo que necesitas sanar y no hablo de lo físico.

Slug suspiró con rendición y asintió.

—Gracias White. Lo haré.

~

White Hat no lo vió hasta el día siguiente, en la sala de entrenamiento. Ahí se encontraban los tres; 606, que solo estaba sentado. Clemencia saltando una cuerda y mirando hacia Slug, él hacía flexiones con rapidez  y en cuanto su conteo llegó a doscientos se levantó y fue a colgarse en una barra con su brazo no robótico, ahí volvió a comenzar su conteo desde cero alzando su peso una y otra vez.

—¿Le dijiste algo?— preguntó la chica sin dejar de dar saltos. —apenas recuperó su brazo y durmió unas horas salió hacia acá. Ha hecho de todo y parece que no se cansa.

White cruzó los brazos ligeramente y observó a Slug, el joven usaba solamente un pantalón deportivo y toda su parte alta estaba al descubierto, sus músculos se marcaban y estaba envuelto en una capa de sudor. White Hat se quedó hipnotizado a sus movimientos, luego movió su cabeza ligeramente para alcanzar a ver el pecho de Slug, su torso era tan varonil y sensual...

—White— dijo la chica entre una risa al mismo tiempo que dejaba de saltar. —Calma o vas empezar a arder en cualquier momento.

White Hat llevó sus manos de inmediato a su rostro carmesí y pudo sentir el calor de sus mejillas.

Slug volteó al escuchar las risas de Clemencia y bajó para ir a su lado. Tomó una toalla y la puso entre sus hombros.

—White, no te había visto llegar... ¿Estás bien?

White al sentir la mirada de los dos se puso todavía más rojo.

—Sí, estoy bien. So-solo hablamos... ¿Qué tal tu brazo?

Slug sonrió picaron, luego alzó su brazo que estaba completo, solo que con un metal diferente, esta vez era totalmente oscuro y no lo había forrado para disimular que era una extensión artificial.

—Muy bien. 606 le hizo mejoras y me gustaron. Creo que lo dejaré así... Saben, necesito algo de carbohidratos. Los veré después— dijo pasando entre ambos.

Clemencia lo miró irse y dijo en cuanto lo perdió de vista:

—No está bien, lo sabes, ¿no? Hasta yo sé que algo anda mal con él, sigue teniendo esas pesadillas y ahora tiene muy mal humor todo el tiempo.

—Ha pasado por mucho, sé que intenta sobreponerse, pero podrá con esto.

—Necesita de toda tu ayuda. Lo de Flug y la bebé no fue algo fácil para él. Solo... Solo necesita dejarlo ir.

White suspiró.

—No es fácil, pero seguiré hablando con él.

La chica continúo con sus salto.

—Vale, dale una gran dosis de amor. Es todo lo que necesita.

White fue a la cocina y ahí se encontró con Slug.

—No olvides que también tienes que descansar.

—Respecto a eso. Estaba pensando en no dejar mi responsabilidad, me gustaría salir a patrullar solo, tú te tienes que encargar de lo grande y Clemencia puede ir con 606.

—Pero acabamos de acordar que descansarías.

—Lo sé, pero no he tenido ningún avance en la búsqueda de Evil, y creo que necesito un poco de espacio... ¿Comprendes?

White se mordió el labio.

—¿Estás seguro? ¿Esto te ayudará?

Slug asintió y White Hat aceptó.

—Esta bien, solo ten cuidado y has tus reportes.

~

A partir de entonces Slug iba solo por las noches mientras en el día entrenaba arduamente. Eso le ayudó a mejorar, con el pasar de los días se le notaba mejor, al menos físicamente porque s mal humor iba en aumento.

