58: Corazones separados
NOTAS
Recomiendo leer la letra de la canción al último para que vean la magia actuar.
Dispensen los errores pos ya saben que soy disléxica y muchas gracias por leer
Casi lo olvido. Lean de nuevo el cap 14 plox
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Había sido un buen día. Flug nunca había festejado su cumpleaños en la mansión y la verdad todo había marchado bien; hubo pastel, regalos y por primera vez no tuvo que esconderse. Disfrutó con alegría ese pequeño momento de compañía con 505 y con Demencia e imaginó que así sería con Black Hat porque había mencionado una sorpresa y por ello estuvo ansioso todo el día. Al principio todo marchó como había imaginado... hasta que habló tan indiferente por su bebé, como siempre.
Flug se había retirado, fue a la habitación y se acostó cubriéndose por completo con las sábanas, estaba enojado pues al principio todo había sido tan alegre y emocionante, al final eso cambió dejándole un sabor amargo en su boca.
Se quedó dormido sin notar que después su amante llegó. Black Hat estaba aliviado que al menos su pareja regresara a su habitación y no hiciera la tontería de ir a dormir a otro lado. Trató de no hacer mucho ruido al acercarse, sonrió al descubrir su rostro y con cuidado comenzó a quitarse su gabardina y demás para acostarse junto él.
Black Hat comenzó a acomodarse cada vez más cerca tomando de su calor para reconfortarse. Pronto ambos se encontrarían abrazados quedando así dormidos. Incuso intuitivamente, estando dormido Flug abrazó el brazo de su pareja, eso fue algo que el demonio disfrutó. No habían discutido en bastante tiempo atrás y esta sensación de culpa era algo totalmente tormentoso.
Transcurrió la noche, Flug se despertó en la madrugada, no se sentía cómodo por alguna extraña razón; estaba sudando y a cada momento su bochorno crecía. Además, su bebé se estaba moviendo demasiado. Alzó la mirada y noto a su pareja que dormía en dirección a él respirando de manera lenta sin percatarse de su malestar. Flug se acomodó para intentar dormir de nuevo, aunque no lo logró. Inesperadamente se contrajo dando un quejido, empezó a respirar hondo mientras entraba en pánico.
Aquellos dolores eran comunes así que trató de ignorarlo por un momento, pero después el dolor regresó, esta vez más intenso. Abrió sus ojos con sorpresa. Los dolores, el bochorno anormal y el movimiento incesante de su bebé sólo significaba una cosa.
—¡Black Hat!— gritó sacudiéndolo.
Su pareja se despertó de inmediato exaltado por el repentino grito.
—¡Black Hat, Black! ¡Es hora, es hora!— repetía una y otra vez tomando grandes caladas de aire.
El demonio se levantó de inmediato estando totalmente alarmado.
—¡¿Qué?! Flug...
—¡Trae a Slug!
El demonio quedó confundido al escuchar el nombre del héroe. —Pe-
—Dije; ¡Trae a Slug, ahora!— gritó tomándolo de su ropa y sacudiéndolo con más fuerza.
Black Hat sostuvo fuertemente la mano de Flug mientras pensaba qué hacer. Se suponía que aún no era la hora para que naciera, además, ¿Sería seguro dejarlo en manos de Slug? Eso era algo que su amante había planeado desde el principio, aunque para él eso no era fiable. Odiaba a Slug con todo su ser y más ahora sabiendo que gracias a él White Hat había interferido.
El apriete en su mano se hizo más fuerte. Flug respiraba pesadamente mientras se sostenía su pancita. Black Hat se incorporó, no tenía tiempo para pensar. Tenía que actuar de inmediato.
—Yo me haré cargo.
Flug gimió, luego sacudió la cabeza. —No, lo he planeado. Slug es quien se encargará de esto, así que llámalo.
—No lo necesitas, seré yo quien la saque de tus entrañas.
El joven retrocedió sobre la cama aun con pesar. —Black Hat. No confió en que tú lo hagas. ¿Cómo sabré que no le harás daño?
—¿Me crees capaz?
El silencio le dio la respuesta. El demonio quedó sorprendido, era claro que Flug tuviera esa desconfianza después de que sólo unas horas atrás hubiese hablado con desprecio acerca de ella. Así que se levantó y retrocedió un par de pasos, en un instante desapareció dejando apenas una pequeña nube de humo negro.
El villano con sombrero negro apareció justamente enfrente del escritorio de White Hat, su hermano estaba leyendo algunos papeles y en cuanto se percató de la presencia de Black Hat alzó la mirada. Su hermano se sostuvo del escritorio evitando caer.
—¡¿Black Hat?! ¿Qué haces aquí?— preguntó lleno de sorpresa mientras se levantaba a auxiliarlo notando que se encontraba muy débil. —No debiste venir de esa manera, acabas de recorrer más de un continente en segundos. Eso te pondrá mal.
Pero el villano parecía no escuchar. Él habló con disgusto.
—¡¿Dónde está esa perra?!
—... ¿Eh?
La voz de Black Hat se profundizó mientras que empezaba a mostrar sus garras arañando el escritorio.
—¡¿Dónde está Slug?!
White Hat se acercó aún más a él con el ceño fruncido.
—No te refieras a él de esa manera... además, ¿Para qué lo necesitas? ¿Se trata de Flug? Él no es necesario, yo también puedo ayudar, ya te lo había dicho.
Black Hat se levantó impulsándose con sus pocas fuerzas, tomó a su hermano de su camisa arrugando su moño azul y se acercó cara a cara mientras hablaba entre dientes.
