Al día siguiente Black Hat trató de estar más atento con la bebé, así como se lo había propuesto y fue tan difícil como lo imaginó.

Pronto el ocaso llegó y tuvo que estar en su oficina para esperar la sorpresa de Flug. Mientras estuvo entretenido, era increíble que su escritorio estuviese lleno de hojas acerca del trabajo. Ese Black Hat sin amor no había tardado en hacer ventas de nuevo. Tiró todo a la basura y por último se hundió en su sillón mientras tomaba el cráneo rojo, lo miró atento, pero no por mucho tiempo. La puerta se abrió y Flug entró con un traje azul espectacular, nunca lo había visto con él.

Flug le sonrió con rubor, Black Hat no dejaba de mirarlo; estaba maravillado por sus zapatos nuevos, su traje azul era realmente perfecto, su camisa blanca bien planchada y aunque su moño estuviese un poco ladeado no le quitaba el encanto. Flug llevó sus manos con guantes a la hebilla de su cinturón y la movió un poco tratando de que no le lastimara la cicatriz.

—¿Te parece bien? En nuestras últimas citas siempre he estado tan informal— dijo mientras pasaba la mano por su cabello el cual estaba peinado en una coleta. Apenas unos mechones caían por su frente.

Black Hat se levantó de inmediato y fue a él con mucha prisa, al mirarlo frente a frente no pudo evitar acariciar su mejilla, luego bajó y ajustó bien el moño.

—Nunca has aprendido a hacer un buen nudo— le dijo y ambos sonrieron.

Flug lo tomó de la mano y empezó a guiar.

—¿Cómo pudiste planear una cita? ¿Quién cuida de Evil?— preguntó mientras Flug lo llevaba sobre unas escaleras.

—Mi nena está durmiendo, si despierta 505 puede arrullarla, aunque no es probable, ahora es cuando más duerme— contestó con un guiño.

Llegaron a la sala que Flug escogió y Black Hat miró con asombro, no era algo parecido a lo que él hubiese hecho, aun así, era elegante y muy romántico. Las velas sobre los candeleros derramaban cera rojiza, la mesa no tenía más que un platillo pequeño y un par de copas ya servidas con vino. Del techó colgaban adornos cristalinos, algunos con forma de sombrero y otros de avión, eso hizo que Black Hat se detuviera por mucho tiempo a observarlos.

Se sentó en su lugar después de tomar la silla y brindarla a Flug como cualquier caballero hiciese. Flug cogió su copa.

—Tal vez sea cursi, pero quiero brindar, por nosotros, por Evilyn.

Black Hat alzo las cejas, pero luego asintió, tomó su copa y brindó.

—Así que tú preparaste esto, admito que no es lo que esperaba, es aun mejor.

—Gracias amorcito— contestó Flug justo antes de llevarse un bocadillo a la boca. —Sé que no fue por mucho tiempo, pero extrañaba mi hogar. Estuve buscando lo necesario en la mansión y me di cuenta cómo es que ese plan de olvidarme te funcionó.

Black Hat sonrió con nerviosismo. —Tiré todas tus pertenencias de nuestra habitación y eliminé tus retratos. Lamento eso, era necesario.

—Por lo menos no destruiste mi habitación. Debiste preguntarte por qué había un avión estrellado en tu techo.

—Por supuesto, pero eso ya no importa. Ahora podemos aprovechar para tomarnos un par de fotos, como familia. También necesito poner un retrato tuyo en mi oficina.

—¡Wow! Escúchate. Hace un par de meses jamás hubieras dicho eso, no te preocupes jefecito, yo me encargo de llenar tu oficina de grandes cuadros de nosotros.

—Perfecto. Le estoy dando una oportunidad a Evil, tal vez sea una ruidosa, pero también es simpática.

—Bien dicho, aunque, siendo tu hija no dudo que se convierta en una gran villana.

Black Hat ladeó la cabeza.

—Eso me recuerda. Tenemos que hablar seriamente sobre ella y lo que pasará con nosotros.

—Sí, es necesario, sólo espero que no sean más malas noticias— respondió y sus manos apretaron la copa de cristal con nerviosismo.

Black Hat suspiró.

—No te mentiré; nada de esto es una buena noticia, comenzando por el hecho de que moriré. Quiero que sepas lo que ocurrirá con ella para que cuando llegue el momento estés preparado.

—Espera, ¿le va a ocurrir algo malo?

—Flug, nuestra hija es mitad humano y mitad demonio. Algún día eso le traerá un gran conflicto. Un híbrido siempre vive en tormento por ello. Tendrás que ayudarla a elegir.

