31: Slug y White Hat
NOTAS
Segundo capítulo de la semana, algo lento y sencillo pa' bajarle tantito al drama. ;)
꧁________꧂
Slug es un gran científico tal como Flug, aunque a diferencia, a él se le puede considerar un "súper héroe". Él odia ese término y nunca lo usa, prefiere llamarse a sí mismo "colaborador" del heroísmo. Ha estado trabajando al lado de White Hat durante aproximadamente diez años, en ese tiempo ha aprendido toda norma, toda regla del heroísmo por parte de la persona más gentil y cariñosa del mundo, aunque por su parte su carácter sigue siendo el mismo a cuando era un villano.
Slug no es humano, una vez lo fue pero un accidente que sufrió lo obligó a modificar su cuerpo cambiando gran parte de su organismo por tecnología que él mismo habría producido, él es un ciborg.
Pero aunque tuviese partes robóticas no significaba que no tuviera que cumplir con ciertas necesidades humanas, una de ellas era dormir; él dormía sólo un par de horas por día aunque esta vez estaba muy agotado por el excesivo trabajo así que decidió descansar. Despertó alzando la cabeza de su escritorio notando que sobre su espalda se encontraba la gabardina blanca de su jefe, odiaba que hiciera eso. Tomó la prenda y la arrojó, pero antes de tocar el suelo se detuvo y se levantó por sí sola dirigiéndose a su lado justo donde había aparecido White Hat, él tomó su gabardina en sus manos.
—Buenos días Slug, espero que hayas descansado, sabes que no debes dormir en esa postura, podrás lastimarte la espalda— le dijo ofreciéndole una tierna mirada al mismo tiempo que le daba una palmadita.
White Hat se parecía mucho a su hermano pero era distintivo; su vestimenta tan semejante aunque de diferente color; blanco y azul. Su postura era perfecta y su piel era apenas del color oscuro que distinguía a su hermano, siendo este de un gris claro. White Hat no contaba con aquella sonrisa puntiaguda sino una sonrisa blanca y perfecta, apenas con un par de colmillos. Su voz no era como la de Black Hat; no era rasposa ni intimidante sino profunda y siempre trataba de hablar lo más sereno y amable posible... él no es maligno, al contrario es un ser de bondad y amor.
Slug se incorporó en la silla acomodando sus anteojos oscuros los cuales siempre usaba. —Tenía que terminar un arma... digo un artefacto.
—¿Y qué es? — preguntó su jefe sin esconder su curiosidad.
El chico suspiró al mismo tiempo que pasaba su mano sobre su cabello negro peinándolo. —Es esto— respondió mientras le mostraba un arma de color oscuro y apariencia peligrosa. —Lanza un proyectil que debe paralizar al oponente quitándole sus súper poderes por un tiempo límite.
—¡Qué buena idea! Así se podrá usar en un villano con poderes oscuros que intente hacer estragos, es una buena manera de detenerlos sin hacerles mucho daño.
—La terminé anoche, sólo hace falta probarla... aunque en realidad no sólo es para villanos, puede lastimar a cualquiera— le dijo con una sonrisa mientras le apuntaba y disparaba.
Del arma salió un pequeño proyectil el cual llegó al pecho de White a quien le dio una descarga eléctrica, White frunció el ceño por apenas un instante, luego retiró el pequeño inyector con su mano.
—¡Funciona!
—Pero... no te hizo nada— habló Slug en tono de pregunta.
—Sí, tuve un ligero dolor, eso significa que funciona, si pude sentir dolor seguro a un humano puede paralizarlo de inmediato, tal vez hasta matarlo.
—¡Maldita porquería!— gritó mientras arrojaba el arma. —Si no te hace gran daño a ti entonces no sirve de nada.
Slug siempre probaba sus armas con White Hat, a veces como acababa de suceder; no le hacía gran daño, en otras ocasiones le arrancaba las extremidades o le hacía enormes hoyos que atravesarían su pecho, pero White Hat era indestructible y siempre regresaba a la normalidad después de segundos.
White comenzó a ponerse su gabardina. —Dijiste que tendría que paralizarlos... no matarlos, no construyas nada que pueda acabar con la vida de una persona, creí ya haberlo dicho hace mucho tiempo atrás.
Slug sólo lo remedaba sin descaro alguno.
