67: Mentiras
Los centinelas llevaron a Slug a un lugar que parecía estar bien resguardado. Pasaron sobre cuatro paredes altas y con cámaras que los seguían, en medio de esta muralla se encontraba un gran agujero en el suelo. Los robots lanzaron a Slug dentro y el cayó con fuerza rodando un par de veces.
Se levantó un poco adolorido y se sacudió, apretó los puños y maldijo, aquel agujero estaba muy profundo y en total oscuridad, pero sabía que no tardaría mucho en escapar de ahí. Aunque creía que primero debía tener un plan.
—¿Slug?
La voz sobresaltó a Slug quien rápidamente volteo al reconocer la voz, y era exactamente quien suponía. Demencia estaba al otro extremo de la habitación, ella se veía muy mal, su cabello más despeinado que de costumbre, su ropa sucia y lo que llamó su atención fue que ella llevaba un collar y un par de brazaletes que parpadeaban.
—¡Slug! ¿qué haces aquí? —preguntó ella.
—Tengo que preguntar lo mismo y, sobre todo, ¿Qué es lo que ha pasado con Black Hat?
Demencia se sentó en el suelo y cruzó los brazos.
—Creí que eso lo sabrías tú. Es difícil de explicar; una mañana Black Hat apareció confundido, comenzó con sus rutinas creyendo que su organización aún estaba funcionando... él comenzó a actuar como si no supiera nada de Flug, ni de la bebé.
—¿Así de fácil, un día simplemente no recordó nada?
—No del todo, había estado comportándose extraño desde antes, sus poderes regresaban y al parecer su memoria fallaba. Cuando lo olvidó todo yo trate de hablar con él, pero me encerró y me puso esto— dijo mostrando los brazaletes. Demencia se dio la vuelta, detrás de ella había una pequeña jaula y en ella se encontraba 5.0.5.
—A él le hizo lo mismo, trató de asesinarlo muchas veces, pero 505 es inmortal y al parecer tampoco recordaba eso, ni siquiera sabía quién era, es como si hubiese olvidado completamente todo respecto a Flug.
El héroe pasó sus dedos por su cabeza en un intento de peinarse, también suspiró. Trataba de comprender. —Tengo mis sospechas de que el responsable es White Hat.
—¿Su hermano? Se supone que es "bueno". Si él causó esto es claro que no debió confiar en él.
—Hay tanto que explicar sobre eso, por ahora White ya no se encuentra cuidando de Flug, lo hago yo. Pero lo más importante; su bebé ya nació— decía Slug mientras se ponía de rodillas hacia la jaula y acariciaba al osito el cual parecía muy triste, aunque esa expresión cambió enseguida que escuchó la buena noticia. Demencia también sonrío.
—¿Ellos está bien?
—Sí. Es por eso que vine, aunque no esperaba lo de Black. Ahora tengo que pensar y salir de aquí.
—¿Cómo planeas regresarle la memoria? No creo que sea tan fácil.
—No es una amnesia normal, es algo que se provocó. Si White usó su magia podemos romper con eso, míralo como si se tratase de un hechizo o encantamiento. Debe haber un estímulo que le haga recordar. Yo intenté recordándole su nombre y aunque tuvo una reacción no fue suficiente.
—Necesita verlo —dijo demencia con entusiasmo. —Los hechizos se rompen con un beso de tu verdadero amor... lo he visto en las ridículas y cursis películas de 505— dijo con vergüenza.
—Tal vez, pero Flug no está en condiciones y no me voy a arriesgar que lo llegue a lastimar, además, creí que no te agradaba Flug, ¿por qué apoyas su romanticismo?
Las mejillas de Demencia se tornaron rojas y comenzó a balbucear mientras trataba de hablar. —Ohh, he tenido tiempo para pensar... ¡pero eso no te importa! Tenemos que salir de aquí.
Slug dio apenas una sonrisa, no quiso preguntar más sobre eso así que tomó su mentón y pensó. Sólo bastaron unos segundos para que reaccionara con emoción. —¡Lo tengo!
—Bien cerebrito número dos, habla.
—Saldremos de aquí, iré a la habitación de Flug y me vestiré como él. Me presentaré frente a Black Hat y tal vez sus memorias regresen.
—Es una buena idea. Aunque, ¿cómo saldremos de aquí? Yo lo he intentado y no he podido, además, el lugar está lleno de esos estúpidos robots, son más fuertes de lo que crees, están hechos por Flug.
