Capítulo 89. Verdaderas Intenciones

Lara empezaba a despertar, las luces que entraban en la habitación era la bastante como para despertarla fácilmente.

Cuando abrió los ojos, no tardó en darse cuenta de que no se encontraba en su habitación, ni la cama parecía ser la suya.

Abruptamente terminó de despertarse, tenía que asegurarse de que la resaca gracias al alcohol consumido de anoche no le estuviera engañando.

Tal y como sospechaba, esa no era su habitación, fácilmente supo que estaba en una casa ajena.

La situación empeoró cuando se destapó, quitándose de encima una delgada sábana, mirándose a sí misma. No llevaba puesto ningún vestido, estaba semidesnuda con ropa interior.

Se levantó de la cama, aterrada por lo que pudiera haber sucedido anoche, pues no recordaba absolutamente nada.

Sobre un asiento, se encontraba tirado su vestido, y a un lado estaban sus zapatos. Recogidas sus pertenencias, decidió salir y buscar respuestas.

Encontró a Jack durmiendo sobre el sofá. Esta le trajo sin cuidado que estuviera durmiendo plácidamente, necesitaba respuestas.

Lo despertó con un brusco zarandeo a la vez que lo llamaba a gritos.

Jack: Agh... Espero que se esté muriendo alguien... —Refunfuñó todavía medio dormido y afectado por la resaca.—

Lara: Serás tú el que se esté muriendo como no me expliques qué diablos ha pasado. —Amenazó zarandeándolo el doble de brusco.—

Jack: —Tras la insistencia irritante se despertó por completo, y se estiró.— Vaya, qué buenas vistas. —Indicó pícaro viendo a la pelirroja semidesnuda.—

Lara: Me parece que alguien necesita que lo despierten del todo... —Tras su sarcástico comentario, lo abofeteó con fuerza.—

Jack: ¡Ay! —Se quejó dolorido.— ¿Se puede saber qué pasa? —Preguntó seriamente frotándose la mejilla golpeada.—

Lara: Es justo lo que me gustaría saber. —Respondió seriamente frunciendo el ceño.—

Jack: Entiendo que la resaca no te sienta bien, pero qué menos que valorar que te haya prestado mí cama. —Dijo sentándose sobre el sofá mientras bostezaba.—

Lara: A ver, pedazo de imbécil... —Pronunció la pausa suspirando pesadamente.—  ¿Qué demonios hicimos anoche? —Le cuestionó mostrándose amenazante.—

Jack: ¿No lo recuerdas? Interesante... —Indicó sonriente.—

Lara: ¿Necesitas qué te eche otra mano? —Insistió ofensiva frunciendo el ceño.—

Jack: No soy capaz de tomarte en serio teniéndote así frente a mí. —Señaló su semidesnudez con picardía.— 

Lara: —Con la paciencia agotada, se vestió de una vez al igual que colocarse los zapatos, y así hablar seriamente de lo sucedido.— ¿Ya?

Jack: Creo que no hay auténtica necesidad, a la vista está, ¿no crees? —Cuestionó señalándola a ella y al sofá, pues fue quien decidió dejarla descansar con toda la cama libre para ella.—

Lara: No... No te creo... Eso es lo que te gustaría a ti. —Replicó despectivamente, no quería creer que realmente lo hicieran anoche.—

Jack: Deberías saber que las noches con alcohol suelen ser muy caprichosas. Y tú no estabas preparada para ello. —Respondió seriamente levantándose al fin del sofá.—

Lara: Es—Esto tiene que ser una pesadilla... Un mal sueño... No puede ser verdad... —Negó angustiada llevándose la mano sobre la cabeza. Estaba en un serio problema, todavía la relación con Raph estaba en pie, no tenía la libertad como para traicionarlo.—

Jack: Mira el lado bueno, ya conoces tu límite para el alcohol. —Indicó con una sonrisa burlona.—

Lara: Te vas a enterar... No ahora, ni mañana... Pero lo de anoche te va a costar muy caro... —Amenazó despectivamente, no estaría dispuesta a dejarle pasar lo sucedido anoche.—

Jack: Tengo que preguntártelo: ¿Te vas a quedar para el café? —Preguntó dirigiéndose hacia la cocina.—

Lara: Qué te den. —Respondió despectiva, para finalmente dirigirse hacia la puerta del apartamento, y salir de este para volver a la mansión lo antes posible.—

Jack: —Río levemente.— Al menos puedo disfrutar de un momento de gloria. —Sonrío con picardía.—

Lara reprimió toda su decepción y angustia para encaminarse hacia la mansión, y así llegar lo más rápido posible.

