36: Charla

NOTAS

Me di cuenta que ya no puedo hacer nada para que amen a Alger....   R.I.P al poco cariño que algunas aún le tenían 😪☹ 😭☠🧛‍♂️

Y el cap se llama así porque es más parloteo aburrido ""  ... se me acaban las ideas pa' los títulos

Ahora sí me voy

PD: Yo y mis dramones.... matenme 

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—Me acabas de decir que lo odias, ¿Por qué sentir eso?

—¡No lo sé Slug! Eso me confunde a mí también. Es algo que simplemente sucede.

Slug se acostó sobre el suelo acomodándose en la sábana que había puesto. Se llevó una mano a la barbilla pensando profundamente. —Una vez en Tokio nos enfrentamos con una de su especie, son verdaderamente molestos y muy rápidos pero al final White Hat pudo contra ella. Estudie a su especie y la verdad te comportas como... como si fueras su pareja, suelen actuar así, tan dependientes uno de otro.

Flug le lanzó una almohada. —No digas eso, es exactamente lo que sugiere Black Hat.

—Yo no lo sugiero Slys, lo estoy afirmando.

—Pues te equivocas, no existe vínculo entre él y yo... lo que pasa es que... 

—Ni siquiera puedes explicar tu atracción hacia él, eso es lo que sientes, ¿Verdad? Te atrae, apuesto a que piensas en él todo el día. Es normal, es decir; tú has bebido de su sangre muchas veces al igual que él y ambos han tenido....emm, bueno, entiendes el punto.

Flug miró al techo sin saber que decir, su mirada aún se tornaba triste y Slug lo notó.

—No te preocupes bolsa, buscaremos una solución. Duerme, mañana tengo mucho trabajo que hacer contigo.

Flug afirmó estando intranquilo aun así no habló más.

Después de mucho tiempo Slug miró hacía su amigo escuchando los resoplidos lentos que daba indicándole que ya dormía. Se levantó despacio cuidando de no hacer ruido, tomó su bata, su calzado y salió, estuvo fuera de la habitación de Flug por un par de minutos fumando luego comenzó a andar entre los pasillos abriendo puertas en busca de la oficina de Black Hat.

Pronto llegó enfrente a una gran puerta elegante suponiendo que detrás de ella se encontraba el mayor villano. La abrió sin antes tocar y entró mirando al frente a un gran escritorio junto con un sillón sobresaliente de terciopelo iluminados por la luz que se filtraba a través del ventanal de cristales carmesí.

—¡Black Hat, tenemos que hablar!

Pero no hubo respuesta alguna, el lugar parecía estar vacío hasta que de repente una gran sombra cubrió el lugar dejando todo en penumbra. Slug cruzó los brazos dando un suspiro. De aquellas sombras decenas de enormes insectos rastreros y bestias demoníacas comenzaron a salir subiendo por los pies del héroe quien rodó los ojos, agitó su bata para que las arañas y demás gusanos cayeran pisoteándolos de inmediato. Sacó su arma de su bata negra y le bastó dar algunos disparos a las cabezas de las bestias terroríficas para matarlas.

—Black Hat, deja tu drama y sal ahora.

El chico tuvo en respuesta una sonrisa siniestra que hizo eco, después toda la oscuridad se aglomeró en un solo punto tomando la forma del villano quien lo miraba con su típica sonrisa malvada.

—Olvida nuestras diferencias Black, estoy aquí por Slys— exclamó Slug siendo muy directo y hablando sin titubeo alguno. —Aun me cuesta entender lo de su... embarazo— dijo usando su manos para remarcar las comillas en su última palabra. —Lo que no es sorpresa para mí es tu desinterés por él, así que seamos directos. ¿Lo amas? O simplemente le das una ilusión tonta para beneficio tuyo.

Black Hat no dio respuesta.

—¡Habla maldita sea o haré que lo hagas!

