Black Hat llegó a su oficina, esta se encontraba casi a oscuras porque las cortinas se encontraban cerradas, pero aun así una ligera línea de luz rojiza se filtraba iluminando el sillón y parte del escritorio. Afuera el cielo se cubría de nubes carmesí que destellaban con relámpagos, no había silencio en la oficina, las paredes retumbaban ligeramente ante los estruendos y los vidrios se blandían. Todo ese ambiente era el reflejo del sentir de Black Hat, aunque a él nada de eso le importaba.

Él caminó hacia el escritorio vacío y en él puso el cuerpo de Flug, la luz que entraba iluminó su rostro dejándolo ver claramente, al hacerlo Black Hat le susurró con pena:

—Todo está bien. Ya estamos en casa y estoy contigo.

Después se apartó. No sabía qué hacer pues ya no había lugar o persona a quien recurrir. Si su propio hermano no podía traerlo de regreso nada más lo haría.

Black Hat temblaba sin hacer nada más que mirar a Flug mientras una nueva lágrima se formaba en su ojo. Luego simplemente negó, maldecía su destino reprochando que no era justo, no podía perderlo ahora que él despertaba. Se suponía que debía ser un nuevo comienzo, pero todo había cambiado.

No dejaba de culpar a Evil, ella era la responsable de todo su sufrir, era su culpa al final de cuentas, su simple existencia siempre le había causado descontento. Ahora más que nunca se arrepentía de haber permitido que tomara lugar en el cuerpo de Flug para engendrarse. Si tan solo Flug hubiese acabado con ella desde el principio no estuviera soportando esto...

Black Hat comenzaba a abrumarse por pensamientos así, solo repitiendo una y otra vez el 'hubiera' pues su razonamiento se nublaba con su enojo y desesperación. Ese odio que sentía hacia su hija alimentaba su viveza, a su ente malvado, en cambio, también comenzaba a arrastrar al olvido los recuerdos felices que había tenido, estaba olvidando que alguna vez la amó.

Pero no solo a Evil quería reprocharle, él quería saber todo lo que había pasado pues había mucho que no entendía. Él no iba a creer en ninguna suposición, necesitaba escuchar la verdad de Flug, él era el único a quien creería pues había sido su único confidente. Así que se acercó al cuerpo y le habló mientras acariciaba su mejilla:

—¿A caso te defraudé... en qué fallé?— preguntó secamente, pero no hubo respuesta, jamás habría una respuesta de Flug, pero él aun no comprendía eso. —¿Cómo pudiste irte tan inesperadamente? Dime, por qué me dejarías después de todo lo que pasamos. Tú... al menos te hubieras despedido— habló al último con la voz rota.

Él se acercó aún más para mirar fijamente los colmillos y pudo imaginar a Alger mordiéndolo para convertirlo, se preguntaba si Alger lo había sometido o si Flug habría accedido..., White había dicho que Flug lo había traicionado, pero no podía creerlo, de ser así solo era un golpe tras a otro a su corazón.

—Lo hiciste... te entregaste a él, ¿no es sí? Después de todo siempre hubo algo en él que llamó tu atención..., pero ¿no me esperarías? ¿Dónde quedaron tus promesas? Estoy aquí para ti... si tan solo te importara.

Black Hat habló lento y trató de reprimir sus sentimientos, pero no podía con tanta furia y tristeza, él aun lloraba. Parecía que estaba en un trance, que sólo decía lo que necesitaba.

«Odiaré la forma en la que te recordaré», dijo para sí mismo. Había prometido jamás volver a olvidarlo porque sufrió demasiado cuando White bloqueó sus recuerdos, no iba a pasar por eso de nuevo, se lo había prometido a Flug y él sí mantendrá su promesa. Pero ¿cómo deshacerse de tanto dolor? Sufrir su perdida le dolía, cada latido era una sentencia porque su corazón había comenzado a latir por Flug, él lo había hecho más humano...