—Cierra la boca miserable sabandija, mi Flug y la perra que tienes por ayudante quedaron en que él se encargará de sacarle ese sucio parásito...
La expresión de White cambió de inmediato, él también lo sujetó del cuello interrumpiendo la voz demoniaca.
—¡Black Hat, hablas de tu hija! Si vuelves a referirte a ella de esa manera haré que te arrepientes— la voz de héroe se cortó enseguida. —¿Entonces, estás aquí porque... ¡Flug va a tener a su bebé! Olvida a Slug. Esto es una emergencia— enseguida White Hat soltó a su hermano de su agarre violento, ahora lo tomó de su mano y en un parpadear ya estaba enfrente de su puerta. Black Hat se veía exhausto pues había usado mucho de su poder para ir a la mansión de su hermano.
El héroe lo dio una sonrisa y habló tranquilo. —Sí necesitabas mi ayuda sólo tenías que pedirlo, no necesitamos de Slug— dijo mientras abría la puerta y en cuanto lo hizo un portal verdoso se abrió dentro de la casa saliendo de él Slug con un maletín en manos.
White Hat quedó con la boca abierta. Él y el muchacho cruzaron miradas. Slug se llevó la mano por encima de la boca claramente evitando dar una arcada. Llevaba su bolsa de papel junto con sus visores, ambos en mal estado, de hecho, toda su ropa se veía desalineada.
—Tú, ¿Qué haces aquí?— preguntó White entrando.
—Lo mismo tengo que preguntar yo. ¿Qué demonios haces aquí? Largo, no te necesitamos. Mi amigo me ha enviado un mensaje y he venido lo más rápido posible.
—Yo lo ayudaré— contestó parándose de una manera estricta mirándolo con la cabeza inclinada para sostener su mirada retadora. White podía percibirlo, podía mirar sus ojos detrás de esos lentes y adivinar su expresión, además no tardó mucho en darse cuenta que Slug estaba ebrio.
Sin decir más ambos comenzaron a subir de prisa por las escaleras yendo de hombro a hombro.
Black Hat había quedado en la puerta principal sosteniéndose de ella, al ver que ambos se fueron de prisa negó con la cabeza y susurró: "idiotas". Estaba molesto de que fuese ignorado y aún más que fuesen directamente a su habitación como si nada. Trató de ir tras ellos pero al primer paso cayó de rodillas, necesitaba unos minutos para recuperarse. Gruñó con rabia sintiéndose totalmente inútil.
~
Flug tenía en su mano un teléfono celular con el cual acababa de mandar un mensaje, lo estaba sosteniendo fuertemente mientras respiraba hondo y se contraía de dolor. Él apretó la mandíbula. Sudaba incesante y se preguntaba por qué Slug y Black Hat tardaban tanto. Para él cada segundo era interminable por el terrible dolor de su cintura.
Entonces la puerta se abrió y White así como Slug pelearon por entrar primero. Flug casi salta de impresión al ver ahí a White Hat.
Slug corrió a su lado mientras tomaba su mano y comenzaba a hablarle para tranquilizarlo.
—¿Do-dónde está Back Hat?— le preguntó entre jadeos.
—Está abajo... se encuentra un poco débil. No debió usar sus fuerzas para viajar tan lejos.
—¿Quieres cerrar la boca? No necesitas preocuparlo más— contestó Slug de manera agresiva.
White guardó silencio reconociendo su error.
—Bien bolsita, mírame. Todo va a estar bien, ¿Ok?— le habló a su amigo inspeccionando su vientre.
—Necesita ir a un lugar adecuado.
—No saldrá de esta casa.
—Mi laboratorio— habló Flug interrumpiendo a ambos.
White Hat se acercó empujando a Slug y sorpresivamente tomó a Flug en sus brazos alzándolo y desapareciendo con él.
—¡Me lleva la chingada White Hat!— gritó con gran enojo tomando su maletín justo antes de dar media vuelta y salir corriendo.
Casi caía de las escaleras por bajar de prisa, entonces se detuvo al ver a Black Hat. Se había olvidado de él por completo.
El demonio lo miró con repudio. Slug simplemente se ajustó los visores y siguió su camino.
Black Hat se quedó ahí tratando de pensar en lo que le había dicho a Flug, todo iba bien hasta ahora, pero tenía que meter la pata al último momento. No podía asimilar sus palabras; "no confió en ti". Estaba molesto por eso. Flug siempre había planeado todo con Slug dejándolo a él fuera de eso. Él lo había dicho antes; jamás se atrevería a hacerle daño a la bebé, lo había prometido a Flug por el amor que sentía por él.
Se recargó en la pared tomando aire de manera pesada. Al menos White podía encargarse de Flug.
~
Al llegar al laboratorio White Hat miró a su alrededor y suspiró aliviado de que contara con lo necesario. Había acostado a Flug en una camilla y aunque el chico pareciera negativo a su tacto no tenía otra alternativa.
La puerta se abrió entrando Slug con pasos pesados, pero no pudo decir nada ya que White Hat apareció detrás de él, lo tomó de su saco y comenzó a arrástralo.
—Te quedaras afuera— ordenó.
—¿Qué? ¡No puedes...!
—Sí. Sí puedo, además me aseguraré que no me interrumpas— dijo mientras lo empujaba fuera quitándole su pistola de portales, arrojó el arma al suelo y la pisoteo rompiéndola. Enseguida cerró la puerta activando el sistema de seguridad. Slug quedó maldiciendo mientras golpeaba la puerta.