Black Hat dio una ligera risa y comenzó a caminar hacia su dirección en silencio. Slug alzó su arma en contra de él y cuando tuvo al villano a sólo unos pasos de distancia disparó. El tiro fue directamente contra su pecho provocando que el demonio diera una muy ligera mueca de dolor. Slug lo notó y su cara cambio a una expresión de absoluta sorpresa sin embargo también se distrajo.

Black Hat no desaprovechó la oportunidad y de inmediato le arrebató su arma rompiéndola entre sus mano al darle un apriete, enseguida sujetó al chico con sus sombras obligándolo a arrodillarse ante él.

—No tengo nada que hablar contigo miserable porquería. Ni siquiera eres humano en totalidad, eres un despojo, una basura por quien White sintió lástima— le dijo inclinándose para mirarlo frente a frente. Slug frunció el ceño, pero por un segundo su mirada se dirigió al impacto que tenía en el pecho del cual muy ligeramente goteaba sangre. Eso lo impresiona bastante pero disimuló su interés en ello.

—No me importa cómo me digas. Slys... él te ama y sus estúpidos sentimientos hacia a ti le impiden razonar correctamente, además... ambos sabemos que está muriendo y si no quieres hablar conmigo anda, mátame, seguro Slys nunca te lo perdonaría.

El rostro de Black Hat cambió dando un semblante de resignación, apretó los dientes y dio un paso atrás mientras que las sombras soltaban al chico.

Slug se levantó dando una sonrisa sínica. —No es verdad... es totalmente cierto que tienes sentimientos por él, y yo decía que solo tenías un interés egoísta. ¡Vaya, Black Hat! Sientes interés por alguien, así que hay más que maldad y crueldad en ti.

El villano ignoró sus palabras mientras tomaba asiento en su sillón. —No tendrás tanta suerte la próxima vez así que sólo dime qué quieres y lárgate.

—Eso, lo que tiene dentro de él, puede matarlo, ¿Por qué lo hiciste?

El demonio arrugó la cara. —Yo no necesito un vástago.

Slug cruzó los brazos confirmando lo que su amigo le comentó; Black Hat rechazaba a su unigénito.

—Pues él no necesita a un parásito en su interior. Slys me ha pedido que lo ayude y eso haré, así que no te metas en mis asuntos. No romperé mi promesa.

—"Dar palabra de honor y nunca romper una promesa"— arremedó Black Hat usando la voz de su hermano dando después una carcajada. —Tontas enseñanzas de White, además, es mi humano, mi pertenencia. No puedes oponerme nada ante él.

Slug se dirigió hacia el escritorio y lleno de furia golpeó la madera con los puños cerrados, no podía creer que acabara de decir eso; "mi pertenencia", sonaba tan codicioso... tan posesivo. Y Black Hat sintió arrepentimiento de eso, él no había hablado así de Flug desde hacía tanto, desde que admitió sus sentimientos por él lo dejó de ver como otro simple humano, ahora era su pareja, su amado.

—¡Maldito infeliz! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Él no te merece! Es mucho mejor de lo crees, es mucho más... no es un objeto, ¡No te pertenece!

—¡¿Y qué sabes tú de él?!— preguntó Black Hat poniéndose de pie sosteniendo la mirada retadora del héroe.

—Esa pregunta deberías hacértela a ti mismo, dime; ¿Sabes cuál es la razón por la cual usa esa bolsa? ¿Sabes por qué tiene un gran instinto paternal? ¿Quién fue antes de que se nombrara Flug Slys? ¡No! seguramente no. No sabes nada de su vida antes de que llegara aquí y seguramente nunca te ha importado, lo único que te importa es que esté a tu disposición. Ahora veo porqué aún tiembla al estar frente a ti, por eso aún tartamudea al hablarte.

Black Hat enfureció mirándolo con una tonalidad oscura en sus ojos. —¡Largo! — ordenó con voz demoníaca.