White Hat dio una carcajada, siempre veía de una manera cómica la violencia que hacía contra él pensando que se trataba de pequeñas travesuras por parte de su ayudante. Extendió su mano a la puerta. —Es hora de comer.
—No tengo hambre.
—Yo sé que sí, ¿Acaso quieres que te cargue y te lleve yo mismo?
Slug se tensó al ver que su jefe se acercaba con los brazos abiertos. —¡No! Yo puedo ir solo, ¡Quítate!— le dijo ocultando su rubor y saliendo a toda prisa con los brazos cruzados.
꧁꧂
El Dr. Slug tomó asiento en una silla frente a la mesa, el comedor era gigantesco; la mesa se adornaba con un mantel blanco y detalles azules, los platos eran de porcelana, las charolas de plata y un gran candelabro de finos cristales colgaba del techo.
Clemencia se encontraba en su lugar meciéndose de un lado a otro de una forma divertida.
—Hola Slug— dijo dándole una cálida sonrisa.
—Cállate— contestó con repudio pero a la chica no le importo, ella lo quería como si fuese su hermano.
Clemencia era una chica de tan solo 15 años de edad, era muy tierna y sensible. Su voz era dulce y simpática, su ropa se teñía de color rosa con azules pastel, es una chica de actitud juguetona.
Un enorme robot con apariencia de oso se acercó con una charola entre las patas la cual contenía la comida la cual se veía un poco calcinada, la dejó caer sin cuidado en la mesa haciendo que un ruido metálico hiciera eco.
—No eres un sirviente 666, no tienes que hacer la comida— le dijo Slug al robot morado, el oso gruñó y se marchó, enseguida White Hat entró y le dio un beso en la mejilla a Clemencia, tomó asiento y se quedó mirando la comida de la charola que se veía en muy mal estado.
—606 se esforzó haciendo la comida... sé que no es un gran cocinero, pero si le pone entusiasmo mejorará.
Slug suspiró. —¿Por qué te cuesta admitir que su nombre es 666 y no 606?
—También le digo 'ternura' y no le molesta.
El doctor resopló y decidió no seguir con esa conversación ya que lo había hecho muchas veces en el pasado y nunca lo convencía de llamarlo por su verdadero nombre, White Hat sirvió un plato de comida a Clemencia, otra para Slug y al final una para él, luego les sirvió su bebida a cada uno. Él y Clemencia comenzaron a comer excepto el doctor quien apenas tocaba su plato con el tenedor en mano.
De repente un tono desconocido sonó, ambos levantaron la cabeza mirando hacia Slug, sin embargo él actuó como si no pasara nada.
—¿Que fue ese sonido?— preguntó White Hat.
—Mi celular.
—No sabía que tenías un teléfono celular.
—No debería importarte, además es algo que no utilizo.
Clemencia se acercó a él. —¿Entonces quién te mandó un mensaje?
Slug llevó su mano con lentitud a su chaqueta y de ella sacó su teléfono, todos guardaban silencio mientras lo observaban con curiosidad. Él acomodo do sus anteojos y leyó el mensaje sin poder disimular su sorpresa; se trataba de un mensaje de su viejo amigo Flug Slys solicitando su presencia en la mansión de Black Hat.
—¿Quién es, quién es?— preguntaba Clemencia dando saltos.
—Número equivocado— dijo seriamente mientras guardaba de nuevo el artefacto.
Clemencia tanto White Hat hicieron una expresión de decepción.
—Yo no tengo teléfono celular, me gustaría tener uno para llamarles y enviarles fotos de gatitos— mencionó Clemencia mientras se llenaba la boca de comida.
White Hat la miró y enseguida de su gabardina sacó una pequeña tarjeta plateada. —Toma, cómprate el teléfono que quieras, dispones de todo mi dinero.
Clemencia se levantó tomando la tarjeta y dando saltos de felicidad, luego se acercó a White Hat para darle besos en el rostro y salió con un grito juguetón.
Slug se sintió incómodo al estar a solas con su jefe, de alguna manera no había dominado esa sensación extraña al estar junto al distinguido héroe. Había algo que nunca le diría a nadie, un secreto; él admiraba mucho a White Hat, por su paciencia y carisma ya que era algo que él no tenía. Aun ahora se preguntaba por qué White le pidió que fuera parte de su equipo, aún después de años él sentía que no lo merecía y cuando le preguntaba a su jefe él siempre le respondía con una sonrisa cálida que era porque de verdad había bondad en él, y Slug... él se convencía a sí mismo que no era así.
