Primera incursión a las naciones elementales.

Jiraiya despertó dos días después de haber llegado al castillo, en un comienzo trató de encontrar a la bebé que no estaba a su lado, y despertar en un lugar desconocido no fue lo más grato, utilizando todas sus capacidades de espionaje para encontrar a la pequeña, recordaba lo sucedido antes de perder la conciencia, una cueva llena de sangre, dos cuerpos en el suelo un hombre y una mujer y al final una bebé llorando la petición de una mujer que estaba agonizando, pelear con 6 usuarios del rinnegan y todo oscuro, para despertar en esta fortaleza sin la pequeña, en el primer nivel no estaba por lo cual debía seguir, ya se sentía más recuperado considerando que su traquea fue destrozada y perdió un brazo, y llegó al piso de los dormitorios, por lo que con el mayor sigilo posible fue escuchando dormitorio por dormitorio, llegó al cuarto antes del que parecía el dormitorio principal, y escuchó la voz de una niña conversando con una mujer, enfocó un poco de chakra en su oído pero no escuchó nada, de repente abrió los ojos y se alejó de la puerta para ver como esta salía volando, mientras un lobo blanco lo miraba con no muy buenas intensiones
-"así es como pagas la buena voluntad de los señores?"- exigió respuesta la ahora reconocida loba blanca mientras llamas azules se acumulaban en su boca
-"dónde está la niña?" preguntó seriamente el hombre mientras comenzaba a realizar una serie de posiciones de manos pero fue interrumpido por una espada en su cuello
-"si quieres salir de este castillo caminando te recomiendo que te detengas"- Jiraiya miró a quien le hablaba para encontrarse con un joven vestido con ropas muy finas como un damyio.

Jiraiya le mantuvo la mirada al joven pero este no retrocedió al contrario, presionó aún más su katana a su cuello
-"está todo bien Naruto kun?"- se escuchó la voz de una joven en el dormitorio principal, para que a continuación apareciera Fumiko, observando del alboroto.

haciendo sonrojar al hombre cosa que le gano un pequeño corte en su cuello
-"cualquier cosa impura que hayas pensado te recomiendo que lo olvides"- habló Naruto con sus ojos brillando, por algún motivo Jiraiya prefirió obedecer
-"olvidado chico, olvidado, pero ya retira la katana de mi cuello, solo busco a la bebé que venía conmigo"- Fumiko ingresó al dormitorio y salió con la pequeña en brazos mientras esta reía ya que la joven acariciaba su mejilla
-"ella está muy bien no se preocupe señor"- dijo Fumiko sin mirar al hombre, mientras la loba avanzaba para darle paso a una niña, que se acercó a su padre que la acomodó atrás de el y la loba se acomodó al lado de Naruto protegiendo tanto a Fumiko como a Yugito, Jiraiya suspiró y levantó su mano en señal de rendición
-"está bien me atraparon"- Naruto no cambio el gesto de su rostro -"ahora vamos a mi oficina y que esta sea la última vez que te encuentro merodeando en mi castillo"- Yugito se fue con Hashi a la habitación de sus padres mientras Naruto y Fumiko con la bebé en brazos seguidos de Jiraiya fueron a la oficina, en el camino pidieron reparar la puerta del dormitorio de Yugito que voluntariamente pagaría Jiraiya, este solo le tocó asentir, ya que era mucho más fácil preguntar que incursionar por el mismo, al llegar a la oficina, Naruto le ofreció su asiento a Fumiko que estaba con la bebé y el otro asiento a Jiraiya mientras el lo vigilaba -"ahora si señor, creo que son necesarias las presentaciones, mi nombre es Naruto Senju y ella es mi prometida Fumiko Senju y por su bien no lo quiero ver acosándola, en cuanto a la niña a quien asustó es nuestra primera hija y quien casi lo asesina es Hashi su guardiana, este es el castillo de Yamamoto, y bueno quién es usted?"- Jiraiya asintió, al parecer ya conoció a los señores del castillo, ahora solo le quedaba corresponder de buena manera
-"Me agrada que preguntes, soy el ermitaño de la montaña Myoboku, el espíritu sabio inmortal, ese soy yo el sabio de la montaña del sapo, soy Jiraiya"- la oficina quedó en silencio mientras Naruto, Fumiko y la bebé lo miraban fijamente
-"ok Jiraiya, a lo que te sientas recuperado te podrás marchar"- dijo Naruto tratando de olvidar cada cosa que habló el hombre
