Capítulo 69. Verdadera Casa
A medida que pasaban los 15 días, habían mil situaciones para cada uno del grupo. Nora empezaba a tener más exámenes que hacer.
Las tortugas tuvieron una experiencia un tanto ajetreada, gracias a Mikey Donnie se quedó como un completo descerebrado, lo que les hizo la situación más complicada. El Creep había vuelto, pero junto con su regreso también el de Snakeweed.
Ambos se habían fusionado, y por poco convirtieron la ciudad en un jardín botánico. Pero por suerte Mikey había acertado con su ''especial'' mezcla científica, con peperoni, por supuesto, y logró que Donatello volviera a ser el de siempre.
Cuando se lo contaron al resto, les fastidió habérselo perdido, pues no todos los días Donnie es un descerebrado...
❇
Al fin pasaron esos 15 días, y con ello la progresión de recuperación de Sara había mejorado progresivamente.
Se encontraba totalmente recuperada, así que el doctor decidió darle el alta hoy, 30 de Noviembre. Roth y Lara la ayudaron a recoger todas sus pertenencias, y así al fin abandonar esa tortura de hospital.
Los tres ya se encontraban saliendo del hospital, llenos de alegría por salir de aquella tortura, estar tantos días en el hospital era una completa tortura para ellos.
Pero al menos, ya podían volver a casa, y no, no a las alcantarillas...
Lara: Agh, qué maravilla salir de ese maldito hospital. Ha sido una tortura estar tantos días ahí metidos... —Comenta aliviada, pero con un cierto tono de repugnancia.—
Sara: Estamos igual. —Responde soltando un suspiro.—
Roth: —No decía palabra alguna, simplemente se limitaba a sonreír ampliamente. Una gran sorpresa les aguardaba y no podía esconder su sonrisa.—
Sara, Lara: —Al no escuchar ni una palabra de su padre, ambas lo miraron, pero se quedaron aún más confundidas por esa sonrisa que reflejaba. Ambas se miraron entre ellas llenas de confusión, y volvieron a mirarle.—
Lara: ¿De qué estás tan contento, si se puede saber? —Le pregunta confundida frunciendo el ceño.—
Roth: No os lo he dicho antes para esperar hasta el mejor momento, y ahora que es la ocasión, os confieso de que he estado guardando una gran sorpresa. —Les confiesa contento junto con una sonrisa.—
Sara: Vaya, no me lo esperaba. —Responde un tanto sorprendida.—
Lara: Ni yo, y más vale que lo sueltes antes de ya. —Le dice a su padre.—
Roth: Tranquilas, hoy mismo os la pienso mostrar. —Les responde junto con una sonrisa.—
Sara: Bien, pero tenemos que dejar mis cosas de vuelta en el apartamento. —Le dice refiriéndose a su bolsa de pertenencias y ropa que le habían traído para los 15 días en el hospital.—
Roth: De eso no te preocupes, puedes llevártelo sin problema, créeme. —Le responde junto con una sonrisa.—
Lara: ¿Nos vas a mostrar esa sorpresa hoy, o mañana? —Le pregunta sarcástica, impaciente por ver la sorpresa.—
Roth: Hoy, por supuesto, no la puedo ocultar más. Voy a llamar a un taxi y nos va a llevar hasta esa sorpresa, ¿os parece? —Les pregunta.—
Sara: Sí, claro. —Responde con una sonrisa.—
Lara: Sí, vale, lo que sea. Pero que sea ya. —Le responde impaciente.—
Roth: —Ríe levemente por la impaciencia de Lara.— Enseguida. —De su bolsillo saca el móvil y así llamar a un taxi.—
Roth llamó a una línea de taxis, y sin que Sara y Lara les escuchara dijo el lugar donde se encontraba la sorpresa al taxista con el que había contactado. Al cabo de unos 5 minutos, el taxi llegó al hospital, y los recogió a los tres.
Sara y Lara estaban realmente impacientadas y emocionadas por la misteriosa sorpresa, tenían muchas ganas de ver de qué se trataba. En cambio, Roth mantenía su sonrisa de alegría, guardando el secreto de la sorpresa.
