26: Un corazón roto

Después de haber tenido una rica cena azucarada se quedó dormido de nuevo. Al despertar Black Hat ya no se encontraba a su lado, él le habría llevado la cena y acompañado mientras disfrutaba sin charlar demasiado.

Flug se despertó sin saber qué hora era pero decidió levantarse a toda prisa mareándose al hacerlo, decidió tomar asiento y esperar a que ese ligero malestar se fuera.

Una vez más inició su rutina, extrañaba hacerla; levantarse; ducharse y de inmediato ir a su laboratorio a proseguir con algún trabajo o a hacer sus propios proyectos.

Esta vez decidió usar prendas de vestir más cómodas; un pantalón que no se ajustara a su cintura para evitar lastimarse y un suéter azul el cual las mangas se adornaba de estrellas de colores. Era uno de sus suéteres favoritos, que aunque no tuviese una imagen de avión era sumamente suave y eso era lo que necesitaba ya que sus camisas empezaban a estar demasiado justas.

Recordó esas veces que simplemente se quedaba dormido en su escritorio y otras en las cuales el cansancio lo obligaba a quedar dormido en el lugar que se encontrara, luego simplemente se levantaba y continuaba con su trabajo. Era muy divertido recordar eso porque ahora las cosas eran tan diferentes.

Salió a los pasillos oscuros notando demasiada tranquilidad en la mansión, miró por una de las ventanas color carmesí percatándose que era de noche, aunque no sabía si acababa de oscurecer o estaba a punto de amanecer. Supuso que 5.0.5 y Demencia estaban dormidos porque en verdad había demasiado silencio.

Fue directamente a la oficina de Black Hat encontrándola vacía, se acercó a su escritorio encontrando varias pilas de hojas, en ellas se encontraban largas listas sobre pedidos; tareas simples de las cuales se encargaba Demencia hasta consultas de orientación las cuales se marcaban con una línea roja, Flug supuso que aquellas las había cumplido Black Hat, pero, muchas notas se marcaba como "pendientes"; eran todos aquellos pedidos sobre artículos los cuales se suponía que él tenía que construir . Flug se mordió el labio examinado todas las hojas, se trataba de un gran número de pendientes. Se preguntaba por qué Black Hat no había mencionado eso... bueno, es verdad que ya no estaba obligado a hacerlo porque ya no contaba con su contrato el cual lo dictaba, pero aun así, él amaba hacer eso; trabajar en su laboratorio disponiendo de todo sin límite alguno para crear artículos de tortura o destrucción.

Era su especialidad al igual que experimentar en humanos preferiblemente en héroes o villanos patéticos, le gustaba descubrir qué suero los hacía sufrir más o qué tan rápida pudiese ser una muerte con algún invento nuevo, siempre experimentando con personas, no por nada tenía el título de científico loco.

Aunque por ahora en lo único que estaba interesado era en su condición, en aquella criatura que se encontraba en él. ¿Era un experimento? Lo llegó a pensar así pero ahora lo veía de otra manera; se trataba de un ser que tendría pronto, de alguien que crecería, no estaba seguro si de una manera igual a la de un humano, o si su crecimiento fuese algo más lento ya que por lo que sabe Black Hat ni siquiera cuenta los años de su vida ya que no tiene sentido para él hacerlo. Sólo sabía que tenía mucho tiempo viviendo, es inmortal e indestructible.

Meditó un poco. Las preguntas empezaban a llegar a su cabeza en un torrente, Black Hat dijo que odiaba a aquel ser porque ponía en riesgo su vida, él llegó a pensar lo mismo imaginando cada una de las posibles consecuencias pero después nacieron preguntas por las cuales comenzó a tenerle cariño; si nacía y sobrevivía ¿Cómo sería su aspecto? ¿Se parecería físicamente a Black Hat o a él? ¿Cuál sería su temperamento y personalidad? ¿Sería una niña o niño?

Todas esas preguntas hicieron que dejara de pensar en las consecuencias, valía la pena un poco de malestar a cambio de una persona, de su descendiente.

