Slug miró de arriba abajo a White Hat, él aun tenía los puños apretados.

—¿Quién eres tú?— preguntó con dificultad, White Hat respondió con una sonrisa irónica acariciando su mejilla por el golpe que le había dado.   

Slug respiró y volvió a hablar. —Has cambiado tan drásticamente— murmuró con miedo, él observaba atento a White Hat, su apariencia monstruosa era increíble.   

—Así que estás de vuelta. Interfiriendo como siempre— habló por fin.  arrastraba las palabras y su voz demoníaca hacía eco provocando que Slug se estremeciera. 

—¿Interfiriendo? ¡¿De qué hablas?! Estabas lastimando a Flug ¡se supone que debías cuidarlo! En qué pensabas, piensa en lo que pudiste haberles hecho a él y a su bebé. 

—Lo hice, es sólo que en este juego hay dos piezas cruciales Slug y me he dado cuenta que se trata de ustedes.   

—¡¿De qué demonios estás hablando?! White Hat, mírate, esto está mal. No eres tú— contestó señalándolo. 

—Claro que no, me estoy consumiendo y no sé cómo parar... debiste decirlo, debiste decir que me amabas, en cambio sólo lo complicaste, pero ahora que lo sé... siento que te odio más.  

Slug abrió los ojos en total sorpresa, las palabras de White Hat no tenían mucho sentido aún así no eran nada amables. 

—¿Saberlo, de qué hablas?   

—Hablo de tu estúpido diario.   

Slug parpadeo mientras recordaba aquella libreta, suspiró con pesadez diciéndose a sí mismo cual tonto fue al dejarlo, además, ¿cómo encontró la libreta si jamás entraba a su habitación? Supuso de inmediato que eso había sido obra de Flug.   

El nombre lo hizo reaccionar, su amigo estaba mal y necesitaba ver por su estado. No sabía qué hacer, también necesitaba ayudar a White.  Ahora más que nada no quería decidir entre ellos, esto lo frustraba. 

—¿Entonces leíste esa cosa, ¿eh? No creo que haya nada más que esconder, es verdad; me enamoré de ti hace mucho, mucho tiempo.   

—...No lo leí por completo Slug, porque cada maldita hoja se trataba de ti dando excusas para negar lo que sentías. Siempre guardaste silencio, tu silencio me condenó. Después de tanto al final corriste a ayudarlo a él. Flug es quien me separó de ti, es quien originó todo esto.   

—Pero matarlo no es la solución... al menos no es la solución que mi White Hat hubiese tenido.  

Las palabras de Slug hicieron que White apretara más sus afilados colmillos.   

—Al menos hubieses leído todo su contenido— continuo Slug con voz más ligera. —Es verdad; lamento guardar silencio por tanto tiempo, lamento no decirte la verdad, pero pese a mis excusas no pude dejar de sentir ese cariño por ti. White Hat, yo nunca me aparte de tu lado  porque no podría estar sin ti, tal vez no teníamos una relación, pero me bastaba con tenerte para bromear y para cada día luchar lado a lado contigo. He sido un idiota, sé que he cometido muchos errores y a quien menos he querido lastimar es a ti. Este tiempo que estuve lejos de ti me di cuenta que en verdad te necesito... por eso he regresado.   

White se acercó a él de manera dominante. —¡Estás mintiendo! Como siempre— aseguró siendo sus palabras grotescas.   

—No, te lo juro. Mírame a los ojos, sé que puedes ver en el corazón de las personas, ve dentro de este tonto corazón la verdad; perdón White Hat, perdóname por romper tu corazón... tu eres mi héroe, siempre lo has sido.   

El labio de White Hat comenzó a temblar y enseguida se abalanzó contra él dándole un fuerte golpe, Slug intentó cubrirse pero no pudo hacer nada contra el fuerte puñetazo el cual lo lanzó contra un árbol quebrando el tronco. Luego de eso lo tomó de su mandíbula y volvió a golpearlo mandándolo a rodar varias veces por el suelo.  Slug estaba sorprendido de que lo atacara sin dudar y que no midiese su fuerza en lo absoluto. 

—Vienes aquí con esa ridícula vestimenta blanca como si fueses un héroe y hablas de perdón como si fuera tan fácil arreglar todo lo que me has hecho. No te perdono Slug. Estoy totalmente roto por tu culpa... eras mi todo— decía exaltado mientras se acercaba rasgando los árboles a su lado con sus garras. 

Slug se levantó estando un poco tembloroso. —No me culpes del todo. Yo estoy dispuesto a mejorar, pero tú no. No pelearé contigo si es lo que planeas.   

—Pero eso era lo que más querías, ¿no? Escribías lo anhelante que siempre estuviste por poder hacerme batalla, estamos aquí ahora.   

Slug se levantó sin dejar de mirar a su rostro. Dudó por un momento pero luego tomó una pose de batalla, la misma postura de sus entrenamientos.   