-"disculpe señor Jiraiya pero como hará para trasladarse con la pequeña"- preguntó un tanto preocupada Fumiko, esto llevó al sannin a pensar en algún modo de moverse aunque con su estado, solo le quedaba moverse a pie ya que sus fuentes de chakra aún estaban muy bajas
-"creo que nos moveremos a pié, la falta de mi brazo me complica para realizar alguna técnica"- Naruto observó a Fumiko y descubrió sus intenciones
-"Naruto kun, tu crees que podríamos"- pero Naruto negó con la cabeza
-"en las naciones elementales no hay nada bueno para nosotros"- pero Jiraiya recordó un detalle
-"la actual Hokage es una mujer Senju, Tsunade Senju es su nombre y es la quinta Hokage"- sorprendiendo a Fumiko y haciendo que Naruto mirara con intenciones nada buenas al hombre quien descubrió su error, pero ya era tarde
-"por favor Naruto kun llevemos al señor Jiraiya junto a la pequeña a su aldea y así aprovechamos de conocer más allá de las fronteras"- Naruto la miró seriamente, ella sabía de su pasado y aún así le pedía regresar "Naruto lo" pero el no la dejó terminar
-"hasta donde tienes que llegar ermitaño de la montaña de los sapos?"- preguntó sin mirar a su prometida
-"a Konoha en el país de fuego"-
Naruto asintió -"te sientes preparado para partir mañana?" Jiraiya vio la tensión que creó entre los jóvenes pero el debía llegar a Konoha y contar lo sucedido, por lo cual evitó pensar en el problema generado "si, estoy apto" Naruto asintió
-"por hoy descansaremos mientras ordeno preparar todo para nuestro viaje, por hoy puede recorrer los terrenos del castillo siempre que esté acompañado de un escolta, descanse y mañana saldremos a primera hora, ahora debo hacer algo"- Naruto miró por última vez a Jiraiya y se marchó, sin siquiera mirar a Fumiko, entristeciendo a esta
-"lo siento por el problema generado"- dijo el hombre mientras Fumiko tenía al mirada en la bebé, la verdad es que ella al escuchar que aún quedaba alguien con su apellido, nacieron grandes ganas de conocerla, más si era la líder de una aldea, pero se olvidó completamente de lo que le contó su prometido, incluso lloró por lo que le sucedió en el pasado, ahora ella lo lleva de vuelta al mismo lugar, quería disculparse pero no sabía cómo
-"no se preocupe este problema no le concierne" dijo indiferente Fumiko, mientras se ponía de pie y le entregaba la bebé a Jiraiya -"le pido que nos retiremos de este lugar, ya que a el le gusta trabajar desde aquí"- la pequeña comenzó a llorar al perder el calor de Fumiko y Jiraiya asintió mientras trataba de calmarla, ambos caminaron al primer piso para que todos miraran extrañados a la señora de la casa que no bajó con el pelinegro, mientras Naruto descendió solo con una mirada seria, para hablar con el mensajero, Fumiko mandó a llamar a un guardia quien sería el escolta asignado para vigilar a Jiraiya mientras este trataba de calmar a la niña quien lloraba con fuerza, Fumiko preguntó por Naruto y una de las mujeres presentes en el castillo le dijo que lo vio dirigirse con el mensajero, ella se encaminó para tratar de encontrarlo y tratar de disculparse
-"lo lamento Naruto kun ignoré completamente lo que tu sentías"- pensó preocupada Fumiko, Naruto nunca se había enojado con ella siendo esta la primera vez y todo por ignorar algo tan doloroso para el, al llegar con el mensajero este estaba preparando varias aves mensajera para enviar la encomienda de Naruto
-"disculpe sabe donde puede estar Naruto kun?"- preguntó Fumiko sorprendiendo al mensajero "lo siento lady Fumiko no la vi, Naruto sama iba en dirección al jardín se le veía serio o molesto"- Fumiko agradeció y se fue al jardín y no lo encontró , por lo cual se acercó a los guardias de la entrada
-"buenos días lady Fumiko, qué necesita?"- preguntó uno de ello
-"buenos días, ustedes no sabrán dónde se encontrará Naruto Kun?"- preguntó un tanto preocupada
-"salió con dirección al valle, dijo que nadie le siguiera y que regresaría en la tarde, nada más"- Fumiko observó a los pies de la montaña donde crecía un bosque frondoso, donde perderse sería demasiado sencillo
-"también dijo que preparara lo que llevaría en el viaje, nosotros ya estamos preparando el carruaje"- Fumiko asintió un tanto triste
-"perdóname Naruto"- fue el último pensamiento de la joven antes de regresar al castillo.

