45: Picnic
NOTAS
XD no creí que se asustarán por el nombre del capitulo anterior, me reí mucho. No lo terminaría así a la de sin pex, y si llegara a cancelarlo mejor ni aviso jejeje.
Por cierto, lo siento por el lemon indecoroso jejeje.
Este cap. y el pasado eran uno solo pero lo dividi pos porque sí :v
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Después de lo acontecido con Demencia, Black Hat y Flug no hablaron sobre el tema, Flug se sentía incómodo y decepcionado, eso era algo de lo que nunca más habría querido hablar, algo que se había planteado olvidar para siempre, pero Alger había interferido arruinándolo todo. Y Demencia, la niña loca aún se encontraba enojada con él, no podía creer que ella y Alger hubieran tenido contacto, si era así significaba que el vampiro podía acercarse a él y eso de alguna manera le atemorizaba.
—¿Por qué no me lo dijiste?— preguntó al fin el demonio acariciando su mejilla.
Flug evitó mirarlo. —N-no tenías que saberlo... ya no importa— tartamudeó temeroso.
—¡Sí, tenías que decirlo! ¡Debiste hacerlo!
—Yo... no quiero hablar de eso jefecito.
El demonio suspiró con pesadez, no soportaba la idea de que ese estúpido vampiro... que él y Flug...
Sacudió la cabeza intentando no pensar en eso. —Está bien, no hablaremos de esto.
Flug asintió notado el tono de voz de su novio, era demasiado serio, o incluso, enojado.
—Tomaré un baño— contestó cambiando por completo la conversación. Se quitó el sombrero de copa de Black Hat poniéndolo en su cabeza cubriendo el bombín, ambos cruzaron miradas en silencio.
El científico se acercó al cuarto de baño, se quitó su holgada camisa desnudándose de la parte superior y volteó a ver a Black Hat quien veía fijamente su vientre.
—¿Aún crees que es desagradable verme así? — preguntó titubeante acariciando con cariño su abdomen.
Él alzó su mirar sobresaltado por la pregunta. Era verdad, él había dicho eso una vez y cuando lo hizo su abdomen no tenía la apariencia que lucía ahora, actualmente no podía ocultar su preñez; su barriga era notable y sobresalía sin importar la prenda que usara. Cada semana aparecía ser un poco más grande y notaba que para Flug ya era una carga porque cuando caminaba constantemente llevaba las manos para sostener su panza, se fatigaba al estar de pie por mucho tiempo acariciando su espalda tal vez por incomodidad. Incluso, el científico solía perder el equilibrio debido al peso que tenía en contraste.
—No— respondió en seco, en seguida se acercó a él y pasó su mano a lo largo de su panza haciendo que Flug temblara al tacto. —Eres atractivo, demasiado sensual para mí— dijo arrastrando sus palabras con seducción.
La cara de Flug se tornó de un rojo intenso sonriendo con pena. —¿...Qué te parece salir?
Black Hat quien tenía una sonrisa agradable por haber hecho sonrojar a su novio se quedó mirándolo con duda.
—...Una cita, un picnic. Siempre he querido hacer uno.
El demonio lo pensó mascullando sus dientes y al final habló con simpatía. —así será, lo que quiera mi querido doctorcito.
La emoción que reflejaba el rostro de Flug era indescriptible, dio un ligero salto y un pequeño grito de entusiasmo se escuchó por toda la habitación. —Estaré listo en diez minutos—. La puerta se cerró de golpe y Black Hat no pudo evitar dar una risa de satisfacción.
Aunque no duraría por mucho, lo que había dicho Demencia aun lo atormentaba, cerró los puños con furia y salió de la habitación con la idea de olvidar eso. Una vez fuera notó que un par de pequeños Hat Bots andaban tan de prisa como sus pequeñas llantas le permitían, él los siguió con curiosidad. No muy lejos de su habitación los Hat Bots se apresuraban a limpiar, unos llevaban herramientas y otros baldes con pintura para los Hat Bots Centinela que pintaban la habitación con detenimiento, incluso 5.0.5 se encontraba sentado en una esquina con una pequeña brocha en su patita y con un babero puesto para evitar mancharse. El osito volteó a verlo y le sonrió, en cambio todos los robots siguieron en su trabajo.
