51: Corazón

Pronto los copos de nieve empezarían a caer con más vigor, Black Hat sujetó a su amante de la mano y entraron de nuevo a la mansión. Esa noche, como era ya costumbre, durmieron juntos tomados de la mano.

Los días siguientes fueron aún mejor. Aunque afuera se llenara de nieve no era impedimento para que ambos la pasaran juntos compartiendo todo momento, sus cenas eran románticas, platicaban todo el tiempo, compartían besos y abrazos tiernos. Cada día parecían estar mucho más enamorados, más atentos uno del otro. Demencia comenzaba a acercarse a ellos de nuevo tolerando su romanticismo, aún estaba triste, pero parecía aceptarlo lentamente, además, cada vez que estaba cerca de Flug no podía evitar tocar su vientre haciendo decenas de preguntas las cuales Flug respondía únicamente para no ser molestado.

5.0.5 jugaba con su papá siendo cada vez más curioso con el nuevo integrante de la familia, a veces iba corriendo con Flug con una gran sonrisa y con sus patitas llenas de sus peluches como obsequio a la bebé, el chico se emocionaba y llenaba de besos su carita peluda agradeciendo los regalos.

Black Hat le llevó un par de cuerpos, cadáveres de héroes que habrían tenido un terrible final. Flug los devoraba por completo. El instinto de comer carne humana, de saborear la sangre era algo que ahora ya no le daba repulsión, es más, lo disfrutaba demasiado sin mencionar que a Black Hat le gustaba darle besos, limpiaba todo rastro de sangre de sus labios y deslizaba su lengua en el interior de su boca de una manera erótica.

El científico continuó con su trabajo. Con ayuda de los robots pudo confeccionar una incubadora y darle los últimos toques a la habitación de su bebé. Black Hat a petición de su amante de darle un toque personal acomodó un arco en la cuna donde colgaba algunos murciélagos negros de cristal. Ciertamente no lo hizo con cariño, aún era un poco indiferente con respecto a la bebé y lo hacía únicamente para ver feliz a Flug.

Slug fue a la mansión e hizo lo mismo de siempre; inyectó la sustancia, habló sobre la preñez la cual iba bien y le dio un obsequio antes de irse. El chico lo agradecía con felicidad encantado de que faltara tan poco tiempo para que diese a luz.

꧁꧂

Un día Flug  llevó a su novio al laboratorio. Black Hat fue con él caminando lentamente a su lado sosteniéndolo de su cintura, Flug caminaba con cuidado. A veces se contraía por dolores inesperados pero trataba de que su novio no lo notara.

Una vez en el laboratorio Flug sacó varios recipientes los cuales contenían líquidos de diferentes colores y densidades.

—Son los resultados más aceptables que he tenido— dijo con nerviosismo mientras jugaba con sus dedos, luego le indico que tomara asiento. —Quiero que los pruebes y me digas cuál crees que ayude.

Black Hat alzó una ceja, él quería decir que pensaba que eso era realmente tonto e necesario pero la voz de Flug estaba tan llena de esperanza que no quiso hacerlo sentir mal. Tomó el primer frasco y sin dudarlo bebió todo su contenido, Flug esperaba su respuesta con ansia.

—Esto sabe a agua de grifo— dijo Black Hat lanzando el excipiente de cristal.

Al esperar algunos segundos Flug cogió otro. —Qué te parece este— dijo ofreciéndole el recipiente.

Bebió de su contenido y enseguida lo escupió con asco. —¡¿Qué demonios es esto?! Sabe horrible.

Flug meneo la cabeza y suspiró, cogió otro reciente y se lo dio.

—Flug, esto no está funcionando.

—Inténtalo, tardé mucho tiempo en prepararlos.

—No ayudará—contestó Black Hat mirando el contenido viscoso del tercer recipiente.

—¿Puedes hacerlo por mí?

El demonio asintió de una manera resignada y bebió de todos los frascos. Flug lo miraba con curiosidad mientras hacía rápidas anotaciones. —Se supone que deban actuar casi de inmediato. ¿Te sientes mejor?

—No.

El chico dio una expresión de pesar y tomó asiento al lado de Black Hat mientras se llevaba la mano a la cara y otra a su abdomen.

—Ya no sé qué hacer.

Black Hat tomó su mano y le dio una sonrisa tratando de consolarlo. El chico sujetó su mano con fuerza, pero evito verlo. Él no se iba a resignar.