—Ahí entrarás tú, eres buena en eso de escabullirte, me ayudarás a desactívalos, pero primero les quitaré esos collarines— dijo extendiendo su mano al cuello de la chica, ella retrocedió.
—No, no... no lo intentes.
Pero Slug no le obedeció, él apenas había tocado el collarín esté se activó en cadena con sus brazaletes y el collarín de 505. Él y Demencia sufrieron una gran descarga eléctrica, una que hizo arrodillar a la chica, mientras resistía el dolor.
Demencia alzó la mirada en cuanto la descarga terminó, estaba enojada. —¡Te dije que no lo hicieras, imbécil!
—Ups. Ya veo por qué.
—Si fuera así de fácil, ¿no crees que ya me hubiese liberado?— respondió ella y luego mordió sus brazaletes.
—Lo siento— dijo Slug preocupado más por el oso que por la chica. Luego rebuscó entre su bata, sacaba algunos artefactos y los miraba para saber cuál usar. Al fin pudo quitarle los aparatos y los miró con detenimiento, sabía que le serian útiles.
Sacó a 505 de la jaula y lo alzó, el oso parecía muy feliz de verlo otra vez.
—Ahora salgamos de aquí, seamos cuidadosos para que no lo note, si un centinela nos ve simplemente ve contra su centro de circuitos principal.
Demencia sonrió con malicia. —Yo haré las cosas a mi modo— respondió y luego le mostró la lengua.
—"De nada"— dijo él con sarcasmo.
Para la chica no fue nada difícil escalar y salir en tan solo unos segundos. Ella ayudó a Slug, él estaba asombrado y le preguntó por qué se le había hecho tan fácil salir de ahí, ella le contó que esa había sido su habitación hacía mucho tiempo. Slug no pudo imaginar eso. Aunque no pudieron conversar más. Una alarma se activó y tuvieron que salir corriendo del lugar.
Lograron avanzar hacia la habitación de Flug aunque no llegaron, robots de todo tamaño comenzaban a acercarse y como última salida los tres entraron a una habitación viaja donde se ocultaron.
Ambos quedaron ante la puerta esperando a que los robots se fueran, pero no era así, además de los centinelas, pequeños robots con bombines recorrían el lugar. Estaban a punto de atraparlos.
—Olvidé que les gusta tener un buen sistema de seguridad— dijo Slug buscando el apagador para iluminar el cuarto. Al prender la luz quedó sorprendido, el lugar estaba lleno de partes de robots a medio armar, algunas maquinas las cuales seguramente habían explotado y muchas baratijas más, pero lo que le llamó la atención fue una enorme capsula. Slug se acercó y le quitó todo lo tenía encima, al verla por completo se percató que era una cámara hiperbárica.
—¡Wow! ¿por qué tienen esto aquí?
Demencia se acercó con 505 en brazos, el oso saltó al hombro de Slug y él lo sostuvo con ternura.
—Flug solía dormir dentro de esa fea cosa.
—¿Flug? ¿de verdad?...
—Sí, no sólo es un nerd, es un rarito.
Slug sonrió con ironía. —Siempre ha sido un rarito, por eso le hacía bullying. Lo extraño es que... yo no sabía que usaba esto, no es algo que se use por gusto.
—Ya te dije; lo usó hace mucho. ¿Quieres darte prisa? Creo que nos encontraron.
Slug quería seguir con la charla, de verdad le importaba saber ese detalle de su amigo, pero Dem tenía razón, los centinelas se oían detrás de la puerta. Slug se puso rígido mientras se acomodaba a 505 en su hombro.
—Bien, hare un plan...
—Flug con sus estúpidas listas y tú con tus planes. Sólo ve a su habitación, te haré camino— dijo Dem mientras sus manos se hacían puños y su sonrisa juguetona y rebelde crecía.
Slug no pudo decir nada más, la chica dio una patada a la puerta y la abrió, tan pronto como los robots la vieron ella saltó sobre uno grande y le arrancó la cabeza, luego saltó al próximo e hizo lo mismo. Los robots caían con un gran estruendo metálico, los circuitos chispeaban y la risa de Demencia era de absoluta diversión. Ella salió corriendo, apenas se detuvo por un segundo para abuchearlos y así llamar su atención. Todos los robots fueron tras ella y en poco tiempo el pasillo quedo en silencio.
—¡Ja! Lo admito, esa esa chica está verdaderamente loca— declaró y enseguida se fue con el pequeño oso.
