3:Conflictos
━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━
Flug acaba de salir por la pequeña puerta de madera dejando a Black Hat y al sujeto del parche en los jardines. El vampiro mira a Black Hat esperando algún comentario, pero tras el largo silencio decide hablar primero.
—Cada vez me sorprende más el Dr. Flug, no esperaba ver lo que hay debajo de esa bolsa. No en esta circunstancia. Es... él es...
Pero Alger guardó silencio porque Black Hat lo observa con su único ojo visible dándole una expresión de enojo mientras gruñía fuertemente, luego su cuerpo se transformó en sombras desapareciendo al mismo tiempo que todas las rosas se marchitaban dejando el jardín en un estado lamentable.
El sujeto del parche suspiró mientras miraba al cadáver enfrente de él.
—Mi plan no funcionó. Al menos fue divertido —se dijo para sí mismo con una sonrisa.
◇◆◇
Flug se despierta confundido, su cabeza duele y aún se siente débil. Cuando recuperó la compostura se dio cuenta que estaba en su habitación y a su lado estaba 5.0.5 quien al verlo despertar se abalanzó contra él abrazándolo y gimoteando.
—¡Eh! No, basta... 505 estoy bien. Aunque, ¿c-cómo es que llegué aquí? —preguntó al oso azul mientras este todavía lo abrazaba con fuerza. El oso empezó a gruñir como si estuviese dando una explicación, pero Flug le interrumpió—. 505, ¿puedes traerme algo de comer? De preferencia que sea muy azucarado.
El oso asintió y se levantó sin antes darle una caricia a Flug con su hocico. Flug se sentó al borde de su cama mientras se miraba el traje negro que aun tenia puesto, miró su reloj y se percató que apenas habían pasado un par de horas. La puerta se abrió de golpe entrando Demencia con una sonrisa malvada mientras que sujetaba un marcador permanente en su mano, aunque al ver a Flug despierto su sonrisa desapareció.
—¿Qué haces despierto?
—¿Y tú qué planeabas hacer con eso, lagartija? —le preguntó Flug señalando al marcador.
Demencia lo escondió detrás de ella mientras le sonreía de nuevo.
—Nada.
—Aja. Oye, ¿dónde está tu vestido? Me tarde mucho tiempo en hacer que te lo pusieras.
—¿Esa cosa? La he tirado, no me gustaba y por suerte lo usé por muy poco tiempo, por cierto, ¿a ti qué te pasó, nerd?
Flug levantó la cabeza con sobresalto.
—B-bueno, no había descansado ni comido bien y... decidí que regresar a la mansión era buena idea, supongo que estaba más débil de lo que imaginé —contestó él al mismo tiempo que miraba su mano temblorosa.
—¿Querías caminar desde la otra ciudad hasta aquí? No eres tan listo como dices, ¿estás seguro de que no pasó nada? En cuanto te vi salir de la fiesta supuse que algo malo había pasado, luego Black Hat apareció muy enojado y cuando salimos te vi inconsciente así que te tuve que arrastrar hasta el auto, al llegar 5.0.5 te trajo de inmediato a tu habitación, lástima que estés vivo, quería quedarme con tus cosas.
Flug dio un suspiro y luego preguntó disimulando la enorme curiosidad que sentía.
—¿Y Black Hat?
—Mi amorcito está en su oficina y debe estar muy enojado, si fuera tú no iría a menos que quieras que te rompa las piernas.
—Oh, no te preocupes, no lo haré. Pero sabes una cosa, sugiero que te vayas de mi habitación.
La chica lo miró con una expresión retadora.
—¿O si no qué?
Apenas había dicho esto un rayo pasó a escasos centímetros de su cabeza.
—Si no la próxima vez no voy a fallar —le dijo Flug mientras le apuntaba con su arma. Demencia se paralizó, ella le mostró un gesto grosero antes de darse la media vuelta y marcharse. Después de un par de minutos 5.0.5 regresó con todo tipo de alimentos y caramelos para Flug quien los comería a toda prisa.
Black Hat estaba irritado, caminaba de un lado para otro en su oficina con las manos hechas puños, cada vez que intenta concentrarse en otra cosa la imagen le regresaba a la mente; el tipo sujetando a Flug como si le perteneciera y luego ese beso, el bastardo se había atrevido a besar Flug como si no fuese gran cosa, pero para él fue como si el tiempo se hubiese detenido, no lo podía olvidar, no podía olvidar cuando Flug lo miró, sus ojos eran suplicantes y él, él no hizo nada, no había hecho absolutamente nada por su humano, peor aún, había tenido que despreciarlo de esa manera mientras lo miraba de frente. Aunque, tenía sus razones, no iba a actuar de una manera tan inconsciente y arriesgarse a que supieran que él tiene "sentimientos" por Flug. Sí, el sentía algo por el humano y eso le pesaba en su orgullo. Ya no podía engañarse a sí mismo. Le quería y sabía que habrían consecuencias. Estaba arriesgando demasiado.
