59: Pactos de sangre, ataduras de amor
White Hat llevó su mano a su pecho al ver el acto tan lindo de su hermano. Él estaba emocionado y triste al mismo tiempo.
—Vendré a media noche. Flug, espero que estés listo para entonces— habló con pesar antes de retirarse. Quería dejarlos solos porque sabía que tenían mucho de qué hablar.
Los amantes se miraron, Flug simplemente mordió su labio, luego se movió para abrazar a Black Hat, lo abrazó con todas sus fuerzas y le susurró:
—No me dejes. No quiero nada de esto... ¿Porque las cosas no pueden ser diferentes, por qué no podemos ser solo los dos? Hay que escapar de todo.
Black Hat no respondió, simplemente cerró los ojos y suspiró. No podía hacer nada y realmente no sabía por cuánto tiempo Flug tendría que irse, lo único que pudo hacer fue planear el último día que pasaría a su lado.
Así que, cada hora que pasaba era una tortura, no querían estar ni un momento alejados y no querían soltar sus manos. Estaban atentos uno del otro con impaciencia y preocupación. Poco a poco se sentían rendidos. Así que se repetían cuando se amaban para sentirse al menos un poco confortados. Se tomaron el día únicamente para ellos; hicieron sus actividades favoritas y no se detenían ni para un mínimo descanso aunque ambos lo necesitaran.
꧁꧂
En la mesa había un plato lleno, Flug lo miraba teniendo la mente ocupada por decenas de pensamientos turbios, Black Hat quien estaba frente a él se estiró un poco para llamar su atención.
—Se enfría— dijo al fin buscado las palabras correctas. Esta era su última cena juntos, al menos la que tendrían en mucho tiempo. Ambos estaban callados y tristes sin saber cómo actuar.
El joven movió sus delgadas manos, en una de ellas aún se marcaba el pequeño hematoma que había dejado la aguja de la maña. Se alejó de la mesa y dio un suspiró.
—No tengo hambre.
—No me importa si no tienes, debes alimentarte— contestó Black Hat quien se levantó un poco para alcanzar la cuchara. Tomó un poco de comida del plato con ella y la señaló a la boca de su pareja esperando a que Flug la comiera.
Flug negó con la cabeza, pero en respuesta Black Hat le rogó hacerlo. Él suspiró y lentamente abrió la boca para tomar el bocado. Masticó despacio y tragó, hubo una expresión de alivio por parte de Black Hat quien repitió la acción hasta que dejó el plato vacío.
—¿Cómo sabré que estarás bien si ni siquiera comes?— le dijo al terminar lanzando la cuchara.
—No suelo tener mucha hambre después de que insertan litros de suero a mi cuerpo.
—Dijo que era necesario así que no discutiré eso.
—...
—Ese idiota es bueno en la medicina, debes confiar en él.
—¿Tú confías en él?
Black Hat bajó la mirada avergonzado de sí. —Puede hacer cosas que yo no, él puede sanar cualquier herida... aliviar cualquier malestar, incluso; sé que puede salvarte de la muerte.
—No podrá hacer que te olvide— habló de inmediato. —¡No quiero irme! Siento que no he estado contigo lo suficiente. Y si es verdad que puede sanar a cualquiera por qué no lo hace contigo. ¿Por qué no te salva a ti?
El demonio guardó silencio, él conocía la respuesta; su hermano sabía que su muerte era un beneficio para todos y había mucho más que explicar, pero no quería hacerlo. —Nada puede salvarme, ya lo oíste. Y esperaba que a estas alturas no hablaras de eso.
Flug estuvo a punto de hablar, pero un tintinear hizo eco, era la alarma que le avisaría cuando fuese el momento. Ambos se miraron con las cejas contraídas en una expresión triste. Black Hat lo ayudó a levantar y ambos salieron de comedor con pasos lentos.
No mucho después llegaron a la sala principal, ahí se encontraban algunos Hat bots moviendo un par de maletines; eran las pertenencias de Flug. También se encontraba Demencia, 5.0.5, Cam-bot, incluso, en un rincón lejano una cabeza de serpiente se asomaba.
Cam-bot se movió junto con todas sus extremidades robóticas a Flug y empezó a peinarlo y a ajustar su chaqueta de aviador que tenía puesta. Después de prepararlo comenzó a grabar.
—No es muy necesario Cam-bot, regresaré a casa pronto— le dijo riendo por las acciones dramáticas de la cámara. Este dejó de grabar bajando sus accesorios; apagó las luces y el micrófono para después envolverlo con sus brazos metálicos. No solo Cam-bot lo abrazó, enseguida un pequeño Hatbot y un Centinela se acercaron para abrazarlo. Flug se quedó rígido, los robots tenían cuidado de no lastimarlo y eso era adorable. Ellos eran sus creaciones y buenos compañeros.
Black Hat gruñó al notar que el abrazo estaba durando más de lo necesario. Los robots se apartaron enseguida.
Flug y Demencia intercambiaron miradas, ella cruzó los brazos y bajó la mirada.
—Así que te vas, nerd.
—Sí, debe ser un alivio para ti ya no tenerme aquí.
—¡Ja! Por supuesto.
Hubo silencio entre ellos, uno incómodo. Demencia no entendía muy bien la situación, lo único de lo que estaba enterada es que él se iría con aquel tal White Hat ya que según este sujeto lo ayudaría. Al menos eso fue lo que le dijo Flug algunas horas atrás.
—Espero que mejores... y que cuando nos volvamos a ver pueda conocerla, estaré lista para jugar con ella.
Flug sonrió con rubor y asintió, en cambio Demencia le dio un golpe en el hombro. —Puede que tu habitación y tu laboratorio sean un desastre al volver... pero me asegurare que nadie entre a la habitación bonita para la bebé.
—¡Auch!— se quejó sobando su hombro. —Gracias Dem... creo.
—Habló en serio cerebrito... te extrañaremos— contestó en voz baja.
Flug le dio una mirada cálida mientras asentía agradecido.
Black Hat se acercó a él, pero sintió como entre sus pies Little Jack se arrastró, la serpiente subió de improviso sobre la pierna de Flug provocando que el joven se pidiera rígido, al agachar su mirada tembló al ver a la mascota de Black Hat enrollándose en él.
—Ahh... Jack... n-no creí que también estuvieses aquí— habló con la voz temblorosa mientras ponía sus manos en su vientre. Back Hat se inclinó y tomó la serpiente quien comenzó a deslizarse por su brazo hasta su cuello.
—Sólo quiere despedirse— dijo acariciando la cabeza del animal rastrero, luego la bajó al suelo donde volvió a tomar distancia.
En ese instante White Hat apareció frente a todos ellos, lo primero que hizo fue saludar con una gran sonrisa y se presentó formalmente al notar a los robots y a Demencia. Ella quedó en shock al verlo tan igual a Black Hat pero decidió tomar distancia pues ya lo había visto luchar y sabía que era fuerte . Los robots también lo reconocieron, aunque no atacaran sus ojos cambiaron a un color rojo, por último 505 le gruñó y se acercó a él de manera amenazante. Flug tuvo que ponerse en medio para que no siguiera.
—¡Pachoncito! Ya te dije que no actúes así.
—No le agrado a tu tierno y hermoso osito, ¿no será ningún inconveniente lidiar con esto a diario?
Flug entendió a dónde quería llegar. —¿Dices que debo dejarlo?
—¿Tú qué opinas?