Slug se apartó del escritorio dándole la espalda y dirigiéndose a la puerta. —Slys tiene noticias interesantes acerca de tu hijo, y por cierto, se responsable de tus actos, ese ser lleva tu sangre. No lo olvides Blacky; no interfieras en mis asuntos con bolsa— le dijo antes de azotar la puerta.

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—Flug... Flug.... ¡Bolsa!— gritó Slug haciendo que el joven científico saltara del susto.

—¿Qué ocurre? —preguntó aun adormilado.

—Tienes fiebre.

—Oh... suele pasarme seguido— contestó tocando su rostro rojizo.

—Pequeño idiota— contestó saliendo de la habitación, después de unos minutos regresó en compañía con 5.0.5, el oso traía consigo una bandeja con el desayuno de Flug y su amigo sostenía un maletín.

—Le dije que te preparara el desayuno y lo tuve que regañar cuando note que te iba a traer postres y demás porquerías dulces. Debes tener una dieta balanceada Slys, por cierto también deberías usar ropa adecuada— dijo sentándose a su lado tomando su mano para limpiarla con alcohol y posteriormente introducir la aguja. —Descubrí que usas suero, eso es bueno. Por ahora te pondré un poco de medicina para tu fiebre.

—Sí, gracias Slug.

5.0.5 dejó la bandeja en un escritorio cercano luego muy emocionado se dirigió a Flug, el chico se cubrió bien antes de recibir al oso y darle apapachos.

—5.0.5, necesitaré un poco de agua fría, ¿Puedes traérmela?

El animalito asintió y salió de inmediato. Slug se levantó poniendo sus manos sobre sus caderas. 

—No me digas... No lo sabe, ¿Verdad?

—No, y tampoco Demencia.

—Tendrás que decirles. Ahora a tu engendro sólo le queda crecer, no es algo que puedas ocultar por siempre.

—Pe-pero... no puedo, Demencia me odia por el simple hecho de saber que tengo una relación con Black Hat, me matara si sabe de esto.

—Eres un villano, mátala, ¿Cuál es el problema?

—Es útil para Black Hat, además es excelente prueba para mis experimentos.

—En eso no puedo ayudarte bolsa, tienes que arreglar eso solo, el oso parece agradable, tal vez él lo tome bien.

Flug asintió pero se sobresaltó al escuchar un fuerte timbre.

Su amigo le dio la espalda sacando su teléfono celular, miró la pantalla dudando pues no tenía el número registrado aun así contesto.

—¡Slug!

El chico apartó la bocina de su oído al escuchar la voz eufórica de White Hat. —¿White?... ¿Qué quieres?

—Te hablo por el teléfono nuevo de Clemencia, es mejor que buscarte en persona. Slug necesito que regreses ahora mismo.

Flug escuchó la conversación de Slug, parecía enojado y discutía cada vez más con la persona detrás de la llamada, un minuto después colgó dando un resoplo de frustración.

—Lo siento Flug, tengo que irme.

—Pero... apenas ayer llegaste. Me dijiste que estarías una semana.

—Lo sé, pero White dice que me necesita urgentemente.

—No puedes dejarme ahora, prometiste ayudarme.

—Lo haré bolsa, sólo déjame arreglar este asunto, regresaré en cuanto pueda, no quiero que White venga a buscarme aquí... él y Black Hat tienen asuntos familiares por decirlo así. Te dejare indicaciones y espero obedezcas.

Flug asintió. —Y qué hay respecto a... eso.

—Trata de no comerte a tus vecinos, hablo enserio. Yo seguiré estudiando los datos que obtuve ayer, no te preocupes bolsita, voy a regresar pronto, mientras puedes darle la noticia a tu marido.

—Ya te dije que no somos esposos.

—Como sea— contestó con una risa burlona.

Slug se retiró unas horas después dándole todo tipo de notas a su amigo sobre cuidados prometiendo regresar en poco tiempo. Black Hat lo vio partir alegrándose de que se fuera así podría tener más privacidad con Flug.