Por otro lado, Sara recientemente se había levantado. Revisó su móvil en busca de mensajes entrantes.

A parte de unos mensajes románticos de Leonardo deseándole los buenos días, no vio ningún mensaje por parte de su hermana. Hasta ahora, la pelirroja le mandaba un mensaje de aviso, aunque no lo viese hasta el día siguiente.

Al salir de su habitación, recibió la alegría de las mascotas por verla al fin levntada. Esta les brindó unas cariñosas caricias tanto a Brandy como a Luna.

Acompañada de ambos, bajaron al salón en busca de la pelirroja, pues necesitaba asegurarse de que había llegado. Su preocupación aumentó cuando no la vio por ningún lado.

Optó por pasarse a su habitación, con la esperanza de encontrársela sobre su cama... Tampoco estaba allí.

Desesperada, estaba indecisa si llamar a Raph sería una buena idea. Pues dudaba que la pelirroja hubiera pasado la noche con él, pero por otra parte, era la opción que más esperaba.

Por unos largos minutos, seguía sin saber qué debía hacer. Si llamar a Raph preguntando por Lara, o alterar aún más la situación entre ambos.

También pensó que podría llamar a Leonardo y preguntarle, pero habría mencionado a la pelirroja en sus mensajes enviados dándole los buenos días.

Finalmente, consideró que lo mejor era llamar y preguntar por Lara. Necesitaba asegurarse de que estaba bien.

Se disponía a llamar, cuando justo a tiempo se escuchó a alguien entrar. Sara sintió un tremendo alivio de ver que se trataba de la pelirroja.

Sara: Eso mismo debería decir yo. Casi llamo a... —No terminó de hablar tras fijarse en la expresión preocupante de su rostro.— Lara, ¿qué pasa?

Lara: Yo... Yo no quería... Bebí demasiado, y... Me llevó a su casa y no pensé que... —No podía decir nada con claridad.—

Sara: Pero, ¿qué ha pasado? ¿Es sobre Jack? ¿Te ha hecho algo? —Preguntó cada vez más preocupada por ella, sujetándola de los hombros.—

Lara: Creo... Creo que nos hemos acostado... —Confesó llena de angustia.—

Sara: —La expresión de su rostro cambió a una de susto, no esperaba oír aquello.— ¿Qué dices...?

Lara: No lo sé. Es que... No recuerdo nada... Pero... Parece ser que sí... —Indicó sintiendo cómo su respiración se aceleraba debido a la angustia que la invadía.—

Sara: —Escuchar aquello fue de tan poco gusto que incluso sintió la impresión de haberse quedado pálida.— Anda, siéntate. Tenemos que hablar de una vez de lo que está pasando. 

Lara: —Empezaba a sentirse aún peor a medida que hiperventilaba. Se sentó en uno de los sofás del salón, llevándose las manos tapándose la cara.—

Sara: —Suspiró pesadamente frotando la mano sobre la barbilla. Se sentó junto a ella dejando una mano sobre su espalda, tratando de transmitirle su apoyo.— Lara...

Lara: Lo sé... Es que... Yo... Lo estoy pasando muy mal... Quería ponerle freno a pasarme el día en casa... Pensando... Llorando... Y ahora que lo consigo, lo estropeo todo... —Llena de culpabilidad ocultó su rostro con sus manos.—

Sara: Mira, Lara... Fue bueno para ti dar el paso de salir de tú habitación. Hiciste bien en apuntarte al gimnasio de kick boxing. Pero Jack, siempre ha tenido atracción por ti. Ha cambiado, sí, pero salir de fiesta y beber con él, no era de lo más prudente.  

Lara: Me he equivocado, lo sé. Tú sabes bien que yo no tengo ninguna intención con él.  Pero todo esto... Lo que me está pasando con Raph... Me está volviendo loca... —Volvió a ocultar su rostro con sus manos soltando un pesado suspiro.—

Sara: Ay, mi madre. Raph... —Exaltada se llevó la mano tapando su boca.—

Lara: ¿No pensarás...? —Insinuó frunciendo el ceño.—

Sara: Ni hablar. ¿Tú sabes el escándalo qué se armaría si se entera? No puede saberlo. Esto terminaría por completo vuestra relación... —Indicó llena de preocupación.—