Flug miró amenazante a White, tras sentir su mirada de disgusto le respondió:
—No dejaré que te atienda él, por si no lo notaste está ebrio. Además, nadie sabe mejor de medicina en el mundo que yo— habló orgulloso acercándose a él para atenderlo.
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Slug se habría quedado detrás de la puerta maldiciendo. Después de mucho se dio por vencido, también estaba sorprendido, era increíble que después de tanto escándalo 505 o Demencia no hubiesen aparecido.
Salió corriendo y se detuvo de golpe al ver a Black Hat con la mirada perdida. El héroe comenzó a hablarle reprochando lo que había hecho.
—No puedo creer que fueras con White Hat, es decir, tú rogando su ayu...
Las sombras se habían levantado yendo directamente a su cuello ahogando sus palabras.
—Ni siquiera se te ocurra pensar que yo fui por su ayuda. Flug te necesitaba a ti, imbécil— habló arrojándolo. Slug cayó de espaldas mandando lejos su maletín. Él se incorporó lentamente.
—Deberías ser tú quien esté ayudando. Eres 'tú' el padre.
Black Hat alzó su brazo lo que hizo que Slug tomara una postura defensiva aunque no fuese necesario, el demonio sólo hizo que su bastón apareciera, se recargó en él con pesar y habló con voz muy baja:
—No confía en mí.
Slug alzó una ceja por debajo de la bolsa. —Le has dado razones... lo que importa ahora son ellos, aunque teniendo aquí a White tanto tú como yo sólo somos estorbo. Si ella nace hoy no nos queda más que esperar. Así que iré con 505— contestó recogiendo su maletín y marchándose de manera tan casual.
El demonio apretó los dientes. Slug se comportaba como si no estuviese en presencia de un ser tan imponente como lo era él, en cambio tenía la confianza de andar en su casa como si nada. Lo que más le impresionaba era lo tranquilo que estaba y era porque White se estaba encargando de la situación. ¿Significaba que todo estaría bien?
Sabía que debía ir con su amado, sostener su mano para que no tuviese miedo, hablarle para tranquilizarlo... pedir perdón por ser un idiota, sin embargo, algún extraño sentimiento le obligó a no hacerlo. Él regresó a su oficina donde posó su cabeza sobre el escritorio, suspiraba profundamente y cerraba sus ojos sintiendo débilmente la esencia de su hija. Parecía estar bien, de alguna manera sentía calma respecto a ella. Aunque no quería bajar la guardia ya que cualquier cosa podía pasar.
Se acomodó más en su escritorio intentando descansar. Su hermano había tenido razón; ahora se sentía totalmente fatigado por usar sus poderes. Pasó el tiempo y él no se movió de escritorio, se había quedado dormido sin notarlo hasta que se levantó de golpe al oír que tocaban la puerta, enseguida esta se abrió entrando White Hat. Él sostenía su linda sonrisa.
—Flug está bien, se trataba de "una falsa alarma"— habló moviendo sus dedos para remarcar las comillas.
—¿Significa que aún no ha nacido?— preguntó ansioso y confuso.
—No... y no me digas que ahora sí te preocupa "ese sucio parásito"— dijo recordándole sus propias palabras. Black Hat agachó su mirar indagando.
—Estaba molesto para entonces... él y yo peleamos.
—Una relación llena de discusiones, ¿Eh?
—¡Yo no dije eso! Y mi relación no te importa.
El héroe asintió evitando pelear, luego dio media vuelta caminando lentamente. —Aun no despierta, pero puedes ir a verlo si gustas— dijo cerrando la puerta tras él.
El villano se levantó con lentitud asimilando el hecho que habló con su hermano sin atacarlo, sin que empezaran una gran pelea como era costumbre. Era increíble que podía olvidar cuanto lo odiaba sólo por Flug.
Black Hat entró con pasos cortos al laboratorio. Su vista se concentró en su amante quien dormía. White Hat apareció al lado del joven y comenzó a acariciar su cabello lentamente mirado su rostro con cariño.
—No te he dicho que en verdad es muy apuesto, pero puedo ver que tiene un alma atormentada... y un gran odio. ¿Qué habrá pasado para que sienta eso? Tiene un lado cariñoso y tierno, aun así no compensa el rencor y tal resentimiento que hay en él. Tal vez si las circunstancias hubiesen sido diferentes en su vida él hubiese sido una buena persona, un buen superhéroe— habló tocando su mejilla con ternura para después darle un beso en ella.
—¡Cállate!— gritó Black Hat atacándolo con una de sus extremidades oscuras. White Hat se movió rápidamente esquivando el ataque y alejándose de Flug. —¡No tienes que saber de su vida y no quiero que vuelvas a tocarlo de esa manera!
El héroe levantó sus manos en rendición.
—Por supuesto que tengo que saber de él. Olvidas que es mi 'cuñado', somos familia ahora, y sobre todo; hablamos de mi sobrina. Esa niña inquieta nos dio un buen susto. Deberías agradecer que vine— respondió con calidez en cada una de sus palabras mientras juntaba sus manos con emoción.
El parpado del villano temblaba con impaciencia al escucharlo, era obvio que le estaba dando un tic. —No se te ocurra llamarlo así porque tú maldita porquería no eres mi familia, además ¿Piensas que te agradeceré?
—Bueno, tú fuiste por mi ayuda.