Una noche, White Hat estaba en su oficina con el papeleo cuando de pronto se levantó de prisa tras percibir un olor a sangre, no parecía ser el de Slug o Clemencia así que fue a investigar. Fue tras el rastro y se alarmó cuando llegó a la habitación de Slug. White Hat entró a la habitación y miró en la cama la bata negra de Slug, estaba empapada de sangre. Comenzó a entrar en pánico, pero entonces escuchó la regadera y caminó lentamente al cuarto de baño que estaba entreabierto. Ahí estaba Slug bajo la regadera mientras el agua caía en todo su cuerpo, lo extraño era que Slug tenía la ropa puesta. Solo estaba ahí con el rostro entre sus manos mientras lloraba desconsoladamente y el agua caía a sus pies junto con la sangre que limpiaba.

White Hat no sabía qué hacer. ¿Qué era lo que pasaba con Slug? ¿Cómo podía ayudarlo?

Comenzó a dudar si realmente estaba siendo comprensivo con él porque parecía que no había mejora. Slug no estaba llevando bien su luto.

White se apartó y salió de la habitación. Esperaba poder hablar con Slug por la mañana después de que descansara, pero Slug no llegó al desayuno. White lo buscó, pero no sé encontraba por ningún lado. Tuvo que tener fe y pensó que tal vez necesitaba su espacio, ya conocía bien esos berrinches.

Estaba a punto de oscurecer cuando White se dejó caer en su sillón. No había sabido de Slug en todo el día y no contestaba las llamadas. Estaba a punto de salir en su búsqueda cuando la puerta se abrió, pero no era él sino Clemencia.

—White... Hay algo que quiero que veas— dijo la chica y luego lo llevó a la sala de entrenamiento.

El lugar parecía normal a simple vista, pero Clemencia lo llevó al lugar donde a Slug le gustaba entrenar. Ahí todo estaba hecho un desastre; las pesas de mano habían sido lanzadas contra las paredes dejándolas agrietadas. Los instrumentos estaban derribados, los sacos de boxeo rotos y su arena se dispersaba por todos lados.

—No me había dado cuenta de esto— se adelantó a decir Clemencia. —Entrenaba un poco más de lo normal, se estaba pidiendo demasiado, pero no sabía que haber perdido tantas veces le haría enloquecer.

—No se trata de eso— respondió White. —No sabe cómo sacar su ira, quiere pelear contra el mundo, piensa que no es fuerte, no poder salvar a Flug le hizo creer eso. Se sigue reprochando— dijo White y luego se dió la vuelta para ir a buscarlo.

Clemencia lo detuvo y luego sacó su teléfono.

—Mira esto, te ayudará a saber dónde está.

White tomó el teléfono y miró la nota. Era un reportaje de una ciudad donde habían detenido a una decena de criminales, sin embargo se hablaba del abuso de fuerza que se había empleado, los criminales estaban con más de un hueso roto y heridas fuertes resultado de una gran paliza.

White miró la foto de los criminales y supo el porqué Slug estaba bañado en sangre la noche anterior. White apretó los dientes y su mirada tuvo un destello de coraje.

~

Slug iba corriendo entre unas solitarias calles mientras a su alrededor sobras lo perseguían, cuando se topó con un callejón fue rodeado por un grupo de criminales, dos de ellos se pusieron al frente.

El primero era Dark Phantom Jr. Un escuálido intento de villano, el segundo era su secuaz más cercano. El grupo estaba furioso con Slug pues él había evitado un robo que planearon por semanas.

—Así que... O me das mi dinero o aquí mismo mueres— dijo el líder.

—Señor, no creo que debamos luchar contra él... Siento que ya lo he visto en algún lado— advirtió su secuaz.

—Cierra la boca. Se metió con mi atraco. Mi padre estará muy molesto por verme fallar de nuevo. Así que acaben con él.

Slug miró a su alrededor y por suerte vio una pequeña barra de acero. Eso era todo lo que necesitaba. Los villanos creían que lo habían rodeado, pero en verdad Slug jugaba con ellos.

Uno a uno de los villanos fue cayendo ante tal paliza y al final quedaron los dos tipos vestidos de azul que intentaron huir después de ver lo que sus compañeros obtuvieron. Pero Slug no dejaría ninguno a salvo.

Ahora ellos eran los acorralados.

Slug se puso la barra sobre su hombro y se acercó a ellos hablando con burla:

—Solo son unos idiotas sin súper poderes, intento de villanos.