—Hoy tenemos una misión, prepara tus cosas, salimos en minutos— le dijo White Hat sacándolo de sus pensamientos.
—Avisa primero a Clemencia, siempre se retrasa.
—Clemencia no irá con nosotros, es una misión peligrosa y podría resultar herida, aún es novata en el heroísmo— dijo White Hat reposando su codos en la mesa y entrelazando sus dedos. —Ustedes son mis discípulos y a ambos los quiero pero es una misión arriesgada y tú eres el más ágil y fuerte. Además, mi hermanito hizo una fiesta, en ella reunió a muchos grandes villanos y seguramente les dio buenos consejos porque ahora están causando muchos problemas.
—Espera... ¿Hubo una reunión de villanos, ¿Por qué no lo mencionaste? Pudimos detener a muchos y asesinarlos... digo, llevarlos a la justicia.
White Hat contrajo su expresión. —Mi hermano estuvo presente y le prometí que no iba a ser yo quien aparecería sorpresivamente frente él.
—¿Acaso le tienes miedo?
—¡Oh! no, no, no, es sólo que... nada. Mejor olvídalo, come, tus alimentos se enfrían.
Slug tomó su plato y lo arrojó contra la pared provocando que se rompiera. — ¡Siempre me cambias el tema! ¡Dilo de una vez!... sólo admite que le tienes miedo.
Slug estaba harto de que cada vez que White Hat hablara de su hermano cambiara el tema sin terminar de explicar por qué no se atrevía a darle la cara.
White Hat se encogió de hombros mordiéndose el labio mirando a Slug. —Bien, creo que es hora que lo sepas mi querido doctor.
—¿Acaso nunca tuviste la confianza de decírmelo?
—No es eso, es solo que... Black Hat me odia. Siempre me ha odiado. Hace mucho, mucho tiempo atrás él y yo peleábamos constantemente, bueno... él era quien me provocaba, pero nunca llegábamos a nada; yo no podía vencerlo, ni él a mí, un día me di cuenta de los horribles estragos que hacíamos en nuestros combates; dejábamos destrucción total tras nuestras riñas, era un caos y eso afectaba a los humanos, a gente inocente. Supe que jamás llegaríamos a nada y que la respuesta a nuestras diferencias no las arreglaríamos con peleas— dijo, White parecía triste estremeciendo a Slug ya que su jefe nunca cambiaba su expresión alegre.
—La última vez que lo vi— continúo White. — Le dije que ya no quería pelear, él me dijo que era un cobarde y muchos, muchos insultos más pero lo ignore, decidí hacerle una promesa; yo ya no volvería a buscarlo porque al estar juntos sólo haría que él intentara asesinarme y como te dije; no lo lograba. No quería que nadie saliera lastimado por nosotros. Así que me he alejado de él durante cientos y cientos de años, pero como él jamás dejaría de hacer maldades yo tenía que buscar la forma de detenerlo por ello mi trabajo de ayudar a los héroes y de reducir la maldad que quiere hacer en el mundo. Siempre he creído que mi existencia tiene el propósito de arreglar todo lo malo que él hace, soy el balance que se necesita— dijo con una sonrisa llena de orgullo.
—¿Eso es todo? ¿Durante todos estos años me escondite eso? Es estúpido, si eres tan fuerte como dices por qué no darle la cara, es más fácil que estar escondiéndote detrás de él arreglando sus estragos... Black Hat tiene razón; vaya cobarde que eres— le dijo, pero al ver la mirada dolida de su jefe se arrepintió de haber abierto la boca porque muy dentro de sí se sentía mal por herir sus sentimientos.
White Hat tenía una expresión algo sería, él era muy sensible y Slug lo sabía, y algunas veces lo hacía sentir mal por sus comentarios. Pero lo hacía porque Slug era alguien que realmente apreciaba. Guardó silencio por unos segundos mientras que Slug volvía a tomar asiento tomando su copa y bebiendo su contenido tratando de disimular que no había pasado nada.
—Slug... no soy un cobarde, hago lo que puedo, de una manera concreta en la que nadie resulte herido, eso hacemos los héroes, tú lo sabes.