Naruto caminaba a paso lento por el bosque, la verdad el solo pensar en regresar a Konoha le enfermaba, ese sitio solo era la representación de lo peor en su vida y el que su querida Fumiko lo olvidara lo enfadaba aún más, no quería hablar con ella en este momento ya que podría hablar de más lastimandola en el proceso por eso decidió mejor caminar y despejarse, aunque le era una tarea difícil, y la luna que pestañeaba en su frente era prueba de eso, si darse cuenta se alejó mucho del castillo, de repente se detuvo
-"qué hacen aquí revelence"-gritó al aire, por un instante no sucedió nada, y de la nada comenzaron aparecer los mismos enmascarados que ayudaron a Menma en el nombramiento del líder del imperio y también estaban con el en la batalla del sur -"qué hacen ustedes en estas tierras?"- preguntó seriamente Naruto agachando la cabeza ocultando su mirada
-"venimos por orden de Danzo sama, el lo invita a reunirse para tratar negocios con usted"- dijo quien parecía ser el líder
-"y si me niego?"- dejó la pregunta en el aire
-"estamos autorizados a usar la fuerza para convencerlo"- terminó el enmascarado tomando su ninjato, Naruto tomó su katana y susurró
-"Tsukuyomi"- mientras lentamente levantaba la mirada y era rodeado por un aura blanca, sus ojos brillaban con fuerza y una luna menguante resaltaba en su frente -"si ese es el caso, les recomiendo que se esfuercen"- y los enmascarados comenzaron a atacar a Naruto con sus distintas armas pero ninguna lo alcanzó, Naruto inhaló profundo y dobló un poco las rodillas - "mueran"- dijo para desaparecer de la vista de sus enemigos, solo algunos trataban de responder, ya que solo se guiaban por el reflejo del sol en la katana que en un principio era blanco pero ya después pasó a ser rojo, Naruto mataba y mataba, ya ni recordaba a cuanto asesinaba, solo atacaba y ya, y la ira que sentía solo lo impulsaba a seguir atacando, los ninjas de Raíz no sabían como responder al chico contra quien peleaban, trataban de todo pero nada funcionaba, taijutsu, kenjutsu, genjutsu, ninjutsu, shuriken y kunai jutsu, pero el solo avanzaba, al quedar 5 ninjas de raíz estos tomaron kunais con etiquetas explosivas y las lanzaron al campo de batalla para tratar de escapar e informar de lo sucedido a su líder, las 5 explosiones levantaron mucho humo y polvo que utilizaron para escapar. cuando todo se despejó se vio a Naruto mirando el cielo mientras este se nublaba -"te los encargo tío"- y como si el cielo lo escuchara un relámpago se movió en dirección de los anbus, Naruto se acercó a la base de un árbol y se sentó para seguidamente guardar su katana -"tía"- dijo mirando al cielo, y desde el suelo enfrente de el salió una gran llamarada que reveló a la diosa de la muerte.

-"buenas tardes querido sobrino a que debo tu llamado?"- dijo la diosa acercándose a Naruto y sentándose a su lado, mientras posaba su cabeza en el hombro del pelinegro
-"quisiera que me ayudaras a deshacerme de los cuerpos de quienes asesiné por favor"- Shinigami miró a su alrededor y la verdad si que eran demasiados, pero la muerte era su terreno
-"está bien naruto chan"- por un instante sus ojos brillaron de color rojo y los cuerpo se comenzaron a consumir en un fuego de color verde, que no generaba humo, simplemente volvía los cuerpos en polvo, sintió como se seguían prendiendo llamas a la distancia -"vaya que masacre armaste querido sobrino"- pensó la deidad
-"muchas gracias tía"- dijo Naruto en un tono apagado
-"qué sucede querido Naru chan? porqué siento tanta ira en tu corazón?"- Naruto guardó por unos instantes silencio hasta que finalmente le contó lo sucedido a su tía así como el porqué de su reacción, Shinigami recordó a ese humano que la invocó para encerrar al kyubi en dos niñas, a una ya la conocía junto a su novio y la otra al parecer seguía por ahí, en parte comprendía el actuar de su ahora sobrina, pero pasar por sobre el dolor de Naruto - "debes comprenderla querido sobrino, ella es la única sobreviviente de su familia, quizás se sienta sola"- trató de utilizar las palabras adecuadas en su explicación pero hasta ella misma se reprendió -"quizás se sienta sola, bien Shinigami sigue así"- se regañó la mujer
-"puede ser verdad, mal que mal, yo solo soy un adoptado que solo utiliza el apellido de otra familia"- dijo Naruto frío
-"no, no era eso lo que quería decir"- quiso corregir sus palabras la diosa de la muerte pero ya era un poco tarde
-"tía quisiera desahogarme antes de regresar al castillo, podría ayudarte capturando almas?"- preguntó Naruto presionando su katana
-"supongo que no hay problema"- dijo un tanto dudosa la deidad -"pero no te puedes presentar como el líder del imperio y menos utilizar tu katana"- ella se puso de pie y Naruto le siguió para ser cubierto por llamas purpuras y rebelar su nueva apariencia .

