CAPÍTULO 15
El sobre de las pruebas sigue sobre la mesa del restaurante japonés donde se encuentran Porsche y Tawan. Aun sin palabras, Porsche escucha atentamente lo que dice.
—¿Por qué haces todo esto, Tawan?
—Ya te lo he dicho. Le debo mi vida a la familia Therapanyakul. Hice cosas malas y, aun así, me dejaron vivir.
Era cierto. Hace veinte años, Tawan debió morir. Debió pagar con su vida lo que hizo en el pasado, sin embargo, no fue así. Los Therapanyakul lo dejaron vivir.
—¿Cómo supiste sobre Venice?
—Aquella vez cuando estuve aquí escuché una conversación, uno de los guardias peleaba por teléfono con alguien. A principios no entendía, pero escuchar el nombre de Venice y el accidente de Phai hizo que sospechara.
—¿Por qué no lo dijiste esa vez?
Porsche ajustó su ánimo y preguntó. No estaba enojado en absoluto, pero quería saber toda la verdad. Quería saber todas las razones.
—¿Me hubieras creído? ¿me creerías si digo que Venice fue quien provocó el accidente? —dijo—, por eso tuve que callar y reunir pruebas.
—Tienes razón.
Ambos conversaron un rato y se despidieron. Por ahora esto es un secreto, prometieron no hacer nada por ahora. Tienen que reunir más pruebas.
Un balde de agua fría fue dejado caer sobre el desahuciado cuerpo de Rain en la cama. Después de las intensas horas de sexo la noche anterior, el cuerpo de Rain cayó desmayado hasta ahora que fue abruptamente despertado por la fría agua sobre su cuerpo.
—Despierta. Es hora de regresar.
El asustado cuerpo de Rain se tensó. Aun desnudo sobre la cama, cubría su cuerpo con la sucia sabana manchada de sangre y fluidos. Todo su cuerpo dolía. La inocencia que una vez brillaron en sus ojos, ya no están. La contagiosa sonrisa que solía acompañar su rostro, se ha apagado.
—Toma, ponte esto.
Unos pantalones y camisa fueron lanzados para que vistiera su cuerpo. Ni siquiera se percató de la talla, la ropa fue puesta de un solo golpe. Todo su cuerpo estaba marcado, rastros de la desastrosa noche eran visibles en él. Sin embargo, no le importaba, quería salir de allí. Quería olvidar esto y escapar. Quería correr a los brazos de Phayoo, quería refugiarse en los brazos del hombre que ama y pedir perdón. Perdón no escuchar, perdón por caer en este sucio juego.
—¿A dónde vamos? —preguntó Rain.
—Ni pienses que podrás ir a los brazos de mi hermano —con un fuerte apretón, la mandíbula de Rain fue tomada por Venice mientras sus palabras salían con pausa de su boca—. Ni se te ocurra decir algo sobre esto. Al final, nadie te creerá. No puedes luchar contra el hijo mayor de la segunda familia. Incluso mi tío Kinn, me teme.
—Esto es estúpido, Venice. Déjame ir ya.
Venice sonrió y soltó la cadena de Rain. Era libre. Había sido liberado. Sus pies corrieron fuera de aquel sótano, Venice no corrió tras él, estaba dispuesto a dejarlo libre, ya había tomado lo que quería, ahora dejaría que su plan funcionara.
Rain salió de la casa, era un vecindario desconocido para él. Guiado por su instinto de supervivencia corrió por toda la calle hasta encontrase con personas que le indicaban el camino. Tampoco tenía dinero para pagar nada, de no ser por una persona que lo trajo hasta el centro de Bangkok, seguro estaría en ese pueblo.
—¡Rain! —gritó su padre—. ¿Qué pasó?
Sus padres tomaron el cuerpo de su hijo. Veían cada una de las marcas. Los ojos de Type comenzaron a derramar lágrimas.
—¿Tú también estuviste ahí, hijo? ¿también te chocó el auto como a Sky?
—¿Qué auto? ¿qué pasó?
Rain terminó de sufrir el último golpe en su corta vida. Acababa de enterarse del coma de su amigo.
Un fino cristal separa los amigos. El pitido de las maquinas respiradoras hacen que Rain se desespere con cada segundo que pasa allí. Sus manos fueron a parar a su cara, cubría todo su rostro mientras sollozaba. Sin embargo, un calor familiar se extendió por su cuerpo con un abrazo. Era Phayoo. Era él. Rain saltó al abrazo de su amante, sin decir una palabra. Sus manos se aferraron al cuerpo de Phayoo, sus sollozos fueron más fuerte que antes, mientras Phayoo le acariciaba la espalda.