Tras poco más de diez minutos, llegaron a donde se supone que se encontraba la sorpresa. Al salir del taxi, a las chicas ya les sonaba el lugar, pero seguían sin tener idea sobre la sorpresa.
Roth: Bien, imagino que conocéis el lugar. Así que quiero que sigáis el camino, y enseguida veréis cuál es la sorpresa. —Les dice con una sonrisa.—
Lara: Agh, vamos, quiero verla ya. —Dice impaciente soltando un pesado suspiro.—
Sara: Venga, Lara, vamos a descubrirlo. —Le responde emocionada. La sujeta de la mano, y junto a ella caminan hacia delante, emocionadas por descubrir la sorpresa.—
Roth: —Sonriendo contento se va tras ellas, también impaciente por ver sus reacciones.—
Las chicas muy impacientes y emocionadas empezaban a caminar apuradamente. Querían ver ya mismo cual es esa sorpresa. Y tras varios pasos, pudieron ver muy cerca de ellas la mansión, pero finalmente completa.
Ambas reaccionaron contentas y emocionadas al descubrir que la sorpresa no era nada menos que la mansión terminada completamente al fin.
Sara: ¡Qué bien, al fin nuestra mansión está lista! —Exclama llena de alegría.—
Lara: Pues sí que ha sido una sorpresa, no me lo esperaba para nada. Estoy muy, muy contenta ahora mismo. —Comenta junto con una sonrisa.—
Roth: —Mirándolas sonríe contento al ver sus alegres reacciones. Detrás de ellas las abraza colocando cada brazo en uno de sus hombros.— ¿Y bien, estáis contentas por la sorpresa?
Lara: Bastante, ya era hora de que tuviéramos nuestra mansión al fin. —Le responde contenta junto con una sonrisa.—
Sara: Una sorpresa sin duda. Estamos muy contentas, papá. —Le responde contenta sonriendo.—
Roth: Me alegro, pero todavía tenéis que verla por dentro. Y además, alguien os está esperando también. —Les confiesa contento.—
Lara: Uy, ¿más sorpresas? Pues vamos para allá ya mismo. —Responde intrigada.—
Sara: Qué emoción. —Comenta emocionada y alegre.—
Los tres no esperaron ni un minuto más para entrar en su mansión. A medida que se acercaban a la entrada, las chicas no pudieron evitar quedarse mirando con admiración y emoción toda la fachada de arriba abajo y de lado a lado.
Ambas sintieron el mismo sentimiento de nostalgia, pues la mansión era exactamente igual que la misma en la que vivieron su infancia en Nueva Zelanda. Pero lo que realmente les emocionaba era tener la misma mansión aquí, en Nueva York.
Cuando entraron, se quedaron mirando el recibidor, era exactamente igual a la otra mansión. Y al entrar en el gran salón, sus sonrisas se ampliaron aún más al ver tanto al salón es sí como al ver que quienes las esperaban eran las tortugas.
Sara: ¡Chicos! —Exclama alegre junto con una sonrisa.—
Lara: ¡Hey, si estáis aquí! —Exclama igual que Sara.—
Raph: No podíamos perdernos esta sorpresa. —Responde junto con una sonrisa.—
Mikey: ¡Sara, al fin estás recuperada! —Exclama contento y corre hacia ella para darle un fuerte abrazo.—
Sara: Sí, Mikey, estoy recuperada. Pero dejaré de estarlo si me abrazas con menos fuerza. —Le dice junto con una leve risita.—
Mikey: Lo siento. —Responde riéndose levemente y separándose de ella con suavidad.—
Leo: Nos alegramos mucho de veros aquí. —Les dice contento junto con una sonrisa.—
Donnie: Cuando llegamos estábamos igual de fascinados que vosotras. —Les dice riéndose levemente.—
Lara: Lógico, osea, mirad donde estamos. Es increíble, ¿verdad? —Pregunta contenta junto con una sonrisa, mientras se acercaba a su novio para saludarlo con un beso en la mejilla.—
Raph: Me alegra verte contenta después de estos días muerta del asco y enrabietada. —Le dice riéndose levemente debido a su carácter en el hospital, y le devuelve el beso.—
Lara: Créeme, yo me alegro mil veces más que tu. —Le responde incrédula junto con una sonrisita.—