-"listo, ahora si nadie te reconocerá, tu voz sonará extraña pero es para que nadie te pueda reconocer en el futuro"- Naruto miró sus ropas y asintió
-"vamos tía"- con una voz de ultratumba la deidad sonrió de forma oscura
-"vamos querido sobrino se que tu me serás de gran ayuda"- dijo mientras tomaba el brazo de Naruto "ya envió casi 200 almas al más allá, si logra llevar 200 más podré tomarme un tiempo libre antes de la gran batalla que está por acontecer"- pensó la mujer antes de que ambos fueran consumidos por las llamas.

Mientras Tanto con los 5 anbus avanzaban a todo lo que daban sus piernas, después de correr varias horas seguidas se detuvieron a descansar, nadie decía nada, solo tomaban agua y regulaban la respiración, de repente sintieron como los matorrales en frente de ellos se movían haciendo que se pusieran en guardia, de la nada apareció un hombre con una capa que lo cubría por completo
-"buenas tardes, ando un poco perdido"- pero no pudo continuar ya que uno de los anbus lo atacó, el enmascarado esperaba cortarlo pero solo pudo cortar la capa, mientras soltaba su ninjato al sentir un golpe de corriente -"así que no estaba muy perdido"- dijo el hombre con una sonrisa salvaje -"por favor no mueran muy rápido"- los anbus se colocaron en posición de batalla y se lanzaron contra el hombre, este solo utilizando sus manos controló a los 5 enmascarados -"que aburrimiento, mejor mueran"- y de sus 5 dedos de su mano derecha salieron rayos en dirección de los anbus que no pudieron hacer nada, la electricidad recorrió todo su cuerpo hasta terminar en sus cabezas, durando lo que fueron segundos los hombres y mujeres gritaron sosteniendo sus cabezas, hasta que se detuvieron y no se movieron más, mientras humo salía detrás de las mascaras -"bueno ya terminé, espero que mi sobrino no haya perdido el tiempo, aunque con la cantidad de muertos que dejó veo que se toma enserio mi entrenamiento"- dijo el hombre dejando caer su capa y revelando al dios de las tormentas.

Fumiko estaba muy preocupada por Naruto, salió antes del medio día y ya iban a ser las diez de la noche y para peor los guardias no le permitían salir de los terrenos del castillo, que era orden de Naruto, lo que la desesperó aún más, aunque para no preocupar a Yugito pasó toda la tarde con ella, pero la pequeña igual notó la ausencia de su padre, por lo cual le dijo, que salió a entrenar fuera de los terrenos del castillo y que volvería en la tarde, Jiraiya por otra parte igual sentía haber generado problemas en la relación de los jóvenes pero la seguridad de la bebé era primordial, su seguridad fue la última voluntad de su madre.Ya era de noche y aún no había noticias de Naruto y Yugito lo notó por lo cual se fue con Fumiko al cuarto principal mientras Hashi se mantenía en silencio, madre e hija estaban en el balcón, la joven miró al cielo.
-"madre por favor necesito de tu ayuda"- y como todas las noches partículas de luz descendieron del cielo para formar a la diosa de la luna.
-"qué sucede hija mía?"- miró al rededor y no notó a su hijo -"y dónde está mi Naru chan?"- Yugito se levantó y abrazó a su abuela.
-"abuelita papi no ha vuelto al castillo salió a entrenar en la mañana y no ha regresado"- dijo preocupada la pequeña llamando la atención de la deidad.
-"tranquila pequeña mi hijo ya debe estar por volver el es muy fuerte y nunca te dejaría"- le respondió a la pequeña mientras esta escondía su cara en su kimono y la mujer acariciaba su cabello, pero también miró a la prometida de su hijo que tenía la mirada triste quizás ella sabía el motivo de la ausencia de su hijo en el castillo.
-"Yugito chan me permitirías hablar con tu madre a solas?"- Yugito limpió sus lagrimas y asintió, Hashi se levantó y acompañó a la pequeña al interior mientras la deidad tomaba asiento al lado de Fumiko -"que sucedió hija?"- preguntó la deidad mirando al cielo, Fumiko por un momento no dijo nada y comenzó a llorar despacio -"fue mi culpa madre, yo hice que se molestara, pase por sobre el en una decisión que aún sabiendo de su pasado doloroso lo ignoré"- la deidad miró como la joven sufría pero también pensaba en como sucedieron las cosas.