—¿Elegir? No estoy entendiendo nada de esto.

—Por eso pon atención, Evil puede vivir siendo un híbrido, pero tendrá que aprender a controlar sus poderes, por ello debe aceptar su parte demoníaca, si no lo logra correrá peligro porque vivirá en una constante de inestabilidad. Por otro lado, puede decidir ser humana, tendrá que sacrificar su poder y separarse de esa esencia, pero eso también pondrá en juego su vida, su parte humana la pondrá en riesgo siempre. Esto es algo muy difícil, tendrá que lidiar con esto en algún punto de su vida, como padres no podemos forzarla, aunque yo preferiría que fuese completamente demonio, pero si es así... su parte humana morirá, será un demonio sin sentimientos, nunca podrá amar, ni siquiera te verá con afecto por ser su padre. Flug, tú tendrás que ayudarla, pero no escoger. Tienes que aceptar su decisión.

—No tiene sentido, si escoge ser híbrido sufrirá, si decide ser humano puede morir y si escoge ser un demonio... jamás sentirá amor, será malvada... sin ningún sentimiento, no te honrará.

—Por ello te digo esto, será difícil guiarla, pero confió en ti y sé que respetarás su decisión. Por ahora sólo queda cuidarla.

El chico asintió. —Por eso me darás tu inmortalidad, ¿verdad? Quieres que esté a su lado por siempre, sin importar lo que decida ser.

—No sólo por eso. Tendrás mucho tiempo para olvidarme... quiero que... seas feliz, incluso si tengas que estar al lado de alguien más. Busca a otra pareja, tal vez a una chica, ten más hijos.

—¡¿Qué?! ¡No! Jamás podría cambiarte, jamás podré amar a alguien más, y no me importa si tenga que permanecer solo una eternidad. Mi niña siempre será el recuerdo de ti. La herencia de tu amor— dijo mientras lanzaba la copa, se levantaba y golpeaba fuerte la mesa, luego habló en voz baja: —Tú mismo lo dijiste.

Black Hat se levantó y lo atrajo en un abrazo. —Yo ya te olvidé una vez, es difícil, pero te ayuda a no sufrir.

Flug retrocedió.

—No Black, esa no es mi solución. Te prometo que jamás te olvidaré, sin importar qué.

El demonio le sonrió y después de darle un beso rápido en los labios tomó su mano, le quitó el guante y besó el dorso de su mano.

—Y yo jamás dejaré de amarte, nunca más— dijo y luego de otro largo abrazo habló: —Me impresionó tu sorpresa. Te ves increíble y los adornos son algo nuevo.

Flug envolvió sus brazos sobre su cuello y habló a escasos centímetros de los labios de su amante.

—La sorpresa no es la cena ni el traje, bueno, se puede relacionar con él.

Su pareja alzo las cejas en duda.

—Lo que quiero decir es que... mi herida ya sanó, me siento bien, ahora puedes usar esos dientes afilados para quitar cada prenda y devorarme. ¿Ya me comprendes?— decía mientras se ladeaba de un lado a otro con una expresión de deseo.

La mirada de Black Hat era seria, él lo observaba en silencio y pestañeaba con tranquilidad.

—Quiero hacer el amor— repitió Flug.

—Yo... ya entendí lo que quieres, pero, no creo que sea bueno, no si te refieres a sexo.

Flug lo soltó y retrocedió con los brazos cruzados.

—Ni siquiera recuerdo la última vez que lo hicimos, pero esta bien. No lo haremos, solo vamos a dormir, Elyn me tiene completamente fatigado.

Black Hat respiró con rendición, levantó su mirar y observó los detalles de la habitación, Flug debió esforzarse para impresionarlo.

—Está bien, después de todo lo sucedido debemos tener más tiempo para nosotros.

La sonrisa de Flug creció.

—Aunque, esta vez hay que usar protección— dijo Black Hat en un intento de ser gracioso. Flug lo miró con asombro, parpadeo y no pudo evitar carcajear, luego su mirada se hizo mas pícara antes de comenzar a besarlo.

Black Hat siempre había sido el dominante, siempre había sido él quien tomaba en sus brazos a Flug, pero esta vez fue diferente, el chico abrazó las caderas de Black Hat para hacer el beso más profundo. Fue él quién lo empujó la pared e incluso se paró de punta para alcanzar su rostro.

Black Hat estaba impresionado y completamente satisfecho. Esa noche Flug hizo lo que quiso con él. No era como solían hacerlo, Flug se movía lento y gemía tras cada rose con el cuerpo de su amante. Lo abrazaba y besaba por un largo tiempo sin dejar de decir cuánto lo amaba. 