—Ahora él está bien, ya puedes lárgate— contestó ignorando sus palabras.
—Pero es que no está bien Black Hat. Por ahora sólo fue una falsa alarma, tienes suerte que tenga ocho meses aún. La beba puede aguardar un poco más. Si hubiese sido el tiempo para que nazca Flug hubiese muerto. Míralo, está tan débil; no puede ni caminar y su peso está muy por debajo de lo que debería.
—Yo cuido de él...
—No— interrumpió dando un paso adelante. —Tenerlo en cama y complacer sus antojos no es un cuidado adecuado. Y no me mientas, eso fue lo que me dijo cuando pregunté. Es claro que tú no sabes cuidar de alguien siendo que toda tu vida te has dedicado a torturar y hacer miserables a los demás. Si en verdad te interesa Flug tendrás que dar todo de ti, necesitamos que mejore para cuando sea el momento adecuado, de otra manera no lo soportara... incluso, si sigue así puede que tanto él como su bebé mueran.
Black Hat mordió su labio y le dio otra mirada rápida a Flug quien estaba completamente inconsciente; las gotas de suero caían con lentitud recorriendo el pequeño tubo hasta su mano y la máquina a su lado pitaba marcado sus latidos. Su corazón se estremeció al imaginar a Flug muerto así que sacudió la cabeza de inmediato sacando esa horrible idea de su cabeza. Él Observó al héroe y lo señalo con amenaza.
—Ve a mi oficina y lleva a tu perra.
White rodó los ojos. —Lenguaje, Black Hat.
—¡Púdrete!
—Está bien, está bien. Enseguida estaré ahí— contestó levantando los brazos en rendición.
White salió en busca de su ex compañero, iba de prisa pues descubrió que no le gustaba estar en casa de su hermano porque al ver los objetos de las paredes le daba malos recuerdos. Pronto llegó a un lugar diferente; no tan sombrío. Supuso que había entrado a la habitación de Flug y acertó al ver a un gran oso azul dormido plácidamente con Slug. Él estaba siendo abrazado por 505 como si fuese otro de sus peluches.
El afinó su garganta para despertarlo. El osito se incorporó soltando al joven y en cuanto vio al héroe se puso en una postura rígida mostrando sus garras y colmillos, empezó a gruñir y White Hat supuso que no lo habría olvidado. El oso aún recordaba cómo es que él le había hecho daño a Black Hat ese día.
Alzó sus manos y habló con dulzura para tranquilizarlo. Aunque eso no funcionó, White se sorprendió; ningún animalito se resistía a su encanto. En cambio, el oso azul le comenzó a gruñir con más desprecio, eso era raro.
Slug se incorporó frotando sus ojos, se levantó y se puso su bata negra al igual que sus botas dejando a el héroe ahí parado siendo vigilado por 505.
—Así que ahora andas aquí tan plácidamente, se suponía que era yo quien no se debía involucrar con villanos— dijo Slug acomodando sus visores y acariciado a 505 para tranquilizarlo, el oso lo abrazó dándole caricias.
—Estoy aquí para ayudar. Algo que tú no has hecho.
—¡He ayudado! Todo este tiempo me he asegurado de que mi amigo se encuentre bien, lo he intentado todo. Ahora porque apareces y le ayudas en su cesaría crees que lo solucionaste. Flug era quien no quería que supieras de esto, no debes estar aquí, además, ¿Qué no se supone que no quieres verme?
El héroe bien vestido negó. —Primero que nada, tengo que decir que la bebé no ha nacido. De hecho, tenemos que hablar de muchas cosas respecto a él, Black Hat nos espera en su oficina. Y hablemos fuera de nuestros asuntos Slug.
—Claro, evade lo nuestro.
—Que te quede claro que estoy aquí porque mi hermano me buscó, él y Flug necesitan mi ayuda y eso haré, jamás me he negado a una petición como esa. No esperaba verte a ti aquí. Sólo me queda decirte que hay que ser cuidadosos, estamos en sus dominios, precisamente; en su casa.— contestó de una manera distante.
—¡Bah! si no estuviéramos en esta situación ya me hiciese largado para no verte. Aunque tienes razón, se trata de Flug y Black, ¿Qué es lo quiere? ¿Cómo se encuentra Flug?
White no respondió, simplemente dio un gesto desagradable como si le tuviese gran repudio, luego se dio vuelta marchándose. El oso aún estaba en una postura defensiva. El joven le dio unas palmaditas susurrándole para que se calmara. Cuando lo logró salió de la habitación.
Corrió hacia la oficina y al entrar un aire extraño lo golpeó. Frente a él estaba White Hat y Black Hat. Ambos de pie con la misma postura firme. Eran tan iguales, como el reflejo de un espejo. El ambiente se dividía; la sombría presencia del villano, pero a la vez una capa de paz. Él más que nadie reconocía esa esencia de White. Ambos en una habitación era un choque inusual de sensaciones contrarias, uno que hacía que le recorriera un aire frío por su espalda.
—Bien, aquí estoy Hats, hablen.
Tuvo una mirada amenazante de ambos, pero él lo ignoró. En cambio, se acercó cruzando los brazos.
—Ambos conoces nuestra situación— comenzó a hablar Black Hat. —Flug te llamó a ti por una absurda confianza que tiene contigo y tú, White Hat, la verdad eres un estorbo.
—Atendí su malestar, aunque sólo se tratase de una falsa alarma.
Slug chasqueo los dedos. —Vamos ancianos, vayan al punto.