-"cuéntame de un principio por favor"- dijo la deidad, esta vez sin un tono tan cariñoso, y así Fumiko le contó de la aparición de Jiraiya, la confesión de Naruto sobre su pasado en las naciones elementales y como ella ignoró la negativa de volver a esas tierras, haciendo que Naruto se marchara, Tsukuyomi se encontraba molesta, su hijo profesaba un amor puro y sincero por la joven a su lado, confiando parte de su vida a ella y la joven ignorando su doloroso pasado lo obliga a volver al lugar donde tanto sufrió, la quería entender pero su amor por su hijo solo hacía que se molestara con Fumiko.
-"fuiste imprudente hija mía, si el te decía que nada bueno hay en las naciones elementales simplemente por que es la verdad, hasta hoy es una tierra de constantes luchas y muerte, donde la avaricia ciega y ensucia al mejor de los hombres, los Senjus de ese lado hace demasiado tiempo que mancharon sus manos con sangre, su último líder Hashirama Senju fue el responsable de 3 guerras mundiales, en las naciones elementales existen seres llamados bijuus, con un poder inimaginable, son nueve en total que se diferencian por sus colas y dependiendo el número de colas el poder va aumentando hasta llegar al zorro de nueve colas, Hashirama estaba casado con una mujer de un clan lejano al interior del mar del norte, ella era hija del actual líder del clan Uzumaki, Mito era su nombre, entre ambos se encargaron de distribuir las bestias en las distintas aldeas ninjas para poder equiparar los niveles de fuerza entre todos, y no hubieran más batallas, pero solo les dio un poder destructivo que llevó consigo miles y miles de vida, el hombre que creía que la comprensión era el camino para lograr la paz fue quien abrió las puertas del infierno sobre esas tierras, eso es lo que encontrarás en esas tierras hija mía no esperes nada increible o bonito, esta tierra en la cual reinas junto a mi hijo es la más segura, abrir las puertas a las personas de las naciones elementales es ingresar un virus que destruirá todo lo que conoces"- terminó Tsukuyomi manteniendole la mirada a una impactada Fumiko, la joven estaba por hablar pero una gran llamarada se creó de la nada asustando a la pelinegra, a lo que se apagó reveló a la diosa de la muerte que miraba a ambas mujeres con una inocente sonrisa, mientras era acompañada por un enmascarado cubierto de sangre.
-"buenas noches hermana"- dijo esta saludando a la diosa de la luna.
-"es el?"- preguntó directamente Tsukuyomi.
-"vaya carácter"- dijo un tanto molesta Shinigami, para chasquear los dedos y revelar naruto con sus ropas rotas con tierra -"solo me ayudó con mi trabajo y ya, lo necesitaba"- dijo Shinigami tomando el brazo del pelinegro.
-"buenas noches madre"- dijo Naruto mientras sus ojos azules brillaban levemente.
-"hijo mio"- dijo su madre para acercarse y abrazarlo -"qué te sucedió?"- preguntó mirando el estado del pelinegro y sintiendo su olor a sangre.
-"hoy en el bosque descubrí un pequeño pelotón de enmascarados que avanzaba rumbo al castillo los maté a casi todos, y del resto se encargó mi tío"- respondió sin cambiar su mirada seria, el cielo se nubló y cayó un relámpago sin meter mucho ruido.
-"hola Tsuku, Shini?"- se reveló Susanoo, Shinigami miró sorprendida como tres deidades estaban reunidas en el mismo lugar, mientras esto sucedía Fumiko observaba como Naruto ni la notó, lo cual hacía doler su corazón.
-"vaya Susano, se nota que te encargaste personalmente del entrenamiento del pequeño naru chan, además de vencer a casi todos los enmascarados me ayudó a capturar a quienes habían evitado llegar al otro mundo, un excelente trabajo"- dijo la deidad dando golpecitos en el hombro del dios de las tormentas mientras este inflaba su pecho de orgullo, Tsuku solo suspiraba por la actitud de sus hermanos.
-"Naruto kun"- escucharon las deidades para mirar a Fumiko quien estaba con la cabeza agachada.
-"pero mira nada más si es mi so"- estaba hablando Shinigami pero guardó silencio al ver lagrimas caer al suelo, la joven estaba llorando.
-"qué quieres Fumiko?"- preguntó Naruto con su mirada fría.
-"por favor perdóname por pasarte a llevar no era mi intención pasar sobre ti, tu siempre has velado por mi bien y yo a la primera te obligo a volver a un lugar donde sufriste tanto, pero no me ignores que eres lo más importante para mi, sin ti estaría sola"- Naruto se acercó a Fumiko y se detuvo en frente sin tocarla.