El chico miró a su osito, claro que tenía planeado llévalo consigo, jamás se separaría de él... aunque... miró de manera rápida a Black Hat y luego a 5.0.5, dio un largo resoplo y se dirigió a su cachorro dándole un par de palmaditas antes de hablar:
—505. No podré llevarte esta vez... pero tengo una gran misión para ti— habló rápidamente al ver la carita triste del oso. —Mi pequeñin, yo... necesito que cuides a papi en mi ausencia.
El oso se sobresaltó de total sorpresa y emoción mirando a Black Hat, él entendió; se quedaría con Black Hat, entonces tuvo un brillo singular en sus ojos. Asintió con euforia y envolvió con sus patas peludas a Flug. Significaba que también sería la despedida para ambos y él no estaba preparado para eso, el cachorro comenzó a gimotear sujetándolo con más fuerza. Flug posó su cabeza en su pelaje esponjoso, no pudo contenerse más y comenzó a llorar, separarse de su pequeño era algo totalmente hiriente.
Black Hat los miró, antes hubiese vomitado por esa patética muestra de afecto, pero ahora, ahora sentía empatía, sacudió su cabeza para tratar de sacar eso de su mente, era absurdo que sintiese algo por esa cosa tan despreciable por la cual había sentido tanta repulsión.
Flug se separó y 505 lamió su mejilla para limpiar sus lágrimas. Enseguida White Hat habló:
—Hay un carruaje afuera esperando, ¿todo listo Flug?— preguntó el héroe recogiendo el par de maletas. Flug asintió y caminó hacia la puerta dando una última mirada atrás, Demencia trato de sonreír mientras los robots agitaban sus manos. 505 también agitaba su patita con una expresión triste. Él hizo lo mismo salido junto con Black Hat, por último les siguió el héroe.
Caminó de la mano con su pareja, deseando que cada paso durara una eternidad. Miró el majestuoso carruaje y apretó más la mano de su amante. Se detuvieron enfrente mientras White Hat abría la puerta metiendo las maletas primero. El carruaje era alto y de color blanco, de hecho, era similar al de Black Hat; nada en concreto lo empujaba y tenía un estilo muy elegante.
Flug observó a su pareja sin poder creer que en verdad estaba ocurriendo. Suspiró y una gran nube de vaho salió de su boca. Al notarlo Black Hat acomodó bien su chaleco para que no le diera frío, asegurándose de que estuviese bien abrigado.
No hubo palabras, aunque ambos quisieran decirlo todo. Simplemente se estaban tomando fuertemente de las manos sin querer soltarse. No habían tenido una charla de despedida como tal y aunque los dos habían pensado meticulosamente cada palabra era como si ahora que estaban frente a frente no pudiesen decir nada.
Flug alzó su mano poniéndola en el pecho de Black Hat y habló primero.
—Puedo sentir tu corazón que apenas late.
—Duele, pero así seguirá.
Hubo una risa forzada. —Vamos jefecito, esto aún no acaba... sólo espera un poco más, no tardaré. Se trata de poco tiempo... y cuando regrese te acostumbraras a su llanto y a las canciones de cuna —dijo tratando de poner una gran sonrisa y de actuar de una manera despreocupada, pero lo hacía sólo porque White Hat estaba presente.
—No engañas a nadie— contestó Black Hat con seriedad, era obvio, los ojos de Flug seguían húmedos y era evidente que trataba de no dejar caer sus lágrimas.
Su sonrisa se desvaneció de inmediato. —...No, supongo que no. Aún menos a ti, ni siquiera pude estar bien cuando te fuiste un día, ¿Cómo se supone que pueda soportarlo? ... te necesito —habló con la voz quebrada ahora sus lágrimas caían convirtiéndose en pequeños cristales al tocar el suelo. —Siento que... que no regresaré, tengo miedo por-porque qué tal si no llego a ti... sé que debo tenerle fe a White, pero al contrario, ¿y si no estás aquí cuando yo regrese? ¿Y si esta es la última vez que nos vemos? Sé que es algo absurdo, pero siempre pienso en cada posibilidad.
Black Hat lo miró y habló con tranquilidad. —Si esta es la última vez... entonces tengo que recordarte que te amo, no hay nada más que declarar.
Flug apretó la mandíbula en descontento, a diferencia del héroe quien se sobresaltó un poco. Eso Flug no lo tomó como un buen consuelo. Su pareja lo notó y volvió a hablar rompiendo el silencio pesado. —Pero volveremos a vernos, tenemos planes, ¿lo recuerdas? Lo haremos todo, cada cosa y no necesitaremos nada ni a nadie. Romperé cada barrera que se interponga entre nosotros si es necesario.
Black Hat tomó su mentón y lo besó. Fue un beso en el cual apenas se rozaron sus labios, pero bastante largo. Luego lo abrazó hundiendo su rostro en su hombro como si nunca quisiera alejarse de él.
Al último Flug simplemente acaricio su mejilla. —Adiós— dijo dándose la vuelta y subiendo al carruaje. Black Hat y White cruzaron miradas. El héroe asintió con una sonrisa compasiva y enseguida subió al vehículo. Este comenzó a andar de manera rápida, poco a poco fue alejándose hasta que se perdió entre las calles de Hatsville.
Black Hat bajó la mirada y dio media vuelta para regresar a su mansión. Demencia quien estaba viendo de manera curiosa se alejó de la puerta junto con 505. Su jefe entró sin notarlos y siguió su andar, la chica lo llamó, pero él simplemente habló con los dientes apretados y en modo de advertencia.
Subió con fatiga cada escalón, cuando entró a su oficina se dejó caer lentamente de espaldas contra la puerta llevando su mano hacia su rostro rasgando de su piel. Estaba frustrado y se hería con sus afiladas garras. Su propia sangre empezó a deslizarse por sus mejillas. No estaba llorando, no lo haría, pero se sentía mal. Aun así, su sangre parecía dibujar su llanto porque la sangre rodaba por su rostro para al final gotear por su mandíbula.
꧁꧂
Flug tenía la mirada baja mientras que con una mano sostenía su collar. Parecía que estaba llorando en silencio. White Hat no sabía qué decir. No quería hacerlo sentir peor. Pero tenía que hablar.
—Esa persona que acabamos de dejar no es mi hermano. Jamás en mi vida había oído escucharlo hablar de tal manera, preocuparse por alguien, mostrar 'amor'. Aun me cuesta entenderlo. El Black Hat de antes sólo pensaba en sí... disfrutaba del dolor y la tragedia, era completamente inhumano... era un monstruo.
Notó que Flug ni siquiera le estaba poniendo atención así que opto por sentarse a su lado y posar su mano en su hombro. —Tú y tu bebé estarán bien, no te aflijas demasiado, el viaje será corto, mientras puedes hablar conmigo... yo sé que separarse de alguien que amas es difícil, pero piensa en ti...
—¿Y tú qué sabes de perder a alguien? Al menos yo trato de luchar por él, tú ni siquiera lo intentaste. Hazme un favor; déjame de molestar.
White quitó su mano del hombro de Flug realmente dolido por sus palabras. Asintió despacio pero aun así no se quitó de su lado.
꧁꧂
El viaje fue largo y aburrido, tras cada charla que intentaba hacer el héroe Flug le daba una mirada de enojo poniéndolo incómodo. White se dio cuenta que no tenía otra alternativa más que guardar silencio. Así que en el viaje ambos no conversaron.
Flug estaba durmiendo; posaba su cabeza sobre su mano y se acurrucaba en la esquina del carruaje. El paso era lento, la cabina no sobresaltaba así que dormía de manera plácida, eso fue hasta que una repentina sacudida lo despertó.