Lara: —Su cara reflejó una expresión de susto. A pesar de su distanciamiento con él, por nada quería que su relación con la tortuga terminara.— No... Eso no... —Rogó angustiada.—

Sara: Lara, comprendo que necesitaras tomarte tú tiempo. Pero ese tiempo se está excediendo, y esto lo comprueba. —Indicó torciendo el labio.—

Lara: ¿Crees qué no lo sé?  ¿Qué no caigo en la cuenta cada día que pasa? —Cuestionó seriamente.— Pero no soy buena tomando decisiones. Yo no... N-no soy capaz de aclararme en una situación como esta... —Explicó angustiada.—

Sara: Vale, está bien. Mira, hagamos una cosa: Olvídate de Jack por unos días. Vuelve a tu rutina de kick boxing, encuentra tu espacio de nuevo. Y después, veremos qué es mejor hacer. —Aconsejó sujetando una de sus manos con suavidad.—

Lara: —Estaba demasiado afectada, llena de culpa como para hacer como si nada hubiera pasado. Pero la cosa iría a peor si no se retoma la calma. De acuerdo con ella, asentó.— 

Sara: Lara, sé que no quieres recibir ayuda. Pero no hace falta que te diga que necesitas apoyo para manejar esta situación. Y yo estoy más que dispuesta a darte ese apoyo. —Dijo dedicándole una cálida sonrisa.—

Lara: —Sabía que Sara estaba en lo cierto. Pero quería lidiar con la situación ella sola. Se equivocó, y ahora lo tenía claro.— Lo sé, siempre lo has hecho. 

Sara: —Dio una amplia sonrisa, y como apoyo y cariño le dio un tierno abrazo.— Juntas hemos podido con todo... Esto no será una excepción. 

Lara: Eso espero... —Respondió en susurro, ocultando su rostro sobre el hombro de su hermana, mientras la abrazaba con fuerza.—

El día estaba siendo mejor para Nora, al fin había encontrado el momento para bajar a la guarida, y pasar el tiempo con Donnie y los demás.

Pero sobre todo, con Donnie.

Tenían cosas de las que hablar, además de simplemente pasar el rato juntos.

Aunque era inevitable mencionar a Charles en lo que llevaban de conversación.

Donnie: Y... ¿Qué tal con Charles? —Preguntó con curiosidad.—

Nora: Bien, si se le puede decir así... Es decir, como hasta ahora. —Respondió encogiéndose de hombros.—

Donnie: ¿Se porta bien contigo? —Preguntó.—

Nora: Sí, claro. Es muy... cariñoso... Como ha sido siempre... —Respondió entre cortado, a pesar de ser pésima tratando de disimular la duda en sus palabras.—

Donnie: Ya... Y, ¿ha dicho algo a cerca de volver? Quiero decir, si está interesado en ti... —Formuló la cuestión notando su timidez.—

Nora: No. Al menos, no que yo sepa... —Respondió susurrando lo último. Aquello la hizo reflexionar. Sus extrañas sensaciones a cerca de Charles podrían estar ligados a su interés por ella.—

Donnie: —Frunció el ceño tras notar la extraña expresión de la rubia. Con la mirada perdida, pero notándose reflexiva.— ¿Nora?

Nora: ¿Hm? —Reaccionó agitando la cabeza ligeramente.— Perdona. Sólo estaba pensando en algo.

Donnie: ¿En él? —Preguntó un tanto angustiado. Empezaba a creer que su temor se estaba convirtiendo en realidad.—

Nora: —Le asombró aquella pregunta inesperada por su parte. Hasta ahora, no le había contado nada a cerca de sus extrañas impresiones en Charles.— Es que... Creo que él está...

El sonido de su móvil la interrumpió. Se quedaron mirando entre ambos, y Nora sacó el móvil de su bolsillo.

Era Charles, de nuevo.

Charles: Hola, preciosa.

Charles: Esta tarde estoy libre. ¿Te apuntas a pasar el rato? 😉

Charles: Vamos, echo de menos verte. 🌹

Nora se sintió aún más incómoda, sobre todo leyendo los mensajes en presencia de Donnie.

Ya empezaba a cansarse de decirle que no mediante excusas. Ya iba siendo hora de decirle que se veía con otro amigo.

Nora: Me parece que no.

Nora: Estoy pasando la tarde con mí amigo Donnie.

Nora: Otra vez será. 😛

Charles: ¿Donnie?

Charles: Ah, ya, ese amigo del que me hablaste...

Charles: Amigo... ¿no?