Black Hat salió del laboratorio, tenía asuntos que arreglar. Flug dijo que tenía que seguir analizando sus pociones y se quedó sentado frente a su escritorio modificando ecuaciones.

Cuando Black Hat iba en dirección a su oficina se detuvo en medio de las escaleras, dio un repentino quejido de pesar y llevó de inmediato su mano hacia su pecho. Estaba sintiendo un fuerte dolor. Sabía que no era debido a aquellas pociones de Flug sino a su lenta muerte. En las últimas dos semanas su malestar se agravaba y no lo entendía, en los últimos meses todo era tan lento, sus síntomas aparecían de manera silenciosa, sin embargo, ahora que demostraba su amor por Flug, ahora que era dulce y cariñoso parecía que su agonía era más rápida. Era como si al ser más afectuoso su debilitamiento fuese más rápido porque tras cada vez que actuaba romántico con él su malestar aparecía.

Tomó una gran bocanada de aire luego se incorporó en su postura recta, siguió subiendo las escaleras con ayuda del barandal. Tenía que actuar normal y seguir ocultando lo mal que se sentía así como lo había hecho por tanto tiempo, no le gustaba parecer débil y menos ante Flug, su querido no tenía que preocuparse demasiado y mientras pensara que su estado era más o menos bueno bastaba.

Cada vez era más cariñoso, más atento con Flug, amaba estar a su lado, aunque al final del día se sentía tan agotado, tan débil que apenas podía mantenerse despertó. Cuando le decía "te amo" a Flug se sentía tan feliz y gozoso, sentía un cosquilleo en su estómago, una emoción indescriptible. Pero, no después de mucho ese dolor en el pecho se hacía presente, ese mareo y dolor de cabeza lo abrumaba.

Justo al estar al final de las escaleras miró a ambos lados, y decidió no ir a su oficina como lo planeaba. Caminó a su habitación y estando ahí se aflojó la corbata, se quitó la gabardina junto con el saco, se despojó de sus guantes negros, de su monóculo y de su sombrero dejando así a la vista su bombín. Se dejó caer en la inmensa cama y dio un bufido de cansancio luego se sobresaltó de nuevo por el dolor en su pecho. Maldijo para sí mismo de una manera abrupta, luego se recostó, meneó un poco su mano y su sombra se levantó lentamente formando su bastón. Al menos era bueno que pudiese tener control de las sombras y su magia.

Miró hacia la cómoda y con uno de sus extremidades oscuras cogió su periódico, al ver la portada noto que esta hablaba de él, de cómo es que su presencia en la villanía era nula y de cierta manera se burlaban de su relación con Flug. Apretó los dientes con enojo, machacó el papel y entre sus manos se incineró. Se acomodó de lado cruzando los brazos mientras meditaba, su mirada era fija a los visores de Flug, desde aquella cena romántica en la primera nevada el chico dejó de usar la bolsa y los lentes, así como se lo había pedido. Cerró los ojos y en cuestión de minutos quedó dormido.

Después de un par de horas de trabajo Flug subió a la habitación y sonrió al ver a Black Hat dormido, no quiso molestarlo así que simplemente se cambió de ropa poniéndose una cómoda pijama, se recostó al otro extremo de la cama descubriendo su abdomen el cual era prominente. Él comenzó a acariciarlo tarareando un poco.

Back Hat se dio cuenta de su presencia al oírlo cantar, no lo había escuchado entrar, pero su voz suave lo despertó. Fue incomodo ver a Flug acariciando su pancita con tanto afecto, él estaba dispuesto a levantarse y marcharse, pero Flug le habló.

—No me has preguntado pero, nuestra bebé ha estado muy bien, ha crecido mucho, se mueve bastante. He notado que le gusta que le hable y le cante, da pataditas muy fuertes cuando lo hago... ¿Quieres tocar? — preguntó con timidez.

Black Hat parpadeo rápidamente y luego, con timidez alzó su mano acercándola a su vientre, pero, sólo a unos centímetros de poder tocar se detuvo.

—Tengo cosas que hacer— dijo y los labios de Flug cayeron en una mueca triste.

—Está bien, pero... nunca te has detenido a sentir sus pataditas, es una sensación muy emocionante.

Black Hat quien ya se había puesto de pie y puesto su monóculo, así como su sombrero bufo en rendición, se acercó a él y miró su abdomen. Él se inclinó lentamente y a diferencia de la petición de Flug, de sentir sus movimientos, Back Hat posó su mejilla con cuidado sobre su abdomen con su mirada hacia él.