—Hemos llegado— habló White emocionado. Enseguida bajó junto con las maletas sin dejar de sonreír. Por último abrió la puerta a la par y ofreció su mano, Flug se restregó los ojos, luego aceptó su ayuda. En cuanto bajó alzó su mirada para admirar la mansión pero tuvo que bajar su vista; la casa no era como la gigantesca mansión de Black Hat, esta era de apenas un par de pisos, se encontraba en medio de un bosque de pino y sus colores azul y blanco sobresalía. Era una linda casa, se notaban las flores a lo lejos. A diferencia de su hogar ahí no estaba nevando, el clima no era el mismo, era algo más cálido.
—Bienvenido a mi casa Flug, ponte cómodo. A partir de ahora me haré cargo de ti así que no te preocupes por nada en absoluto. Vamos, entremos. Tienes que conocer a unas lindas personitas.
—¿Cómo fue posible que llegáramos tan raído? Según sé estamos a un continente de distancia que la mansión de Black.
—Lo que importa es que estamos aquí Flug, y es verdad, la distancia es larga, aquí aún no es invierno, tal vez ya no necesites esa chaqueta.
Flug no respondió, al contrario, se ajustó más su prenda, era la chaqueta de aviador que Black Hat le regaló en su cumpleaños y no quería desprenderse de ella. Para cambiar de tema habló indiferente mirando la casa. —A esto ni siquiera se le puede llamar mansión, no se compara al coqueto edificio de sombrero de mi jefecito.
—No soy egocéntrico Flug, no necesito decenas de habitaciones solas. Tal vez no es tan grande como tu casa, pero los jardines son muy amplios, hay columnas hermosas, apuesto a que te encantaran. No importa el valor de la vivienda mientras tenga la comodidad de un hogar. Además, viví mucho tiempo solo aquí. ¿A quién le gustaría estar en un lugar tan grade y vacío? La soledad no es agradable.
El joven agachó la mirada. —Lo sé, puede volverte loco.
—Es verdad... pero no te preocupes, estaré contigo todo el tiempo, mi trabajo ha bajado mucho. Ya que como los villanos no tienen de los servicios de Black...— White se detuvo, llevó su mano a la boca y afinó su garganta. —El punto es que mi misión es cuidar de ti y de tu nena.
Flug suspiró. Metió sus manos a su chaqueta de aviador y sacó de él una bolsa de papel y sus visores. En cuanto lo hizo comenzó a caminar hacia la entrada.
—¿Por qué usas eso?— preguntó el héroe caminando a su lado.
—Últimamente ya no lo hacía, Black Hat me pidió que no lo hiciera, dijo que quería ver mi rostro siempre, pero ahora no estoy con él. Así que lo veo necesario.
White no dijo nada al respecto, él sujetó el brazo de Flug entrelazándolo con el suyo. —Muy bien, cederé a tus demandas Flug, bueno... a las correctas, por supuesto. Aun eres un villano.
El chico sonrió y asintió mientras su acompañante abría la puerta. Enseguida un grito agudo resonó.
—¡Slug! ¡regresaste!
Se escuchó la voz de Clemencia quien se acercaba a toda prisa. Pero no mucho después se detuvo notando la particularidad de Flug.
—Tú no eres Slug— replicó acercándose con cuidado.
—Hola Clemencia. Te presento a...
—Kenning Flug Slys— terminó de hablar Flug con un tono sombrío.
—¿Flug? ¿El ayudante de Black Hat? Esto tiene que ser una broma. ¿Por qué usas esa bolsa? ¡Solo Slug puede hacerlo?
—Clem, ¿Dónde están tus modales?
—¿Mis modales... ante un villano? —habló poniéndose en guardia. —¿Qué se supone que haga? Me has enseñado que debo arrestarlos y llevarlos ante la ley.
—Flug es un invitado, estará aquí por un tiempo así que como buenos anfitriones démosle una bienvenida correcta.
La chica abrió la boca para reclamar, pero al ver la mirada recia de White guardó silencio por unos segundos.
Ella masculló sus labios pintados de rosa y luego se forzó a hablar: —Ok... confiaré en ti. Pero cuando intente matarnos mientras dormimos diré "te lo dije".
—Me parece bien mi dulce caramelo.
—Un gusto conocerte Keny, mi nombre es Clemencia... espero que te guste la estadía aquí— dijo levantando su falda y dando una muy leve reverencia.
Flug asintió.
—¿Algo más que agregar?— continuó White.
—Mmm... me gusta tu chaqueta de aviador... también me da curiosidad saber... ¿Por qué tu pancita está así?— preguntó señalando su vientre con el dedo.
—Y-yo te lo contaré luego, por ahora Flug tiene que instalarse. No seas descortés y ayuda con sus maletas, están en la entrada— respondió de inmediato White con un tono nervioso, él comenzó a guiar a Flug lejos de la chica, ella al verlos partir cruzó los brazos y puso una expresión de duda.
—¿Clemencia? Me recuerda a Dem... aceptó por sus colores, son demasiado alegres, es más joven y no huele a putrefacción.
—Es una linda niña cuando la conoces bien. Por ahora disculpa su comportamiento, no solemos tener visitas tan inesperadas. Ella es la razón por la cual Slug se unió a mi asociación. Su acto de clemencia le salvó la vida. Te contaré eso después.
—Ya veo... tengo una duda, ¿Por qué reclamó mi atuendo? ¿Jamás había sabido del gran genio Flug Slys?
—Nunca he permitido que se involucré con Black o contigo. Jamás dejé que al menos supiera de su apariencia. Pero no importa demasiado, lo arreglaré... sobre tu bolsa, yo siempre tuve la curiosidad de por qué ambos usaban lo mismo, le pregunté mil veces y solía decir: "robó mi estilo"— habló con gracia.
—Eso es una larga historia entre él y yo. Y sobre tus ayudantes, eres demasiado sobreprotector.
White le sonrió y asintió, estaba feliz de que al fin tuviera una conversación con Flug.
—Lo hago porque hay que cuidar de todo Flug, con la gracia del amor todo es grato, yo daría mi vida por ella, por mis compañeros... principalmente por Slu...— Sacudió la cabeza y miró al frente. —Mejor pensemos dónde te vas a instalar.
—Sé que ibas a decir su nombre. Eso me dio una idea: quiero la habitación de Slug.
White se detuvo. —¡¿Qué!? ¿por qué su habitación.
—Tú mismo lo dijiste: Se buen anfitrión y cumple con esa simple demanda; quiero su habitación, no es como que aun la use, ¿cierto?
El héroe se mordió el labio. —Está bien, si así lo quieres. Acompáñame, te llevaré ahí.
Ambos caminaron hasta la habitación. Al llegar White abrió la puerta y Flug entró admirando el estado sombrío de esta. No parecía una habitación sino un laboratorio, el lugar era grande y lleno de aparatos y mesas con hojas donde se garabateaban decenas de cálculos. En la esquina había una cama individual cerca de una venta, la cama estaba sin tender. También un pequeño ropero se encontraba desacomodado y vacío.
Flug se sentó en la cama y se acomodó acariciando su pancita. —Ya sabía que Slug era desordenado, pero no creí que su desastre fuera tanto. Es increíble que viviese así, necesitaré más de un frasco de desinfectante...— guardó silencio cuando se percató que White estaba en la puerta, sus pies estaban detrás de la línea imaginaria que dividía el pasillo y la habitación.
—¿Pasa algo?
El héroe se sintió incómodo, tragó saliva y habló: —Slug no me dejaba entrar aquí, a menos que me diera su permiso.