-"como bien dices siempre e velado por tu bien y al parecer no he hecho bien mi trabajo, mañana viajaremos a las naciones elementales y tu representaras a la familia Senju con cualquier autoridad que nos debamos presentar, yo no estoy interesado en tratar con la gente más allá de las fronteras del imperio, yo velo por quienes depositan su confianza en mi"- Fumiko levantó la mirada para ser recibida por los fríos ojos de Naruto.
-"pero Naruto tu"- pero fue cortada por Naruto.
-"yo soy líder del imperio, no de la familia Senju"- Tsukuyomi viendo que la tensión estaba aumentando decidió interrumpir.
-"tranquilo hijo, estás muy cansado, mañana tienen un largo viaje y debes descansar, tu también hija mía, lo mejor es que vayan a dormir"- Naruto miró a su madre y la luna menguante brilló en su frente, Tsukuyomi vio dolor y traición en los ojos de su hijo, pero sabía que esos sentimiento no los generó ella, sino Fumiko, la mujer acarició el rostro de su hijo y sonrió.
-"descansa hijo mío mañana será un nuevo día y podrás meditar mejor las cosas"- naruto beso la mano de su madre y sin que Fumiko lo viera secó una lagrima que descendía por su mejilla pero este acto fue visto por Susanoo y Shinigami, quienes se sorprendieron, nunca lo habían visto derramar una lagrima por nada, Tsukuyomi si y le dolía a ella también -"debes ser fuerte hijo mío"- Naruto asintió , miró a sus tíos y les regaló una leve sonrisa.
-"buenas noches tíos,nos veremos pronto"- Susanoo sonrió de forma normal, el chico no necesitaba burlas.
-"no te olvides de entrenar ya que debemos seguir con el entrenamiento"- Naruto asintió, Shinigami se acercó a Naruto y le sonrió.
-"muchas gracias por ayudarme sobrino, ahora podré tener un tiempo libre, cuando me necesites solo llámame"- Naruto le devolvió la sonrisa.
-"y cuando me necesites no dudes en pedírmelo tía"- la mujer asintió.
-"bueno madre, me iré a dormir, que descanses te amo"- la deidad asintió, Naruto se acercó y besó su frente para girarse y ver a Fumiko en el mismo lugar y la abrazó "buenas noches Fumiko" y se encaminó al cuarto dejando a pelinegra en el mismo lugar, Shinigami se acercó a Fumiko y la abrazó para llevarla a sentar.
-"debes darle tiempo, se sintió traicionado por tu elección pero yo te entiendo, que te sientes sola al ser la única Senju"- Fumiko solo escuchaba.
-"pero Naruto igual es un senju"- dijo en un susurro.
-"por adopción no de sangre, por algo estás comprometida con el, tu boca lo reconoce como tal pero tu corazón no y hoy se lo aclaraste, ahora debes darle tiempo para que se aclare"- Fumiko asintió mientras la deidad se separaba de ella.
-"bueno pequeña por ahora me debo marchar y espero no verte muy pronto por mi reino ya que la tierra a la que te diriges es muy peligrosa"- dijo con una sonrisa inocente para desaparecer.
-"yo igual me marcho, debo proteger el mar del sur, bueno sobrina trata de no exponerte tanto al peligro, mi sobrino es fuerte pero sigue siendo un mortal"- dijo serio Susanoo, para mirar el cuarto -"ni siquiera pude ver a mi nieta"- dijo deprimido el dios de las tormentas, para desaparecer en un relámpago silencioso, para finalmente quedar Tsukuyomi mirando a Fumiko que permanecía sentada.
-"bueno, solo queda darle tiempo, por favor hija mía piensa antes de accionar, eres inteligente, eres sabia, no pierdas todo lo bueno que te rodea"- Fumiko se levantó y abrazó a la deidad que aún un poco molesta correspondió el gesto.
-"perdóname madre, no quise ser imprudente"- dijo la chica llorando, Tsukuyomi la miró a los ojos y vio dolor, su estrella no brillaba como siempre, su color era opaco.
-"el te terminará perdonando hija, solo debes ser más prudente y meditar mejor las cosas"- Fumiko asintió, la deidad se separó de ella y comenzó a brillar para dispersarse en partículas que comenzaron a subir en dirección de la luna.
-"adiós madre"- dijo Fumiko mirando la luna, a lo que ingresó al dormitorio no encontró a nadie, y se sintió aun más triste, se preparó para dormir y se acostó bien al borde de la cama, mientras tanto en el cuarto de Yugito estaba Naruto terminando de tapar a la pequeña que se había quedado dormida en sus brazos, Hashi solo observaba el actuar del pelinegro.