Nora: Mejor amigo. 😋

Charles: Ya veo...

Charles: Pues nada, pásalo bien. 👍

Nora: 👌

Donnie observaba disimuladamente la conversación. Sus primeras impresiones fueron un tanto confusas.

La manera de Charles dirigiéndose a Nora era como si coqueteara con ella. En cambio, ella se dirigía a él un tanto fría.

Sus sospechas le empezaban a resultar improbables. Pues la rubia no era una persona cariñosa, pero tampoco se la conocía por dirigirse fríamente con cualquiera.

La rubia soltó un pesado suspiro, sintiéndose a gusto después de desprender su indiferencia ante él, y sus constantes ganas por estar con ella, y solo con ella.

Guardó el móvil de nuevo en el bolsillo, y con ambas manos echó hacia atrás los mechones de pelo que la molestaban.

Nora: Bien, listo. —Sonrío.—

Donnie: ¿Todo bien? —Preguntó con preocupación.—

Nora: Sí, tranquilo. Estoy contenta de al fin pasar tiempo contigo. —Dijo dedicándole una cálida sonrisa.—

Donnie: —Sintió cómo sus pulsaciones se aceleraban tras escuchar esas dulces palabras acompañadas de aquella cálida sonrisa. Siempre que la veía sonreír así, lo volvía loco.— N-no sabes cuánto me alegra... Em, digo... Lo mismo digo.

Nora: —Río ligeramente ante la divertida tartamudez que alguna vez le salía a la tortuga.—

Pasó tranquilamente al rededor de una semana. Tan solo haber pasado ese tiempo, resultaba difícil de ignorar la situación de Lara y la de Nora.

Para Sara y Lara resultó muy difícil evitar las recurrentes visitas de Raph. Pues la tortuga quería saber más de la pelirroja, puesto que se le revolvían las tripas de pensar que Jack iba tras Lara.

Suerte que Lara retomó la rutina de Kick Boxing, dificultándole a Raph encontrarse con ella las veces que ha acudido a la mansión para verla y hablar con ella.

Al menos, Sara lograba mantenerlo calmado parte del tiempo, lo que facilitó la delicada situación actual.

Pero la situación de Nora se complicaba. Charles era el triple de insistente de lo que era al principio.

Enviaba varios mensajes todo el día y cada día, constantemente rogaba por verla, incluso últimamente quería saber sobre su relación con Donnie.

Nora se sentía cada vez más angustiada con esa actitud tan sumamente extraña de Charles. Definitivamente, no era el mismo que conoció en San Francisco.

Fue entonces cuando vio la situación con claridad. Se le ocurrió una idea, y estaba más que dispuesta a ello.

Nora: Hola, Charles.

Charles: ¡Hola, preciosa!

Charles: ¿Qué tal estás hoy? 😘

Nora: Bien.

Nora: Oye, ¿te parece si nos vemos en la noche en el parque qué estuvimos?

Charles: Me parece más que genial.

Charles: Ya tenía ganas de volver contigo. 😉

Nora: Sí, igual que yo... 😁

Charles: Vendrás sola, ¿no? Es decir, sin tú amigo ese...

Nora: Ah, sí, tranquilo. Por eso no te preocupes. 👍

Charles: Bien. Nos vemos después. 😋

Nora: 😊

Alex estaba presente durante la conversación. Sabía las intenciones de su hermana, pero cada vez le daba más escalofríos las intenciones de Charles.

Alex: ¿Estás segura de verte con él esta noche en ese parque? No me resulta el plan más ideal. —Dijo con repugnancia.—

Nora: Créeme, saldrá bien. —Respondió sonriente y convencida.—

A lo largo del día, la pelirroja despejó su mente gracias a una sesión de Kick boxing.

Dejó su bolsa deportiva junto al sofá en el que se sentó para tomar un respiro. Luna no tardó en recibir alegremente a su dueña, igual Brandy de encontrarse con ella.

Al fin, Lara estaba disfrutando de unos valiosos minutos de tranquilidad. Había logrado despejar la mente a pesar de sus tormentos.

Aquellos minutos se fueron al traste cuando escuchó sonar el timbre de la entrada. Suspiró pesadamente, y con resignación se dirigió hacia la entrada.

No se hacía a la idea de quién podía ser, pero había estropeado unos valiosos minutos de calma para la pelirroja, y eso era de lo peor.

Cuando abrió las puertas para recibir la visita, reaccionó con asombro, pues esperaba a cualquiera menos él...

