El camino se hacía eterno para Sky. Quería regresar a Tailandia. Necesitaba estar al lado de su amigo. Sus manos, a pesar del aire frio dentro del avión, estaban sudadas. Su preocupación le evitaba dormir. Al llegar al aeropuerto de Bangkok, sus pies lo llevaron al hospital donde estaba Rain. Aun continúa dormido, aún sigue dormido desde el día que se desmayó.

—Doctor, ¿cuándo va a despertar? —preguntó Sky, con lágrimas en sus ojos.

—Es difícil de predecir eso, aun no lo sabemos.

Todos quedaron en silencio.

—Pero ¿se recuperará?

—Haremos todo lo posible, por ahora debemos buscar un donador, es probable que necesitemos hacerle un trasplante.

—¿Tan mal estás, Rain? —dijo Sky, apoyando sus manos sobre el cristal que lo separa de su amigo. Su cuerpo se debilitó debido al cansancio, ya no lo soportó más. Sus piernas perdieron toda la fuerza que le quedaba y se dejó caer en el pasillo.

—¡Sky!

Gritaron todos. Phai tomó el cuerpo de Sky y lo recostó en una de las camillas dispuestas en el pasillo. El personal vino a socorrer de inmediato, indicando el reposo absoluto. Sin dudarlo un segundo, Phai llevó a Sky a su propia casa a descansar. Era cierto que aún está adolorido de su propio accidente, pero no estaría conforme sin saber nada de Sky, por ello decidió llevárselo a casa.

—Phai...

—Shhh... pa, hablemos luego. Primero llevaré a Nong Sky a descansar —respondió Phai a su padre Porsche.

—Ve, está bien —respondió sonriendo, sintiendo como unas manos lo abrazan desde su espalda—. Nuestro hijo es todo un adulto ya, Kinn.

—Eso parece, ¿deberíamos ir preparando una boda? —bromeó Kinn.

—No lo dudaría ni por un segundo.

—Vamos a dormir —dijo Kinn.

La luz del nuevo día que entra por las grandes ventanas de la habitación de Phai, hace que el cansado cuerpo de Sky despierte. A su derecha, en la mesita, una nota.

—Perdona por dejarte solo esta mañana, tuve que salir a trabajar. Conoces mi habitación, dúchate y come algo. Estas llaves son del coche, úsalas para ir al hospital. Allá nos vemos. Phai —leyó Sky la nota con una sonrisa—. Estás loco, Phai. Y más loco estoy yo de amor por ti.

***

El rostro de Phayoo, sin expresiones, no ha abandonado ni por un segundo el hospital. Nunca se ha alejado de la habitación de Rain. Incluso los padres de nong Rain, Tharn y Type, le han recomendado que vaya a casa a descansar, pero se ha negado.

Los doctores están buscando la manera de encontrar un donante para Rain. Han revisado uno por uno la lista de donantes, pero ninguno es compatible con Rain.

—¿Pueden ver si puedo donarle? Estoy dispuesto hacerlo, hágalo doctor, por favor —dijo Sky.

—No es tan fácil, joven. Pero podemos hacer las pruebas correspondientes para verificar su compatibilidad —dijo el doctor.

—Hágalas, doctor —su rostro mostró esperanza. En su mente rezaba que fuera compatible para ayudar a su amigo. Sky fue conducido al laboratorio junto con Type, quien fue a acompañarlo.

—Pa, iré a casa. No creo poder venir mañana a ver a Rain —dijo Phayoo. Los ojos de Tharn se abrieron sorprendido ante lo que escuchaba. Era la primera vez que Phayoo se ausentaría del hospital desde que Rain fue ingresado.

—Está bien, hijo. Te avisaremos si sabemos algo —dijo Tharn golpeando la espalda de Tharn.

—Oh, Khun Tharn, Phayoo —saludó Venice.

***

—¿Es usted el donante del paciente Rain?

—Sí, doctor. Soy yo.

—Ya ha recibido las cinco inyecciones diarias, ¿cierto?

—Sí.

—Entonces, podemos comenzar la extracción.

El doctor, acompañado de enfermeros, recostó el cuerpo del donante, punzando su cuerpo en ambos brazos. Por un lado, la sangre que sale de esa aguja va a una máquina donde se obtendrán las células que funcionaran para trasplantar en Rain. Una vez hecho esto, por el otro lado, esa sangre retornará al cuerpo del donante.

—Recuerde que debe mantener reposo absoluto. Mañana será la última sección de extracción.

—Sí, doctor.

—Nong...

—Doctor, prefiero que sea así. Nadie debe saber quién fue el donante.

—Está bien.

El segundo día no fue diferente al primero, el mismo procedimiento fue realizado. Una vez realizado la extracción, luego de alrededor de tres horas, su cuerpo cayó exhausto en aquel sillón.