Slug no tardó mucho en llegar a la habitación, dejó a 505 en la cama junto con los collarines que había llevado consigo y corrió al ropero en donde comenzó a desnudarse y ponerse la ropa de Flug, todo tenía que coincidir así que cambio sus botas por los tenis, ajustó bien los pantaloncillos, la camisa con estampado de avión y la bata. Se puso los guantes con un poco de repudio, a él no le gustaban esos guantes amarillentos. Por último, buscó una bolsa y sobre ella se puso sus viejos visores.
—¿Qué tal?— le preguntó a 505, el oso aplaudió.
Slug se voleo a ver al espejo y ladeo la cabeza.
—De verdad esto es tan colorido, Flug no tiene mucho gusto por una buena imagen, siendo un villano de su categoría debería verse mejor, además de eso, siento que algo me falta.
Se miró bien y luego lo descifró, Slug dejó caer sus hombros, dobló las rodillas y movió sus dedos con nerviosismo.
—Así está mejor, no sería él si no fuese un manojo de nervios andante —aseguró. Slug se dirigió a la cama y comenzó a confeccionar aquel collarín eléctrico. Al terminar lo guardó, tomó a 505 en sus brazos y cuando fue a la puerta esta se abrió, Dem se encontraba ahí con aceite en su ropa y cabello, tenía algunos rasguños, pero sostenía victoriosa un brazo metálico en su boca. Ello lo escupió a los pies de Slug.
—Eso fue rápido —dijo él.
—Flug siempre se las libraba de mis golpes usando a esas hojalatas como defensa, ya era hora que acabara con ellos.
—Perfecto. Es hora que yo actúe— contestó al mismo tiempo que le daba a 505. —Ustedes escóndanse, yo iré y trataré de arreglarlo.
—Espera, ¿y si fallas?
—Puede que pase, tengo que abrirme a las posibilidades, pero tengo mucho a favor.
—Habló en serio— interrumpió ella mientras sostenía a 505 debajo de su axila. —Yo soy realista, nadie nunca le ha ganado, tiene muchos de sus poderes, es más fuerte. ¿Qué puedes hacer contra él?
—Tengo un plan B; correr.
Demencia frunció el ceño. —No es gracioso.
—Pues no se me ocurre otra cosa. Simplemente obedece— dijo por último y luego se fue.
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Black Hat lanzó a un lado todas aquellas pantallas que marcaban 'alerta'. Sabía que esa chica y el estúpido oso habían escapado. No se preocuparía mucho por esos tontos, lo que le importaba era el héroe.
No quiso perder el control, así que se levantó y se dispuso a salir de su oficia, pero en ese instante la puerta se abrió y el tiempo pareció detenerse. Cuando la silueta entro él dio un paso atrás. Black Hat quedó con la boca abierta, tan aturdido para poder hacer o decir algo.
Slug, quien usaba la vestimenta lo miró directamente, luego se hundió de hombros en una reacción tímida, alzó su mano y la movió con tranquilidad.
—Hola, jefecito.
Black Hat cerró la boca, apretó sus dientes verdosos y gruño.
—No sé que intentas hacer, pero no te funcionará, héroe. Esa estúpida vestimenta no te salvará— dijo con calma.
Slug se sobresaltó, Black Hat apenas había reaccionado. No lo había reconocido y por eso quedó muy decepcionado. Volvió a poner su postura firme, cruzó los brazos y sonrió para sí mismo.
—De verdad la magia de White Hat es buena. Pero siempre tengo un plan B; ciencia— dijo mientras se quitaba la bolsa con los visores y los arrojaba a Black Hat.
El demonio atrapó la bolsa y la miró, esos visores de aviador oscuros, parecía que buscaba algo en ellos.
Ese momento de distracción fue perfecta para Slug quien le disparó con un arma. Black Hat reaccionó al último momento y aunque quiso esquivar no lo logro. La descarga había sido tan fuerte que lo hizo caer, él estuvo aturdido, cuando abrió los ojos no miró al héroe, sino que buscó la bolsa y los visores, cuando lo encontró se dirigió a ellos.
Slug no podía dejar ir su oportunidad, se dirigió a él rápidamente y lo golpeo en la cara con una fuerte patada. El demonio cayó al suelo y Slug se subió encima de él para ponerle el collarín, aquel que le había quitado a Demencia.
Black Hat le dio un empuje y cuando llevó su mano al cuello el collar se activó. Black Hat evitó quejarse, pero era obvio que eso le había dolido porque no pudo levantarse.
