47: Profecía

Bien, la última parte de este capítulo es muy loco y sin sentido (no se burlen) 

 espero que les guste :3

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La puerta principal se abrió lentamente y Slug entró cuidando que sus pasos no hicieran ruido, el lugar estaba a oscuras y si tenía suerte podía llegar a su habitación sin problemas, pero no fue así. La sala se iluminó en un segundo y White Hat apareció frente a él.

—Que bueno que regresas con bien— dijo juntando las manos y sonriendo con carisma.

El chico quedó paralizado, White Hat era la última persona a la que quería ver.

—White Hat... qué haces aquí...

—¿Aquí, en mi casa?

Slug rodó los ojos. —No, no, digo, aquí, esperándome.

—Me tenías preocupado... siempre me preocupo cuando te vas, más ahora que vas con...

El héroe habló incómodo hundiendo sus hombros cada vez más, Slug sabía perfectamente que era debido a lo que sabía sobre Flug y si no lo conociera bien diría que lo había estado esperando ansioso para saber la verdad.

—¿Así que te preguntaras sobre... sobre mi amistad con Flug Slys?

—Sí, pero ciertamente ahora no sé qué pensar, lo primero que necesito saber es si has estado en contacto con mi hermano— preguntó dando un paso al frente para mirarlo directamente a los ojos, aunque estos se escondieran detrás de sus anteojos negro. Slug se sintió incomodidad por la mirada y evito verlo.

—No, dije que estoy ayudando a Flug, sólo me acerco a él, no he visto ni por un instante a Black Hat.

—Bien, eso me alivia, ahora cuéntame todo sobre tu "amigo". Lo medité mucho y aun me cuesta entenderlo porque nunca he sabido que tengas un amigo, no te gusta socializar, no sales del laboratorio o de tu habitación... no creí que aun tuvieras un gran interés por la villanía...

—White Hat, no quiero que lo malentiendas. Mi amistad con Flug comenzó desde mucho antes de conocerte, tuve una vida antes de llegar contigo, no sabía que él terminaría siendo un subordinado de Black Hat. Lo que quiero decir es que no, no tengo interés en la villanía y que él sea mi amigo no significa que vaya a ser un villano de nuevo. Lo único que quiero hacer es que ese demonio no tome su cuerpo y su alma como lo ha hecho con todos esos jóvenes que escoge. No quiero que muera.

—Pero, una amistad así no puede funcionar ¡Él es malo! Es un psicópata, deberías capturarlo y entregarlo ante la justicia.

—Hace mucho tuvimos una conversación sobre eso, sabes, él no se mete en mis asuntos y yo no lo hago con los suyos.

—P-pero Slug.

—¡White Hat, él es mi amigo, mi mejor amigo y tengo que ayudarlo!

Su jefe se quedó en silencio ante el repentino cambio de tono del chico quien parecía molesto.

—...Creí que yo era tu mejor amigo— contestó agachando la mirada.

Slug suspiró, acomodó sus anteojos y habló con más tranquilidad:

—Jefe, Flug es una persona muy significativa para mí y ahora corre peligro, tengo que ayudarlo, de eso se trata ser héroe ¿no? Además, antes de que me fuera dijiste "ayúdalo", no te retractes de tus palabras.

—Lo sé, sé lo que dije... pero incluso yo puedo arrepentirme. Nunca impediría que ayudes a alguien, pero, se trata de un villano, uno despiadado y sádico. Él eligió su destino al servir a Black Hat... no será una gran pérdida— dijo White Hat con pesar en sus últimas palabras.

—¿Te estas escuchando? ¡Estás aceptando una muerte!...¡Yo no permitiré que Black Hat acabe con su vida!

—Eso pasa al final con cada uno de sus ayudantes, escucha Slug... no lo ayudarás.

El chico apretó los puños tan fuerte como su mandíbula. —Él es mi amigo y voy a ayudar. Eso es lo que me has enseñado, ¿Ahora resulta que estoy haciendo algo malo?

—¿Y qué vas a hacer? Lo vas a ayudar y después de eso qué, seguirá siendo un villano, uno de los peores, dudo que al igual que tú él pueda cambiar... lo correcto es que personas como ellos estén en prisión.