Black Hat entró dando pasos lentos y mirando todo a su alrededor con las manos en su espalda, Flug le había tratado de decir algo sobre la habitación de su bebé y ahora sabía que de esto se trataba.
De pronto se detuvo estado a media habitación, su mandíbula cayó en asombro cuando miró la pared que se encontraba frente a él; el muro estaba pintado por completo, en él se mostraba un avión volando en un cielo azul radiante, era un lindo paisaje que se acompañaba por esponjosas nubes y colores llamativos.
"Con que en esto trabajabas", pensó mirando con sumo detenimiento cada pequeño detalle, 505 se habría sentado al lado de él y ni siquiera lo noto o, al menos no le dio importancia ya que había quedado atrapado en la espectacular imagen. Podía imaginar a Flug dando cada trazo en la pared y sonrío de total gozo. Si bien la pintura era demasiada colorida para su gusto sabía que su amado Flug se había esforzado.
Su sonrisa creció aún más, incluso después de saber de lo ocurrido. Se sentía... ¿feliz? Sí, una felicidad distinta, una que le provocaba un ligero cosquilleo en el estómago y hacía que se ruborizaba. No comprendía esos extraños efectos que padecía cada vez que pensaba de esa manera por Flug, no podía explicarse cómo era posible que estuviese tan enamorado.
Sin embargo, ocurrió algo que no esperaba; Black Hat sintió un escalofrío que le recorrió el cuerpo, su vista se nubló y sus rodillas se doblaron, avanzó y se sujetó de la pared con una mano aturdido por lo que acababa de pasar. 505 se percató del su malestar y se levantó para ayudarlo sin embargo caminó hacia atrás temeroso cuando Black Hat le gruñó y le amenazó con una mirada de enojo mientras siseaba con su lengua. Eso había sido suficiente advertencia para el oso.
Respiro hondo y parpadeo un par de veces tratando de incorporarse. No lo comprendía, cuando se había percatado de la pérdida de sus habilidades había sido porque sus poderes no eran tan poderosos como antes, su debilidad se daba lentamente. En cambio, jamás había pasado algo tan repentino como esto, era la misma sensación de debilitamiento, pero de una forma tan recia.
Logró incorporarse de nuevo con un pensamiento de negatividad. Sabía que moriría, pero no sabía cuándo iba a suceder, tal vez pasaría más pronto de lo que había imaginado y eso le preocupó. No quería morir ahora que era feliz con su apreciado amor... sí, esta vez no negaría en lo absoluto el amor que sentía por Flug.
Levantó su mano y su sombra se alzó tomando forma de bastón, él exhaló de alivio, aún controlaba las sombras, aún tenía mucho de su poder oscuro, cuando eso se acabara entonces sabría que sería su fin.
Caminó con ayuda de su bastón hacia la puerta retirándose con demasiada seriedad. El oso azul ladeo la cabeza, el comportamiento de papá era extraño no sólo porque no lo habría insultado o golpeado sino porque desde hacía días suspiraba constantemente y sonreía demasiado, no su sonrisa malvada sino una sonrisa agradable. 505 tomó su pequeña brocha de nuevo y fue hacia la esquina a seguir pintando flores y abejitas.
Cuando Flug salió del cuarto de baño Black Hat lo esperaba en su habitación con una canasta lista.
—¿Cómo es que eres tan rápido? Preguntó mientras trataba de acomodar su camisa. —...¿Black Hat?... ¿Estás bien?
La voz de Flug lo trajo de nuevo a la realidad, acababa de llegar y sentarse en la cama pero pensaba profundamente mientras con su mano acariciaba su frente. Su cabeza le dolía, por sorprendente que pareciera estaba sufriendo una dolencia física.
—Estoy bien.
Flug alzó una ceja dudoso. —No pienses en eso. Estoy bien, estoy contigo.
Black Hat se levantó y le dirigió una sonrisa para tratar de calmarlo. —Lo sé. No le des importancia a mi prudencia—. luego acercó a Flug y de un solo tirón rompió la camisa que trataba de ajustarse.
—¿Por qué hiciste eso?
—Era evidente que eso no te quedaba, ni siquiera era digna para la ocasión.
El chico se quitó la tela rasgada preguntando qué debía vestir.