Leo: Estoy aliviado y contento de que estés recuperada. Lo he pasado realmente mal, para serte sincero. —Le admite a su novia con timidez, mientras la abraza por la cintura.—
Sara: Me he dado cuenta, pero ya puedes estar tranquilo. —Le responde junto con una sonrisa, brindándole una cariñosa caricia en su mejilla.—
Roth: ¿Qué? ¿Os ha gustado la sorpresa? —Les pregunta a sus hijas sonriendo contento.—
Sara: ¿Qué si nos ha gustado? ¡Nos ha encantado! —Le responde exclamando muy contenta.—
Lara: Sin duda ha sido lo mejor después de la tortura de estos días. —Le responde sonriendo.—
Roth: Me alegro, pero todavía no ha terminado. Falta que veáis toda nuestra casa. —Les dice sonriendo.—
Sara: Estoy como loca por ver toda la casa. —Responde con emoción.—
Lara: Yo también, y recalcando lo de loca. —Responde sonriendo de emoción.—
Roth: Bien pues vamos a hacerlo así: Ya que tenemos salas y habitaciones nuevas, vamos todos juntos a ver todo el interior de la mansión, y así os explico lo nuevo que tenemos. ¿Os parece? —Les pregunta sonriendo.—
Sara: Me parece muy buena idea. —Le responde junto con una sonrisa.—
Lara: Guay. —Responde igual.—
Roth: Bien, pero antes de que empecéis a ir por toda la mansión, quedaros aquí porque en el salón se encuentran cosas nuevas. —Les dice sonriendo.—
Lara: Creo que te refieres a esa extraña sala de ahí. —Señala indicando una sala que se encontraba en el lado derecho del salón, en dicha sala se encontraba un equipo de ordenador y varios monitores.—
Roth: Me alegra que lo menciones, porque es lo primero que os quiero mostrar. Venid conmigo. —Les dice con una sonrisa, y se dirige hacia la sala nueva en el lateral derecho del salón.— A Donatello le va a encantar esta sala. Os presento la sala técnica.
Los seis se acercaron a ver la sala que Roth les estaba mostrando. Se habían quedado un tanto maravillados por lo bien montada que estaba la sala, y el equipo que contenía.
Roth: Se me ocurrió que nos vendría muy bien una sala como esta, en donde podáis trabajar vuestras misiones y objetivos que necesitéis llevar a cabo aquí. Consideré que debíamos tener una sala preparada para ello, así que aquí la tenemos.
Donnie: Es la mejor idea que ha podido tener. —Dijo maravillado, le encantaba esa sala tan bien equipada con lo necesario para sus misiones e investigaciones.—
Roth: Y como último detalle, al fondo se encuentra una puerta que lleva a un sótano, y otra puerta que conduce al vergel de fuera. No hay mucho que ver, simplemente es un amplio sótano que puede servir de utilidad también.
Lara: Vamos, que has montado un mini parque de atracciones para Donnie, estupendo. —Dice sarcástica.—
Sara: Seguramente la vayamos a usar mucho, buena idea. —Le dice a Roth con una sonrisa.—
Leo: Será de mucha utilidad. ¿Verdad, Donnie? —Le pregunta junto con una sonrisita.—
Donnie: Efectivamente. —Afirma mostrándose entusiasmado por trabajar en esa sala.—
Mikey: ¿Podemos ir a otra sala antes de que a Donnie se le caigan las babas? —Pregunta en un tono burlón.
Roth: —Ríe levemente.— Claro, Michelangelo. Lo siguiente que os quiero mostrar se encuentra en la puerta que hay cerca de las escaleras. —Les indica señalando dicha puerta.— Sara y Lara saben lo que se encuentra tras esa puerta, pero también se encuentra algo nuevo. —Les dice con una sonrisa.—
Sara: Eso era... ¡el patio interior! —Exclama alegre al recordarlo.—
Lara: Eso sí quiero verlo. —Comenta con una sonrisa.—
Sara: Venid, vamos a verlo. —Dice en un tono alegre, y casi corriendo se dirige hacia aquella puerta.—
Todos se dirigieron a la puerta que había indicado Roth. Al abrir la puerta se encontraba un pequeño pasillo que el final curvaba hacia la izquierda. Al salir del pasillo, se encontraba un pequeño patio, en el centro de este había una bonita fuente, y detrás de la fuente se encontraba la novedad de la zona.