En un instante, unas marcas rojas se dejan ver en el cuello de Rain, parecen golpes, pero Phayoo no prestó atención. Por ahora solo quiere disfrutar este momento.
—Vamos a comer, Rain. Tienes toda la tarde aquí y aun no has comido.
Rain asintió. En parte porque los propios padres de Sky ya le habían sugerido que fuera a comer. Estaban preocupados por la situación de Rain, también lo veían como uno más de sus hijos, por lo que verlo en este estado, era devastador para ellos.
Al llegar a la cafetería del hospital, Phayoo va por algo ligero para Rain, sabía que no comería mucho. Rain aceptó y comió. Más tarde, Phayoo intentó tomar la mano de Rain encima de la mesa, pero este retiró su mano en un rápido movimiento. Phayoo se extrañó, estaba seguro de haber visto más marcas, sin embargo, ignoró todas estas situaciones, para él lo más importante era cuidar de Rain en estos momentos.
Después de cenar, mientras se dirigían a casa de Rain, este se quedó dormido. Phayoo sospechaba que algo habría pasado con Venice, no quería llevar a Rain a su casa, ni siquiera a su propia casa para evitar encontrarse con su hermano. Aparco el auto en un hotel, donde prefirió pasar la noche con Rain.
La otra parte no dijo nada, de desmontó del auto, apoyado sobre Phayoo y lo siguió hasta la habitación. Su cuerpo cansado se apoyó sobre la cama, sin fuerzas e inconsciente, comenzó a desvestirse.
Los ojos de Phayoo quedaron perplejos ante lo que veían. Las marcas en todo el cuerpo de Rain hicieron que hirviera su sangre.
—Rain, ¿qué es todo eso?
Rain sin entender lo que han provocado sus acciones, sigue quitando su ropa, hasta que su cuerpo se detiene.
—Rain, ¿qué pasó?
No hubo respuestas. La paciencia de Phayoo se hacía cada vez menor. Apoyado sobre sus rodillas frente a Rain, dio un gran suspiro antes de volver a preguntar.
—Rain, esta es la tercera vez que te pregunto, ¿qué pasó?
Rain levanto la vista hasta encontrar los ojos de Phayoo, las lágrimas comenzaban a caer, pero para su sorpresa la reacción que esperaba no fue la obtenida.
—Te acostaste con Venice, ¿verdad?
—No, no, no es así, Phayoo. Escúchame.
—¿Te acostaste con él?
—Escúchame primero, Phayoo.
—¿Qué debo escuchar? ¿cómo te revuelcas con mi hermano?
—¡Me violó! ¡Estúpido! ¡Nunca me escuchas! ¡Tu maldito hermano me violó!
Ninguna parte habló. El silencio se apoderó de la habitación. No fue hasta que Phayoo rio y habló que la tranquila atmósfera cambió.
—¿Así como con tu amigo de la facultad?
—Esto no tiene sentido
Rain, rápidamente, colocaba su ropa nueva vez, debía salir de aquella habitación. Venice tenía razón, nadie le creería. En cambio, en la mente de Phayoo una historia familiar llegó a su mente, sus padres. El desafortunado pasado de sus padres volvió a sus recuerdos. Miró ambas muñecas y tobillos de Rain mientras colocaba su ropa. Aun tumbado en el suelo, sus manos, a la altura de su pecho, temblaban. Rain se dispuso a salir de la habitación, pero Phayoo lo nombró con una voz quebrada, sus ojos estaban lleno de lágrimas, sus manos aun en la posición que tenían antes, temblaban.
—Rain... no te vayas...
Phayoo se arrastró hasta él. Abrazo sus piernas mientras repetía una y otra vez sus palabras.
—Perdón, perdón, perdón.
—Phayoo...
—Siempre que me necitas te alejo de mí, ¿verdad?
—No es así, Phayoo.
—Sí lo es, Rain.
Ambos están a la misma altura. Ambos están tumbados en el suelo mientras abrazan sus cuerpos.
—¿Qué te hizo?
Una pregunta que Rain no estaba lista para responder, pero que igual tuvo que decir. Esa noche contó todo. Phayoo solo pudo escuchar todo en silencio mientras sus manos se apretaban de ira, que era calmada de inmediato por Rain. Ambos están conscientes del poder de su hermano, no pueden enfrentarse solo a él. Deben buscar la manera de descubrir las acciones de su diabólico hermano.
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