Lara: ¡¿Pero qué...?! ¡¿Qué diablos haces tú aquí?! —Exclamó malhumorada.—

Jack: Es evidente, ¿no? —Respondió frunciendo el ceño.—

Lara: Serás imbécil... No tienes idea de lo mucho que nos está costando que Raph no se pase por aquí, y ahora me faltaba que te presentes tú. Lárgate.

Jack: Resulta que no sólo tengo que hablar contigo, sino con las dos. Así que no me iré. —Sentenció seriamente cruzando los brazos.—

Lara: Agh... —Se quejó despectiva, obviamente no le gustaba la idea de tenerlo como visita. Pero no le quedaba remedio. Suspiró pesadamente, y le dejó pasar yéndose al salón.—

Jack: —Cerró las puertas al entrar, y se reunió con ella en el salón.— ¿Dónde está Sara?

Lara: Está con Leo y los demás. Está haciendo lo que puede para mantener a Raph a ralla, cosa que no es nada fácil. Así que, si no te vas enseguida, vas a causar más daño del que

Jack: ¿Se lo has contado? —Preguntó con curiosidad.—

Lara: ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que no. —Respondió seriamente.— No estoy dispuesta a dejar mi relación por ti, ¿te enteras?

Jack: Con un no bastaba. —Respondió sarcástico.— Entonces supongo que no he llegado tarde.

Lara: ¿Qué dices? —Preguntó confundida frunciendo el ceño.—

Jack: Que no tuvimos sexo aquella noche. No te he tocado en absoluto, ni siquiera he sido capaz... —Confesó.—

Lara: —Se quedó totalmente atónita. No daba crédito a la confesión, aunque en realidad le alivió enormemente.— Pero... Tú... Eres... Eres un pedazo de

Jack: Vale, ya te he dicho lo que tenía que decirte. Ahora me toca Sara. —Trató de hacer el intento de retirarse, pelo la pelirroja se lo impidió.—

Lara: ¡Maldito sucio de mierda! ¡¿Cómo se te ocurre?! ¡¿Tienes idea de lo mal qué me he sentido?! ¡¿Del tormento qué tenido que sufrir por tú culpa?! —Exclamó llena de rabia por el sucio engaño.—

Jack: Te comprendo, en serio. Por si no te has dado cuenta, no soy el mismo hombre que conociste. Pero, sorpresa, llevo muchos años engañando a la gente. —Replicó con una sonrisa burlona.—

Lara: ¡¿Y me tenías qué engañar con una cosa así, pedazo de imbécil?! —Exclamó llena de rabia.— Estaba tan emparanollada que hasta he comprado un maldito test de embarazo.

Jack: Al menos te he ahorrado el susto, de nada. —Dijo burlón con una sonrisita de lado.—

Lara: ¡Tendrás cara! —Exclamó malhumorada dándole un puñetazo en el hombro.—

Jack: Ay. —Se quejó llevándose la mano al hombro contrario y golpeado.— Bien, ¿y qué me dices si te digo lo que dijiste?

Lara: ¿Qué dije que? —Preguntó cruzando los brazos.—

Jack: Algo que dice claramente lo que sientes. —Respondió.—

Lara: ¿El qué? ¿Lo qué siento de qué? ¿Por quién? —Cuestionó confundida frunciendo el ceño.—

Jack: Raphael, dijiste que lo necesitabas. —Señaló.—

Lara: —Reaccionó con asombro ante la inesperada respuesta. Ni siquiera supo qué decir.—

Jack: No hace falta ser inteligente para darse cuenta de que tú lo quieres, Lara. —Indicó tratando de hacerle entrar en razón.—

Lara: ¿A caso he dicho en algún momento qué no lo quiera? —Cuestionó seriamente frunciendo el ceño.—

Jack: No, pero le mortificas a él, y a ti misma por lo que pasó. Cuando lo que hizo no llegó a ninguna parte. ¿De verdad crees qué dejarle de lado es quererle? —Cuestionó en un intento de convencerla.—

Lara: —Se quedó unos instantes reflexionando esa última cuestión. Pero ahora no quería colapsar su mente de su tormento.— Buena suerte con Sara.

Jack: —Tras su respuesta final, no se empeñó en insistir.— Está bien. Pero, no me dejes en el olvido. Hablamos, ¿vale?

Lara: —Ni se molestó en responder. Le dio la espalda, y se alejó de él sin decir nada.—

Jack: —Suspiró pesadamente, y finalmente se retiró del salón para salir de la mansión.—

Tras irse, dejó en el ambiente un mal sabor de boca para la pelirroja. Esta sintió como el tormento que sufría en su cabeza por Raph estaba regresando.