Black Hat era una criatura cruel, ha vivido por miles de años haciendo la maldad en el mundo y fuera de este. Es infame y aún en su retiro hablar de él causa pánico. Pero a pesar de sus años estando entre humanos no podía entender sus emociones, y para ser honestos, no le daba importancia, a él no le importaba establecer una relación sentimental con ningún miserable humano.
Eso fue así por mucho tiempo hasta que se decidió por tener lacayos humanos para facilitarse su trabajo y había sido una terrible idea; los humanos eran muy frágiles, se rompían con facilidad tanto física como mentalmente. Tuvo un par de ellos antes de conocer a Flug. No olvida la primera impresión que tuvo al verlo, era tan pequeño, delgado y sus piernas temblaban de miedo, era tan deshonroso que se llamara villano, creía que moriría en solo una semana o que terminara cediendo a la locura, pero había subestimado al chico.
Flug se mostraba como un joven sumamente nervioso, tartamudeaba y siempre estaba encorvado viéndose débil, sin embargo, había algo en él que había maravillado a Black Hat; Flug tenía un lado sádico, él mismo había visto como torturaba a los héroes; los desmembraba, los despellejaba vivos, hacia todo tipo de pruebas en ellos o simplemente los torturaba haciendo que tuvieran un fin lento y doloroso. Todos esos gritos de agonía eran una dulce melodía para sus oídos y ver a Flug reír maliciosamente mientras su perfecta bata blanca se bañaba de sangre... Tenía que admitirlo era algo... atractivo.
Además Flug era todo un nerd, alguien realmente listo ya que cualquier idea que tenía el chico hacía todo lo posible para hacerla realidad, a veces cometía errores como todos los de su especie, errores imperdonables como ese repugnante oso pero esa equivocación la pasó por alto en contraste con todo el dinero que le hacía ganar. Al pensar en todo esto tenía que reconocer que Flug no era otro empleado más como lo había dicho.
Después de algunos años Flug empezó con un comportamiento extraño para Black Hat; el joven iba muy temprano a su oficina y arreglaba todo al gusto de su jefe, le llevaba el periódico diario y empezó a tener una pequeña obsesión por tener la atención y aprobación de él. Él estaba más que satisfecho por eso, el chico aún le temía al verlo enojado, pero fuera de eso era evidente que aún le tenía devoción y absoluta lealtad, sería el primer humano en hacerlo por voluntad propia. Flug demostraba cada vez más interés por él; lo halagaba y aunque al principio le molestara que lo llamara "jefecito" fue algo que después le agradó.
Supo que una pequeña parte de él se había encariñado con el científico cuando empezó a extrañar su presencia, cuando su risa lo contagiaba y miraba por largo tiempo su rostro descubierto. Aunque su naturaleza maligna lo repudiaba y su orgullo haría que nunca lo reconociera. Seguía reprimiéndose.
Por otra parte, Flug no pudo esconder demasiado tiempo el mismo sentimiento. Había luchado contra su propia vergüenza y timidez, se había atrevido a acercarse y besarlo. Black Hat quiso arrancarle la lengua por tal atrevimiento. No fue así. Él, de alguna manera correspondió al beso. Lo disfrutó.
Flug siguió besándolo con desesperación y deseo mientras sus manos recorrían su pecho en busca de su piel. Su indecencia delataba su ansia sexual, él decidió complacerlo.
Él nunca había tenido sexo con un humano y descubrió que era algo que realmente disfrutaba, por otra parte también supo que el joven jamás habría tenido sexo en toda su vida y dentro de él sintió más deleite al saber que él había sido el primero en tomarlo.
Tras su primera vez nada había sido muy diferente, Flug seguía con su trabajo habitual a excepción que se ruborizaba cada vez que se topaba de frente con él, por otra parte, el demonio no le había dado mucha importancia, una simple noche de sexo no significaba mucho, pero no pasaría demasiado tiempo para que ambos estuvieran teniendo intimidad de nuevo, y luego otra vez y otra.