La sonrisa de Flug fue enorme, Black Hat estaba tan calmado reposando su cara en su abdomen mirándolo tan apaciblemente, ambos sintieron el movimiento de la nena y para Flug fue encantador, su nena pronto llegaría y su querido parecía comenzar a tenerle afecto, sentir a su bebé y el rostro cálido de Black Hat contra su piel le ponían tan feliz...

"Espera", se dijo Flug mientras esa alegría se iba y fruncía el ceño.

—¡Black Hat! — gritó mientras el demonio se apartaba sin saber el porqué de su repentino pánico.

Flug sujetó a su amante de la mano teniendo aún más sorpresa, lo atrajo a él y tocó su frente.

—Tú piel... ¡Tú piel es cálida!

Black Hat se sorprendió y tomó la mano de Flug que se hallaba en su frente.

—¿Cálida?

—Amor, ¿Te sientes bien? Esto no es normal— habló Flug titubeante.

—Estoy bien— mintió Black Hat mientras se apartaba.

—No, e-esto no está bien... ¿Es debido a mis pociones? ¡Dime! Por favor.

—Sabes a qué se debe Flug.

—Significa que estas peor de lo que imaginé, no debí detener mi trabajo— dijo con seriedad mientras trataba de levantarse, pero Black Hat lo tomó de los hombros y lo acostó evitando que se moviera.

—Te quedarás aquí y dormirás. Tal vez sea un síntoma peculiar, ¿Y eso qué? No es nada grave.

—¡No hables de eso como si no tuviera importancia! Por algo decidiste venir aquí, estás cansado, puedo notarlo. Ahora tu piel es cálida, eso es algo para preocuparse— Flug se levantó con dificultad y tomó su mano para llevarlo de nuevo a la cama, pero Black Hat se opuso.

—No iré a ninguna parte. Me encuentro bien... no quiero discutir contigo Flug...sólo déjame en paz— habló escondiendo su frustración, luego se retiró.

Flug suspiró pesadamente y tomó asiento en la cama. —Creo que nos esconde algo— le dijo a su vientre mientras ladeaba la cabeza.

Al otro día, por la mañana, Flug desayunaba frente a Black Hat quien sólo daba ligeros sorbos de su taza elegante y hundía la mirada en el periódico.

—¿Ehh, amorcito?

—¿Qué?

—Pensaba que tal vez hoy podamos pasarla juntos... hace mucho que te ausentas todo el día.

Black Hat bajó su periódico y alzó una ceja, él creía lo mismo así que asintio. —Está bien.

Flug movió sus manos con emoción. Se levantó y caminó hacia la puerta. —Ya planeé todo el día, sólo esperaba que dijeras que sí y...

El científico dejó de hablar al escuchar la taza de porcelana romperse. De inmediato volteo y vio a Black Hat que se recargaba en la mesa, sus rodillas se doblaban, con una mano se recargaba en la mesa mientras que con la otra se oprimía el pecho. Cuando se habría sostenido de la mesa la taza rodó y cayó al suelo.

Flug miró como su amante respiraba con dificultad y de inmediato se acercó a él con total preocupación ayudándolo a incorporarse.

—Jefecito...

Black Hat envolvió sus brazos en el chico mirándolo directamente, parecía que tenía algo que decir pero no pudo hablar ya que sus ojos se cerraron y cayó entre sus brazos de Flug. El científico apenas pudo sostenerlo estando lleno de impresión y pánico. Black Hat había perdido la conciencia.

꧁꧂

Clemencia, Slug y White  estaban frente a la mesa disfrutando de su desayuno, bueno, lo hacía Slug y la chica porque White Hat no había tocado su plato. Él tenía las manos entrelazadas mirando fijamente su desayuno.

—¿Qué te molesta?— preguntó Slug notando su seriedad.

—Oh, nada, es sólo que tengo un extraño presentimiento— contestó tocando su pecho.

—¿Un presentimiento, sobre qué?

—No sabría explicarlo bien... pero, es debido a... a mi hermano.

Tanto Slug como Clemencia dejaron de comer y guardaron silencio.

—Seguro ese malandro está cometiendo alguna fechoría ahora mismo o está pensando en hacer una, no deberías preocuparte, detendremos sus planes como siempre.