Pero el científico sólo rodó los ojos sin decirle nada.
—Además, como te dije; no lo he visto en cientos de años, desde mucho antes de su retiro, y aunque él no hace directamente los estragos todo eso es su idea... me gustaría verlo de nuevo pero, no romperé mi promesa.
—¿Para qué quieres verlo entonces?
La expresión de White cambió por completo dando una sonrisa juguetona e inclinándose en la mesa para decir emocionado: —Bueno, recientemente me dijeron que Black Hat tiene... tiene un novio— dijo con un susurro, estaba emocionado y enfatizó las últimas palabras. Slug alzó una ceja y luego dio una gran carcajada.
—Vamos White, no deberías creer los rumores tontos que te dicen, estamos hablando de Black Hat— le dijo volviendo a tomar de su copa aun con una sonrisa.
—No es rumor, lo sé de una buena fuente, pero no es cualquier persona, se trata de su propio secuaz; Flug Slys.
En cuanto Slug escuchó el nombre se sobresaltó tanto que incluso escupió su bebida tosiendo.
—¡¿Qué?!
—Yo tampoco lo creía... no, no lo creo, no creo que mi hermano tenga sentimientos, él no es así, aunque sería encantador que así fuera por ello me gustaría verlo.
—Eso... eso no puede ser, ¿Estás seguro? ¿De verdad se trata de Flug Slys?
—Por supuesto, en realidad yo no lo conozco, solo he oído hablar mucho de él y lo he visto por otros medios, usa una bolsa y unos visores de aviación muy semejantes a los que a veces tú usas... eso me recuerda; ¿Ustedes dos se conocen?
—...No.
—¿Seguro?
—¿Crees que yo sería amigo de un idiota enclenque como él? Claro que no. Tengo suficiente con soportarte a ti. Lo que pasa es que copia mi estilo— dijo haciendo lo posible porque su mentira sonara convincente.
Su jefe lo miró levantando una ceja dudoso, pero no le dijo nada más, se limpio su boca de manera formal con un paño, se levantó y dirigió su mirada a su reloj antes de decir: —Es hora de irnos.
꧁________꧂
La puerta principal de la misión de White Hat se abrió y de ella entró Slug y su jefe que lucía una apariencia diferente, White Hat quien al igual que su hermano era un cambia pieles usaba otra apariencia cuando salía a sus misiones, lo había hecho por décadas ya que antes era confundido con su hermano causando miedo. Su apariencia era de un joven humano rubio y atractivo.
Slug usaba una bolsa de papel en la cabeza junto con unos visores viejos y maltratados de aviador. Esos artículos los usaba siempre que salía a alguna de sus misiones porque así se aseguraba de que nadie lo reconociera. Él no se lo habría dicho a su jefe y como excusa sólo decía que era para evitar la vergüenza de ser visto con él (otra cosa por la cual hería los sentimientos de White).
Él caminaba lento mientras que su fachada decía que habría tenido una gran lucha ya que estaba completamente desaliñado.
—Dime Slug, ¿Qué lección aprendiste hoy para poner en práctica? — le preguntó tomando su forma habitual.
—Que si estas en una persecución contra bandidos a toda velocidad no sacrifiques tu mejor motocicleta para detenerlos, una motocicleta que tarde un mes en perfeccionar— dijo al fin con disgusto.
—No. La lección es: un héroe siempre pone su vida ante la de los inocentes, lo aprendiste bien y lo demostraste al luchar contra esos tipos para que dejaran en paz a los rehenes. Antes no te importaba, hoy fuiste el héroe valiente y determinado que esperaba, estoy orgulloso de ti.
Slug se ruborizó bajó la bolsa, en cambio su respuesta fue diferente.
—Como sea— le contestó mientras se levantaba y se retiraba en dirección a su habitación la cual era enorme; la mayoría del espacio estaba lleno de mesas en las cuales se encontraban artefactos o planificaciones personales de Slug. Era como su propio laboratorio donde podía crear lo que quisiera, en la esquina se encontraba su cama individual y demás pertenencias. A diferencia de toda la mansión su habitación era oscura y siniestra.