White Hat sonrió de manera tenebrosa mientras las sombras comenzaban a verse a su alrededor, se estaba preparando para atacar.   

—¿Recuerdas nuestros entrenamientos White? Solíamos hacer apuestas las cuales yo jamás ganaba. Nunca logré vencerte. Ahora estoy dispuesto a pelear contigo y mi condición es que si yo gano detendrás esto, pero si tú ganas me iré y dejaré que hagas lo que quieras.   

—Tú mismo lo dijiste; jamás ganas, qué te hace pensar que esta vez será diferente.   

—Por que estoy peleando por ti, quiero recuperar a mi White Hat, a mi tierno, sensible y amoroso White Hat. Sé que debajo de esa piel aun esta y sufre por toda la indiferencia que le dí. Tengo una razón para pelar, tú siempre fuiste mi razón.   

White Hat negó fuertemente y comenzó a gritarle mientras sus lágrimas negras goteaban: —¿Qué harás, me consolarás? ¿Vivirás para mí? ¡¿Serias capaz de amarme otra vez?! ¡Ya nada de eso me importa!  

—Podemos iniciar de nuevo... tú siempre tienes fe, dame una segunda oportunidad, por favor. Te ayudaré a sanar y tú me ayudarás a mí. Olvidemos todo esto y empecemos una vez más.

White negó y luego de eso se acercó a toda prisa para iniciar su pelea. Ambos lucharon con todas sus fuerzas; Slug trataba de no dudar ni un solo momento porque sabía que eso le saldría caro, sus movimientos eran ligeros y acertados así como le había ensañado, en cambio White Hat era consumido por el enojo, sus golpes no eran medidos y cada vez que fallaba su furia aumentaba porque al pelear con Slug podía recordar aquellos entrenamientos; él jamás lo heria haciendo que la lucha se hiciera en un juego en el cual ambos reían.  

Esos recuerdos hacían que la respiración de White se acelerara, que fallara y que comenzara a pelear de manera torpe.   

Después de una lucha desastrosa ambos quedaron a una muy corta distancia respirando hondo. El atuendo blanco de Slug ahora se manchaba con su propia sangre y se encontraba roto pues pese a su esfuerzo no había conseguido darle más que un par de golpes, en cambio él estaba mal herido.  

 White respiraba más lento teniendo una mirada siniestra.   

—Sabes Slug, mi hermano tiene una regla para las confrontaciones y es "Nunca dejes de atacar hasta que el corazón de tu enemigo deje de latir"— dijo mientras sus hombros saltaban en una risa maligna.   

Slug chasqueo los dientes dándose cuenta que White Hat le estaba dando una señal, pero ¿seria capaz de matarlo? Si era así White Hat había cambiado su personalidad por completo. 

La lucha no ayudaría, su perdón tampoco funcionó. Había perdido la batalla, las esperanzas y lo más importante; había perdido a White.

Slug pensó por apenas unos segundos, luego de eso comenzó a caminar de manera muy lenta alzando sus manos para que viese que no quería pelar al mismo tiempo que comenzaba a hablar con calma:   

—White, me conoces bien, de verdad te estoy suplicando, nada de esto es correcto y si piensas matarme... al menos cumple con mi última petición— decía mientras se acercaba más haciendo que White retrocediera dudando.   —Siento que nunca llegamos a hablar lo suficiente, debí haber tenido más coraje para poder demostrarte mi amor, pero es que no soy bueno con las palabras. Por eso te pido aquello que siempre rechacé; sólo quiero un abrazo, sentir tu calor y escuchar tu corazón por ultima vez— dijo sonriendo de manera dulce. 

Se detuvo frente a frente alzando sus manos. White lo miró con asombro y después de unos segundos de silencio levantó sus brazos de una manera temblorosa y dudosa. No sabía exactamente por qué estaba aceptando, pero tal vez muy dentro sabía que lo necesitaba, o quizá su verdadera personalidad estaba cediendo. 

Slug se acercó, dejó reposar su cabeza en su pecho envolviendo sus brazos en él, y comenzó a llorar al saber que de verdad lo había perdido todo. White también lo abrazó pero de una manera suave. Sabía que estaba mintiendo pero por alguna extraña razón no se sentía enojado sino triste.   

Después de un corto tiempo Slug alzó su cabeza y ambos cruzaron sus miradas  llorosas por un instante antes de que Slug se moviese de manera rápida para besarlo, White trató de alejarse pero Slug tomó su cabeza evitando que lo lograra. No era un beso como los que le había dando anteriormente, fue forzado al principio, pero después se hizo cálido y reconfortante.   

White Hat tuvo un choque de sentimientos en ese momento. Se sentía enojado, triste y feliz por besarlo, esta confusión hizo que su mente colapsara. Entonces empujó a Slug y luego comenzó a apartarse  entrando en una crisis de ansiedad. 