Por un momento su cuerpo intentó deformarse, quería cambiar de apariencia, zafarse de ese artefacto, aunque no lo logró. El collar se volvió a activar y esta vez no pudo evitar quejarse.
Slug volvió a ir tras él, y después de asegurarse que no le podía hacer nada comenzó a ponerle los brazaletes eléctricos.
—Sabes Black Hat, una corriente eléctrica puede matar a un humano por un paro cardíaco debido al efecto eléctrico sobre el corazón. Destruye músculos, nervios y tejidos cuando atraviesa por completo al cuerpo, lo más horrible son las dolorosas quemaduras térmicas. Tú no eres humano, si lo fueras ya estarías muerto por ese nivel de descarga, pero tienes un corazón, eres débil. Gracias a eso te gané— dijo con gran orgullo.
Black Hat trató de agredirlo, al hacerlo los artefactos se activaron una vez más, el demonio se tensó, sentía su cuerpo quemar, y su corazón latir de forma rápida. Cayó al suelo con un sonido seco, y Slug lo miró con tristeza, Black Hat estaba inconsciente, con su sombrero fuera de lugar.
Lo había logrado, ahora tenía que cuidar de él, tratar de regresar sus memorias, sabía que no podía regresar con Flug así que de inmediato se puso en contacto con Clemencia.
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Flug estaba en su camilla, tenía a su bebé en brazos y la movía lentamente para tratar de calmar su llanto. Ella lloraba sin cesar, esto llamó la atención de Clemencia quien llegó de prisa
—¿Qué tiene?— preguntó de manera curiosa.
—No ha dejado de llorar y no sé por qué, su pañal está limpio y ya comió.
—Tal vez se deba a un cólico, permíteme ayudarte— dijo ella mientras trataba de tomarla, pero Flug la acercó más a él en un claro gesto de desaprobación.
—No te preocupes, yo la calmaré.
—Flug deberías verte, no has dormido por estar cargándola todo el tiempo. Ella duerme mucho y no es necesario que siempre la cargues, por eso está aquí la cuna. Deberías darte un descanso.
—Ella necesita de muchos cuidados. Ya cumplió dos semanas y tengo que estar al pendiente de ella. Además, Slug ya tardó demasiado, ¿por qué no contesta a mis llamadas? Sabe que Black Hat debe verla. Cada día es uno menos para él. Debe pasar el mayor tiempo posible con ella.
Clemencia mordió su labio, ella ya había tenido contacto con Slug y ambos habían quedado en que Flug no debía saber sobre la perdida de memoria.
—Ya verás que no tardará más.
Flug no le respondió, solamente mejoró su postura, inclinó más a la bebé y la comenzó a mecer en su brazo. Tomó una pequeña sonaja, aquella que Slug le regaló y comenzó a agitarla, el tintinar llamó la atención de la bebé quien poco a poco dejó de llorar.
Clemencia salió de la habitación y cuando regresó la bebé ya estaba profundamente dormirá. Flug se levantó y la llevó a su cuna.
—Ya te puedes mover mejor, ¿eh?
—Sí, los dolores son fácil de soportar, no se comparan a cuando la tenía dentro. Debo estar de pie lo más que pueda, así sanará más rápido.
—Lo sé, lo sé. Solo no intentes salir corriendo. Aunque no sé qué cosa te dio White, pareciera que sanas de manera milagrosa— dijo ella imitando los susurros de Flug. Ella miró a la bebé en su cuna y se acercó con una gran sonrisa, sacó su teléfono y le tomó un par de fotografías, Flug rodó los ojos. No había día que no lo hiciera.
Ella guardo su teléfono, limpio sus manos con alcohol y le ordenó a Flug que se acostara.
—Es hora de quitarte los puntos.
Flug miró sus instrumentos, luego levantó su camisa, su herida estaba bien cubierta. Él lo dudó, no confiaba mucho en la palabra de la chica, porque sabia que algo ocultaba, pero aun así no tenía opción.
Clem quitó los putos, lavó la herida y volvió a cubrirla.
—Es una cicatriz realmente limpia, Slug hizo un gran trabajo. Sanará muy pronto— le dijo y al terminar no volvieron a hablar.
El día trascurrió rápidamente, por la noche Clem preparó todo, pero fue Flug quien se encargó del baño de la pequeña. Él la sostenía y bañaba con mucha delicadeza. No podía dejar de mirarla, era tan pequeña y bonita. Cada cosa que ella hacia era adorable; le gustaba estar sobre el agua, pataleaba, tiraba el agua y gemía.