Él se dejó caer sobre su cama mientras se quitaba la bolsa y cambiaba sus visores por sus anteojos negros sin antes guardarlos con mucho cuidado. Puso un cigarrillo en su boca y lo prendió, le gustaba fumar y su habitación era el único lugar donde podía hacerlo libremente. Comenzó a meditar; fue un día lleno de trabajo en el heroísmo, ni siquiera tuvo tiempo de pensar en sus proyectos, de repente regresó a su memoria lo que su jefe le habría dicho respecto a la 'relación' de Black Hat... así que se levantó de golpe sacando su teléfono y volviendo a leer el mensaje de Flug quien le estaba pidiendo una reunión lo más pronto posible, eso le hizo alzar una ceja preguntándose el porqué, ¿Por qué la urgencia?
Dio una profunda calada a su cigarrillo antes de volverse a recostar pero se sobresaltó al escuchar a White: —Fumar te hace daño.
—¡¿Cuántas malditas veces te tengo que decir que no entres a mi habitación?!—Slug habló aumentando el tono de su voz en cada palabra, se acercó a la puerta y la cerró con todas sus fuerzas produciendo un fuerte estruendo.
—Prometí que no entraría a menos que me lo permitieras y técnicamente no he entrado— dijo White del otro lado de la puerta.
Hubo un largo silencio que se interrumpió con la voz de White. —...Entonces... ¿Me das permiso para entrar?
Slug abrió lentamente la puerta mirándolo con intranquilidad.
El héroe le dio una sonrisa tierna pasando con lentitud. —Gracias— le dijo.
—Y bien, ¿Qué quieres?
White tomó asiento en la cama. —Tu trabajo ha mejorado mucho, ya no sé cómo recompensarlo, te he dado aumentos y todo tipo de regalos, pero no sé cómo agradecerte de verdad. Dime mi niño, ¿Qué más deseas?
—Primero que nada no me digas "mi niño", es tan jodidamente cursi. Segundo; no quiero nada, no necesitas darme recompensas, me hace pensar que soy tu perro a quien le das premios por una buena conducta.
—Pero... no, no lo hago para que te sientas así, ¡Te las mereces! ¿Acaso quieres otra motocicleta, otro aumento?
Slug cerró la puerta y se recargó sobre ella pensando; recordó el mensaje de Flug y la idea llegó a él de inmediato.
—Pensandolo bien... ¡Ya sé! Quiero unos días fuera de la ciudad, ya sabes, un descanso.
—¿M-me estas pidiendo vacaciones? Esta es la primera vez... ¡Fantástico! Haré una reservación en el país que quieras en el mejor lugar disponible...
—No, no, no— interrumpió Slug. —No vas a saber a dónde iré.
—Pero mi querido doctor, por qué no, podría pasarte algo malo.
—Se cuidarme solo, además de verdad no quiero que sepas a donde voy a ir, no me sigas, eso es descortés, ¿Cierto?
White guardó silencio. —...Sí, estaría invadiendo tu privacidad pero...
—Nada de peros, saldré en unos días mientras dejo mis pendientes en lugar, tú lo has dicho; nunca he pedido vacaciones, quiero tiempo libre. No te preocupes por mi White, voy a regresar a salvo, no te dejaría la labor de patear traseros para ti solo— le dijo bajando sus anteojos para dejarle ver un guiño.
White Hat le sonrió con rubor en sus mejillas, se levantó de inmediato y lo abrazó con fuerza sacudiendo de un lado a otro mientras que Slug le pedía a gritos que lo soltara.
—Está bien mi niño— le dijo dándole un beso en la mejilla.
꧁________꧂
NOTAS
Amo a White Hat, de verdad lo AMO y que para mi el ship supremo (jejeje) es entre Flug y White... tengo que hacer un fic algún día. Pero por ahora que haga una pequeña aparición. No tienen idea de lo importante que es él para el futuro, claro, si no cancelo el fin lo verán y si lo hago ya les contaré el porqué.
Unas aclaraciones; White sí le tiene miedo a Black Hat porque sabe que tan maldito es (aunque actualmente es blandito por eso se está muriendo jajaja) y porque BH lo tiene amenazado. Slug usa lentes oscuros por su vista y respecto al por qué tiene unos visores como los de Flug (los cuales aprecia mucho)....ok ok, nada de spoiler, ya verán por qué.
El capítulo de mañana es un flashback sobre la amistad de Flug y Slug ;) hasta entonces!!
Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top