—Pero ya no está, si mas no lo recuerdo dijo que lo echaste de aquí.
Hubo un largo silencio.
—Sus acciones no fueron correctas.
—¿Qué hizo? ¿Qué tan malo fue como para que "el ser más bondadoso" lo botara?— preguntó remarcando las comillas con sus dedos.
—No hablaré de eso. Está hecho, él ya no está aquí.
—¿Y no lo extrañas?
White agachó la mirada respondiendo con una expresión triste. —Sí... sabes, mi relación no es perfecta como la tuya... es decir, ustedes incluso tendrán una ceremonia... yo no llegué a nada con él, rechazaba la mínima expresión de amor y romanticismo que le dedicaba.
Flug se acomodó aún más en la cama, se quitó los zapatos y los metía por debajo de las sábanas acostándose por completo. —Ese es el Slug que conozco, siempre ha sido un gruñón amargado. Y por cierto, mi relación no siempre fue "perfecta".
White tomó asiento en la cama. —Yo sé muy bien cómo es él. Cuando recién lo conocí, incluso postrado en cama logró acabar con mi paciencia: me maldecía cuanto podía, lanzaba los platos de comida... pero era porque estaba asustado, sus heridas eran dolorosas y a mí me dolía el corazón verlo así, tan desesperado e incapaz. Cuando quité sus vendas y descubrir que estaba ciego me preocupé aún más... yo estaba tan triste... y después cuando intentó caminar por primera vez... cayó de inmediato y a pesar de ocultarlo pude ver como lloraba... quise estar siempre con él y ayudarlo y poco a poco me lo permitió. Llegamos a ser buenos amigos, los mejores compañeros, yo quise ser algo más y... creo que yo lo arruiné, pero, aun así. Él cambió de nuevo— dijo poniendo su mentón sobre su mano. —Tú y mi hermanito son diferentes, él te ama... ¡de verdad te ama! Ni siquiera actúa como el Black Hat que he conocido por décadas. Es otra persona y su agonía es la confirmación de sus sentimientos. Me he preguntado ¿cómo, por qué... cuándo pasó?... tal vez digas que no es perfecta su relación, pero para mí es magnífica... porque tú lo amas y él a ti. ¿qué más pueden pedir?
Flug se sintió mal por él. Tomó su collar entre su mano y habló con tranquilidad: —Para nosotros fue difícil llegar a esto. Ambos nos dejamos llevar al principio, dejándonos llevar por nuestra...concupiscencia.
—¡Oh vaya! Flug, no tienes que usar palabras difíciles... así que sólo era lujuria ¿eh?... espera, ese sentimiento... para mi hermano es fácil despertar ese atractivo en las personas, creo que entiendo.
Él suspiró. —Pero yo estuve enamorado desde un principio. Tardé años para interesarme en él, y cuando pasó... estaba emocionado que correspondiera de esa manera, cada vez se hizo más constante y el empezó a comportarse diferente, aunque yo empecé a dudar. Le pregunté si me amaba y él dijo que sí. Pero sólo un par de días después lo negó. Ni siquiera entendía qué clase de relación llevábamos. Yo estaba furioso. De ahí empezaron los problemas— habló omitiendo todo al respecto con Alger. —Justo cuando me alejé de él me enteré de ella. Estaba por irme lo más lejos posible, aunque, no pude.
—Así que, saber sobre su existencia te hizo quedar, y ¿si eso no hubiese pasado, aún así te hubieses quedado?
—No lo sé, pero no fui yo quien lo buscó. Black Hat apareció de repente y... él me besó, de una manera diferente. Fue como si se estuviera disculpando. Aun así, no todo cambio de inmediato, ambos peleamos mucho después de eso, no fue hasta que...— Flug bajó el tono de su voz recordando a Alger, en aquella noche. —Hubo un incidente, a partir de ahí Black Hat se volvió aún más cariñoso y protector... también empezó a decaer más.
—Realmente se preocupa, digo, al permitirte estar conmigo. No puedo creer que planeen una boda... ¡Una boda!
—Ahora no sé si eso pasará— dijo Flug posando su cabeza en la almohada. —Intenté ayudarlo y fue inútil, sólo me ha quedado esperar. Verlo mal tras cada día.
—No te olvides que tú también estás mal... debes descansar Flug. Duerme, lo necesitas— habló cobijándolo, con cuidado quitó su bolsa y Flug miró a otro lado avergonzado de sus lágrimas. El héroe sabía que por ahora para Flug hablar de Black Hat era demasiada tortura así que tenía que esperar. Así que acarició su pancita en consuelo, le dio las buenas noches y se dispuso a retirar.
—White Hat— le habló Flug con una voz adormilada. —Necesito otra cosa.
—Claro, ¿qué deseas?
—Cambia de apariencia. Eres tan igual a él. No me agrada eso.
El héroe se miró a sí mismo, alzó su sombrero de copa con listón azul y en cuanto lo puso de nuevo en su cabeza ya tenía otra apariencia. Ahora el sombrero se posaba en un cabello rubio bien peinado. Su traje era de otro estilo, aunque de los mismos colores. Su piel era blanca, sus ojos azul celeste, era un hombre de mediana edad muy apuesto. Él ajustó bien su monóculo y sólo asintió.
Fue directamente a su escritorio, tomó asiento y se peinó su pelo rubio con sus dedos, luego se ajustó su chaleco, de repente sintió algo en él. De inmediato buscó en su bolsillo interno y sacó un pequeño frasco. Recordó que eso había sido algo que le entregó Slug justo antes de marcharse, las situaciones le habían hecho olvidar ese pequeño detalle. Sin dudarlo lo abrió y tras olfatear su contenido se levantó de inmediato con una mirada de sorpresa.
—¡Ay no, Slug... ¿Qué has hecho?!
꧁꧂
En la mañana siguiente, en una hora muy temprana White Hat fue a despertar a Flug, quien se levantó con dificultad.
Abrió la puerta y ahí estaba él con una bandeja en mano. Había un cereal, un vaso de jugo y algo de fruta.
—¡Buenos días Flug! Te traje tu primera comida del día, a partir de ahora tendrás cinco comidas, una hora de caminata matutina y otra vespertina, algo de meditación y...
—Quiero dormir.
—¿Dormir? ¿En un día tan bonito? Claro que no doctor, al menos aquí no hay una nube demoníaca y oscura que tape todo el cielo, vale la pena salir y gozar de la bonita mañana.
En respuesta Flug le cerró la puerta en la cara.
—Dormiste exactamente 8 horas, ya debes tener energía. Por favor Flug, también tengo que sacar una muestra de sangre y ver el estado de tu bebé— se escuchó detrás de la puerta. Unos momentos después Flug abrió con lentitud, ya traía puesta su bolsa.
—Ya me checaste, ¿Qué más necesitas saber?
—Flug, tengo que ser sincero contigo— dijo entrando. —Pude hacer que la bebé naciera, pero no estás en condiciones, pon de tu parte, para su bien. Además, me di cuenta de algunas peculiaridades; Tu temperatura corporal es alta por naturaleza, significa que ella debe adaptarse a esa temperatura en cuanto nazca, sin mencionar que te dan terribles fiebres... según sé has tenido una mala alimentación... Black Hat me dijo que comías... carne humana. Esos son puntos muy importantes para revisar. Sin olvidar que debemos teorizar qué le pasará a tu cuerpo después, de verdad estás muy mal.
Flug cruzó los brazos. —Slug ya tenía pensado arreglar todo ello.
—Por supuesto —dijo con sarcasmo. —Hasta él sabe que es mejor que estés conmigo.