—No. Me refiero a que... siendo hermanos compartimos un lazo, y tengo el presentimiento de que algo le ocurre.

—Jefe, eso no es posible. Mejor deberías pensar en tus responsabilidades. Vas tarde para tus misiones.

—Es verdad. Y no desayuné, que grosero de mi parte. Clemencia, ¿estás lista?

La chica bebió lo restante de su leche con chocolate y asintió poniéndose de pie.

—Tenemos que irnos, Slug, ve y duerme. Estuviste toda la noche despierto terminando los pedidos de esta semana. Merecer descansar a gusto.

—A la orden jefe— respondió Slug, White Hat se levantó y se acercó a él para darle un beso en la frente lo que tomó por sorpresa al joven. Slug no dijo nada, simplemente se ruborizó al mismo tiempo que Clemencia daba una ligera risilla.

Ambos se fueron y Slug partió a su habitación. Era verdad lo que dijo White Hat. Él había pasado toda la noche despierto y era buen momento para descansar. Se recostó en su cama con las manos extendidas cuando de repente vio su maleta, él sacó su contenido observando un tubo de cristal que contenía la sangre de Alger. El mantenía esos recipientes en especial cuidado cuidando de su contenido en un estuche especial para su contención.

Al ver que era el último supo que pronto tendría que ir con Alger y tomar más de su sangre, hacer la rutina de siempre; fingir que nada estaba mal cuando se sentía tan culpable de reunirse con el vampiro, de engañar a su jefe y a su amigo.

Metió el frasco de nuevo al contenedor especial y luego a su maleta. Llevó sus manos a su rostro y pensó en qué terminaría todo eso. Sus pensamientos abrumadores terminaron cuando su teléfono comenzó a vibrar, él lo tomó y quedó asombrado al ver que la llamada era de Flug.

—¿Hola?

"¡Slug!"

El científico tuvo que apartar el teléfono de su oído un poco ante el grito.

—¿Qué ocurre, estás bien?— preguntó comenzando a alarmarse creyendo que se trataba de una emergencia con su bebé.

"¡Necesito que vengas! ¡Ahora!". Flug hablaba con prisa, lleno de exigencia.

—Pero... ¡¿qué pasa?!

"¡Maldita sea Slug! Sólo mueve tu trasero y ven aquí". Fue lo último en decir antes de colgar.

No pudo entender a qué se debía el pánico de su amigo y no se quedó a meditarlo, sino que de inmediato se levantó poniéndose su bata y tomando su maleta. Bajó corriendo hacia su escritorio y tomó un par de cosas que creía necesarias. Buscó entre sus cajones hasta al fin encontrar una especie de pistola, la cual era de color gris, de aspecto sencillo y con la peculiaridad de tener una bombilla que irradiaba una luz verde.

Introdujo las coordenadas dándole unos golpecitos al instrumento que parpadeaba como si estuviera descompuesto

—¡Mierda! Odio usar esta porquería— dijo mientras apuntaba hacia la pared más cercana. No tenía opción, necesitaba llegar urgentemente con Flug sin importar que su jefe notara su ausencia, sin importar que Black Hat quisiera matarlo.

Apretó el gatillo y un portal verdoso se abrió de inmediato, respiró ondo y saltó en él. Un segundo después se encontraba en medio de la sala de la gran mansión. El héroe llevó su mano a su boca evitando dar una arcada, su estómago se había revuelto y estaba un poco mareado, pero ignoró sus síntomas y se enfocó en buscar a su amigo.

El lugar se encontraba en total silencio y en penumbra como siempre. Slug miró a su alrededor y gritó el nombre de Flug. Enseguida el científico, quien estaba en la sima de las escaleras le contestó. El héroe subió enseguida haciendo todo tipo de preguntas con ansiedad.

—Slys, ¿Estás bien? ¿Qué ocurre?

—¡Cállate! N-no se debe a mí, se trata de Black Hat.

El héroe abrió la boca sin decir nada, ladeo la cabeza y exclamó con voz fuerte. —¡¿Qué!? Creí que te encontrabas mal, me hiciste venir de prisa sólo por nada ¡¿Qué demonios te pasa!?

Flug lo tomó de la mano y comenzó a caminar lentamente llevando su otra mano a la espalda. —No tengo a nadie más y creo que puedo confiar en ti. Escucha bien; Black Hat está enfermo, su estado se está deteriorando...se supone que nadie lo tiene que saber, pero ha estado empeorando y nada de lo que hago resulta— Flug le contó todo sobre el malestar de Black Hat y su amigo tuvo que fingir sorpresa. Él sabía que Black Hat no era el mismo de antes pero no creyó que empeorara tan pronto, mucho menos que Flug se traga su orgullo para pedirle ayuda.