Flug se estremeció de nuevo al pensarlo deseando que Black Hat pudiera verlo de la misma forma y que no dijera que lo odiaba sin detenerse a pensar. Eso lo hizo meditar; podría convencer a Black Hat, pero lo que más le importaba era lograr que le tuviera cariño porque al fin de cuenta es su 'hijo'. Aunque conocía a bien a Black Hat y si decía que lo odiaba temía que buscará la manera de asesinarlo.

Sacudió su cabeza negativamente apretando sus labios por debajo de su bolsa, no pensaría en eso por ahora, por lo visto tenía mucho trabajo para hacer. Pero, su vista se nublo y un mareo lo hizo titubear tomando asiento de inmediato en el lujoso sillón de Black Hat para no caer llevándose la mano a la boca evitando que sus náuseas se agravarán.

Los síntomas estaban regresando de una manera rápida y al parecer peor que la última vez, Flug estaba desconcertado, se suponía que los síntomas tienen que desaparecer al paso de los meses, no empeorar. Al menos eso en una gestación normal. "Idiota, esto no es normal", se dijo recordando que un hombre no podría concebir nunca, y que aquello era a causa de un ser demoníaco, claro que no era normal así que no tenía que pensar que su gestación iba a ser como cualquier otra.

Se quedó sentado hasta que recuperó la compostura, ir de nuevo a la cama era lo mejor pero no podía dormir más porque ya había dormido lo suficiente, incluso Black Hat lo mencionó. Sin embargo no podía dejar que las solicitudes siguieran quedando pendientes así que tomó las hojas en sus manos y salió hacia su laboratorio para comenzar a trabajar.

Recorrió los pasillos mientras que con ambas manos sujetaba las hojas y en cuanto llegó a las escaleras bajó cuidadosamente, pero apenas había bajado un par de ellas cuando un repentino mareo llegó a él de nuevo, esta vez no tuvo de donde sujetarse aún menos con ambas manos ocupadas, Flug quiso detenerse paro en el último paso que dio resbaló.

Apretó los ojos y soltó las hojas para tratar de cubrirse de la caída, sin embargo sólo las hojas cayeron al suelo porque Black Hat lo sujetaba con una mano, había evitado que cayera.

El pecho de Flug se levantaba en grandes respiraciones de absoluto pánico, de verdad habría pensado que caería por las escaleras, eso hubiese costado la vida de su nene. Black Hat lo miró en silencio y luego negó con la cabeza.

—Tan torpe... como siempre.

—Lo siento— dijo débilmente mientras se inclinaba a recoger las hojas. —Sólo iba iniciar la construcción de estos pendientes.

—No te lo he pedido.

—Ya lo sé pero no quiero que la reputación de la compañía se arruine por incumplimiento, después de todo ahora soy tu socio.

Black Hat detuvo a Flug evitando que tomará las hojas del suelo luego levantó la bolsa de su rostro llevando su mano a la frente del chico. —Tienes fiebre, de nuevo.

Flug se llevó la mano a su rostro con expresión dudosa.

—Estás débil, incluso tus rodillas tiemblan.

—Estaré bien... ahora necesito iniciar con los pedidos más antiguos y...

—Tan sólo ayer te dije que la compañía no es más importante que tú, vas a descansar— le dijo Black Hat dispuesto a cargarlo pero Flug se opuso.

—¡Espera! Con tan sólo ir a la cama no va a hacer que mejore. Tengo que ir al laboratorio, ahí tengo lo necesario.

—Está bien pero si comienzas a trabajar tendré que atarte a la cama como un perro, como un animal que no entiende.

Flug rodó los ojos y se ajustó de nuevo su bolsa junto con sus visores. —¿No te importa los retrasos que se están acumulando?

—Pueden esperar... o pasar al departamento de quejas— bromeo Black Hat. El chico dio una carcajada, el departamento de quejas era la sala de tortura. Con sólo un meneo de manos que hizo el demonio las hojas del suelo se levantaron y se acomodaron en su mano para después desaparecer. —Iré al laboratorio en quince minutos y espero que estés haciendo algo por tu salud.

Flug asintió y siguió bajando las escaleras con cuidado.