Black Hat alzó la mirada de repente tras darse cuenta de eso; nunca sabría el momento exacto en que comenzó a amarlo, pero sabía que ceder a sus sentimientos y demostrar su amor había hecho que su corazón comenzara a latir, no solo su cuerpo había cambiado sino su actitud, se había vuelto humano de cierta manera, por Flug había sentido toda emoción, desde la alegría, los celos, y la más profunda pena. Ahora entendía la profecía; esa niña sería la causante de su ruina... Y sería así porque ella tomaría la vida de quien amaba tanto como para destrozar su alma a causa de su ausencia.

Black Hat se sobresaltó de repente. Ya lo había perdido todo, no le quedaba nada más que el odio y la tristeza. Él sabía que lo único que podía hacer ahora era continuar con lo que había sido antes, debía acabar con esa humanidad, esa debilidad que se había forjado al amar..., pero dudaba.

Black Hat se irguió, y se dejó llevar por un arrebato de impotencia; lanzó el sillón hacía la ventana produciendo un fuerte ruido de vidrios rotos, entonces las cortinas se agitaron violentamente por el fuerte viento y un grito desgarrador hizo eco junto con un estruendo. El lamento de Black Hat era escalofriante. Por fin había expresado su enojo y frustración, al final, y con el pecho exaltado decidió hacerlo; ponerle fin a todo.

Black Hat apretó el puño y al abrir su mano sus garras engrandecieron, luego alzó su mano lentamente y sin más la introdujo velozmente contra su pecho tal como lo haría con cualquiera; cruel y sin titubeo.

Dio un gemido y se doblegó un poco cuando sus afiladas garras atravesaron su piel, aun así, no se detuvo hasta tomar su corazón sintiendo sus propios latidos que fueron obligados a consumirse por un desesperado acto de acabar con aquello que Flug había creado; con todas esas emociones mundanas que ahora lo hacían sufrir. Ya no quería sentir nada más que odio.

En cuestión de instantes Black Hat sacó su mano con la misma rapidez que la introdujo sosteniendo ahora su propio corazón. Arrancarse el corazón le había dolido tanto como el instante que supo que Flug murió, sabía que cumpliría con no olvidarlo, pero al menos se desharía del dolor.

Black Hat quedó de pie frente a Flug mientras las cortinas aun se agitaban, él sostenía su corazón mientras de los cortes de su piel oscura empezaron a manar sangre, que no era roja, sino negra, espesa y alquitranada. Su rostro cubierto de lágrimas se volvía apático... Había funcionado, ahora se sentía como antes; vació.

Aquella sangre oscura de su pecho comenzó a desaparecer tal como la herida de su pecho y en su alrededor decenas de sombras comenzaron a juntarse, eran espectros que se burlaban de él o que iban en busca de su corazón. A Black Hat no le importaban, aunque, tampoco sabía qué hacer con su corazón, se preguntaba qué sería lo correcto, pero su mente ahora sin emoción le decía que ese estúpido órgano ya no valía la pena. Así que comenzó a aplastarlo hasta consumirse y desvanecerse.

Black Hat miró por unos momentos a su mano vacía y luego la llevó a su rostro para limpiar lo que quedaba de lágrimas. Al final se acercó al cuerpo de Flug y lo tomó para darle un beso en la frente.

—Sé que no hubieses permitido esto, pero qué más da, ya estás muerto...Flug, yo nunca quise tener un corazón latiente, su peso es demasiado para alguien como yo, pero no te preocupes, sigo teniendo el tuyo.— le dijo, luego lo abrazó mientras los espectros comenzaban a invadir todo el lugar. 

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Notas: Compré la imagen a Katday, pueden buscarla en redes, una gran artista. 

Algo que siempre digo: ¿Crees que Alger se hizo loco con la muerte de Helene? No tienes idea de la locura que tendrá BH. 

¿Qué creen que le pasará al cuerpo de Flug? Los leo. 

Creo que la canción ya la había usado, pero nah, me encanta. 

El cap es muy corto y de narración rápida, lo siento, me costó mucho escribirlo. Espero les haya gustado, la idea de sacarse el kokoro fue por el comic de CatsDontDraw, si han visto su comic entenderán la referencia. También les menciono esto, que fue mi inspiración.