Flug nunca se quejaría, ahora era totalmente voluptuoso a él y eso le maravillaba, ambos estaban en ese juego sexual, solo placer, eso creía al menos, pero Flug empezó a demostrar que era algo más.
Y luego vino esa estúpida pregunta. Esa maldita pregunta.
«¿Me amas?», recordó preguntar a Flug con un tono de duda y esperanza.
Él en realidad él no sabía que responder a eso. No era la primera vez que Flug decía "te amo", era lo que siempre escuchaba mientras tenían intimidad, pero él nunca respondía y ahora el científico le exigía una respuesta y al escucharla parecía no estar satisfecho, pero esa era la verdad. Black Hat no conocía el amor así que no podía decirle que lo amaba, quizá tenía un sentimiento hacia él, una simple atracción pasajera, pero no era lo mismo a amar.
Por eso decidió mentirle con las palabras más bonitas y cursis que pudo haber dicho, eso hizo que Flug se emocionara al momento y corriera hacia sus brazos.
Él no sabía cómo expresar exactamente ese sentimiento por el joven. No era amor, no. Él no podía sentir eso, pero tampoco sabía qué clase de atracción era. Iba más allá de lo carnal, eso lo reconoció.
Sin embargo, esa última vez de sexo había sido tan diferente. Flug le había dicho que le demostrara lo que sentía por él y así lo había hecho, le había demostrado que era de su propiedad, que era su humano, que lo cuidaría... Pero le falló, eso lo hacía rabiar. Esa pequeña parte de él se sentía decepcionado de sí mismo.
Black Hat blasfemaba por sentirse así, esa clase de conflictos en su cabeza eran típicos de humanos. Se dirigió a su escritorio después de haber divagado por toda su oficina sin llegar a nada y se sentó lleno de frustración.
◇◆◇
En el día siguiente Black Hat fue a la habitación de Flug por la tarde suponiendo que había mejorado. Pensaba que tal vez sí debió darle su descanso, habría evitado que Flug se desmayara. Él entró a su habitación pero no encontró al científico así que decidió ir a su laboratorio. Cuando llegó vio al joven de rodillas armando a un Hatbot, Flug alzó la mirada y observó a su jefe apenas por un segundo para después seguir con su trabajo.
—Creí que te tomarías el día.
Flug guardó silencio.
—Gracias a tu tonto drama decidí jamás volver a ir a ningún evento así, para la próxima mandaré a uno de mis esclavos —decía mientras se cruzaba de brazos. Flug no decía nada, pero por debajo de su bolsa tenía el ceño fruncido.
El demonio miró a Flug mientras su paciencia se agotaba.
—¡Flug! —gritó haciendo eco en todo el laboratorio.
El científico salto un poco tras oír a su jefe, se levantó con un destornillador en la mano mientras se cruzaba de brazos y se ponía en una pose desinteresada.
—¿Qué necesitas, Black Hat?— respondió hablando entre dientes mostrando su desprecio.
El demonio se acercó y comenzó a rodearlo como si fuese una presa mientras sostenía su sonrisa.
—¿Enojado?
—¡Sabes lo que me pasa, Black Hat!— respondió de inmediato lanzando el destornillador con furia contra el suelo—. T-tú me mentiste... ¿Así que solo otro asistente? ¿Alguien desechable?
—¿Qué querías que hiciera? No podía permitir que mi reputación se arruinara.
Flug quedo con la boca abierta.
—¿T-tú reputación, enserio? —habló el chico, indignado—. ¿Qué hay de mí? Yo te am-...
Y entonces se detuvo tragando saliva para reprimir el nudo de su garganta y continuar.
—De verdad... ¿No lo entiendes? —preguntó con la voz temblorosa.
—¡Lo hago! Pero no permitiré que "supongan" que tengo una debilidad —dijo Black Hat, firme.
—¿Una debilidad? Espera... No, mientes ¡Deja de mentirme! Sigues haciendo esto difícil, esto no es un juego, no es una estrategia, no es un negocio. Es real —respondió mientras su voz se empezaba a quebrar.
Black Hat se acercó a él, pero Flug se alejó evitando que lo tocara. Después habló sin siquiera mirarlo.
—He visto como le coqueteas a cualquiera, pero te avergonzaría que te vieran conmigo. Siempre tuve la esperanza de que algún día eso cambiara. Deberías saber que he luchado mucho por al menos llegar a ser digno de ti —dijo, luego suspiró y su voz de torno más triste—. Ya comprendí que no podemos seguir con esto, Black Hat... Esto, lo que sea que había entre nosotros se ha acabado, al menos sé que a ti nunca te importó.