El científico llegó al laboratorio encontrándose con un par de pequeños Hat Bots que limpiaban e iban de aquí para allá tan rápido como su pequeña ruedita les permitía. Él entró y buscó sus objetos médicos.

Tal como dijo Black Hat fue después de unos minutos al laboratorio encontrándose a Flug sentado en una silla simple, una aguja se hallaba en su brazo remangado y ésta iba hacia una bolsa de suero que colgaba cerca. Flug dormía; su cabeza se inclinaba de lado mientras entrelazaba sus manos.

Para Black Hat ver a Flug dormir de esa manera fue muy '¿tierno?' No sabía explicarlo pero fue conmovedor. Black se acercó y levantó la bolsa dejando al descubriendo sus labios para después darle un tierno beso. No podía creer que él era quien daba esas muestras de afecto, besar, él recordaba cuando Flug le daba besos y él los repudiaba, pero ahora era él quien buscaba a Flug para besarlo porque cada vez que lo hacía sentía un cosquilleo semejante al sentimiento de satisfacción que tenía cuando hacía fechorías o asesinaba a las personas... no. Besar a Flug le hacía sentir mucho mejor. Era un sentimiento de absoluta felicidad.

El joven se despertó al sentir el tacto de Black Hat y le ofreció una sonrisa al mismo tiempo que llevaba su mano a su abdomen.

—Dio un ligero movimiento, lo hace cada vez que estás cerca.

Black Hat frunció el ceño y se alejó de inmediato mirando por unos segundos su vientre.

—Es molesto tratar de ignorarlo y cuando lo hago tienes que mencionarlo.

—¿Ignorarlo?— preguntó Flug.

—Su presencia... su aroma. Cada vez que estoy cerca de ti puedo sentirlo, es difícil de explicar.

—Es de tu procedencia, es claro que tenga tu esencia.

—Yo no quiero que sea así, ¡¿Por qué tenía que pasar esto?!

—Yo... yo esperaba que tú me explicaras eso.

—No sé las respuesta, ninguna acerca de eso— Black Hat apenas tocó la bolsa de suero que se encontraba cerca de él observando las gotas que caían con lentitud. —Espero que estés mejor, te necesito para la fiesta que habrá en unos días.

—¿Una fiesta? — preguntó el joven sin poder ocultar su sorpresa. —Dijiste que ya no irías a fiestas.

—Se trata de una reunión célebre que yo he organizado.

—¿Harás una fiesta?¿Tú?... a qué se debe.

—Hace mucho tiempo que no he hecho una, tengo que hacer ciertas aclaraciones a mis subsidiarios.

Flug miró alrededor del laboratorio y luego preguntó: —¿Lo harás en la mansión?

—Por supuesto que no, jamás metería a esos idiotas a mi casa, será en un edificio lejos de aquí, en una de mis muchas propiedades.

—Está bien jefecito, procuraré que los Hat Bots arreglen el lugar que tiene seleccionado y que 5.0.5 prepare el bufet.

—Perfecto, por ahora tengo trabajo que hacer, descansa— Black Hat invoco su bastón y dio un par de golpecitos en el suelo haciendo eco en el laboratorio. Unos segundos después un pequeño Hat Bot entró con una bandeja entre sus manos con una taza, al llegar frente a Flug le ofreció la bebida. El joven la tomó con su mano libre y miró el interior de la taza.

—¿Chocolate caliente?

—Bien podría ser veneno.

Flug bebió de la taza saboreando el dulce sabor mientras el robot salía del laboratorio.

—No, estoy seguro que es chocolate caliente.

El demonio sonrió y le dio unas palmaditas en la cabeza sobre su bolsa y luego se marchó dando largos pasos con ayuda de su bastón, al llegar a la puerta se topó con 5.0.5 quien estaba por entrar. Black Hat al verlo le gruño demostrándole su desprecio como era costumbre y el oso se encogió temblando de miedo. Esta vez no lo golpeo, simplemente lo intimidó para que abriera paso. Una vez que se fue 5.0.5 entró para estar al lado de su padre.

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Pasaron un par de días en los cuales Flug iba a su laboratorio y trataba de hacer su trabajo aunque fuese de una manera lenta, tomaba largos descansos en los cuales devoraba toda la comida que podía y trataba de controlar sus demás síntomas con todo tipo de medicamentos, experimentando sobre lo que podía consumir.