Black Hat sonrió en burla, en cambio su hermano puso una mueca de angustia.
—Bien, seré claro; su vida es importante, más de lo que estipulan, por ello cuando sea la hora... si hubiese que elegir... elijan a Flug, cueste lo que cueste.
La mandíbula de los héroes cayó de inmediato.
—Dices... ¿Dices que no te importa si ella muere?— preguntó Slug, White Hat bajó la mirada con pesar.
—Hablo de posibilidades.
—¡No hay esa posibilidad!—contestó White con firmeza. —Anteriormente te dirigiste a ella con tanto repudio, ¿Qué opina Flug de eso? ¿Tolera tu indiferencia? ¿Sabe que deseas su muerte o le has mentido? No hay necesidad de elegir entre dos vidas porque yo salvaré ambas. Voy a hablar con la verdad Black Hat; el tiempo no está a tu favor, te recuerdo que más allá de su mal estado hay posibilidad que mueras tú primero que él o su bebé.
Slug sonrió ante el recio comentario de White, pero esa sonrisa se desvaneció ante la diabólica voz del villano.
—¡Cierto! Puede que yo muera primero, por eso Flug debe sobrevivir hasta entonces. ¡Compréndelo, maldita sea! ¡Lo único que me interesa es él!
—Pero Black, abre los ojos. Ambos sufren. Esto es sólo una absurda carrera por quién caerá primero. Entiendo el amor que sientes por él... es lo que te está matando, y tu decadencia también lo es para él.
—Olvídalo, si muere es mejor para Flug, al menos la bebé no tendrá a un imbécil padre que la desprecie— dijo Slug con recelo.
White suspiró y llevó su mano a su rostro, esto estaba siendo una charla insensata. —Sepan que Flug ha llegado demasiado lejos, sin embargo, hay que hacer lo posible por su salud porque hay una decadencia en él que no entiendo. Y sobre ella, no quisiera que le pase nada a sus padres, aunque la verdad me preocupo más por Flug... es cuestión de días, si quieres que esto funcione. Tendrás que soportar mi interferencia. Sabes de mis habilidades Black Hat. Nadie más que yo para esto, si no me crees estás dudando de mis habilidades. Haré todo a mi alcance y no descansaré hasta verlo a él en buenas condiciones. No tienes que decidir entre ambos... pero, a todo esto, tengo que pedir un favor.
Black Hat se dejó caer en su sillón, recargó sus codos en su escritorio juntando las puntas de sus dedos. Alzó una ceja, él no es de condiciones, sabe que no es favorable, pero al tratarse de su hermano... él asintió dándole la palabra. Su hermano enseguida volteo a ver a Slug.
—No lo quiero a él cerca. No es de ayuda— después su mirada regresó con su hermano. —Tampoco te necesito a ti, no me darás órdenes porque al parecer soy el único que piensa coherentemente entre ustedes. Imaginé que tenías algún plan ingenioso y que necesitabas hablar con nosotros en una especie de plan en equipo, sin embargo, resultas con la tontería de sacrificar a alguien.
—Miserable rata ponzoñosa. ¿Te atreves a sacarme de esto? Puedes deshacerte de tu perra, pero estás hablando de mi pareja, ¡De mi prometido! ¡Soy yo quien decide!— gritó golpeando el escritorio con su puño.
—¡Tú no decides sobre la vida de ella! No importa el hecho de que seas su padre. Por eso cerraras la boca y dejarás de decir cuanta idiotez se te ocurra. Es muy notable que ser padre te aterra y que amar te ha vuelto mucho más estúpido.
Hubo un silencio pesado entre los tres. El villano gruñó al fin hundiéndose más en su sillón. Juntó sus manos notándose ansioso y comenzó a habar entre dientes viéndose irritado.
—Ya lo dije... haré lo que sea por él.
El héroe de sombrero blanco sonrío ante su victoria. Creía que sería mucho más difícil convencerlo, en cambio acababa de ceder.
Slug aprovechó para hablar por fin. Estaba ofendido por lo que dijo White de él.
—¿Así que ahora quieres manejarlo todo tú?
—Sí, Flug me necesita a mí. Como dije; no necesito que ninguno de los dos interfiera en lo absoluto.
Slug no pudo contener su expresión. —¿Qué!? Es mi amigo... es mi familia. Yo lo he ayudado desde hace meses. Lo conozco desde mucho antes que él, no me importa que sea su pareja, yo SÍ merezco quedarme.
—Tu ayuda no sirve de nada— contestó White. —Por lo que veo él no ha mejorado. Con ninguno de los dos.
—Claro que lo hizo, todo estaba muy bien hasta que se me acabó la san..—Slug cerró la boca y lo pensó bien antes de hablar. —¡Hablamos de un maldito embarazo en un hombre por un carajo! No hago milagros— habló señalando a White Hat. —Sé lo que haces. No quieres que esté aquí porque no me quieres ver. No involucres lo nuestro en esto.
—¿Problemas en el paraíso?— preguntó Black Hat con interés. Una ligera sonrisa burlona se formó en su rostro.
El chico caminó en círculos con desesperación ignorando al villano. —Sabes qué, ni siquiera te molestes en explicarlo, estoy harto de esto. Si no me quieren cerca, está bien. Hagan lo que quieran, pero no permitiré que le pase nada a mi hermano— dijo antes de salir. Black Hat sólo dio una mueca victoriosa mientras White iba tras de él.