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Era una noche fresca, Black Hat ya estaba en su cama, recostado y leyendo un periódico, pero lo bajó para ver a Flug quien entró con la niña, ella ya estaba adormilada.

—Tardé mucho para que se tranquilizara. Cariño, ¿podrías cuidar de ella? Yo necesito dormir— dijo mientras con una mano frotaba sus ojos con ojeras.

—¿Por qué no la dejaste en su habitación?

—Quiero que duerma hoy con nosotros.

—Bien. Ponla en la cama, duerme a su lado.

Flug se alborotó el cabello y bostezó. —Anda, deja que duerma sobre tu pecho. Al menos por un rato.

Black Hat aceptó, lanzó su periódico y Flug la acomodó sobre de él, luego se quitó la bata, los zapatos y se metió en la cama.

Él miraba a la bebé quien dormía posando su mejilla en su pecho, su pequeña boca era adorable y sus respiraciones hipnóticas. Black Hat deslizó su mano para tocar su manita y ella sostuvo su dedo. Evil quedó dormida sujetando a Black Hat de una manera adorable.

De pronto ella hizo algo que lo sobresaltó. La bebé hizo un extraño ruido, un "hip". Su padre la observó con detenimiento, unos segundos después volvió a hacerlo. Otro tierno "hip" que la hizo saltar.

Extendió la mano y movió a Flug.

—Despierta, creo que le pasa algo malo.

Flug apenas pudo alzar la cabeza, estaba adormilado, tanto que ni siquiera podía abrir los ojos, con dificultad pudo balbucear preguntando qué pasaba.

La bebé saltó de nuevo dando otro de esos sonidos.

—Eso, no es normal— dijo Black Hat sacando su dedo de la pequeña manita para después acariciar su mejilla. La bebé no despertó.

Flug se dejó caer.

—Sí... sí es normal. Tiene hipo.

—¿Hipo? ¿Por qué? — preguntó, pero no tuvo respuesta, simplemente se escuchaban las profundas respiraciones de su pareja. El demonio acarició la cabeza de la bebé, cada vez que la niña brincaba por el hipo él sonreía, era gracioso.

Cuando el hipo se fue Black tomó a la niña y la acostó al lado de Flug, los cobijó a ambos y al ver que Flug la abrazó se sentido aliviado así que salió. Y tan sólo cruzar la puerta su atuendo se arregló y su sonrisa se esfumó.

Black Hat llegó a una de las tantas habitaciones vacías de la mansión, se ajustó su gabardina y alzó la mirada mostrando sus dientes afilados. Demencia salió entre las sombras con una risa maniaca y lanzó al suelo a un hombre indefenso. El hombre temblaba y en cuanto alzó la mirada quedó en shock, él empezó a rogar por su vida, pero fue inútil.

El villano levantó al hombre de su camisa y sujetó bien su cabeza y su brazo para morderlo del cuello. El hombre gritó hasta agonizar. Al final una luz iluminó la habitación. La luz provenía de un círculo que se formó debajo de los pies de Black Hat, cuando el pentagrama se formo por completo el demonio sonrió maliciosamente, sus ojos cambiaron a una tonalidad rojiza y justo después su cuerpo se convirtió en una sombra viscosa que envolvió el cuerpo. El cadáver fue consumido por completo hasta que no quedó nada de él.

La masa viscosa negra volvió a tomar la forma de Black Hat. Él respiraba pesadamente y luego lamió la sangre de sus verdosos dientes. Había bebido de la sangre de ese hombre y luego consumido su cuerpo, pero no se sentía tan bien por hacerlo como el día pasado.

—Bien hecho Demencia, necesito más humanos, procura que para mañana sean dos— le dijo con respiraciones pesadas mientras se acercaba a ella y le daba como recompensa una palmada en su cabeza peinando su cabello. —Y recuerda, no le menciones esto a Flug.

La chica asintió y salió de manera escurridiza mientras reía. Black Hat apenas pudo soportar a que ella saliera porque de inmediato cayo de rodillas. El demonio tosió y tras respirar pesadamente se puso de pie otra vez.

Black Hat limpio el resto de la sangre y decidió regresar a su habitación. Sabía que su fuerza decaería en un día por eso necesitaba alimentarse de más almas humanas y de sus cuerpos. Hacía un par de días que había comenzado a hacer eso y sabía que no podía hacerlo por siempre, en algún punto no podría seguir, cada insignificante alma le daba un día más, no quería hacerse dependiente de eso así que mérito. Tenía que cambiar sus planes de nuevo.