1 mes después.

Luego de la cirugía, Rain ha comenzado a responder satisfactoriamente. Ya ha sido colocado en una habitación común del hospital, por lo que todos pueden visitarlo. Sin embargo, una persona aún no ha aparecido. Hace un mes que Phayoo se ausentó del hospital. Hace un mes que Phayoo dijo que iría a descansar y no regresó.

—Sky, ¿lo has visto? —preguntó.

—¿Phayoo? No, la verdad —respondió—. Incluso Phai está sorprendido, tampoco lo ha visto.

Los ojos de Rain se perdieron mirando el exterior a través de la ventana. En su cabeza mil escenarios se visualizaban. En su cabeza, estaba seguro que Phayoo aún estaba enojado por lo que creyó ver esa noche.

El tiempo en el hospital se terminó, era tiempo de que Rain regresara a casa. Todos esperaban la llegada del joven Rain a casa, desde los sirvientes hasta sus abuelos. Todos estaban contentos de que ya estuviera de regreso y de que, por fin, haya terminado la pesadilla que lo tomó por sorpresa. Sin embargo, y por recomendación del médico, deberá usar silla de ruedas por un periodo.

Ya en casa, ponerse al día con la universidad no fue difícil. El nuevo ciclo recién había comenzado mientras estuvo en el hospital, por lo que no era tantas cosas por hacer. Sus compañeros lo visitaban seguido, salían, todo en la vida de Rain volvía a su normalidad, a excepción de una cosa, ¿dónde está Phayoo?

—Rain, vamos a ir por un café, ¿vienes?

—Sí, ya me aburro aquí solo.

Sky y Rain fueron a la cafetería de la universidad. Mientras estaban allí, una silueta familiar se acercaba.

—¡Phayoo! —gritó Rain.

La alta figura detuvo sus pies y se giró hacia Rain. Era él, era Phayoo Therapanyakul. Sky había llegado a ellos con los cafés calientes en sus manos. Unas manos femeninas agarraron el brazo de Phayoo.

—Phi, ¿quiénes son estos nongs?

Los ojos de Rain y Phayoo se miran fijamente. Pero los ojos de Rain se posan sobre las manos de Manao, la joven de último año de comunicación, quien sostiene a Phayoo.

—Este es Sky, novio de mi primo Phai y este... él es Rain.

El corazón de Rain fue roto. Impulsivamente, ambos cafés, caliente, fueron arrojado sobre Phayoo por Sky.

—¡Jódete!

Rain se levantó de su silla. Contrario a lo que le había indicado el médico, caminó, intentó correr, quería salir de allí, pero su cirugía es reciente, ¿Cómo puede una persona así correr?

Al intentar hacerlo, sus pies fallaron, el dolor en su corazón fue más fuerte que el dolor que sentía ahora mismo por sus caderas.

—¡Rain!

Gritaron Phayoo y Sky al unísono, corriendo hacia él.

—¡Estúpido! ¿Te atreves a acercarte a él ahora? —gritó Sky golpeando el rostro de Phayoo—. Ya desapareciste de su vida, ahora apareces con una cualquiera de comunicación y quieres venir a ponerle tus asquerosas manos encima. ¡No te acerques más a mi amigo!

Sky tomó a Rain y salieron de allí. Todos habían escuchado lo que dijo. Todos sabían que Phayoo y Rain tenían una relación.

—Doctor, ¿es muy malo? —preguntó Sky al traer a Rain a la enfermería de la universidad.

—Por suerte no, pero deberá seguir usando la silla por más tiempo del previsto. Sus heridas aun no sanan, caerse así puede ser que se haya lastimado internamente, habrá que realizar estudios para saberlo.

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El sonido proveniente del pasillo hizo que todos giraran sus cabezas. Al salir, no había nadie, pero Sky sabía quién era. Phayoo lo había seguido, sabía que él estaba escuchando fuera del consultorio.

***

—¿Qué quieres, Venice? —respondió Phayoo al  teléfono. Al salir del hospital, condujo directo a casa. En el camino a su coche se encontró con la multitud que le gritaba, incluso Manao, quien fue usada por él.

—Perdiste, hermano. Es hora de que admitas tu derrota —dijo Venice.

—Bien, ganaste, ¿satisfecho? —dijo irónicamente—, ¿crees que Rain estará contigo?

—Al menos, yo no lo he hecho nada malo. Llevo ventajas sobre ti, hermanito.

—Ja, ja, ja... haz lo que quieras, Venice —dijo y colgó.

Su cuerpo fue dejado caer sobre la cama. Aún conserva el aroma de Rain, su perfume aún se encuentra aquí, cada mañana rocía su fragancia para sentirse cerca de él. Se alejó por su bien, se alejó para protegerlo, se alejó porque lo ama.