El chico bajó por las escaleras buscando su maletín, cuando lo tomó escuchó la voz de White Hat llamándolo. Al darse vuelta él ya estaba a su lado.
Slug alzó la mano antes de que pudiese decir algo. —No me quieres aquí, lo comprendo... sabes White. Si dejo en tus manos a Flug no tendré que preocuparme... sé que lo lograras. Fuiste tú quien me cuidó, sé que puedes con algo como esto— dijo, luego se rascó la nuca bajando el tono de su voz. —...Al parecer nadie me quiere cerca, soy un idiota y lo sé... así que bien, me marcho. Sólo... me despediré de él.
White Hat se hundió de hombros sin saber qué decir. Creía que era buena idea que se marchara, no quería que su hermano le hiciera nada malo. Ya habían demasiados problemas como para lidiar con los dos.
—Bien Slug. Creo que si te quieres despedir es buen momento. Flug acaba de despertar. No te estoy alejándote completamente de él. Puedes visitarlo, es sólo que... no eres de ayuda.
Slug apretó los puños, aunque de manera contraria sonrío como si ocultase algo, enseguida fue hacia el laboratorio empujándolo de su camino.
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Flug abrió los ojos con pesadez. Todo estaba borroso, pero logró distinguir una silueta que se acercaba.
—¿Slug?
El héroe tomó asiento a su lado, lo suficiente como para acariciar su abultado abdomen. Flug reaccionó de inmediato viéndose con sorpresa.
—No Flug, fue una "falsa alarma". Más bien un mal momento. Estas muy mal y ella no puede nacer en estas circunstancias— habló sin necesidad de escuchar las preguntas de su amigo.
Flug esperaba despertar y saber que su bebé habría nacido, en cambo sólo tenía más malas noticias.
—¿Y Black?— preguntó con voz suave. —A-ambos... él y yo... peleamos, ¿Por qué no está aquí?
Su amigo sacudió la cabeza sorprendido. —¿De verdad? Pero sí se ve tan preocupado por ti. Creme, correrá hacia ti en cuanto me levante y cruce la puerta.
Flug miró su vientre. No parecía verse mejor.
En la mente del héroe aún hacían eco las palabras de Black Hat: "elegir a Flug". Se preguntaba si en verdad sería capaz de dejar morir a su hija.
—No te angusties bolsita— dijo con más entusiasmo. —Ambos hablan sobre ti, quieren tu bienestar y el de tu nena.
La expresión de sorpresa de Flug dejó ver todas sus dudas.
—Lo sé, White y Black unidos... y es sólo por ti. Siéntete afortunado. Pero no estoy aquí sólo para contarte eso. Sabrás que alguien como esos dos unidos... vaya, ni siquiera sé cómo explicarlo. El punto es que no necesitan mi ayuda, al parecer nadie la necesita. A todo esto, ¿Sabes de qué habló?
Su amigo negó con la cabeza estando aún confuso.
—Significa que me voy, vengo a despedirme... sé que pude ayudar más, que pude haber hecho las cosas mejor, pero todo hecho está. Tienes a White de tu lado y créeme, a veces puede ser fastidioso e invadir mucho tu espacio personal con tontos abrazos...— hubo un silencio corto antes de que siguiera hablando con nostalgia. —Suele decir chistes sin sentido para que sonrías, incluso guarda una marioneta en su bolsillo para hacer bromas y te pone apodos cursis... le gusta mirar las estrellas en silencio pero en compañía, pareciera que siempre sabe cómo hacerte sentir mejor y cuando no hay nada que decir... él simplemente te da un beso— las lágrimas de Slug comenzaron a rodar por sus mejillas y una de ellas goteo por su barbilla. Los recuerdos le comenzaban a ser demasiado tristes. —De verdad Bolsa. Estás en buenas manos.
Flug tomó su mano y la sostuvo con fuerza.
—Slug... esas palabras... tú lo amas.
El héroe se sobresaltó y negó con la cabeza.
—No puedes mentirme Slug, es evidente. Anteriormente me lo habías negado, pero óyete hablando de él.
—Slys, he negado esto tanto y lo he convencido, pero ahora no me quiere ni cerca. Me ha corrido de su mansión; no pertenezco a su organización y la amistad que tenía se ha acabado. Lo amé en el pasado, pero es algo que no puede suceder. ¿Qué clase de pareja seríamos?
—¿Qué clase de pareja somos Black Hat y yo? Si yo pude hacer una relación así con el ser más despiadado entonces tú también puedes hacerlo, hablamos de White. De hecho, me recuerda al principio. ¿Recuerdas lo que te dije? Black Hat me despidió porque él pensaba que así se podría deshacer de los sentimientos que tenía por mí. Tal vez White Hat está haciendo lo mismo. Regresa con él y arréglalo antes de que sea tarde. No me importa lo que digas, lo amaste... lo amas y eso no es algo que puedas deshacer, no es algo que puedas evitar. Escucha tus palabras, estás mal por el simple hecho de no estar con él.
—Pero ya es tarde bolsita... hasta ahora me di cuenta. White ya no es el mismo y es hora de que yo también cambie... por eso me voy, como dije; quedas en buenas manos.
—No, Slug no puedes irte así, ¿Qué sucederá cuando ella nazca? Tiene que conocer a su familia... tienes que ser el padrino de mi boda, ¿Recuerdas?— dijo Flug con una sonrisa forzada, con una sonrisa disuelta en lágrimas.
Slug se levantó y también le sonrió. —Slys, lo siento. Me hubiese encantado... tal vez yo hubiese sido el que dijera "yo me opongo".