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White Hat se encontraba en la terraza de su casa bebiendo el té mientras contemplaba plácidamente las estrellas, era una noche de luna llena y las flores de su jardín le daban al lugar un perfume exquisito que el héroe disfrutaba. Alzó su fina taza para dar un sorbo y en cuanto la reposo en su pequeño plato Slug ya se encontraba ahí con una mirada de absoluto enojo.

—¡Mentiroso!— gritó el chico mientras se acercaba, tomó la taza de té y la arrojó al rostro de su jefe manchando su traje blanco.

—Slug...

—¡No! Nada de pretextos, me dijiste que era urgente, que regresara de inmediato y al llegar Clemencia me dice que no ha habido ningún incidente, ninguna maldita emergencia.

—Ok... fue una pequeña mentira, pero sólo quería saber que estabas bien... en realidad te extrañé.

—¡Un día! ¡Me fui un maldito día!— gritó Slug completamente irritado.

—Lo sé. Prometí no invadir tu privacidad y no lo hice, pero ni siquiera me dijiste a donde ibas.

—Dije que tomaría un descanso White, ¡Un descanso de ti! Durante años he estado aquí ayudándote días tras día, merezco unas vacaciones... ¡Estaba en medio de algo muy importante!... "Ahora ya entiendo por qué me dijo perra faldera"— habló diciéndose en voz baja así mismo lo último.

White disimuló una risa pensando que era un insulto cómico. Se levantó limpiando su traje. —Lo siento, de verdad perdón. Estaba preocupado y demasiado aburrido, además creí que no regresarías, por eso mentí.

Slug suspiro llevándose la mano al rostro intentando calmarse. —Eres un gran imbécil, te dije que volvería pronto, debiste creerme, es verdad que a veces me irritas... pero no te abandonaría... sabes que te lo debo todo.

White se sonrojo y se acercó lentamente a Slug inclinándose para besarlo. El chico dio un paso hacia atrás y puso su mano en la boca de White Hat.

—¿Qué crees que haces?

—...Yo...

—¿Intentaste besarme? —preguntó dudando, pero al ver el rostro tímido de su jefe decidió hablar con mucha tranquilidad. —No regresemos a lo mismo. Sabes que no me interesas, no confundas la amistad y admiración que siento por ti con amor. No te amo White Hat, lo sabes.

White Hat forzó una sonrisa. —...Lo siento, creí que era... que era un buen momento.

—No, no hay momentos "románticos" entre nosotros...

Hubo un silencio incomodo entre ambos, White Hat simulaba sonreír pero sus ojos no podían sostener sus lágrimas por la desilusión que tuvo, no importaba cuánto lo intentara Slug siempre lo rechazaba.

—Quieres... ¿Quieres tomar el té?

—No. Lo que quiero es que me ayudes a resolver una duda.

—Claro, puedes preguntar lo que...

Pero no termino de hablar ya que Slug de inmediato sacó un arma y le disparó en el pecho.

El héroe bajo la mirada viendo el arma en su torso. —Ya pedí perdón Slug, eso no era necesario.

El científico apartó el arma mirando el pecho de su jefe con interés pasando su mano en donde se suponía que debería haber una herida.

—No estas sangrando— habló asombrado, su jefe apenas se había percatado de su agresión sin dar una gran expresión de dolor.

—Siempre pruebas tus armas en mí y nunca me has visto sangrar, ¿Por qué el interés hasta ahora?

—Porque... como dije era una duda, ¿Las criaturas como tú no sangran?

—No, no lo hacemos. Bueno, eso depende, pero con algo como eso no. Yo he recibido grandes heridas hechas por Black Hat, en cambio a él nunca lo he visto sangrar.

Slug parecía hundido en sus pensamientos recordando la herida que le provocó a Black Hat, un simple ataque con el cual le hizo una profunda herida. Eso era extraño, un ser como él no debía sangrar a menos que se encontrase en una mala condición. El chico lo meditó teniendo la teoría de que... Black Hat está muriendo, eso parecía razonable, y aunque sólo era una simple idea no podía descartarla. 

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