-"está bien naruto sama?"- preguntó la loba mientras se recostaba a los pies de la cama de Yugito.
-"si estoy bien Hashi, por favor descansa, mañana saldremos a primera hora y no creo que Yugito se quiera ir sin ti o sin despedirse de Fubuki"- la loba sonrió y asintió.
-"buenas noches Naruto sama"- respondió la loba cerrando los ojos.
-"buenas noches Hashi"- y apagó la luz para después cerrar la puerta nueva, al ingresar a su cuarto, vio a Fumiko dormir en el extremo de la cama, el ingresó tomó su pijama, ropa interior limpia y se fue a bañar, después regresó salió al balcón y miró la luna mientras su ojos brillaban al igual que su luna.
-"siempre te buscaré en el cielo madre"- y en un susurro escuchó.
-"y yo siempre velaré por ti hijo mio"- provocando una sonrisa en su rostro para ingresar al dormitorio y acostarse en silencio.

Rápidamente pasó la noche y mientras el sol se levantaba en el horizonte ya estaba todo listo para el viaje, todos notaron el distanciamiento de los señores del castillo, y fue facil encontrar al culpable, Jiraiya no había parado de recibir malas miradas del personal del castillo por lo cual prefirió esperar en el carruaje, Naruto estaba dando las últimas indicaciones al personal y a los guardias, mientras Fumiko y Yugito junto a Hashi lo esperaban, la pequeña se despidió de Fubuki aunque igual le dio algo de tristeza dejarlo pero el viaje era muy largo, a lo que Naruto estuvo listo observó a su prometida y a su hija.

-"se ven muy bellas el día de hoy"- dijo Naruto haciendo sonreír a Yugito y sonrojando a Fumiko, quien miraba el atuendo del pelinegro.
-"y tu también te ves apuesto papi"- dijo la peña recibiendo afirmación de casi toda la población femenina.

Naruto sonrió a su hija y se giró para mirar a todas las personas que trabajan en el castillo.
-"nos vemos en 3 semanas, ya saben que hacer"- todos asintieron.
-"que tenga buen viaje Naruto sama"- dijeron todos a unisono, y la familia se retiró, el carruaje era lo suficientemente grande para que todos viajaran cómodos pero no tan grande para no ser tan llamativo, Jiraiya ya estaba abordo con la pequeña en brazos tratando de ignorar las malas miradas de los guardias.
-"pero que tienen todos conmigo"- pensó incomodo el sannin.
-"espero no haberlo hecho esperar mucho señor Jiraiya" - comentó Fumiko mientras la puerta del carruaje se abría.
-"no , esta todo bien"- la primera en subir fue Yugito que se ubicó lo más lejos de Jiraiya, después le siguió Hashi quien rodeó con su cuerpo a la niña mientras miraba la hombre, a continuación subió Fumiko quien se ubicó a su costado para finalmente subir Naruto.
-"buenos días Jiraiya"- dijo este tomando asiento en el primer asiento atrás de quien guiaría el carruaje.
-"buenos días Naruto"- Yugito al ver a su padre solo se ubicó a su lado y Hashi se recostó en el suelo -"vamos"- dijo naruto para que el cochero diera la señal a los caballos y el carruaje se comenzó a mover.
-"nos vemos Naruto sama"- dijo un guardia caminando al lado del coche.
-"te encargo la seguridad el castillo"- dijo naruto el hombre asintió y se quedó a la entrada del terreno del castillo.

Después de 4 días ya se encontraban cerca de la frontera, pero por algún motivo el carruaje se detuvo, Naruto se levantó y salió del carruaje para encontrarse con Soi Fong y Toshiro.
-"hola chicos, me alegro que pudieran venir"- dijo Naruto con una sonrisa.
-"es nuestro deber Naruto sama, nosotros y 50 hombres más seremos su escolta en lo que dura el viaje, está todo preparado para cruzar el desierto sin problemas"- respondió la chica.
-"entonces no hay tiempo que perder"- dijo Naruto, para después acercarse a los 50 hombres a caballo e hizo una reverencia -"les confío la vida de mi familia"- los hombres lo tomaron como un voto de confianza por lo cual rápidamente respondieron.
-"si señor"- y Naruto los miró a todos para volver al carruaje, Toshiro guió a los 25 que iban adelante y Soi fong cuidando la retaguardia con los 25 restantes, durante 2 días cruzaron el desierto tomando atajos señalados por Jiraiya quien conocía el lugar, a la distancia comenzaron a ver verde.