Pero esta vez se centró en reflexionar en lo que había dicho sobre él a pesar de encontrarse ebria en ese momento.

Al menos, no se engañaba a sí misma, no con la realidad en esas palabras.

Había llegado la hora de encontrarse con Charles en el parque. Nora estaba convencida de lo que iba hacer, así que tenía claro lo que pensaba decir.

Cuando llegó al parque, se encontró con Charles esperándola, sentado en un banco.

Este se levantó justo al ver a la rubia, y se acercó a ella.

Charles: ¡Hola! Al fin nos vemos. —Dijo sonriente.—

Nora: Hola, Charles. ¿Me has echado de menos? —Preguntó.—

Charles: Tú qué crees. De vernos todos los días, de repente a no vernos. Se me hizo extraño, la verdad. —Admitió junto con una leve risita.—

Nora: Sí, bueno, he tenido cosas que hacer, amigos que visitar, ya sabes. Otros planes en los que no eran vernos cada día... —Río levemente.—

Charles: Sí, también estar con ese tal Donnie... —Susurró despectivamente.— Oye, hasta ahora no nos hemos compartido ni una muestra de afecto. Ya sabes, besos, abrazos...

Nora: Sí, cierto... —Respondió.—

Charles: Ya va siendo hora de algún beso, o algún abrazo, ¿no? Así, de buen rollo. —Río levemente un tanto nervioso.—

Nora: Claro. —Aceptó riéndose levemente.—

Ambos se dieron un extraño abrazo. Por parte de Charles, era un abrazo cálido además de fuerte pegándola totalmente a él, llegando a abrazar su cintura.

En cambio, Nora ni se molestó en abrazarle. Aceptó el abrazo como anzuelo ante sus sospechas.

Al fin estaba segura.

Nora: No había ningún colega al que visitar, ¿verdad? —Preguntó fríamente susurrándole al oído.—

Charles: —Reaccionó exaltado ante la fría cuestión de la rubia. Se separó del abrazo mirándola directamente.— ¿Qué?

Nora: Ese colega tuyo, el que mencionaste visitar en esta ciudad. No existe, ¿cierto? —Preguntó seriamente.—

Charles: ¿Qué dices? Claro que existe.

Nora: Sé de tus verdaderas intenciones, Charles. Déjalo ya. —Replicó decepcionada.—

Charles: No sé en qué estás pensando, pero

Nora: A ver, dime a qué centro académico va a estudiar tú "colega". —Cuestionó cruzando los brazos.—

Charles: —Se tomó unos segundos para pensar.— Rooselvet.

Nora: Buen intento. —Sentenció.—

Charles: ¿Por qué no me crees? —Preguntó angustiado.—

Nora: Para empezar, conozco a todos tus colegas de San Francisco. Ninguno de ellos estaba interesado en estudiar aquí. Y Rooselvet es el Instituto del que te hablé antes de mudarnos. —Respondió desacreditándole frunciendo el ceño.—

Charles: —No dijo nada generando así un silencio incómodo. Tampoco sabía qué responder a eso.—

Nora: ¿Sabes? Recuerdo perfectamente el último día que hablamos antes de irme. Me propusiste volver, varias veces. Te rechacé. Insististes hasta el último momento. Y ahora, apareces de la nada, ¿haciéndome creer lo contrario? —Cuestionó con decepción.—

Charles: Nora... —Suspiró pesadamente, resignado.— He intentado pasar página. He estado con otras chicas. He querido olvidarte. Nunca lo conseguí. Y créeme cuando te digo que me equivoqué, y no sabes cuánto me arrepiento. —Confesó rascándose la nuca.—

Nora: ¿Cómo quieres qué te crea... si llegaste a dejarme, y volver conmigo, varias veces en el mismo mes? —Preguntó decepcionada frunciendo el ceño.—

Charles: Lo sé, y me equivoqué. Pero estoy seguro de que ahora podemos ser una pareja mejor. Por favor... —Rogó esperanzado.—

Nora: —Se quedó unos instantes sin responder. Soltó un pesado suspiro, y decidió serle transparente.— Charles, no eres el mismo de antes. Estás actuando como un acosador. ¿De verdad crees qué seremos mejor pareja? ¿En serio eres tan incrédulo?