—Me diste a mí la oportunidad de cambiar, tal vez él lo haga.

—No, una vez que has entregado tu alma a Black Hat no hay vuelta atrás... así que te prohíbo que veas de nuevo a Flug Slys, te prohíbo que vayas a Hatsville— habló con firmeza en sus palabras.

White Hat estaba seguro de lo que decía, él temía que Black Hat supiera del cariño por Slug y que por lo tanto intentara lastimarlo, si era así no podría soportarlo. Además, jamás había visto personalmente a Flug Slys, pero sabía de su trabajo y de su crueldad como villano, Flug no era de las personas que se arrepentían de sus crímenes y se le atribuía muy bien su nombradía de "científico loco".

—¡No puedes hacer eso! ¡No eres nadie para prohibirme que hacer!

—Lo soy Slug, ¡Soy tu jefe y como tal, te lo ordeno!

White Habló de manera prepotente y firme, Slug abrió la boca para hablar, pero enseguida se forzó a callar, únicamente dio un grito ahogado de frustración, le dio la espalda y subió las escaleras a su habitación dando un fuerte portazo. 

Al estar dentro tomó sus anteojos y los arrojó al suelo pisoteándolos con coraje, luego dio un golpe tan fuerte en la pared dejando un gran agujero en ella. Sus respiraciones eran profundas demostrando que en verdad estaba furioso.

Al darse vuelta se sobresaltó al ver a Clemencia en su habitación.

—¡¿Qué haces aquí?! ¡Odio que entren a mi habitación!

—Hermano... quiero hablar contigo.

—Yo no quiero hablar con nadie, ¡Vete!

—Slug, necesito saber por qué actúas así... sabes que White Hat es demasiado sensible y parece que te empeñas en hacerle daño, acaban de pelear ¿cierto?

—¡Eso no te importa! ¡He dicho que te vayas!

—¡No me voy a ir! ¡¿Qué es lo que te pasa?!

—No me sucede nada, y si no te vas tendré que echarte yo mismo.

—Escúchame, tienes que disculparte con White Hat, él te ama y por eso acepta todas tus tonterías, pero yo no voy a permitir que lo trates mal, ¡Él no lo merece!

—¡Te lo advertí!— gritó Slug ignorando las palabras de la chica. Él la tomó de su largo y colorido cabello y la arrastró hasta la puerta llevándola fuera. La cchica se quejaba pero no pudo hacer nada, una vez fuera acaricio su cabello y miró al fondo de las escaleras donde White Hat la observaba con tristeza, ella suspiró y fue a su lado.

Slug se recargó en la puerta luego se sentó en el suelo, las palabras de Clemencia hacían eco en su mente: "él te ama".

—Pero yo no, yo no lo amo, no debo, ya no— se decía mientras limpiaba una lágrima de su mejilla odiándose a sí mismo por ser tan sentimental. Jamás aceptaría sentimientos hacia White, eso era algo que siempre se diría.

Sin embargo , no quería sentirse culpable por la tristeza de White Hat y ciertamente tampoco le gustaba pelear con él, pero por ahora no tenía opción. No iba a decirle toda la verdad sobre Flug, sin importar qué. Tampoco dejaría a su amigo morir en manos de Black Hat así que tendría que desobedecer a su jefe.

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Flug estaba de pie junto al escritorio de Black Hat leyendo y ordenando hojas cuando de repente sintió como las manos de Black Hat se deslizaban por debajo de su camisa llegando a su pecho luego lo atrajo contra él dándole un abrazo.

—Te he dicho que no trabajes— habló contra su oreja.

—T-te ayudo con el papeleo, sé que odias hacer esto y para mi es algo que me resulta fácil.

—Deberías estar en la cama, yo puedo ocuparme de eso.

—Me siento muy bien, además, quiero ayudarte jefecito, me siento inservible estando en cama todo el tiempo. Yo solía hacer esto, incluso no dormía en días debido al trabajo ¿lo recuerdas?

Black Hat recargó su barbilla  en hombro de Flug poniendo más fuerza en su agarre.