Black Hat lo miró por unos momentos en silencio, él quería decir algo al respecto, hacerlo cambiar de opinión y tratar de demostrarle que se equivocaba pero no sabía cómo hacerlo, no entendía por qué era tan difícil. Pensaba que lo del incidente en la fiesta sería algo que Flug podría comprender, pero al parecer no fue así. Flug acababa de terminar con él.
A Flug no le sorprendió el largo silencio que hubo por repuesta así que dio la vuelta y salió del laboratorio dejando a Black Hat solo, tratando de razonar aquello que le había dicho. Estaba en shock, intentando entender qué era aquel malestar que nacía en su interior.
◇◆◇
Flug se encontraba en su habitación oscura, no estaba en su cama sino en un rincón tirado en el suelo sujetando sus piernas, era una pose que hacía cuando no encontraba otro escape, así se sentía justo ahora. No estaba sollozando, pero sus lágrimas recorrían su rostro. No podía creer que él mismo había terminado con algo que había anhelado durante tanto tiempo; ser la pareja de Black Hat, había complacido todas sus fantasías con él y en realidad esperaba más, que su "relación" fuera algo serio para Black Hat, que un día demostrara cariño por él y pasar el resto de su vida juntos como amantes... Sonaba ridículo, lo sabía, aun así, se había sentido tan feliz de al menos haberlo imaginado.
Dio un largo suspiro, ¿ahora qué haría? No podía renunciar ni irse de la mansión, así que lo único que podía hacer era seguir con su trabajo, obedeciendo a los mandatos de Black Hat, pero justo ahora no quería verlo, no quería saber qué es lo que iba a pasar, seguramente su jefe lo olvidaría, pero él no podría hacerlo. Tendría que pasar el resto de su vida trabajando para él, eso era mucho tiempo para intentar olvidar.
Flug se levantó, su estómago rugió de hambre lo cual le extrañó un poco, durante los últimos días su apetito había crecido considerablemente sorprendiéndose de todo lo que podía llegar a comer. Salió de su habitación dirigiéndose a la cocina por algo que lo llenara. No iba a arriesgarse a desmayarse otra vez.
Cuando salió de la cocina y se disponía a ir de nuevo a su habitación vio a Demencia en la sala con 505, el oso se tapaba los ojos con sus patas mientras que Demencia reía a carcajadas, Flug supuso que Demencia estaba obligando a ver a su pequeño otra de esas películas de miedo que lo aterraban.
—¡Demencia! Más te vale que no sea otra película de terror, a mi nene le dan pesadillas —dijo Flug, enojado mientras se acercaba al sillón.
—¡Cállate! ¿Dónde has estado, acaso no lo has visto? Está en todos los canales.
Flug miró a la chica con extrañeza luego dirigió su atención a la televisión y tuvo que parpadear un par de veces para creer lo que había en la pantalla: una ciudad estaba siendo totalmente destruida por Black Hat, los edificio caían y otros estaban en llamas, todas las personas gritaban y trataban de escapar sin lograrlo ya que eran asesinadas por Black Hat quien estaba totalmente bañado en sangre y su forma física era aterradora, era toda una pesadilla viviente.
Su jefe tenía la mirada perdida con su sonrisa siniestra y daba una risa diabólica cada vez que se alimentaba de las almas de los pobres ciudadanos.
—Es la tercera ciudad —dijo Demencia—. Debe estar muy enojado, ha devorado como a 10 héroes que han tratado de detenerlo, literalmente se los comió —continuó la chica mientras reía a carcajadas.
Flug tomó el control remoto y apagó la televisión disgustando a la chica.
—5.0.5 no debe de ver eso, ya lo sabes —habló mientras se acercaba al oso y lo consolaba.
—Eres un aguafiestas, Flug, de seguro tú hiciste enfurecer a Black Hat con tus tonterías.
Él ignoró a la chica, tomó de la pata 5.0.5 y ambos salieron de la habitación.
—Es hora de un baño —le dijo mientras aún llevaba al adorable oso de la pata.
El joven se quedó pensando en la rabieta que estaba haciendo Black Hat, era debido a su plática que habían tenido, eso era obvio, pero no imaginó que le afectara tanto. Tragó hondo. ¿Cómo actuaría Black Hat ahora? ¿Cómo debía comportarse él? Se mordió el labio al pensar en todo esto. Iba a ser más difícil de lo que había imaginado.
━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top