El villano guardó silencio, tomó asiento en la cama y suspiró. —Bien, haz lo que tengas que hacer.
White dio la sonrisa más cálida. Saco de su gabardina un pequeño tubo y una aguja. —Tomaré de tu sangre... para el examen... dijo un poco nervioso. Y así lo hizo, en cuanto obtuvo la sangre dio un chasquido y el pequeño recipiente desapareció.
—Ahora lo importante; hay algo que tengo que contarte Flug, en este mundo hay muchas criaturas con habilidades increíbles. Las hadas tienen su polvillo que brinda esperanza, los demonios de sombra se alimentan del miedo, algunas criaturas roban la juventud, otros pueden concederte deseos. Hay infinidad de ejemplos que puedo darte... como los vampiros, su sangre es sanadora, pero ellos se alimentan de la esencia, o sea la sangre, entre más consuman más fuertes son. Bueno, el punto es que todos ellos pueden escoger un bando. Casi siempre son egoístas y se orillan al mal, otros ya lo son por naturaleza, como Black Hat. Él es malo por naturaleza y yo bueno. Somos un balance perfecto; yo sano, alegro los corazones y hago que las personas muestren lo mejor de ellos. En cambio, Blacky aterra las mentes, devora almas, manipula, engaña, es sumamente despiadado, sin remordimiento alguno, sin compasión... es maldad en toda la expresión. Él jamás podría sanar una herida, su sangre es veneno, su saliva es ácido...
—Lo entiendo, ¿A qué quieres llegar?— interrumpió Flug.
—Bien, es sólo que quiero que entiendas muy bien mi plan; sanaré tu cuerpo, significa que tendrás un poco de mi esencia.
—¡¿Qué?!
—Sí, el inconveniente es que ahora tú compartes esencia con alguien más y siendo que tú bebé es de Black... bueno, los dos somos la misma especie, no sé si le afecte a ella, es decir, sé que es mitad humana y aunque Black Hat y yo seamos iguales al mismo tiempo somos contrapartes... es difícil de explicar.
—Si hay al menos una probabilidad de que a ella le pase algo entonces no te permitiré hacer nada.
—...Y si no lo hago morirás Flug, no puedes seguir alimentándote de personas, eso es horrible, ella está necesitando sangre por eso que también te consume a ti. No le demos esa dependencia. Mi método es fácil y no hay necesidad de sacrificar a nadie.
—¿Qué puede pasarle a mi bebé?
—No... no creo que le pase nada grave. Tal vez se mueva mucho, se sentirá con miedo... incomoda.
—¿Cómo sabes eso? ¿Por qué estás tan seguro?
—Flug... si consumieras sangre de un licántropo, ¿crees que ella se haría uno?
—No, por supuesto que no.
—Es igual, no creo que lo tome tan mal.
—¿Significa que me darás de tu sangre?
—¡Por supuesto que no! Que asco. Mi manera es diferente, una que muy pocos tienen... como los fénix.
—¿Lágrimas?
—Exacto— White Hat tomó el vaso de juego y se quitó su monóculo, agachó la mirada sobre él y en sólo un par de segundos una lágrima cayó al vaso. Flug estaba sorprendido, ¿las lágrimas del héroe eran azules?
—Aquí tienes— dijo ofreciendo el vaso.
"Así de fácil", se dijo Flug tomando el vaso. Miró el líquido y dudo.
—Es sólo una pequeña gota, intentémoslo.
Flug tomó el jugo hasta dejar el recipiente vacío. Volvió a acomodar su bolsa y guardó silencio por un largo rato. —No siento nada— dijo al fin.
—Dije que sólo era una gota, obvio no hará gran cosa al momento.
Flug contrajo las cejas. Recordaba que al beber de la sangre de Alger sentía una mejora, un gran alivio instantáneo.
—Ahora a desayunar, no dejaré a mi sobrina con hambre— habló muy feliz. Flug asintió y empezó a comer al lado de White Hat.
El día fue tal como lo había planeado White, no hubo ni un momento en que lo dejar sólo e iban e un lado a otro, le enseñó su casa por completo; los jardines repletos de flores, los salones limpios, las fuentes, los adornos. No paraba de hablar, por el contrario, Flug no decía ni una palabra, estaba perdido en sus pensamientos, siendo indiferente.
Esa noche estaban en una banca azul, en su jardín. Acababan de dar una caminata donde White lo guío sujetando su brazo. Se detuvieron a descansar, un momento después Flug se abrazaba con su chaqueta.
—Es una bonita noche, la luna llena es mi favorita... Flug, no creo que sea necesaria esa chaqueta, aquí el clima es...
—NO me la quitaré... fue un regalo de Black Hat. Me la dio en mi cumpleaños. Hace unos días atrás.
—¿Tú cumpleaños fue hace poco? Debiste decirme antes, un cumpleaños es especial. Ahora tengo que buscarte un regalo.
—No necesito regalos... es sólo que... jamás festejé uno, ese día fue perfecto, mi jefecito preparó una cena y me dio esta chaqueta, pero discutí con él y lo dejé. Fui un idiota. Él se esforzó, hubiéramos tenido una linda cena, yo aun sabiendo su estado decidí actuar como un tonto. No dejo de pensar en ello. Y todo por un comentario de indiferencia contra mi bebé.
—Ohh sí, ya escuché el modo con el que se refiere a ella. No deberías molestarte tanto.
—¿Bromeas? ¿Cómo no molestarme si habla de la peor forma contra su hija?
El héroe sonrió, se acomodó de una forma sensual mirando a Flug y le dijo: —Él la ama. Lo sé, recuerda la forma con la que acarició tu pancita, cuando te defendió cuando fui a buscarte. Él está confuso, hablamos de Black Hat quien jamás ha sentido afecto, más que por ti... recuerdame cuanto tardó en corresponderte.
—Años— susurró Flug hundiéndose de hombros.
—Sí, años para ceder, pero de seguro le gustaste en cuanto te conoció. Tu bebé aún no nace, aún no interactúa con ella, no sabe cómo debe actuar respecto a ella y lo entiendo. Es algo nuevo para él, para todos en realidad. Dale tiempo.
—Pero no tiene ese tiempo.
White puso expresión seria. —Sólo... no te preocupes, él la quiere. Black Hat estado solo desde siempre, pensando que no necesita a nadie, que está por encima de todos, ha estado encerrado en ese pensamiento por mucho tiempo.
Flug dio una leve carcajada. —Lo sé, creo que cuando empecé a gustarle empezó a tratarme aún peor... tratando de esconderlo.
—Sí, es la primera vez que ama Flug, hay que darle tiempo con ella.
Flug tomó su chaqueta, pensó en que era verdad que él estaba actuando erróneamente, no podía obligarlo a sentir amor paternal, al menos no como él quería. Black Hat tenía su propia manera de mostrar afecto.
—Por cierto, mi hermano te dio un lindo regalo. He notado que te gusta la aviación.
—Me encanta, tengo una colección completa, no hay avión o nave que no pueda manejar. De hecho, tengo mi licencia como piloto.
—Interesante, realmente curioso. Ya debes saber que Slug odia volar.
Flug río de manera abrupta cambiando el aire de la conversación. —Lo sé, puede parecer muy malo pero las alturas lo aterran, es fácil que su estómago se revuelva.
White también sonrió. —Lo tuve que descubrir. La primera vez que lo subí a un avión enterraba las uñas en el asiento, cuando despegábamos le dio un ataque de pánico... y me vomitó encima. Fue algo incómodo, pero jamás me había dicho que tenía vértigo. A partir de eso no se trasportaba más que en automóvil o motocicleta. Ni siquiera puede viajar en portal o trasportarse entre las sombras porque se marea.