Después de su baño comenzó a arreglarla, a Flug le encantaba cambiarle el pañal y dejarla perfectamente limpia, ponerle algunas gotas de aceite para bebé y verla con uno de esos trajecitos negros. Clemencia siempre estaba a su lado ayudando, al final ella preparaba el biberón para que Flug la alimentara.
Esta vez la pequeña tomaba de su biberón y sus ojos no se apartaban de Flug. Ella ya lo reconocía. En respuesta él le daba una sonrisa y nunca dejaba de apapacharla con una voz juguetona.
—Eres la cosita más hermosa, pequeña y tierna, serás una villana como ninguna otra, no, no. Serás la reina de todo, papi lo asegura. Te amo y te cuidaré siempre— decía mientras acariciaba su frente. La bebé comenzó a cerrar los ojos y luego durmió. Él la acostó y quedó a su lado, cuidando de su sueño.
Clemencia aprovechó de que ambos dormían así que salió de la casa, pidió a su amigo que cuidara de ambos mientras ella se dirigió al bosque. Llegó al jardín y no mucho después encontró aquel pentagrama, a White Hat en medio sujetado por cadenas fantasmales y a todo ese fuego que lo rodeaba. Cuando llegó a estar frente a él sintió miedo, pero habló tratando de que su voz no sonara temblorosa.
—White Hat. Sabemos que borraste las memorias de Black Hat. Ne-necesitamos saber cómo romper ese hechizo.
White Hat alzó su mirar y una risa hizo eco. Clemencia sintió que su cuerpo tembló, aun así, se dispuso a estar más firme.
—Escucha, yo entiendo que estabas mal... se que tienes el corazón roto White, pero esto, todo lo que hiciste no fue lo correcto. Has amado toda tu vida, viviste feliz y lleno de gozo. Quiero verte, quiero volver a ver esa linda sonrisa. Este no eres tú y no tienes que doblegarte a esto, eres más fuerte que ese sentimiento, siempre lo fuiste.
La chica terminó de hablar, miraba impaciente a White, pero él simplemente agachó la mirada. Clemencia hizo lo mismo y se retiró.
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Slug había estado un par de días en la mansión en forma de sombrero, su plan para mantener a Black Hat había resultado. Ahora lo mantenía en el laboratorio, en una cama metálica levantada, aun lo tenía con el collar y brazaletes eléctricos, además de una camisa de fuerza para evitar que intentara quitárselas.
—Muy bien, por milésima vez, Flug es tu prometido— decía con frustración mientras caminaba de un lado a otro. —Él es un chico prodigio, ama los aviones, tiene el hábito de ser tan perfecto, limpio y se organiza con un sinfín de listas. Él es quien ha creado todos estos artefactos, fue tu mano derecha durante años. ¡Años! ¿cómo pudiste olvidar todo eso?
Black Hat lo seguía con la mirada, no sonreía y parecía estar tan frustrado como Slug.
—¿Yo, con un humano? Es lo mas absurdo que he escuchado— dijo después de haber estado en silencio todo el día.
—Ya sé, suena realmente increíble, a mí me costó demasiado comprenderlo. Es decir, no estoy seguro qué es lo que te atrajo de él, pero ya no dudo en que realmentelo amas. Y muy clara prueba está que lograste implantar un heredero tuyo en él. Eso ha sido lo más impactante en mi vida, pero claro, se trata de ti. Ahora tú hija ha nacido, Flug se recupera y es hora de que vayas con él.
Black Hat entrecerró los ojos, parecía estar pensando, pero al hablar trató de cambiar el tema, de nuevo. —¿Cómo es que supiste de mi condición?
El chico se quejó y levantó los brazos con impaciencia tratando de explicar de nuevo. —Ya te dije; yo estuve ahí cuando tu corazón empezó a latir, Flug me llamó porque estaba tan preocupado por ti. Tienes que recordar... tú reconociste su atuendo, viste con nostalgia los visores y la bolsa ¿eso no te dice algo, no despertó ningún sentimiento en ti?
—No pruebas nada.
—¡AAAAGG! ¿Quieres pruebas? ¡Aquí mismo hay una habitación donde él solía vivir! Los inventos, y...
Slug se detuvo y enseguida una sonrisa se formó en su rostro.
Abrió la puerta y gritó con fuerza y emoción:
—¡Cam-Bot!
Black Hat alzó una ceja, el héroe comenzaba a actuar con más esperanzas.