El día de la fiesta Flug se alistaba para ir al lugar en el cual la reunión se efectuaría. Trataba de hacer el nudo de su corbata amarilla la cual hacía juego con sus guantes, usaba un fino traje azul con un broche de la corporación, Flug se veía elegante y orgulloso aunque estuviera batallando con la corbata, también se encontraba nervioso, su notable panza sería algo que quizá llamara la atención, ¿Pero quién podría sospechar?

Black Hat entró a su habitación luciendo un traje vanidoso; su pecho se adornaba de insignias de oro, en su bolsillo se notaba la cadena de su reloj de bolsillo y de su sombrero de copa sobresalía una pluma roja la cual lo adornaba.

Al ver a Flug tratando de acomodar su corbata decidió ayudarlo. El científico lo miraba con una sonrisa mientras que su pareja acomodaba el nudo en silencio.

—Nadie verá lo que hay debajo de esa bolsa— le dijo terminando de acomodar la corbata.

—Nadie lo hará— afirmó.

Después de eso ambos salieron al carruaje exclusivo que era de un estilo victoriano, sólo ellos dos viajaban ya que Demencia así como 505 se habrían ido desde muy temprano.

Llegaron a un gran edificio con apariencia de abandonado pero por dentro era todo lo contrario, era una sala gigante que se adornaba al gusto de Black Hat. En ella se encontraban decenas de Hat Bots; los pequeños con bandejas en sus brazos metálicos y los Centinelas actuando como guardias imponentes, 5.0.5 se hallaba frente la mesa de buffet haciendo los últimos detalles del festín que preparó; acomodaba el pastel y procuraba que el ponche estuviese dulce, a Flug le gustaba ver a su pequeño ocupado en eso aunque la verdad nadie tomaría ponche sino vino.

Demencia se acercó a ellos de prisa alzando su vestido.

—¿Por qué llegaron juntos?— preguntó viendo a Flug con el ceño fruncido.

—Demencia, vuelve al trabajo, tal vez sea una fiesta pero ustedes son mis sirvientes, no tiene el derecho de divertirse.

La chica de cabello largo y suelto ladeo la cabeza mirando a Black Hat y luego a Flug, hizo esto un par de veces antes de irse mientras susurraba algunas maldiciones.

—Creo que sospecha algo... ¿Debería preocuparme?— preguntó el joven con nerviosismo.

—No.

La respuesta de Black Hat fue sencilla pero firme.

Sus invitados fueron llegando poco a poco, grandes celebridades como Bennivet quien era tan pequeña pero toda una conquistadora de mundos, también asistieron Dark Phantom, Mawrasite y decenas de villanos conocidos. Todos usado elegantes atuendos y dirigiéndose al mayor villano con sumo respeto. Flug en cambio permanecía distante, estaba sentado en una mesa a solas mirando todo a su alrededor; el lugar era bastante grande y estaba lleno de personas las cuales lo miraban con indiferencia, muchos de ellos se acercaban para hacer algunas preguntas o sólo para declarar la admiración que sentían hacia él, pero Flug no se sentía cómodo.

Ese día se había levantado creyendo que se divertiría, pero ahora que estaba rodeado de todas esas personas mirándolo de una manera tan extraña deseo no haber asistido, no era lo que esperaba. Recordaba a esa heroína diciéndole "las personas como tú", él estaba consciente que Alger había revelado la relación que llevaba con Black Hat y se sentía juzgado por eso. Sentía que los asistentes lo miraban y lo juzgaban.

Pero salió de sus pensamientos al ver que alguien tomaba asiento a su lado; se trataba de Metauro quien usaba un moño en el cuello de manera cómica.

—Flug, me alegra verte de nuevo.

—Metauro, no sabía que estabas aquí, ¿Cómo se encuentra tu familia?

—Mi ex esposa me odia y mis hijos son unos malcriados... creo que todo va bien.

Flug sonrió y hubo un silencio incómodo.