Charles: Nora, sólo quiero una oportunidad. —Trató de volver a intentar rogándoselo.—

Nora: Adiós, Charles. —Sentenció fríamente, dando media vuelta, y dirigirse a casa.—

Charles: —No estaba dispuesta a dejarla marchar sin lograr convencerla.— ¡Nora, espera!

Nora: No insistas, Charles. Esto se acabó. —Sentenció sin detenerse, ni mirar atrás.—

Charles: ¡No, aún no! —Exclamó con desesperación, empezando a perseguirla.—

La rubia fácilmente se dio cuenta de la persecución de parte de Charles. Entonces echó a correr.

Este la perseguía, sin importarle su rechazo. Ambos estaban cada vez más cerca de casa de la rubia.

Estaba dispuesta a subir corriendo a su casa, hasta que Charles la atrapó, y con todo su esfuerzo la llevó consigo hasta un oscuro callejón.

Charles: No estoy dispuesto a recibir un no cómo respuesta. —Sentenció fríamente.—

Nora: Charles, no hagas nada de lo que te arrepientas. —Advirtió empezando a asustarse de él.—

Charles: Sólo quiero estar contigo otra vez. Ser el novio que te mereces. Vamos, Nora... —Rogó tratando de arrinconarla de espaldas a la pared.—

Nora: ¡Estás loco! —Exclamó asustada.
Como defensa, le lanzó una fuerte patada.—

Charles: —Este con facilidad esquivó la patada para agarrarle rápidamente la pierna, y así colocarla sobre su cintura. Con la otra mano, agarró sus muñecas, impidiéndole movilidad.— Venga, nena.

Nora: ¡Charles, no! —Exclamó tratando de hacer el más mínimo esfuerzo por separarlo.—

Inesperadamente, una extraña fuerza empujó a Charles hacia el lado contrario, chocando bruscamente de espaldas contra la pared.

Nora estaba invadida por el miedo, cerró los ojos temiendo por lo que estaba sufriendo. Sintió ser atraída por esa misma fuerza. Se tranquilizó cuando se sintió entre los brazos de alguien.

Abrió los ojos, y la ayuda resultó ser Donatello. Este lleno de rabia miraba al sucio acosador.

La tortuga suspiró pesadamente, y miró preocupado a la rubia, sujetándola entre sus brazos.

Donnie: ¿Estás bien? —Preguntó preocupado.—

Nora: —Atónita por la angustiada experiencia, se asombró y alivió de ser ayudada por la tortuga.— Donnie...

Donnie: —Le dedicó una pequeña pero cálida sonrisa. Dirigió la mirada hacia Charles, quien gimoteaba del dolor.— Voy a llevarte a casa, ¿de acuerdo?

Nora: —Suspiró pesadamente tratando de tranquilizarse, y asentó sonriente.—

La tortuga la cogió en brazos, y salió de aquel callejón saltando y trepando por las escaleras de incendios.

Dirigiéndose rápidamente hacia la casa de Nora, fácilmente notó como la rubia se aferraba a él. Esta acomodó la cabeza sobre su hombro derecho, a la vez que lo abrazaba por el cuello.

Sentir cómo Nora se aferraba a él de esa manera le resultó conmovedor. Incluso le provocó un ligero sonrojo por ser la primera vez que la sentía tan cercana a él.

Finalmente, llegó a la azotea de su casa.

Donnie: Ya hemos llegado. —Anunció bajándola de sus brazos.—

Nora: Santo cielo... Todo ha sido tan rápido... Sabía de sus intenciones, pero... Nunca esperaba eso de Charles... —Dijo entre cortado, angustiada por lo sucedido.—

Donnie: Escucha, Nora. Ahora tienes que calmarte, y contárselo todo a tú padre. Si vuelve a acosarte, tú padre hará lo que sea necesario para detenerlo. ¿De acuerdo? —Preguntó tratando de calmarla.—

Nora: Tienes razón... —Suspiró pesadamente, haciendo el intento de entrar en calma.— Bien, eso haré.

Donnie: Ahora ve a casa, y tranquilízate. Estaré atento al T-Phone por si me necesitas. —Dijo sonriente.—

Nora: Donnie... Yo... No sabes cuánto te agradezco todo lo que...

Donnie: No es necesario, de verdad. —Respondió dedicándole una cálida sonrisa acompañada con el pulgar hacia arriba.—

Nora: —Respondió devolviéndole la misma sonrisa, y finalmente bajó por las escaleras hasta volver a su casa.—

La rubia no daba crédito a lo que estaba dispuesto hacer Charles. Sabía que su extraño comportamiento se debía a un intento por volver a ser pareja.