Ambos rieron.
—No es adiós total, nos veremos y tal vez más pronto de lo que imaginas. Tengo que enmendar muchas cosas y lo primero es... es pedirte perdón.
—¿A mí? No me has hecho nada malo. Bueno, nada que no pueda perdonar.
Slug se inclinó para abrazarlo sin decir más. Fue un abrazó fuerte donde trataba de enmendar el más grande error que había cometido.
Al separarse Slug señaló sus visores.
—Siempre los usaré, que me recuerden lo imbécil que he sido. Hasta pronto bolsa. Cuida de ella.
Flug no pudo decir nada más. Simplemente vio marchar a su mejor amigo.
Slug salió con la mirada agachada encontrándose enfrente a White, sin mirarlo abrió su maletín y sacó de él un frasco con una sustancia rojiza. Se trataba de la sangre de Alger. Él se la entregó sin decir nada y avanzó sacando su pistola de portales restaurada.
—¿Qué es esto?— preguntó White.
—Mi más grande error— contestó mientras abría un portal.
—No lo entiendo.
Slug se detuvo a unos pasos del portal que acababa de formarse. —Cuando dije que lo ayudaba... bueno. Ahora entenderás porqué me relacionaba con Alger... y entenderás porqué él está tan mal.
—¿Qué tiene que ver esto? ¿Por qué me lo das ahora?— preguntó mirando el portal.
—No nos veremos en mucho tiempo. Y antes de que lo digas, sí, debí decirlo desde un principio. Al menos ya no nos veremos para que me reclames.
—No comprendo de qué hablas. ¿Estás escapando? ¿De mí? Podré encontrarte en cualquier lugar de la tierra. No tiene sentido que vayas a ninguna parte.
—Ohh, no White, no estoy escapando, tú dijiste que no me querías cerca, y sabes. Este portal no va a ningún lugar de la tierra... tal vez vaya a despejar mi mente con Rick, o con ese nerd de seis dedos. Como sea. No nos veremos en un largo tiempo. Así como querías.
—No, espera... te-tenemos que hablar, aclara esto... ¡Slug!— las palabras fueron ignoradas. El joven se había ido. White apretó su mandíbula al igual que sus puños los cuales se rompieron inesperadamente dejando a vista sus garras similares a las de Black Hat.
Sacudió sus manos con sorpresa, haciendo regresar sus dedos a la normalidad. Las miró cuidadosamente ya que ese acto lo había hecho involuntariamente. Aún sostenía el frasco con la sustancia, pero la puso en su gabardina sin darle mucha importancia. Respiró hondo y entró al laboratorio.
El joven villano lo miró entrar y le habló con seriedad mientras se limpiaba las lágrimas.
—¿Qué quieres?
—Primero que nada; me alegra que despertaras, debes sentirte mejor. Estoy aquí porque tu... quiero decir, Black Hat y yo tenemos que hablar contigo— dijo sutilmente al mismo tiempo que se quitaba sus guantes rotos.
—¿Y dónde...?
—Aquí— interrumpió Black apareciendo justo a su lado sujetándole la mano. Flug se vio incómodo por eso. Aún estaba un poco enojado con él.
—Ya no tienes que mantener tu orgullo hermanito, todos sabemos que te encuentras mal, no uses tus poderes en lo más mínimo.
—Sólo habla de una vez.
El héroe puso sus manos en su espalda en una postura formal. —Flug, tu condición no es la adecuada; tu sistema no es apto para soportar una cesárea, por eso es que tuve que aguardar. Estás tan débil que si llegas a perder un poco de sangre morirías, tu cuerpo no resistiría el dolor.
—¿Tengo que aguardar más? No creo poder.
La sonrisa del héroe creció. —A todo esto, no me has comentado cuál eran tus planes.
Flug agachó la mirada y apretó la mano de Black Hat.
—Se supone que Slug se encargaría de la cesárea, que después yo mejoraría... que mi ceremonia se efectuará... mi boda...
—Eso no sucederá— interrumpió el héroe con mucha seriedad. —Es muy alta la probabilidad de que Black Hat muera antes que ella nazca.
Ambos se sobresaltaron. Flug sintió su corazón detenerse ante la idea. Si su bebé tenía ocho meses significaba que estaba hablando de días. Él volteó a ver a su pareja con la boca abierta.
—Ustedes están compartiendo una agonía. Black Hat está mucho peor de lo que imaginas, sólo que es muy fácil para él ocultarlo, ¿No es así hermanito? Por eso te urge que ella nazca. No pueden seguir así.
El demonio no contestó así que su hermano continuó.
—No se asusten demasiado. He pensado en una solución y creo que puede funcionar.
Black Hat preguntó y su hermano suspiro antes de hablar.
—Tienen que separarse.
El joven sonrió irónicamente. —¡¿Qué?!
—La decadencia de Black Hat es debido a su amor por ti. Necesito que ustedes mis tortolitos estén lejos uno de otro.
—No— habló firmemente Flug sintiendo un dolor en su pecho, lo que había dicho le hizo sentir de nuevo ese sentimiento de culpa que sentía por amarlo. —No voy a dejarlo, no ahora.
—Entonces míralo morir a tu lado, y siente tu propia muerte porque eso pasará si están juntos. No tienes más opciones. Hasta tu "amigo" renunció a esto. Ve la realidad Flug, tu tiempo y su tiempo se acaba.