Ambos llegaron ante una puerta elegante, al lado estaba 505 notándose preocupado.

—¿Qué hace él aquí? — preguntó Slug señalándolo.

—Él cargó a Black Hat a su habitación... no le vayas a decir eso.

—Espera, ¿Esta es la habitación de Black Hat?

—Sí, entra, él está en cama... está inconsciente, ambos estábamos desayunando y él sólo...se desmayó sin razón alguna. Traté de darle algo que le ayudara, pero no he logrado que despierté. No sé qué hacer— Flug comenzó a llorar. —Tú creaste ese suero que ha resultado excelente, por favor, trata de ayudarlo.

—Es algo muy diferente bolsa, él es un demonio.

—Por favor. Slug, te lo estoy rogando— dijo el científico mientras tomaba el brazo de su amigo y apretaba fuertemente.

El héroe asintió tras ver el rostro de chico lleno de lágrimas, sus labios temblaban y sus ojos verdes eran suplicantes. Flug abrió la puerta y su amigo entró cerrándola detrás suyo. El osito se acercó y abrazó a Flug lamiendo su mejilla, el chico le dio un fuerte abrazo acariciando su pelaje azul.

Slug entró a la habitación que, como el resto de la mansión era sombría, noto que el cuarto era exageradamente enorme. En el suelo había una alfombra carmesí, del mismo color que los muebles. La pared estaba adornada con increíbles objetos de valor, y la cama, la cama era enorme. En ella se encontraba Black Hat, acostado sobre las sábanas negras con detalles rojizos.

"No puedo creer que este aquí" se dijo mientras tragaba saliva con pesadez. Se acercó apretando su maleta con nerviosismo. Cuando estuvo frente a la cama noto que el demonio respiraba lentamente, su sombrero de copa estaba desalineado y no contaba con su monóculo. También vio que en la cómoda se encontraba una bandeja con algunos recipientes y agujas que seguramente usó Flug para administrarle algo que pudiera ayudar.

Hubo un largo silencio, no había más que los sonidos del respirar del demonio. Slug estaba sorprendido de ver a Black Hat tan inmune, se acercó aún más y con cautela tocó el pecho del mayor villano, luego de un largo tiempo dio un salto de impresión mientras daba unos pasos atrás.

Dejo soltar su maletín y negó con la cabeza. "N-no puede ser", pensó mientras sus ojos se abrían en totalidad. Lo que había sentido al tocar su pecho no había sido más que el latir de Black Hat. Su corazón, un corazón dentro de él latía de manera acelerada.

Todo tipo de ideas dieron vueltas en la mente del joven, luego, una sonrisa siniestra se formó en su rostro, Slug abrió su bata de laboratorio y de ella sacó una daga. Un arma de las cuales siempre llevaba consigo. Apretó con fuerza la empuñadura y se acercó de nuevo a la cama. Esta era su oportunidad. Su anhelación de acabar con Black Hat se cumpliría por fin.

Cuando estuvo al lado del villano alzó su mano y luego la dejó caer con fuera directamente a su pecho, directamente a su corazón. Pero la hoja filosa no tocó al villano. Black Hat había tomado la mano de Slug deteniéndolo y luego abrió los ojos con furia dándole una mirada asesina.

El chico sintió como un escalofrío recorrió su cuerpo mientras que Black Hat sostenía su mano con fuerza.

—Tú...

La voz de Black Hat era demoníaca, aquella única palabra la había dicho con un tono de furia siendo arrastrada entre un gruñido. El demonio de inmediato se fue contra él cayendo los dos al suelo. Slug aun sostenía la daga evitando que Black Hat la hundiera en su cuello.

—E-escucha... Flug está tras de esa puerta, si me haces daño...

—¡No me importa!— gritó, luego apretó los dientes con furia.

—Bien, entonces él también morirá. Soy yo la razón de su bienestar, es por mí que no se ha sentido mal en tanto tiempo. ¿Te arriesgarías a que todos sus síntomas regresen, o peor aún, que muera al tener a su bebé?— Slug habló con intención de convencerlo, creía que Black Hat cuidaba de Flug y de su bebé sólo por el hecho que necesitaba a un descendiente y la vida de su amigo para que sanara. 