Ambos rieron.
—No conozco bien su historia entre ustedes dos, no es tan parlanchín como yo.
—Te lo contaré después, es hora de tu baño.
Flug se movió hacia atrás poniendo sus manos a la defensiva. —¡Ni siquiera se te ocurra!
—¿Hay algún problema?
El rostro de Flug enrojeció. —No permite que me veas desnudo.
—No hay inconveniente para mí.
—Para mí sí.
—¿Dejarte en el baño solo con la posibilidad de que resbales y caigas? Jamás. Tengo que cuidarte. Sólo será una ducha— dijo poniéndose de pie y acechándose para tomarlo en sus brazos.
—No, no, no. ¡Detente!— se quejaba pero White ya lo estaba alzando. —¿Por qué todos optan por alzarme como si fuera una princesa? Es vergonzoso e innecesario, soy un científico, no una dama en apuros.
—Eres demasiado liviano. Y a mí me encanta tener a alguien en mis brazos— contestó caminando con pasos rápidos.
Llegaron al baño y White lo bajó para preparar la gran tina. Flug estaba tan avergonzado, pero no tuvo otra opción. Se quitó la ropa dejando su ropa interior, con ayuda de White entró a la tina, Flug do un gran resoplo, el agua estaba caliente y reconfortante. El héroe se quitó su gabardina y se remangó, luego se inclinó para tomar una esponja y comenzó a tallar su hombro.
—Quiero pensar que cada una de tus cicatrices tiene un mal recuerdo, así que no preguntaré.
Flug miró a otro lado mientras su mano cubría una en particular, una pequeña cicatriz en su cuello. Después de eso nadie dijo nada, White terminó con su labor y lo llevó a su habitación. Lo arropó y acaricio su cabello húmedo.
—Eres demasiado irritante. Cada cinco minutos me abrazas y haces esto.
—Sé que te gustaría recibir estos gestos sólo de Blacky, pero necesitas que te consientan y yo soy bueno en eso. Estas cansado, necesitas dormir y me quedaré hasta que lo hagas.
Flug rodó los ojos. —¿No tienes otra cosa qué hacer?
—Flug, sé que estás triste y enojado por eso mismo necesito estar aquí. No nos conocemos del todo y no congeniamos en muchas cosas, necesito que confíes en mí, como un amigo. Apenas es el primer día y las cosas no salieron mal, estaremos mucho tiempo juntos y necesitamos confianza— le dijo acomodando una rosa roja en un jarrón justo al lado de la cama. Flug vio la rosa y sus ojos se abrieron en total pasmo, de inmediato lanzó el jarrón el cual se rompió. White no esperaba esa acción y quedó sorprendido.
—¡Odio las rosas rojas! Quiero aclarar que estoy aquí porque mi amorcito me lo pidió, que hayamos tenido un par de charlas no significa que ya seamos amigos— dijo dándole la espalda.
White no dijo más, estaba sorprendido del carácter de Flug, del cómo podía ser un tierno joven a luego ser una persona fría.
El se quedó ahí como dijo, se quedó mirando a Flug con tristeza, pasó un largo tiempo antes de que Flug durmiera. Y cuando escuchó sus ronquidos se dio la vuelta y recogió la rosa, White suspiró pero justo cuando estaba por irse algo muy extraño paso; Flug se movió en la cama, abrazo una almohada y dijo un nombre; "Alger", pero la forma en la cual lo había pronunciado fue lo que llamó su atención, Flug había dicho ese nombre con erotismo.
White bajó enseguida hacía su oficina pues tuvo una ligera sospecha y tenía que aclararlo aunque deseaba estar equivocado. Al llegar abrió un cajón. Ahí tenía en un recipiente con las dos muestras de sangre; la de Flug y la de Alger, era hora de comprobar, odiaba hacer eso pero era muy necesario. Tomó la muestra de Flug, destapó el recipiente y le dio apenas un sorbo. Enseguida arrugó la cara, él odiaba hacer eso... aunque no fue tan desagradable; la sangre de Flug era... ¿dulce? Como canela y manzana... o azúcar tostada... luego un percibió otro sabor extraño, algo amargo. Un sabor inusual.
Destapó el siguiente frasco y también bebió de él y en cuanto lo hizo su expresión cambió. Estaba absolutamente pasmado. El sabor era el mismo. Flug tenía esa esencia en sí... lo que significaba...
—No— dijo con desconsuelo, su sospecha era verdad. Dejó caer los dos recipientes en un acto de impresión, estos mancharon sus zapatos blancos, él retrocedió llevando su mano a su cabeza en confusión mientras negaba.
En el segundo día Flug despertó justo en la hora que sabía que White Hat iría a verlo. Se cambió de ropa y se estiró.
—El tío White es más irritante de lo que pensé, no te preocupes mi nena, esto será rápido— dijo mirando su pancita. —Estás más calmada, eso es bueno... no duele tanto. Me pregunto qué está haciendo papá, espero que no se preocupe mucho por nosotros... ¡Maldición! Me gustaría hablarle, es increíble que ni siquiera dejé comunicarme con él. Pero... tal vez por aquí haya algo para hablarle— se dijo mirando los artefactos de la habitación.
Comenzó a buscar entre los cajones. Sobre las mesas y no encontró nada. Por último y con mucha dificultad se recostó para buscar debajo de la cama, por sorpresa encontró una pequeña caja. Flug la sacó y de inmediato revisó su contenido estando decepcionado al encontrar sólo algunas cosas personales de Slug.
Aun así decidió revisarlas. Había un sobre con fotografías y de hecho, eran fotografías de ellos dos.
—¡Vaya! Había olvidado esto— dijo sonriendo. —Ahora que lo pienso, sí me veía como un debilucho.
Siguió buscando en la caja encontrando muchas insignias doradas, todas eran de reconocimiento, tal vez de sus logros como héroe. Al parecer eran pequeños objetos de valor sentimental para Slug, era raro que los hubiese dejado.
Encontró una libreta. Él empezó a hojear su contenido.
—¿Un diario? Eres más sentimental de lo que pareces Slug.
Estaba a punto de abrirlo cuando de repente White tocó la puerta.
—Flug, ¿puedo pasar?
Enseguida escondió la libreta bajo la almohada, se levantó con prisa y pateó la caja de nuevo hacia abajo de la cama.
Le dio el permiso y White entró con la bandeja en mano. Tomó asiento en la cama cerca de él.
—Te ves agitado, no te esfuerces demasiado.
—Estaba... tendiendo la cama. No soy Slug. A mí sí me gusta el orden.
—Eres encantador. Te traje el desayuno. Cereal con avena, fruta y jugo de manzana.
—Ag. Hubiese preferido una rebanada de pastel, chocolates, y caramelos.
—Sabes que eso no es una buena dieta.
—Sí, lo sé. Pero no me importa.
White sonrió, luego sus labios cayeron.
—Flug, necesito hablar contigo.
—¿Qué necesitas saber?— contestó tomando una manzana verde.
—Es sobre Alger.
En cuanto Flug escuchó el nombre dejó caer la manzana, pero el héroe la tomó en el aire.
El chico se veía mal, maldijo para sí mismo el no traer su bolsa, sus manos temblaron y un frío recorrió su espalda.
—Oh... Je, je... ¿Quién es Alger?
—Flug, hablemos. Por favor, necesito saber todo, no lo evadas.