-"estamos por llegar a la frontera del país del viento con el país del fuego"- dijo el sannin mientra Fumiko sostenía a la bebé, naruto seguía en pose de meditación mientras Yugito dormía recargando su cabeza en su pierna, de repente se escuchó un "alto" de Toshiro, Jiraiya observó por la ventana y se dio cuenta que eran ninjas de Suna.
-"esperen un momento yo lo arreglo"- dijo el sannin saliendo del carruaje. Toshiro miraba como el ninja lo observaba con sospecha.
-"nombre y motivo de transitar por el país"- preguntó el hombre en tono prepotente.
-"Mi nombre es Toshiro Yuki líder de la familia Yuki y estamos escoltando al líder del imperio junto a su familia en dirección a Konoha"- el hombre se sintió intimidado por la mirada del joven pero al estar acompañado retomó la arrogancia.
-"no conozco ningún imperio, deberán dejarse registrar para ver que no sean un peligro para el país del viento"- dijo con una sonrisa arrogante.
-"cómo te atreves"- dijo Toshiro tomando su espada, asustando al ninja.
-"alto, alto, alto, no hay para que llegar a las armas"- dijo Jiraiya ubicándose en frente del ninja de Suna.
-"Jiraiya sama?"- dijo sorprendido el ninja.
-"si, soy yo, o lo que queda"- terminó con una carcajada.
-"lo siento si hubiéramos sabido que usted venía con ellos no los hubiéramos molestado"- dijo el hombre disculpándose.
-"tranquilo, tranquilo, es tu trabajo, pero ahora que está todo aclarado podemos seguir nuestro camino verdad?"- preguntó el sannin.
-"obvio, sigan su camino y nuevamente disculpe"- Jiraiya le restó importancia y regresó al carruaje retomando el rumbo. Después de un día más de camino, las puertas de Konoha se divisaban a la distancia, a paso tranquilo siguieron avanzando cuando de repente Naruto que iba meditando abrió sus ojos de golpe.
-"alto"- dijo deteniendo la caravana, Jiraiya lo miró confundido, Fumiko observó la seriedad de su prometido y sintió que algo malo estaba pasando, Naruto tomó su katana y bajó.
-"papi"- dijo Yugito preocupada.
-"quédate adentro hija y no hagas nada que yo no ordene, Hashi"- dijo Naruto sin mirar a la loba.
-"no se preocupe Naruto sama yo me encargo"- Naruto asintió y bajó del carruaje.
-"atentos, que nos están vigilando"- dio el aviso Naruto -"avancemos con calma"- terminó para caminar al lado del carruaje.
-"no sería mejor que el estuviera al interior?"- preguntó Jiraiya extrañado del actuar del pelinegro.
-"se siente más cómodo en el exterior, además en caso de una emboscada el es escudo y espada"- respondió Fumiko viendo a naruto caminar justo al lado de la puerta del carruaje como cuando viajaron con sus padre a ver a su abuelo, Naruto hizo los mismo, de repente comenzaron a salir kunais y churiken de todos lados.
-"emboscada"- gritó un soldado, Naruto rápidamente desenfundó su katana mientras susurraba.
-"Tsukuyomi"- y saltó al interior del bosque de repente dejaron de caer las armas, mientras gritos de dolor se oían en el bosque, hasta que se terminaron, de repente un hombre con no muy buena apariencia salió corriendo del bosque con una mancha en sus pantalones.
-"auxilio, es un demonio"- gritó sin mirar atrás, Toshiro lo iba a matar pero una katana azul salió disparada del bosque para quedar incrustada en su cabeza haciéndolo caer de cara.
-"basura insignificante"- se escuchó la voz de Naruto saliendo del bosque.
-"están todos bien?"- preguntó mirando a sus hombres, todos asintieron.
-"marchemos con precaución en estas tierras, no sabemos que más nos puedan ofrecer"- y siguieron rumbo a Konoha, Fumiko miraba la fría mirada de su prometido y dudaba si fue buena idea continuar con este viaje.
Durante lo que restaba de camino Naruto sintió que estaban siendo vigilados al igual que los demás soldados pero al no sentir agresión solo llevaban las manos en sus katanas por precaución, al llegar a la entrada de la aldea fueron detenidos por los guardias quienes eran resguardados por anbus cosa que puso en guardia a todos los soldados.
-"alto"- dijo Jiraiya viendo como ambos lados estaban en guardia. - "así que este es el nido de los asesinos de mi familia"- se escuchó la voz de Naruto caminando al frente, viendo el marco de la entrada, mientras sus ojos brillaban intimidando a los presentes -"de casualidad conocerán el nombre Danzo?"- dijo Naruto con una sonrisa inocente.

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