Pero nunca se imaginó de lo que realmente pretendía.

Tras llegar a casa, sólo estaba Alex. Sus padres todavía no habían vuelto de trabajar.

Decidió no decir nada hasta que sus padres vuelvan. Pero cuando Alex notó la expresión asustada reflejada en la cara de su hermana, ya se hacía una idea de lo que había sucedido.

Sara al fin llegó a la mansión tras pasar la tarde con Leo en la guarida. Al entrar, se encontró a su hermana, aparentemente esperándola.

Lara: Sara, tengo que decirte algo. —Anunció.—

Sara: Primero debo anunciarte algo importante: ¡Splinter nos va a bautizar cómo Kunoichis! —Exclamó llena de entusiasmo.—

Lara: ¿Qué? —Preguntó con asombro a la vez que con confusión.—

Sara: ¡Sí! Muy pronto, nos convertirá en Kunoichis a April, a ti y a mi. ¿No es increíble? —Preguntó entusiasmada.—

Lara: Y tanto que sí. No me lo esperaba, no ahora, quiero decir. —Respondió refiriéndose a la situación actual.—

Sara: Ha dicho que tenemos que bajar a la guarida estos días, incluida tú. Tienes que dejar a un lado la situación entre tú y Raph. Es importante, Lara. —Rogó tratando de convencerla.—

Lara: Vale, está bien, no hay problema. Pero ahora escúchame: Jack y yo no nos acostamos aquella noche. —Confesó llena de alivio.—

Sara: ¿Cómo? ¿En serio? —Preguntó alegremente.—

Lara: Sí, se ha pasado por aquí esta tarde, y me lo ha confesado. Al fin puedo quedarme con la conciencia tranquila. —Suspiró aliviada.—

Sara: Qué bien, no sabes cuánto me alegro. —Sonrío alegremente.—

Lara: Ah, otra cosa: También te ha estado buscando... Quiere hablar contigo. —Indicó seriamente.—

Sara: ¿Conmigo? ¿Te ha dicho sobre qué? ——Preguntó confundida.—

Lara: No, pero me dijo que te estaría esperando. —Respondió encogiéndose de hombros.—

Sara: Oh. Bueno, entonces iré a buscarlo. —Dijo para después dirigirse hacia la salida.—

Llena de incertidumbre, salió de la mansión en busca de Jack, estaba inquieta por lo que fuera que Jack insinuaba hacia ella.

En su búsqueda, se exaltó cuando se lo encontró apoyado de espalda sobre los muros de la mansión.

Jack: Enhorabuena por llegar tan lejos, Sara. Quién iba a decir que os convirtiérais en unas mujeres ninja de verdad. —Felicitó a la morena.—

Sara: Gracias. —Agradeció.—

Jack: Aunque me parece que vas a estar demasiado ocupada a partir de ahora, lidiando con varias cosas a la vez... —Insinuó indirectamente.—

Sara: Jack, vayamos al grano de una vez. ¿Qué quieres de mi? —Preguntó encogiéndose de hombros y alzando los brazos.—

Jack: Bien, imagino que ya iba siendo hora... —Dejó de apoyarse sobre la pared quedando frente a ella, y sacándole una especie de carta.—

Sara: —Frunciendo el ceño con confusión miró aquel sobre.— ¿Qué es esto?

Jack: Digamos que un regalito que alguien dejó para ti. Algo así como una herencia...

Sara: —Con incertidumbre, revisó el sobre por ambos lados. En la parte derecha de la cara delantera, leyó la palabra testamento.— ¿Qué...? ¿Cómo qué testamento...? Explícame de qué va esto.

Jack: Es una carta escrita con el puño y letra de Ángel... Su voluntad era que ocuparas su lugar en la mafia, y hacerte dueña de toda su fortuna. —Anunció seriamente.—

Sara: —Reaccionó completamente impactada ante la inesperada revelación. Nunca esperó que sucediera algo así, y ahora, debía ser capaz de lidiar con ello.—

Sí, lo sé, capítulo largo otra vez.

Pero en esta ocasión no me quedaba otra.

Tenía que aprovechar cualquier hueco para anunciar los acontecimientos de Ciudad en guerra, porque después de tanto tiempo, Sara y Lara también se van a convertir en Kunoichis oficialmente, igual que April.

Además, lo que está por venir para Sara, no ha hecho más que empezar. 👏😏

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top