Black Hat entrecerró los ojos y pasó la navaja por la mejilla de Slug haciendo un ligero corte en ella. No sabía qué hacer, no soportaba el chantaje pero si era verdad, si Slug ayudaba a su amante no tenía otra alternativa. Fuera de  eso, significaba que Flug  había esto recurriendo al héroe. Eso lo puso aún más enojado.

 —Y qué ganarías con mi muerte.  Una simple arma como lo es esta cochinada no podría hacerme daño, mucho menos asesinarme— dijo levantándose y doblando la daga por la mitad. 

El chico evitó sonreír ante su triunfo. 

—Yo no diría eso, Flug me llamó para ayudarte, pero a parecer lo que pasa es que su corazón está latiendo. Lo comprobé, creo que al tener corazón eres más mundano, eres 'débil'. Si mueres sería algo muy bueno para el mundo entero, en especial para Flug... no permitiré que le hagas daño.

Black Hat asimilaba todo lo que le decía y por último lanzó el cuchillo y tomó asiento en la cama sin quítale la mirada. —¿Hacerle daño? — preguntó con voz suave. —No le haría daño a Flug, nunca lo lastimaría.

—¡Ja! Por supuesto— exclamó con sarcasmo. — ¡Sé lo que tramas, desgraciado! ¡Mírate! Eres un moribundo, es obvio que necesitas una nueva 'carcasa', así es como los llamas ¡¿Cierto?! Para ti las personas son sólo sacrificios o títeres aduladores que te gusta manejar.

Black Hat rió levemente. —Si quisiera el cuerpo humano de Flug ya lo hubiera consumido antes...

—Pero no lo has hecho, porque necesitas a la bebé. Por eso lo proteges, necesitas a su hija después de eso te desharás de él.

Black Hat siguió riendo al escuchar las tontas teorías del héroe luego habló reciamente. —¡Escucha maldita perra! ¡¿Cómo te atreves a decirme tales estupideces?! ¿Acaso no te ha quedado claro? ¡Yo lo amo! — Black Hat gritó lo último con tal ímpetu que Slug no se atrevió a decir nada más. Aunque luego de esto el demonio se quejara y oprimiera de nuevo su pecho.

—No, no lo amas...Black Hat jamás llegaría a amar.

—Seguramente eso te ha dicho el estúpido de White Hat. Cree lo que quieras, no me importa, sólo... no te metas en mi relación con él.

Slug miró a Black Hat de pies a cabeza preguntándose si en realidad se trataba del villano que tanto se hablaba ya que no parecía la misma persona que había visto la primera vez. Incluso la copia de imagen que hizo su jefe parecía más terrorífica.

—¿Hablas enserio, de verdad lo amas?

Black Hat lo miró y asintió lentamente.

—Pero. Esto no tiene sentido, por qué... ¿Por qué estás enfermo?

La respuesta de Slug se respondió de inmediato en su mente; Black Hat en realidad estaba enamorado, tan enamorado que su naturaleza rechazaba ese sentimiento. Su primera teoría siempre había sido verdad, tal como había pasado con White una vez, él estaba muriendo por hacer lo contraria su ser. Ahora comprendía lo idiota que fue, él mismo había formado teorías tontas con respecto a eso y por su negación a creer que Black Hat pudiese amar. Sobre todo, había creído en las mentiras de Alger.

Slug recogió su maleta, aún tenía mucho que pensar pero la mayoría de las cosas estaban claras ahora. —Yo... hablaré con Flug, no tienes que preguntar sobre White, él no sabe nada y no lo sabrá.

Cuando Slug salió de la habitación Black Hat agacho la mirada con tristeza, apretó su ropa sobre su pecho y suspiro. Ahí estaba, el latir de su corazón, el palpitar evidente de su amor.

Flug se acercó de inmediato a Slug. —¿Lo revisaste? ¿Él va a estar bien?

—Sí, él despertó.

Un brillo apareció en los ojos del chico. —¡Eso me alegra! Espera, ¿tienes sangre?— preguntó tocando su mejilla, había un leve corte en ella por la navaja.

—Todo está bien, sólo dime; ¿Por qué no me contaste esto desde el principio?

Flug hundió los hombros. —Creí que podría arreglarlo, pero, al parecer soy tan imbécil como para ayudarlo... él dijo que estaría bien, que sería algo lento.