Su amante le entregó una prenda negra y Flug la examinó descubriendo que eso era una camisa de maternidad; era demasiado holgada pero la tela negra era fina con pequeños detalles carmesí. De inmediato se la puso estando tan contento por otro de los regalos de su novio quien cada vez lo sorprendía con todo tipo de obsequios tiernos.
—Es perfecta, pero, no creo que combine con mis guates— dijo mirando los guantes amarillos que reposaban en la cama.
—No los uses. Ya es hora de irnos— dijo tomando la canasta y entregándosela en las manos. Sostuvo su mano y de inmediato lo trasportó a un jardín, el aire fresco golpeó el rostro del chico quien suspiro profundo. Debajo de sus pies habías pasto fresco, los árboles a su alrededor florecían y las aves cantaban a lo lejos.
El chico dio unos pasos con la canasta en sus manos sorprendido por el lugar. —¡Jefecito, el lugar es hermoso! ¿Qué parte del mundo es? No debemos estar cerca de Hatsville, ahí casi es invierno—. Flug se dio la vuelta y su sonrisa cayó al ver a Black Hat demasiado serio tomando respiraciones hondas.
En realidad, Flug tenía razón, no estaban para nada cerca de la mansión, en solo unos instantes Black Hat lo había llevado de un continente a otro y eso lo agotó. Su novio puso la canasta en el suelo y se acercó a él preocupado pues jamás lo había visto en esa condición. Sin embargo no pudo decir nada ya que de entre los árboles un par de hombres aparecieron; vestían de manera extraña para Flug, eran altos y musculosos con algunas cicatrices notables en sus brazos descubiertos, portaban armas pero misteriosamente no con el sombrero negro distintivo que los hiciera subordinados de Black Hat.
El demonio tomó su postura vigorosa al verlos para que no notaran su cansancio, por su parte Flug se puso detrás de él para esconderse sujetando su mano.
Flug vio sobre los hombros de Black Hat que los hombres se dirigían a él con sumo respeto, incluso ni siquiera se atrevían a mirarlo de frente; agachaban la mirada estando inclinados como si estuviesen ante una divinidad. Ellos intercambiaron solo un par de palabras con Black Hat, su idioma era desconocido para Flug indagando que tal vez era algo primitivo. El chico siguió examinando a los hombres y noto al en particular; si bien no usaban algún sombrero mostraban otra señal.
Una marca notable en sus brazos, y no se trataba de algo común; era una cicatriz, sus piles cicatrizaban la insignia de sombrero, habían sido marcados con fuego, su piel quemada en homenaje a su ídolo. Flug expresó sorpresa, había visto que algunos se tatuaban esa insignia, pero nada como esto.
Los hombres se retiraron, siguieron su camino de regreso y no miraron atrás.
—¿Qué fue eso?—. la voz de Flug era de absoluta curiosidad.
—Parte de mi trabajo.
—Nunca había visto algo así, ¿Quiénes son ellos jefe?
—Mi estadía en esté mundo ha sido larga, hay tanto que no conoces Flug, ellos son parte de mi dominio, pequeñas piezas de mi juego.
—...Hay tanto de ti que no conozco.
—No necesitas saberlo todo.
—Yo quiero, quiero saber... incluso, de tus antiguas parejas.
Black Hat sonrió, se acercó a tomar la canasta y se la entregó.
—Ninguno de ellos está vivo... a acepción de Vilgax.
—¡¿Vilgax!?... debí sospecharlo.
—No hablaré nada sobre eso, ahora es insignificante. Y no soy el único que tiene que hablar de su pasado. No sé nada de ti antes de que te contratara, es especial sobre la bolsa— preguntó recordando lo que habría reprochado el héroe cuando fue a buscarlo para una charla.
—Jamás preguntaste por eso, creí que no te importaba.
—Ahora me importa todo de ti.
Flug asintió con una sonrisa, luego sujetó su mano para guiarlo. Buscó un lugar agradable y extendió la tela que se encontraba en la canasta, la cual obviamente era negra. Se sentó con cuidado gracias a la ayuda de Black Hat. El chico tuvo que explicar de lo que se trataba un picnic ya que su novio jamás había estado en uno, agradecía que al menos entendía el concepto de llevar comida.