—Ha-hablo en serio, no sé de qué hablas— contestó con un poco de tartamudeo y empezando a sudar de manera muy visible.
—Bien, lo advertí Flug— habló poniéndose de pie. White era experto en estos dilemas pues con la actitud de Slug aprendió a manejar a alguien caprichoso.
Puso su sombrero blanco en la cama y en cuestión de un segundo las sombras lo cubrieron. Al final dejó ver la apariencia exacta de Alger: su vestimenta victoriana, sus guantes blancos, el parche y su ojo carmesí. Cada detalle era preciso como si de verdad fuese él.
—¿Ahora me recuerdas?— habló y Flug tembló, era su voz, la voz de Alger.
No se había dado cuenta que estaba paralizado, su respiración se había detenido y lo miraba a la cara con terror. Entonces se llevó las manos a la cara para evitar verlo.
—¡Detente!— gritó con pánico. Enseguida sintió que le sujetó la manos para que las apartara de su rostro.
—¡Ey! Flug. Calma, soy yo— dijo White, en cuanto Flug lo miró el héroe ya tenía su apariencia humana.
—No vuelvas a hacer eso— advirtió.
—Lo siento muchísimo Flug, perdón. No era mi intención.
El científico respiró hondo. —No. Tienes razón, no debo evitarlo... pero él es de las únicas personas que me causan... miedo.
—Perdón. Debí tener más tacto. Hablaremos de esto después, cuando estés listo.
Flug asintió en silencio y tras un momento incómodo comenzó a comer su desayuno.
El día transcurrió normal, estaban realizando la rutina hecha por White, tal como el día anterior Flug parecía distante, cumpliendo con sus actividades pero estando demasiado serio.
Tras cumplir con su caminata ambos volvieron a tomar asiento en aquella banca.
Estaban en silencio. Incluso vieron a Clemencia pasar a toda prisa. Ella los saludó con la mano y mandó besos.
—Así que... ¿De qué querías hablar?— preguntó Flug. El héroe asimiló que era hora de conversar.
—Quiero hablarte de las ataduras de amor y los pactos de sangre.
El joven se movió para estar más cómodo escuchándose sólo su bolsa machacandose por el movimiento.
—Soy demasiado viejo Flug, y he visto infinidad de situaciones. En especial sobre el amor. He descubierto que es verdad; los humanos tienen un alma gemela. Un destino, y tu alma gemela está atada a ti.
—Parece que hablas del hilo rojo.
—Sí. Una atadura que une a dos almas. Un hilo rojo invisible para el ojo humano que conecta a los corazones.
—Suena infantil— dijo Flug mirando su mano.
—No lo es. Es algo hermoso, que estés predestinado a conocer a tu alma gemela. Es algo privilegiado para quienes lo tienen. El amor es lo más grande en este mundo... un corazón roto puede corromper al alma más valiente. Hay envidia y tras eso existen decenas de artimañas para separar a dos corazones. Trucos malignos para romper ese hilo. Yo he visto a cada uno de ellos, y afortunadamente la mayoría fracasan: una poción de amor pierde su efecto al ver a tu verdadero amor. Un beso puede puede romper cualquier hechizo... pero trucos baratos, hechizos no se comparan a maldiciones o a pactos— White suspiró. —Pactos como el que hiciste con Alger.
Flug apretó su mandíbula. Aún así no respondió. Por tanto White continuó hablando.
—Hiciste un pacto de sangre con él. Vinculaste tu alma. Nadie puede romper su atadura más que uno mismo y tú lo hiciste. Uniste tu alma y tu mente a él.
—¡No es cierto! Él me engañó...
White preguntó con seriedad— ¿Has bebido de su sangre?
No hubo respuesta.
—¿Ambos han bebido de su sangre mutuamente?
No hubo respuesta.
—¿Tuviste relaciones con él, cierto? Por que ahora tu sangre, tu esencia es similar a la de él. Ahora seguramente lo ves de una manera atractiva, no tienes miedo a que te lastime, tienes miedo porque no puedes evitar pensar en él.
Flug tenía un nudo en la garganta. Sus dientes estaban demasiado apretados y luchaba por no llorar.
—¿Cómo pude hacer eso si jamás lo he amado? ¡Él se apropió de mí!... Yo jamás lo hubiese hecho.
—Cuestionaré eso. Tuviste que haber sentido algo por él. No hubiese pasado si no hubiese sido así.
Flug comenzó a llorar mientras hablaba. —¡Está bien maldita sea! ¡Lo confieso! ... Él me gustaba... nos llevábamos bien y jamás había conocido a alguien que se preocupara por mí de esa manera, que fuese tan lindo, porque mientras él se portaba bien conmigo, mientras me daba obsequios y compartía los mismos intereses Black Hat me trataba indiferente... me hizo sentir que no valía nada, que no significaba nada más que un objeto sexual. Me despidió y tras eso Alger me acogío, curó mis heridas, me daba rosas todos los días, tocaba canciones para mí... se portó de la manera que siempre quise que Black Hat demostrara conmigo. Y empecé a beber de su sangre. Empecé a imaginar que él podía suplantar a Black Hat... pero cuando lo besaba no sentía nada...
White Hat abrió sus ojos con total sorpresa sintiendo que su corazón se detenía ante la confesión.
—¿Mantuvieron una relación?
Flug negó fuertemente. —No... él... él me besaba creyendo que yo dormía... al principio yo creí que se trataba de sueños pero supe que era él y en cuanto me enteré... yo no repliqué, dejaba que lo hiciera, dejaba que me tocara, pero me di cuenta que no sentía nada. Imaginaba que era Black Hat quien lo hacía, supe que no podía sacarlo de mi mente. Jamás sentí amor por Alger, aunque, cuando regresé supe que me había acostumbrado a beber de su sangre. Quería olvidarlo y tan sólo poco después apareció y... tuve relaciones con él de una manera no consensuada. Aún así y-yo sentí placer y no entendí por qué, por qué sentí tanto placer al beber de nuevo de su sangre, por qué empezaba a pensar en él todo el tiempo— Flug sollozaba en silencio hablando con tanto dolor, incluso se había quitado la bolsa para limpiar sus lágrimas. —Se supone que debía ser completamente feliz porque Black Hat me ama de la forma que siempre quise... tengo una bebé de él. Aún así... aún así pensaba en Alger cada vez que estaba con él. Black Hat está muriendo y no puedo hacer nada por quién amo, al contrario. Tengo la necesidad de estar con alguien más todo el tiempo.
White estaba a punto de llorar aun así habló con seriedad. —Flug, dentro de ti sabes que sí te atraía de una manera sexual. Su pacto empezó cuando bebiste de su sangre por primera vez y concluyó cuando unieron cuerpo y alma. Todo lo que sientes es simplemente la necesidad de amantes. Tú bebé no es afectada por eso, en lo absoluto. Aún así, tu atracción por Alger va a ir en aumento. Ya no hay nada que podamos hacer, nada puede romper algo así— dijo mirando el cielo. La luna llena brillaba, entonces un pensamiento llegó a él como una ráfaga repentina. Sus cejas se contrajeron por un segundo y luego se levantó de un saltó.
—¡Flug!
El joven lo miró extrañado aun con lágrimas en los ojos.
La emoción del héroe era evidente. —¿¡Cómo puede no verlo?!— él tomó las manos del joven científico y las agitó. —¡Black Hat siempre ha sabido la solución!
—¿Qué?
—Por eso actúa tan despreocupado. Flug... Black Hat piensa romper tu pacto con Alger.
—La única forma es matando a Alger y nadie sabe dónde está.