—Ya lo entendí, claro que no lo vas a admitir, no vas a admitir que tu corazón va más de prisa con el solo hecho de ver sus pertenecías. Te quitaron tus memorias, es como un reinicio y seguramente sentías rechazo a tus sentimientos por él, por eso también lo haces ahora.
Slug se detuvo cuando la cámara entró.
—Bien, aquí están tus pruebas: Cam-Bot reproduce todos los videos promocionales.
La cámara se inclinó y empezó a proyectar a una pared lo pedido. La poca luz de la habitación permitió que la imagen se viera clara. El video comenzó y Black Hat quedó con gran sorpresa cuando vio la imagen de él y un joven, este tenía exactamente la vestimenta que el héroe había mostrado.
El video continuó, el primero trataba de un aparato que hacia realidad lo más malvado que se pudiera imaginar, ahí estaban los dos, la chica lagarto e incluso el oso azul. Aunque, a su criterio todos parecían actuar como unos idiotas.
El segundo video trataba de él frente a su casa, parecía ser que promocionaba un sistema de seguridad, pero ese video también terminaba mal.
Black Hat ponía mucha atención, él y ese joven siempre estaban juntos, también supo otra cosa, el joven realmente le temía, en algunos videos se notaba como temblaba a su presencia, aunque en otras lo adulaba exageradamente y a veces hablaba de él con cariño. Era algo confuso.
Los videos terminaron y hubo un largo silencio después de eso. Slug se acercó con duda.
—¿Ahora lo recuerdas?
Black Hat se quedó mirando a la pared en blanco, estaba en un estado de shock porque ese era él, no había duda, pero ¿Cuándo había ocurrido todo eso? No había forma en que pudiese olvidar, él jamás olvidaba algo. Ese humano debía ser importante.
Trató de buscar en lo más profundo de sus memorias y entonces tuvo un pequeño flashback, uno de apenas un instante donde se recordaba a él estando frente a ese chico, la tensión sexual era realmente pesada, él miraba hipnotizado a esa bolsa y cuando el humano se dio cuneta se la quitó y le sonrió. Black Hat pudo recordar su rubor al ver el rostro del joven; eso ojos verdes, su cabello sedoso, sus mejillas... y esos labios que por alguna razón moría por besar.
Entonces agitó su cabeza y parpadeó, acababa de recordar el rostro de aquel humano llamado Flug. Un momento después su corazón dolió. Ese momento fue más que suficiente para asegurar que de verdad aquel malestar se debía al amor, aunque ahora no sintió empatía por quien se suponía que amaba. Así que agachó su mirar y respondió:
—No. No lo recuerdo
Sus palabras fueron expresadas de manera rápida y sin sentimiento.
La mirada de Slug fue de desconsuelo.
—Pero cómo ves, no miento. Ahí está la prueba. Ese joven es el amor de tu vida.
—No lo entiendo —dijo Black Hat en voz baja. —Qué ganaría yo en meterme con un humano. No necesito el afecto de ninguna persona, ¿por qué no lo maté cuando me empezó a gustar, por qué acepté rendirme ante los sentimientos de alguien? ¿Por qué permití que mi corazón latiera? Ya veo que soy tan débil por mi propia culpa.
Slug no contestó, él cruzó los brazos y se recargó en una mesa, tal vez aun no lo recordaba, pero se estaba acercando, tras el vídeo Black Hat parecía aceptar el hecho de que se había enamorado. Tenía que seguir armando las piezas.
—Ahora entiendes que no soy tu enemigo. Tal vez sea un héroe, pero soy el amigo de Flug y me comprometí a ayudarlo. Por eso estoy aquí, tratando de buscar la manera que recuerdes todo lo que viviste con él. Tal vez esto suene imposible, pero una vez dijiste que él lo era todo y que no te arrepentías de amarlo. Debes al menos intentarlo, ahora vives para él. ¿No crees que es curioso por qué no recuerdas muy bien lo que has hecho antes? Todo esto se debe a White Hat, él te quitó tus memorias de él.
Black Hat guardó silencio, estaba pensando, armando un plan, cuando Slug terminó preguntó de inmediato:
—¿Dónde está White Hat?
La pregunta heló a Slug.
—Bueno, esto lo sabe el antiguo tú, pero volveré a explicarlo: como sabes, tú te enamoraste y por ello te debilitas, morirás, White creyó que lo conveniente fuera que te alejaras de quien amas, y así lo hizo, supongo que al estar con él sus celos fueron creciendo, a él no le gusta verte feliz al lado de quien amas porque... bueno, él y yo tenemos una historia... al final de cuentas no fuimos correspondidos. Él comenzó a sentir frustración y empezó a odiarme, ese sentimiento fue alimentado por los celos...