—Es increíble que la última vez que asistí a una de sus grande fiestas tú eras sólo otro mesero— dijo Metauro admirando el ambiente del salón. —Y ahora te presentas como el socio de la compañía.

—Todo gracias a mis méritos— contestó el joven un poco incómodo.

—No trates de escóndelo Flug, ya lo sé.

El chico agradeció tener puesta su bolsa ya que su expresión fue de suma sorpresa.

—Pero, no es algo que me moleste, no quiero terminar como los otros— continuó hablando Metauro acomodándose más en la silla.

El científico meneo la cabeza confuso. —¿Los otros?

—¿No lo sabes? Cuando Alger dio a conocer su... 'situación' muchos villanos y héroes reaccionaron de una manera indecente, algunos incluso llegaron a atreverse a burlarse enfrente de Black Hat, los idiotas terminaban muriendo de la peor forma posible y los héroes que llegaban a comentarlo... a ellos los buscaba, persiguiendo a sus presas para al fin devorarlos.

Flug escuchó atento mientras su mirada se dirigía a Black Hat quien a la distancia hablaba hacia un grupo de villanos con el porte imponente de siempre, Black Hat volteo cruzando miradas por apenas un segundo pero el joven agachó la cabeza.

Para todos los demás Black Hat era el peor; despiadado, maligno y sin piedad alguna pero si ellos pudiesen verlo cuando estaban a solas, él actuaba de una manera tan dulce y amable.

—Al parecer todos lo saben— dijo Flug al fin con voz seria. —¿Debería importarme?

—No lo sé, sólo digo que cuidado— le respondió con tono de advertencia. Luego se levantó. —Aunque eres el famoso Flug Slys, no es como si necesitaras un héroe que te proteja, ¿Verdad? Sin mencionar que alguien como tú no conoce a algún héroe, ¿Cierto? A todos los debes asesinar.

Flug pensó detenidamente sobre aquello que le decía, le hubiese gustado explicar que su único amigo era un héroe, pero le impresionó la advertencia que le estaba ofreciendo aunque ya no pudo preguntar, Metauro se había retirado.

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Pasaba de la media noche, los invitados se veían fascinados por la excelente atención y el ambiente, pero para el chico había sido un interminable sufrimiento, quería ir a casa porque estaba fastidiado. Flug salió a uno de los balcones alejándose de la muchedumbre, él miraba desde lo alto, el edificio estaba lejos de la ciudad rodeándose de una oscuridad absoluta, él se quitó la bolsa sacudiendo su cabello contra el viento.

—Ponte la bolsa de nuevo.

El joven se tensó y volteó a mirar al demonio quien se acercaba a él.

—¿Qué haces aquí?— le preguntó.

Black Hat no respondió, en cambio fue él quien volvió a acomodar la bolsa y sus visores advirtiéndole que no se los quitara de nuevo.

—No parece que disfrutes de mi fiesta.

—Tengo sueño... y hambre.

Black Hat miró alrededor procurando que nadie pudiese verlos.

—Ve a casa, aún tengo que dar un fastidioso discurso y hacer algunos tratos, tengo a mucha gente por ver y durará toda la noche.

—¿Puedo llevar a 5.0.5 conmigo? Debe estar cansado.

Black Hat rodó los ojos y asintió dando un suspiro.

El científico se acercó levantando un poco su bolsa y tuvo que ponerse de puntitas para poder besarlo, Black Hat reaccionó de una manera positiva ya que se inclinó para profundizar el beso. El joven tomo las manos de Black Hat y las llevó a su abultado abdomen con la intención de mostrarle el movimiento que daba dentro de él. El demonio no protesto pero se sobresaltó al sentir el movimiento de aquel ser. Él estaba a punto de separarse para después protestar pero no fue así. La puerta que estaba a metros de ambos se azotó con fuerza llamado la atención de los dos.

Cuando miraron se percataron que se trataba de Demencia quien los veía con una expresión llena de tristeza y decepción, ella los había visto, vio ese beso lleno de ternura y amor y al hacerlo sintió como su corazón se rompió.

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NOTAS

Sólo puedo decir; pobre Dem (jijiji)

Y sí, si lo notaron hay referencia una imagen de purr-no-graphic

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