—Mis sirvientes, ellos son los únicos que deben laborar por mí hasta el cansancio, hasta que sus manos sangren y deseen estar muertos, eso es lo que los infelices y desgraciados merecen. En cambio...— Black Hat comenzó a darle ligeros besos a Flug en su cuello, el chico inclinaba su cabeza ofreciendo más de sí con una sonrisa debajo de la bolsa de papel.

—...Eres superior a todos esos miserables... eres fascinante, eres lo que necesito.

Para el científico esas palabras eran tan cautivadoras, ahora Black Hat decía palabras tan románticas que no parecía ser él en realidad. Su amante llevó una de sus manos por debajo de la bolsa tomando la mejilla de Flug la cual estaba caliente por su rubor, se acercó a él lentamente subiendo la bolsa al mismo tiempo. El chico estaba ansioso por ese beso romántico pero se sobresaltó al escuchar el fuerte ruido del teléfono sonar.

El timbre habría arruinado lo que sería un tierno beso, el ruido fastidioso trajo de nuevo a la realidad al demonio quien gozaba de cada momento al lado de su querido y eso le disgustó. Soltó a su amante y se dirigió a su escritorio rompiendo el teléfono en pedazos con un solo golpe crujiendo además el escritorio debajo. Luego de ello llevó su mano a la cabeza apretando su sien.

—Ve a descansar, tengo mucho trabajo.

—Pero, no quiero, puedo ayudar.

—No, no hoy. Doctor, hoy tendré una junta muy importante y no quiero que salgas de mi habitación hasta que termine.

—¿Una junta, con quién?

—Eso no te importa, sólo no salgas antes de medianoche.

El chico guardó silencio por unos segundos pensando en ello; era claro que nadie podía verlo en esa situación ya que su vientre era notable pero, Black Hat solía salir y evitar que algún villano fuera a la mansión y sospechara.

—Jefecito, ¿Por qué no decidió ir esta vez, sucede algo?

No obtuvo respuesta pero pudo adivinar.

—No me digas que... no puedes abrir portales ¿verdad?

—No. Ya no puedo hacerlo.

—Black Hat, por qué no me dices sobre la pérdida de tus poderes, hasta ahora no me has dicho nada en lo absoluto, necesito ayudarte... siento que no confías en mí.

Su amante se acercó a él y puso sus manos sobre sus hombros. Abrió la boca pero no dijo nada, simplemente tomó a Flug en sus brazos alzándolo contra su voluntad.

—¡Black Hat! ¿Qué haces?— le preguntó mientras envolvía sus brazos alrededor de su cuello. Él no le dio ninguna respuesta simplemente siguió su andar.

Flug notó que Black Hat iba en dirección a su habitación y recargó su cabeza en el hombro de su amante.

—¿Por qué no quieres que te ayude?

—Porque son mis asuntos.

—No me refiero a eso...  aún así dijiste que soy tu socio, también son mis asuntos.

—Con ella dentro de ti no me puedes ser de mucha ayuda Flug, ni siquiera podemos salir a divertirnos como yo quisiera.

—¿Te refieres a salir a citas? Yo también quiero hacerlo jefecito, causar terror y destrucción, tengo muchas máquinas que no he probado, pero podemos hacer eso después de que ella nazca.

Black Hat le dio una sonrisa y asintió. Después de acostarlo en su cama le quitó la bolsa y le ordenó que durmiera.

—No saldrás de aquí— habló antes de retirarse.

Flug quedó en cama obedeciendo. Leyó por un tiempo hasta aburrirse, escuchó música y por último tuvo una larga charla con su pequeña. Sí, a Flug le gustaba hablar con ella; él se recostaba y acariciaba su vientre mientras le contaba sobre que le deparaba siendo la hija del mayor villano.

—No puedo esperar a que estés aquí conmigo y con Black Hat, necesito cargarte en mis brazos y ver tu linda carita, no te preocupes por papi Black Hat, lo obligaré a que te alce y te arrulle cada noche— dijo con gran entusiasmo.