Black Hat habló de inmediato. —Aguarda. ¡¿Tú te enamoraste de White?! Jajaja.
El demonio comenzó a burlarse descaradamente. Slug hundió los hombros y se ruborizó.
—Como decía... White me odia, odia a Flug y te odia a ti, no soporta verte así, ser tan feliz, por eso arruinó tu felicidad, separándolos. Lo logró, pero no pudo evitar que la maldad y el odio lo consumirá.
—Es imposible, él no conoce ese sentimiento, jamás lo ha hecho más que por mí y no creo que tú seas tan maldito como yo.
—Yo le rompí el corazón, esa es razón suficiente y ahora es demasiado tarde, se convirtió en un monstruo.
Black Hat ladeo la cabeza, eso parecía interesarle.
Slug suspiró y trató de hablar firme. —Aunque, quisiera contarle esto al Black Hat que recuerda.
El demonio habló con fuerza: —¡No hay diferencia! No recuerdo a ese tal Flug, pero sí a ese idiota que se dice ser mi hermano. Ninguna magia puede afectarme más que la de él, ya veo que tienes razón, esto debe ser su culpa.
Slug se acercó más a él.
—Empiezas a creer. Entonces sabes cómo arreglar esto.
Black Hat sonrió maliciosamente.
—Sólo él puede devolverme mis recuerdos. Así que lo obligaremos— dijo y para Slug fue increíble que quisiera tener sus memorias con Flug porque había estado comportándose tan negativo. Slug sonrió por apenas un instante.
—Eso no es posible, te digo que White Hat fue consumido completamente por el odio y cuando eso pasó una prisión fue activada. Él sabía que esto pasaría e hizo ese sello. Ni siquiera puede moverse.
—Escucha ciborg; White Hat más poderoso de lo que solía ser, por eso hizo esa prisión, sabía perfectamente que sería imparable y que podía llegar a destruir este mundo, ese poder que tiene es maligno, por el contrario, para mí, mis fuerzas han disminuido. Deberías entender que ambos hemos cometido un error, se supone que somos el balance del bien y mal, hemos roto con esa regla, pero aún hay algo que puedo hacer. Yo necesito más odio en mí para recuperarme y él tiene ese sentimiento y ese poder maligno que no le pertenece.
—¿A qué quieres llegar?
—Digo que te puedo ayudar. Quiero la maldad de White, y en cuanto lo tome lo liberaré.
Slug sintió que dejaba de respirar en cuanto escuchó todo eso.
—¿De verdad piensas ayudarlo? ¿Después de lo que te hizo?
—Sería una ayuda mutua.
Slug retrocedió, se sentó en una mesa y comenzó a dudar. —Justo ahora eres como antes; un maldito mentiroso, egocéntrico, ambiento de poder y, sobre todo, malvado, todo un villano. ¿Por qué debería confiar? Al parecer aun no recuerdas a Flug, no creo que hagas esto por él.
Black Hat lo miró de manera piadosa. —Héroe. Es verdad que no recuerdo al "amor de mi vida", pero si por él cambié creo que debo intentarlo, además, soy el único que puede salvar a White. ¿No quieres recuperarlo?
—Primero tengo que ayudar a mi amigo, saber que no me traicionaras. Es extraño que apenas hablé de White tú quisiste cooperar. No lo hiciste ante nada de lo que hable de Flug.
Black Hat sonrió. —Tienes que aprovechar que ahora estoy de tu lado. Acepas, ¿sí o no?
Slug cerró los ojos fuertemente y al final asintió. —Está bien, pero no estrecharé la mano contigo. Sólo diré que me alegra que quieras encontrar tus recuerdos de él. Esto no fue tu culpa, sé que tú no habrías querido olvidar.
Slug confió en él, creyó en su palabra y estaba tan emocionado del plan, de que ambos Hat pudieran sanar. De que White fuera separado del mal y regresara para tener otra oportunidad con él, que Black Hat recordara y se recuperara para evitar su muerte y así pudiera seguir amando a Flug. Esperaba que todo eso se cumpliera para que todos tuvieran un final feliz.
Slug soltó a Black Hat, pero no le quitó el collarín.
Black Hat gruño y señaló a su cuello.
—Te olvidas de algo.