—Bueno. Esa es una opción. Pero Black Hat ha sabido cómo terminar con su pacto, todo este tiempo lo ha sabido.
—No te entiendo, si siempre lo ha sabido por qué no lo ha hecho.
—¡Porque lo hará en su boda!
—...Ese día me dará su inmortalidad.
—¡Exacto!— le dijo tomándolo de su cadera y dándole vuelta. —Una ceremonia, te dará su inmortalidad, su poder. Eso no romperá el pacto con Alger. ¡Black Hat te rendirá un acto de amor verdadero ante la luna de sangre! Eso los unirá de nuevo, acabará con todo lo que sientes por Alger — dijo con gran entusiasmo señalando la luna llena.
Flug quedó intrigado. Así que White explicó:
—Es algo que pasa cada medio siglo, por casualidad pasará en un par de meses. Por eso quiere que tú estés en condiciones. Siempre ha pensado en tu bienestar. No demora tiempo en buscar a Alger, usa el tiempo de manera inteligente. De verdad es increíble cuánto te ama.
Flug parpadeo y una ligera sonrisa se formó en su rostro, pero esta apenas duró un par de segundos.
—Aún así, él no se salvará.
La sonrisa de White también desapareció. —No, no lo hará. Pero la tendrás a ella y tú tendrás todo su poder, la maldad que él es será parte de ti, perderás tu humanidad y serás como nosotros.
Flug habló con curiosidad: —Es lo mismo que me ha dicho, pero no lo entiendo, ¿será un gran cambio?
—Sí. Tendrás un poder sin igual. Tal vez físicamente no sea muy notable. Puede que tus ojos cambien a algo más siniestro... tu cabello se tornará oscuro. Pero sólo estoy suponiendo.
—No me interesa eso. Me preocupa que no funcione.
—Dar parte de lo que eres es algo muy importante, seres como nosotros podemos hacerlo y es arriesgado. Es como si dividieras tú alma. Yo lo he hecho una vez y casi muero. Estuve en un hiper-sueño por años.
Los labios del científico temblaron. —¿Significa... significa que con su estado actual... él morirá al hacerlo?
El héroe movió la cabeza en duda. —¿No lo sabías?
—Supongo que no quería aceptarlo. Todo este tiempo me he dado la idea de él y yo cuidando de nuestra bebé: verla dar sus primeros pasos, escucharla decir "papá", jugar con ella. No quiero creer que de verdad ya no estará. Él cuida de mí, pero no puedo hacer lo mismo.
White abrió la boca para contestar pero fue interrumpido.
—White Hat, quiero firmar un contrato contigo.
—Contrato, yo no hago eso, yo hago promesas.
—Entonces prométeme que lo ayudarás, que al menos lo intentarás. Ayúdalo a mejorar. Necesita estar bien para nuestra ceremonia, dijiste que incluso podía morir antes de que nazca. Puede que estando separados mejore, pero no quiero arriesgarme.
—No, lo siento. Ya te dije que no hay manera de que yo lo pueda ayudar.
Flug se acercó a él tomando su mano. —Por favor. Te lo suplico, ayuda a mi amor. No importa de qué manera lo hagas, dale más tiempo. Lo necesito.
El corazón de White Hat no pudo ante esas palabras rotas y esa mirada cansada de llorar. Él suspiró y alzó su mano.
—Muy bien. Flug, prometo ayudar a Black Hat, sin importar la circunstancia, haré lo que pueda. Él estará bien para el día de la ceremonia.
Flug le sonrió de una forma grata y ambos estrecharon las manos.
꧁꧂
Black Hat mordía sus labios mientras escribía con prisa, cuidando de que su perfecta caligrafía luciera impecable. El tocadiscos de su oficina estaba en función haciendo que el gran lugar hubiera una música elegante de violonchelo. La gran ventana rojiza detrás de él hacía un poco de ruido al ser golpeada por el viento con nieve.
—Buenas noches hermanito— habló White Hat. Su hermano se sobresaltó.
—¿No puedes sentir la presencia de tu alrededor? Estás decayendo muy rápido, hermano.
—¿Qué haces aquí? Deberías estar cuidando de Flug— respondió con irá rompiendo la pluma que tenía en mano.
—Acabo de arroparlo. Es un encanto cuando duerme. Estoy aquí porque tengo buenas noticias. Bebió una lágrima mía. Sabes lo que significa.
—Significa que cumples con tu labor de cuidarlo. Al menos puedes hacer algo bien— Black Hat cambió el tono de su voz por uno con curiosidad. —¿Cómo está?
—Se la pasa llorando y teniendo ataques de ira. Incluso me pidió que cambie de apariencia para no pensar en ti. De ahí en fuera bien. Come a sus horas y habla con su bebé. No se ha sentido mal y la nena esta muy tranquila.
Mientras hablaba Black Hat dobló la hoja que estaba escribiendo y la guardó en un sobre que selló con cera roja. Se levantó y se la dio a su hermano.
—Black... Dijimos que nada de contacto. No puedo darle esta carta. Ese es el acuerdo.
—No puedo dejar de pensar en él. Es mi prometido. Así que vas a darle la maldita carta quieras o no.
White suspiró en rendición y aunque no contestara guardó la carta.
—¡Ya puedes largarte!
—Oh. Lo siento sólo estaba pensando... en tu ceremonia. Muy buena idea planearla en la noche de luna de sangre.
—Al fin lo descubriste. Vaya tonto para no notarlo antes.
—No lo había pensado. No imaginaba que en verdad hubiera un pacto de sangre... uno de esa magnitud. Lo que me preocupa es que aún faltan meses para eso. No resistirás tanto tiempo.
—Yo veré la manera de arreglar eso.
—No. No puedes, por eso estoy aquí. Flug me hizo prometer que te ayudaría.
Black Hat se sorprendió y en respuesta gruñó de una forma atemorizante.
—¡No pude resistirlo! Estaba llorando y sus lindos ojos verdes son tan cautivadores.
—No puedes, ni quiero que hagas nada por mí.
White se quitó su monóculo para después hablar con seriedad. —Mi promesa no es contigo y ya acepté hacerlo sin importar qué.
—Sí, claro. Tú ayudándome, ¿tratarás de darme de tu vida?... Ahh no. Recordemos que me odias. Ya diste tus opciones White y demostraste que por primera vez en tu absurda vida no puedes ayudar— dijo dándole la espalda y mirando la ventana roja. Estaba sonriendo disfrutando de la expresión triste de White que podía ver tras el reflejo.
—Usaré una de las opciones, crees que soy un idiota pero no es así. Además él está desesperado. Me cuenta cuanto te ama, me contó de sus primeros besos y de cómo sostenían sus manos por debajo de la mesa.
Black Hat frunció su mirada teniendo esos recuerdos en su mente. Era verdad, cuando comenzaba a ser menos estricto con Flug dejaba que le diera besos en la mejilla y toleraba que tomará su mano. White Hat guardó silencio, notando que su hermano estaba en sus recuerdos, justo como había planeado.
Rápidamente alzó su mano y justo antes dar un chasquido dijo: —Olvídalo.
Fue como si el chasquido hubiese echo eco. Black Hat parpadeo y agitó la cabeza, se dio vuelta y habló de manera agresiva.
—¡Ya lárgate!
White asintió con tristeza. —Sí, seguiré cuidando de él... y, perdón.
Black Hat mostró su lengua irritado por las palabras amables. Siempre ha odiado eso del héroe.
꧁꧂
Chale krnal.... Pero que wen fic me estoy aventando
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top