Slug cayó de espaldas mirando a White Hat retroceder como si estuviese aturdido ante lo que acababa de pasar.  Apretaba sus dientes y su labio temblaba, además hablaba para sí mismo como si hubiesen dos personas en su cabeza. 

—Debí matarte cuando tuve oportunidad, ¡Debí matarlos a los dos! 

—No podría hacerles daño. Dices que lo odias, pero no es cierto.  

White Hablaba y su trasformación se hacía mas evidente. Slug se levantó y trató de acercarse, pero White Hat lo evitó. Al final volteó a verlo y dijo en voz baja:

—Slug, ya no quiero sufrir esto— dijo escuchándose muy asustado. —Ganaste, me rindo. Se acabó— y en cuento dijo esto cayó de rodillas sujetando su pecho con dolor. 

White Hat no podía con todo lo que había dentro de su cabeza; los sentimientos que Slug le hacía sentir, y Flug. Él quería culpar de todo al villano aunque una voz le recordaba que estuvo a punto de asesinarlo junto a su bebé, un ser totalmente inocente. 

Sus demonios lo estaban consumiendo, sus sentidos se bloqueaban y empezaba a perder la razón, supo que su parte bondadosa había desaparecido y que ahora sería un monstruo. 

Todo había terminado para el legendario superheroe porque no sólo le dolió su corazón sino que pudo sentir su último latir. Sintió morir a aquella persona que siempre había sido. 

Y cuando su corazón se detuvo hubo una luz, una especie de explosión que quemó todo a su alrededor. Slug se cubrió dándose cuenta que frente a él se encontraba un ente maligno. Algo que parecía ser Black Hat. 

Las llamas comenzaban a hacerse más fuertes envolviendo los arbustos y árboles. Slug levantó la mirada y sus mostraron una mezcla de tristeza y miedo. 

White Hat, o al menos  quien lo había sido se levantó y miró a su alrededor un tanto desconsiderado, su postura era erguida, sus garras largas y una sonrisa rojiza se hizo visible. Sus ojos así como sus colmillos eran de un color carmesí que brillaba entre la noche y su saliva era verdosa como la de Black Hat. 

Este ser miró a Slug y comenzó a reír dando un paso el cual hizo que una sombra se extendiera por donde caminaba y que la misma tierra se pudriera ante su tacto. 

Slug tuvo miedo, al verlo sentía como si estuviese entrando en su mente y esto lo hacia temblar. 

El ser maligno dio otro paso mientras su saliva ácida comenzaba a gotear. Parecía una bestia, totalmente un demonio. Él puso su mirada fija en Slug quien estaba paralizado aunque enseguida algo totalmente extraño sucedió: justo debajo de sus pies una luz brilló. Él así como Slug miraron abajo y ambos notaron como rápidamente  un pentagrama se formaba, este empezaba a mostrar un sombrero de copa y poco a poco comenzó a destellar aun más de un azul tenue. 

Apenas se había formado el símbolo de sombrero el pentagrama comenzó a arder con llamas azules. El ser maligno que se encontraba dentro reaccionó queriendo salir del círculo, pero no pudo hacerlo porque unas exenciones lo sujetaron. Cadenas azules y cristalinas salieron del círculo en llamas. Slug supo enseguida que esto se trataba de magia y si no se equivocaba parecía ser tan similar a la de White Hat. 

Las cadenas sujetaron al demonio, al principio sólo era un par, pero a cada segundo aparecían más, estas se envolvían en sus brazos y piernas las cuales lo obligaron a arrodillarse. Él intentó lichar pero fue inútil. Aquellas cadenas rodaron su cuerpo por completo apretando con fuerza dejándolo completamente inmóvil.

Al final quedó en medio del pentagrama en llamas atrapado entre cadenas que lo cubrían por completo exepto por sus ojos los cuales aún miraban a Slug con odio. El joven héroe no había hecho nada más que mirar con total asombro. Estaba impactado por esta prisión mágica. Se acercó titubeante y pronunció el nombre de White Hat pero en respuesta sólo obtuvo un gruñido despiadado.

Los ojos de Slug se llenaron de lágrimas al ver que su cuerpo era apretado y expuesto ante un extraño fuego azul que no cesaba.

—White... qué es esto. Qué hiciste— dijo suplicante aunque esta vez no recibiera respuesta algunas.

Slug trató de entrar pero el fuego incrementaba. Él no podía hacer nada ante esta magia y al comprenderlo su corazón se estremeció. Mordió su labio y habló firmemente.

—Te ayudaré. Te doy mi palabra— dijo antes de dar media vuelta e irse a toda prisa.

Slug no hubiese querido abandonarlo, pero ahora Flug lo necesitaba más.

El demonio lo vio marcharse y después de esto dejó caer su mirada resignado quedando en medio del bosque entre fuego y una prisión.

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El corazón de BH empezó a latir mientras el de WH se detuvo :c

R.I.P White Hat

Dudé en la canción pues para este capítulo tenía elegido unas traes canciones. Me quedé con esta.