—Debe haber otra forma— contestó estando sorprendido por la manera recia con la que le había hablado preguntándose si este era el dulce White Hat del que tentó se hablaba.
—Claro que las hay, pero ninguna es favorable— se acercó a ellos y respiró antes de explicar: —Puedo borrarle la memoria, a ambos. Imagina que despiertas viéndote con una pancita de ocho meses, lo primero que harás es entrar en pánico y hacer lo posible por quitártelo de encima. Borraré todo rastro de sentimiento de amor que sientes por él así que al darte cuenta de su procedencia la asesinaras o mantendrás en un tubo como si fuera otro experimento. Black, tal vez tú mejores, no es seguro. Pero al mantenerlos juntos es obvio que terminaran enamorándose de nuevo. No podría mandar al otro lado del mundo a Flug sin memoria. No sería justo para él inventarle una nueva vida y dejar a la bebé sin padres. He pensado en todo y en cada circunstancia uno sufrirá. No quiero eso. Necesito que esto funcione de la manera menos perjudicial porque justo ahora no puede nacer.
Black Hat le dio una palmadita a Flug. —¿Entonces cuál es el maldito plan?
—Bueno. Ya lo dije; separarlos. Si quieres acabar con el problema de raíz también hay otra forma, algo a tu manera— White puso una sonrisa indiferente, algo tenebrosa cuando señaló a Flug. —Odio. Compensa tus emociones, ódialo a él porque ese sentimiento es el que puede salvarte y qué mejor contra quien ha originado todo. Tiene que ser el sentimiento de repulsión más grande y maligno...
—¿White?— preguntó Flug al darse cuenta que el héroe se estaba dejando llevar, profundizando su voz tras cada palabra. El héroe sacudió su cabeza regresando a la realidad.
—Pero claro, es una tontería, eso no va a pasar. Perdón... no quería decir eso... lo que quería decir es que tiene que haber un sentimiento tan grande que compense al amor, tiene que ser algo contrario, algo que sea capaz de detener a su corazón de nuevo, hablando de la manera que no lo mate. Aunque, puede odiar al mundo entero y no mejorar porque estás tú Flug, estando tú siempre se impulsará más su cariño. Así que tiene que odiarte a ti.
—¡Jamás! Hemos peleado... pero todo mundo lo hace. Aun así, no podría pasar... ¿No podrías odiarme? ¿Cierto?— preguntó Flug mirando con una sonrisa a Black Hat olvidándose de su disgusto. Su pareja se inclinó para besarlo
—Nunca lo haría— susurró el demonio rozando sus labios.
White sonrió con rubor. —Entonces están de acuerdo. Flug, irás conmigo, estarás en mi casa y yo cuidaré de ti, yo me encargaré de tu cesárea.
El joven habló con duda. —Pero, ¿Cómo estás tan seguro de que funcionara? Anteriormente él y yo nos separamos y no creo que eso detuviera su decaimiento... una espada atravesó su cuerpo y aun para ese entonces sangraba— Flug hablaba recordando a Alger sobre el cuerpo de Black Hat. De cómo la cuchilla atravesaba su cuerpo sin piedad manchado la cara del vampiro quien disfrutaba cada ataque.
—Funcionará, ninguno de los dos tendrá el más mínimo contacto. Nada de llamadas, cámaras, mucho menos visitas. Mi casa está al otro lado del mundo y él no podrá ir. Primero porque no tiene las fuerzas para hacerlo, y segundo; me aseguraré que siempre esté aquí. Déjalo en mis manos. Se lo que hago.
El joven masculló su labio mientras que Black Hat guardaba silencio. No había dicho nada, no se había opuesto porque tras pensarlo se dio cuenta que era verdad, que no tenía otra opción. —Está bien— habló teniendo la atención de todos. —Él irá contigo.
La expresión de Flug fue de absoluta tristeza.
—Muy bien. Flug, nos iremos esta misma noche. Lleva lo que creas que sea útil. Por ahora me retiró. Creo que necesitan hablar. Aunque también recomiendo que dejes que caiga hasta la última gota de ese suero y hagas que duerma un poco— dijo antes de irse.
Hubo silencio después de que se marchara. Sólo la máquina y las respiración de Flug se escuchaba. Ambos estaban mudos, sin saber qué decir.
—No quiero irme— fue lo primero en decir, aunque Black Hat evitara verlo.
—No hay otra opción— susurró.
—Solemos inventarnos las nuestras.
Su amante le dio la cara con una expresión de tristeza. —Nunca funcionan mis opciones, él dice que no sé cuidar de ti y tiene razón.
—No, Black... puedes hacer otra cosa...
Su pareja respiró hondo antes de posar sus manos en sus hombros. —Estoy luchando por ti, incluso si signifique que tengas que estar con la persona que más detesto. Estoy luchando de la mejor manera que puedo y lo haré hasta que todo acabe. No me rendiré, aún no. Incluso cuando de mi último respiro, incluso cuando no quede nada— Black Hat se acercó más a él mirando sus ojos verdes cubiertos por las lágrimas. —No me rendiré tan fácilmente y tú tampoco lo harás.
—Basta... no lo hagas... ¡No te estés despidiendo!
—No lo estoy haciendo, nos volveremos a ver, incluso estando tan lejos me quedaré contigo, extenderé mis manos sobre la oscuridad y espero las tuyas para entrelazarlas— decía cálidamente mientras sus manos se tomaban con suavidad. —Te esperaré... los esperaré con ansia— habló bajando a su pancita para darle un beso.
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