Comenzaron a charlar, Flug habló de su vida, de todo lo sucedido en su infancia, de anécdotas significativas que marcaron su destino como villano y Black Hat, él escuchó atento comprendiendo cada actitud característica de su amante. Él también habló de su pasado, de cosas que jamás contaría a nadie. Pasaron el día juntos conversado, conociéndose y enamorándose aún más uno del otro.
Parecía que Black Hat jamás terminaría de hablar, tenía tanto que contar, una vez que había empezado y obtenido la completa atención de Flug no quiso detenerse; el chico lo miraba con querer, con una sonrisa tierna riendo al escuchar de las grandes tragedias que provocaba.
El árbol que les brindaba sombra se agitaba dejando caer sus hojas en una lluvia lenta, el demonio miraba a Flug sonreír bajo esa lluvia y no pudo contenerse; se acercó a él arrojando a un lado los alimentos con brusquedad y lo tomó del rostro para besarlo. Al principio fue una sorpresa para Flug pero en cuanto fue besado correspondió.
Pronto atardeció, Black Hat se acostó teniendo a un lado a Flug quien se acurrucaba a él cobijado por la gabardina negra. Ambos miraban el ocaso.
—¿Has pensado en un nombre?— le preguntó abrazándolo con cariño.
—No—. La respuesta de Black Hat fue sin sentimiento.
—¿...Qué te parece Celeste?
—Es horrible.
—¿Stella, Isabelle? En lo personal me encanta el nombre de Leila.
—Dijiste que yo iba a nombrarla.
—Pero aún no lo has hecho.
—Será hasta que nazca.
—Tiene poco más de seis meses, tenemos que hablarle por su nombre.
—Síguela llamado "nena". Black Hat lo trajo consigo y acaricio su mejilla con la de él. —Además, está tardando demasiado.
—Lo normal son nueve meses, pero lo mío no es normal, puede que sea más, o menos. Su desarrollo hasta ahora ha sido excelente, yo sabré cuando esté lista. Tengo que comenzar a arreglar lo necesario para eso.
Black Hat lo meditó y por primera vez se preguntó si moriría antes del nacimiento de la bebé o si acaso conocería a su descendiente.
Al caer la noche ambos regresaron a la mansión, Flug notó nuevamente la fatiga de Black Hat y se sintió mal por eso. Así que en cuando su amante se retiró él bajó de inmediato al laboratorio percatándose que el lugar se encontraba demasiado tranquilo, no había rastro de destrucción de Demencia y seguramente 5.0.5 dormía.
Una vez estando en su laboratorio comenzó a sacar todos sus utensilios, se puso su bata blanca y únicamente sus visores. Comenzó a escribir sobre fórmulas al mismo tiempo que experimentaba. Se notaba frustrado y lo estaba, quería salvar a Black Hat y tenía que hallar la manera de hacerlo pronto.
Trabajó por mucho tiempo en silencio, pero se detuvo en un instante cuando escuchó un extraño ruido, deslizó su mano lentamente hacia uno de los bolsillos de su bata para sacar una arma sospechando que no se encontraba solo en el lugar. Cuando sintió una presencia detrás de él de inmediato volteo apuntando con el arma.
Rápidamente la persona le quitó el arma y sostuvo su mano con fuerza. Flug quedó sorprendido, al mirar a la persona de frente su mirada demostró sorpresa y un segundo después completo disgusto.
Slug quien usaba su bolsa de papel llevó una mano a su rostro pidiendo que guardara silencio.
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NOTAS
Hace un año y medio (más o menos ) leí un fic en Ao3 sobre dos hermanos, dos guerreros que querían ser discípulos de BH, el mundo narrado era muy atractivo pues era algo medieval y fantástico. Tenía pocos capítulos pero sus aventuras eran geniales, la verdad me encantaba porque a pesar que no tenía mucho de la serie para entonces sabía sacar buena drama. Lastimosamente canceló el fic y poco después borró su cuenta. Los hombres mencionados son los personajes de esa linda historia :3
Referencia al genial trabajo de little-geecko cuando BH habla de sus antiguos "romances" (me encanta esa ship)
Por cierto muchos creen que a Alger le puede llegar a gustar Slug, ¿qué piensan al respecto?
No se les hace gracioso que todos piensen que BH es de lo peor, en cambio él está bien dócil y enamorado.
...este fic se hace más largo de lo que planee, y no me gusta.
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