—No te quitaré eso hasta que hagas tu parte. Es por si las dudas.
Black Hat no estaba de acuerdo y su expresión de enojo lo demostraba, pero no tuvo opción. Slug le dio las indicaciones de cómo llegar y Black Hat asintió con una sonrisa sobrehumana. Entonces una sombra los envolvió y cuando cesó ya se encontraban en un bosque.
Slug dio un paso para atrás, después de superar el mareo miró a su alrededor, estaban en el bosque, cerca de su casa. El héroe sonrió y volteo a ver a Black.
—Que te quitaran tus memorias sí te hizo recuperar tus poderes, significa que White atrasó tu muerte— dijo, aunque luego se detuvo al notar que Black Hat se notaba agitado.
—¿Te encuentras bien?
—¡Sí, estoy bien! Sólo cierra la maldita boca y llévame a él.
Slug asintió, observó el lugar y reconoció el caminó, así que empezó a guiarlo.
Tiempo después Slug se detuvo, no muy lejos se notaba ese fuego azul que rodeaba a White. Cuando su hermano vio sus ojos se llenaron de ansiedad.
Se aproximaron a él y al hacerlo el aire se hizo pesado.
Slug lo señaló.
—Ahí lo tienes, míralo, ya ni siquiera parece él. Habla de una manera tan diabólica como tú, tiene enormes garras, colmillos e incluso sus ojos son de una tonalidad rojiza.
Black Hat se acercó al fuego y lo inspeccionó sin dejar de sonreír. Su hermano alzó la mirada, miró a Black y gruño con todas sus fuerzas. Slug retrocedió con las manos sobre sus orejas.
Black Hat se quedó ahí, observándolo con detalle y burlándose de él. Luego dijo sin quitarle la mirada a su hermano.
—No imaginé verlo así jamás. Te preguntarás por qué se parece a mí, bueno, eso es porque se ha corrompido por completo. Su mente y su cuerpo ya son de un ser maligno por completo. Es tarde para él.
—¿Por completo? No puede ser tarde, me dijiste que puedes ayudarlo... ¿Acaso tendrá alguna secuela cuando le absorbas su maldad?
Black Hat rio en voz baja, él estaba a punto de hablar, pero al darse cuenta de una presencia su sonrisa cayó de inmediato.
Slug también se dio cuanta que no estaban solos y casi dio un salto cuando supo que Flug estaba a varios metros de ellos en compañía de Clemencia. Así que de inmediato gritó con enojo.
—¡Flug! ¡¿Qué haces de pie?!
Flug apenas miró a Slug porque puso su mirada fija en Black Hat y de inmediato quiso ir a él, pero no pudo. Clemencia lo sujetó bien, al parecer necesitaba un poco de ayuda para sostenerse. Eso no le importaba, Flug quería ir corriendo a los brazos de Black Hat, estaba tan feliz y su mirada brillante lo demostraba; sus labios temblaban, pero aun así sonreía, sus ojos estaban cristalinos y cada centímetro de su cuerpo vibraba.
Clemencia también parecía sorprendida, no esperaba ver a Slug y a Black Hat ahí. Cuando Flug se puso firme ella dio unos pasos atrás.
—Estás aquí, por fin regresaste. Te extrañe tanto mi amor— dijo con la voz temblorosa mientras se acercaba con lentitud. Slug quedó en total silencio, miraba a Black Hat y luego a Flug una y otra vez.
El demonio miró bien a Flug y entonces tuvo un recuerdo; un beso, su primer beso. Esa memoria lo dejó sin poder moverse. Empezó a respirar con prisa, parecía que estaba a punto de sufrir un ataque de pánico.
Flug comenzó a acercarse, cuando estuvo tan cerca de él abrió los brazos. Ante eso Black Hat retrocedió con una mirada llena de shock. Flug estaba a un paso de abrazarlo, entonces Black hat alzó los brazos de manera defenciba y retrocedió, parecía que no quería que lo tocara.
Flug lo notó y se detuvo.
—¿jefecito?
—¡No te atrevas a llamarme así!— gritó, entonces intentó cambiar de tamaño, mostró sus garras e intentó golpearlo, Flug retrocedió y enseguida Slug activó el collarín y los brazales. La descarga lo hizo gritar y enseguida se desmayó.
Flug miró amenazante a su amigo y luego se tiró de rodillas al lado de Black Hat para abrazarlo.
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NOTAS: BH no pensaba ayudar :C quería matar a WH, les explico en el próximo cap
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