Flug dio una ligera mueca de dolor, su pequeña había dado una patadita y eso le lastimó, pensaba que definitivamente el cuerpo de un varón no soportaba algo como eso, es decir, estar literalmente embarazado. Pero sabía que al final iba a valer la pena, además gracias al suero de Slug sintió una notoria mejoría. Al recordar quedó en silencio por un largo tiempo mientras se preguntaba qué había sido exactamente ese líquido ya que ni siquiera él pudo crear algo que le hiciera sentir tan bien, el suero que él había mejorado lo mantenía en óptimas condiciones, pero apenas por unas horas, está vez se sentía tan bien; lleno de energía y apenas con leve dolor en su vientre, todo eso con tan sólo una pequeña dosis que se había administrado su amigo hacía unos días.

Las horas pasaron, él no pudo dormir ya que no se sentía cansado, al final bufó de frustración, estaba realmente aburrido así que se levantó y se dirigió a la puerta con la intención de ir a la cocina, estaba hambriento. Pero se detuvo en la puerta forcejeando la cerradura notando que estaba cerrado. Flug frunció el ceño sin poder creer que Black Hat lo había encerrado.

Regresó a la cama y volvió a ponerse su bolsa y visores, buscó entre sus cosas tomando su tableta y llamando a un Hat Bot, no mucho después un Centinela derribó la puerta.

—Bien hecho chico— le dijo dándole unas palmaditas en sus fuertes brazos de acero. Salió de la habitación no con intención de ir a la cocina sino ir a la oficina de Black Hat.

Mientras tanto Black Hat hablaba con aquellos con quienes había tenido su reunión, el primero se trataba de un hombre adulto, él usaba un atuendo oriental hecho con fina seda negra, su cabello despeinado, así como su larga barba eran pelirrojos. Su mirada era seria y fulminante, y su voz fuerte y áspera. 

Su acompañante  de apariencia más joven vestía de manera formal; su traje combinaba los colores blancos, negro y un llamativo amarillo. Usaba un sombrero de copa sobre su cabello rubio y uno de sus ojos se cubría con un extraño parche triangular. Este sujeto a diferencia de su compañero tenía una gran sonrisa siniestra.

(Creditos a mi amiguis @ElizabetHowlett) 

—Entonces, veo que nos obligaste a venir aquí en estas débiles apariencias humanas sólo para hablar de situaciones no tan importantes, odio tu egocentrismo Black Hat.

—Que no te sorpresa su arrogante actitud Bill, no es peor que cuando lo invite a una reunión importante y sólo mandó a una estúpida marioneta de trapo.

Black Hat sonrió ante el recuerdo. —Ja, ja, ja. Yo no estoy a su disposición imbéciles, siempre he complacido sus exigencias y no es mi culpa que fallen. Es como siempre lo he dicho miserable cucaracha; no importa cuánta ayuda tengas, si eres un idiota no lo lograras nunca— dijo dando una carcajada mientras que sus invitados lo veían con desprecio.

—Bien, tu junta ha terminado. Nos hiciste perder tiempo, pero eso ya no importa. Hay algo raro aquí... pareces cansado Black Hat.

—Al parecer sus apariencias humanas los entorpecen Bill, hace que seas más insolente de lo habitual— dijo sosteniendo una mirada retadora con el joven de parche. 

—Podría escucharlos toda la noche parlotear, pero tengo cosas importantes que hacer—  respondió el hombre de kimono negro mientras cruzaba los brazos.

—No evadas el tema, hay una presencia extraña en la mansión, además, hay algo en ti diferente. Algo ocultas—  habló Bill con soberbia.

Su acompañante alzó una ceja y miro alrededor. —...Es verdad.

El gran villano se levantó de su sillón.   

—Escuchen malditas desdichas, ustedes no son nadie para dudar sobre  mi poder absoluto, tú eres un cobarde y tú un débil de juegos tontos y baratos— habló señalando a cada uno de ellos. —Ambos siguen siendo miserables artilugios míos, simples marionetas más que cumplen mis mandatos, el que estén aquí en patéticas formas humanas es muestra de que yo puedo pedir lo que sea de ustedes y que acatarán  mis órdenes sin dudarlo.

—No olvides quienes somos Black Hat, ambos somos dioses— contestó el rubio ofendido por lo que Black Hat decía. 

—¡¿Dioses?!— interrumpió dando un fuerte golpe en el escritorio. — ¡Ja!, ustedes son una desgracia para las fuerzas oscuras, puedo refrescar su memoria si es necesario. Ambos han fallado y si no fuese por mí ni siquiera existirían.