—Bolsa, tengo que hablar directamente contigo; Black Hat tiene palpitar, significa que tiene un corazón... significa que una herida a ese órgano podrá matarlo.

Flug abrió los ojos en asombro —¿Tiene...corazón? Él carece de uno, es un ser indestructible sin debilidad. ¿Cómo es posible que ahora tenga un corazón?

—Tal vez... tal vez siempre lo tuvo, sólo que no latía... no lo sé. Sinceramente si tú lograste engendrar a un bebé no es tan sorprendente que él tenga corazón.

El científico llevó sus manos a su cuero cabelludo despeinando su cabello con frustración. —No...él no puede...— hablaba titubeante y con la mirada perdida.

—¿Esto empezó desde hace mucho?— preguntó el héroe.

—Jamás me di cuenta, jamás me dijo nada al respecto, sólo mencionó que moriría... ¡Esto no puede estar pasando! Se suponía que yo iba a encontrar una cura, que mejoraría, primero su piel cálida y ahora esto. ¡¿Por qué no me dice nada de su malestar?!

Slug tomó los brazos de su amigo y lo obligó a verlo. —¡Tienes que calmarte! Tú le escondiste lo de tu bebé por meses, ¿crees que iba a decirte lo que le sucede? Claro que no. Ese sujeto es orgulloso y jamás dejaría a la vista una debilidad así.

—P-pero... ¿Significa que es tarde? ¿N-no puedo hacer nada por él? — preguntó con su voz quebrada y con sus mejillas empapadas con lágrimas. Su amigo negó.

—...Yo, no lo sé bolsita. No lo sé.

Flug cambio su expresión triste por una de enojo, quitó sus manos del agarre de su amigo y lo empujó. —¡Vete!

—Flug...

—¡No! ¡he dicho que te vayas! — gritó señalando hacia las escaleras. Slug comprendió la histeria de su amigo y se retiró, tenía que darle tiempo, pues al final de cuentas no podía hacer nada por la persona que amaba. Slug no dijo más y se retiró.

Flug quedó de pie llorando, 505 se acercó a él con tristeza y Flug negó. —Déjame solo nene...

El oso azul bajó sus patas y se alejó con su carita triste. 

Flug abrió la puerta y vio a Black Hat recostado. El avanzó titubeante hasta estar a su lado y en cuanto estuvo con él tomó la bandeja con sus pociones en las cuales había trabajado tanto. Lanzó la bandeja contra la pared cercana haciendo que los cristales salieran volando y estrellándose al caer, la bandeja golpeó con fuerza la pared provocando un gran estruendo.

Black Hat vio su acto sin decir o hacer nada. Los labios de Flug temblaron y habló con voz cortada. —¿P-por qué? — la pregunta estaba llena de tristeza, llena de pena y desconsuelo que a Black Hat le estremeció escucharlo.

—¡¿Por qué no me dijiste?!— habló de nuevo mientras cerraba fuertemente sus ojos.

Black Hat tomó su mano y lo ayudó a acostarse junto a él. Flug comenzó a llorar cuando Black Hat lo abrazó en la cama. Flug se acurrucó en su pecho sintiendo el calor de su cuerpo, escuchando el latir de su corazón. Cerró los ojos y se acercó lo más que pudo a él. En un momento ambos se miraron directamente a los ojos, no tuvieron que decir nada, no tenían que decir nada más. Black Hat se acercó llevando su mano por debajo de su camisa para acariciar su vientre mientras le daba un tierno beso en los labios.

Flug correspondió al beso mientras de sus ojos caían lágrimas, un sinfín de sentimientos se juntaron en él y todo estalló. Sentir el corazón de Black Hat latir contra su pecho y sentir el suyo romperse porque, porque entendió que no podía hacer nada ahora. Tendría que dejarlo ir. 

꧁________꧂

NOTAS

Eso fue sad :'c Flug aceptó la muerte de su amorcito, Slug comprendió que BH si ama a su compa, la historia avanza y esto se pone bueno.... y  adivinen con quien Slug tendrá que aclarar unas cosillas.....jaajaje!   

...pos claro, con Alger. 

Nos vemos a la proxima ;) Gracias por leer mi fic. Ahora vamos más de 140 mil palabras y 52 caps en total, y me di cuenta que llegó a 50 mil vistas :') me da un no sé qué de felicidad, de que les gusten mis historias todas cutres. Ay que los amo! 



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top