—Y quién lo dice... Ya te recuerdo, eres ese héroe quien todos le dieron una paliza. Sí, el sujeto que le  arrancaron el brazo. El héroe que tiene pinta de villano. No deberías sentirte tan orgulloso, no eres tan fuerte si tantos han podido derrotarte. Suelta eso y ven aquí, niño bonito, te voy a quitar esa sonrisa— dijo Dark Phantom sin idea de lo que estaba diciendo. Su secuaz le rogó que no lo hiciera, pero él ya estaba listo.

Slug carcajeó y tiró su arma, se acercó a él y sin más le dió un puñetazo en la cara. Dark Phantom cayó al suelo mientras su clavícula crujía.
Slug se subió a él y lo tomó de su traje mientras le daba más golpes y le gritaba.

—¡Di que soy débil! ¡Atrévete a decirlo una vez más!

Su compañero se abalanzó a él para defender a Phantom, pero Slug también lo golpeó. Slug dejó al villano inconsciente en el suelo, con la cara llena de sangre y se levantó para darle la misma paliza al secuaz.

El pobre chico caminó hacia atrás hasta que tocó la pared y entonces empezó a rogar.

—No me haga nada, no volveremos a meternos contigo. Ni siquiera nos consideran villanos peligrosos...

—Después de esto no los considerarán nada— dijo Slug con una voz maliciosa mientras alzaba su puño robótico dándole un golpe que lo hizo golpear contra la pared tras de él. Slug le dio una patada y el pobre chico rodó, el héroe se puso encima de él como lo había hecho con su compañero y antes de empezar a golpearlo el chico le dijo con dificultad:

—Tú no eres un héroe. 

Eso solo lo había hecho enojar más. Tras cada golpe Slug se sentía satisfecho, la adrenalina recorría su cuerpo, se sentía por fin victorioso hasta que su cuerpo se heló al escucharlo.

—¡Basta!— habló White Hat a su espalda. Y entonces pudo regresar en sí, el chico a quien golpeaba ya estaba inconsciente y ni siquiera se había dado cuenta, ¿hace cuanto que seguía golpeándolo? Pero Slug agitó la cabeza y alzó el puño de nuevo. 

—¡Dije que te detengas!— volvió a gritar White y Slug sintió como lo sujetó de su chaqueta de cuero y lo lanzó hacia atrás. Su cuerpo se deslizó y al alzar la mirada se topó con una expresión de total enojo por parte de White, su mirada le pesaba y era suficiente para darle a entender que estaba en serios problemas. 

—¿Qué haces? ¡¿Vas a ayudar a estos cabrones?! 

—Slug..., guarda silencio y ve a casa— ordenó firmemente White mientras le daba la espalda y revisaba al villano. 

Slug carraspeó los dientes y se sintió tan enojado que cerró los puños y golpeo el suelo dando un grito de desesperación, sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas y todo su interior estaba por explotar.  

—¡Ahhg! White..., tú..., tú, ¡hijo de puta!

Todo el cuerpo de White se tensó y de inmediato volteó a verlo. Slug respiraba pesadamente y temblaba, sus ojos bien abiertos lo miraron y en ellos se expresaba toda la culpa y arrepentimiento. White, en cambió tenía una expresión de absoluto dolor. Caminó lentamente a él y se arrodilló para estar a su altura sin dejar de mirarlo a los ojos.

—¿Por qué?— preguntó desconcertado y su voz se quebró. —¿Por qué me haces esto?

Slug se lanzó a abrazarlo con toda la fuerza que pudo, pero no podía pedir perdón, su garganta era un gran nudo. Dejó caer su cabeza en el pecho de White y sintió su corazón también. Había jurado nunca más lastimarlo... ¿Por qué no podía dejar de hacerlo?

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Notas:
Les juro que casi lloré escribiendo esto 😭😿

Slug es un tipo de mucho temperamento, ahora imagínense como es estando verdaderamente furioso.

Les dejo las plantillas de los héroes y villanos mencionados en el cap.

Gracias por leer.

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