Ambos invitados agacharon la mirada sabiendo que era cierto lo que Black Hat decía. Sin embargo, los dos sonrieron al mismo tiempo y miraron hacia la puerta.

—Ohh, no presumas tanto mi lord, al parecer no todo mundo le obedece— dijo intercambiando mirada con su acompañante. Este corrió a la puerta, la abrió rápidamente y tomó con  brusquedad a quien detrás de ella se escondía. Flug se sorprendió al ser descubierto  y de inmediato sus rodillas temblaron y el latido de su corazón se aceleró. 

—Bien, bien, bien, ¿Qué tenemos aquí? —habló Bill sujetando fuertemente de la camisa a Flug.

La risa burlona que había tenido  Black Hat desapareció casi al instante, ¿Qué hacía Flug detrás de la puerta? Pero sobre todo se preguntaba por qué no le había obedecido, él había especificado perfectamente que no saliera antes de medianoche.

—Mira esto Bill, al parecer el chico es "especial"— habló Aku señalando el notable vientre.

—¡Que maravilla! Así que tenías escondida esta sorpresa— dijo mirando a Black Hat quien luchaba por mantener su sonrisa afilada.

—Este humano tiene dentro de sí una criatura descendiente tuya Black Hat— continúo hablando el joven de cabello rubio mientras le quitaba la bolsa a Flug. —Así que todo rumor es verdad, escogiste a un humano y ya veo para qué... oh mi lord, no tenía que involucrarse con un humano... no merece tener su entidad... aunque— se interrumpió a sí mismo mientras olfateaba al chico quien parecía un poco atemorizado. —...No hay sólo de tu esencia en él.

Black Hat guardaba silencio, él simplemente se mantenía  parado frente a su inmenso sillón contemplando la escena cambiando su mirar de Flug a los dos idiotas que lo rodeaban. Suspiró y se acercó a ellos lentamente.  Al estar frente a ellos habló con calma: 

—Él es Flug Slys, no es un lacayo como ustedes dos y más vale que no olviden su nombre porque le obedecerán como si de mí se tratara.

El rubio soltó de inmediato a Flug con una mirada de incredulidad asintiendo  forzosamente, Black Hat dejó ver sus garras y dio un paso hacia él quien de inmediato retrocedió temeroso.

—¿No lo ves Black Hat? Este humano así como su vástago son un gran inconveniente, ambos deben morir. ¡Mátalos!— dijo señalando a Flug mientras su voz se hacía más recia. 

Flug estaba nervioso, su mirada angustiada no se apartaba de su amante quien lo miraba fijamente sin expresión alguna, mientras sus manos abrazaban su abdomen.

—¡Suficiente!— Gritó Black Hat. —¡¿Acaso te atreves a contradecirme, te atreves a desobedecerme y por encima a darme una orden?!

—No, no mi señor, habló de la verdad... mi ojo no miente, sé que será así, su engendro... esa cosa podrá ser el responsable tu ruina...

Pero no pudo terminar, Black Hat sabía que a Flug no le gustaba ese término y de alguna manera justo ahora a él tampoco, así que habló interrumpiéndolo. —¡Ambos regresaran a sus agujeros de rata y no volverán aquí a menos que yo lo pida! Se someterán a la palabra de Flug Slys y si no lo cumplen yo mismo los llevaré a la maldita tumba en la que merecen estar, ¿Entendido?

Ambos invitados titubearon confusos.

—Dije... ¡¿Entendieron?!

—Sí, lord Black Hat— dijeron a coro asustados ante la fuerte voz del mayor villano. 

Black Hat sonrió de satisfacción. —Bien...

De pronto dos extremidades oscuras atravesaron los cuerpos de ambos  haciendo que sangraran al instante, cuando cayeron al suelo sus cuerpos desaparecieron en luces brillantes, del chico rubio un pequeño triángulo amarillo se formó justo antes de desaparecer y del hombre una sombra, una con cuernos y un par de ojos con flamas rojas se vieron antes de desvanecerse. 

Black Hat dirigió su mirada a Flug con el ceño fruncido, parecía estar enojado. 

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NOTAS:

Como siempre; gracias por leer, y lamento que esto se este haciendo tedioso. 


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