Sara: ¡Vaya, está todo igual! —Exclama con emoción, pues por la nostalgia le alegraba ver que era todo igual.—
Lara: Madre mía, qué recuerdos me dan de ver el patio igualito... —Comenta casi en su susurro, recordando con nostalgia lo vivido en el pasado en el patio.— Eh, un momento, ¿qué es esa maravilla de ahí? —Pregunta al ver una sala detrás de la fuente.—
Roth: —Ríe levemente.— Eso es la novedad de esta zona. Estaba convencido de que os pondréis a entrenar aquí, así que para ello tuve la idea de tener aquí fuera una sala de entrenamiento. ¿Qué os parece? —Les pregunta con una sonrisa.—
Lara: Ese es mí parque de atracciones. —Responde entusiasmada por entrenar en esa nueva sala de entrenamiento.—
Raph: Lara, te das cuenta de que esa sala nos está llamando, ¿verdad? —Le pregunta a la pelirroja viendo fascinado la sala de entrenamiento.—
Lara: Me he dado cuenta. —Le responde mostrándose impaciente por probarla.—
Sara: Os habéis enamorado de una sala de entrenamiento. —Dice burlona riéndose levemente.—
Mikey: Son tal para cual. —Comenta igual que Sara.—
Roth: Bien, aquí ya está todo visto. Volvamos al salón, nos espera otra sala que sé muy bien que a Sara le va a encantar. —Concluye con una sonrisa.—
Sara: ¿En serio? Vamos, vamos. —Responde con entusiasmo dirigiéndose de vuelta al pasillo por el que salieron.—
Cuando volvieron al salón, Roth les indicó la siguiente sala, la cual se encontraba casi pegada de la sala técnica. Al igual que en el pasillo al patio interior, hacia la siguiente sala había otro pasillo que el final curvaba hacia la derecha.
A mano derecha del pasillo, se encontraba el baño. Pero lo interesante se encontraba al fondo del pasillo. Al salir se encontraron con la sorpresa de que se trataba de una sala enorme en la que se encontraba una bonita piscina.
Sara: ¡Ay, madre! —Exclama fascinada de ver aquella atractiva piscina. Desde siempre le encantaba nadar y bucear en las piscinas. No pudo evitar quedarse maravillada de ver que esa piscina era solo para ellos.—
Leo: Vaya, menuda sorpresa, no esperaba esto. —Comenta fascinado también por aquella bonita y gran piscina.—
Roth: Ya de paso, os hago saber que al fondo tenéis un par de vestuarios. —Señaló el fondo de la sala.—
Mikey: ¡Es genial! ¡Esto me encanta! —Exclama igual de fascinado.—
Donnie: Tiene su encanto sin duda. —Comenta también fascinado por la piscina.—
Roth: Bueno, en la otra mansión la piscina era un poco más pequeña, pero en este caso, la pedí de manera que estuviera bien para todos, ya que no somos pocos. —Ríe levemente al decir lo último.—
Sara: Tienes razón, me encanta demasiado. —Dice entusiasmada y fascinada, desde ya sabía que le dará mucho, pero que mucho uso a esa piscina.—
Leo: Y para meditar la verdad es que también está bien, estoy igual de fascinado que Sara. —Dice igual que su novia.—
Roth: Muy bien, ahora toca volver al salón para enseñaros la cocina, seguidme. —Les dice contento saliendo de la piscina.—
Todos siguiendo a Roth salieron de la piscina volviendo al salón de nuevo, dirigiéndose hacia el pequeño corredor que había entre el recibidor y el salón.
A mano derecha en el corredor, al fondo había una puerta, la cual llevaba a la cocina. Cuando entraron por la primera se encontraron con una cocina bien equipada. Manteniendo el estilo clásico como lo era la propia mansión, pero bien preparada.
Roth: Bueno, esto no es gran cosa, pero tenía que enseñaros también la cocina. Ya que la preparé muy bien para nuestros invitados especiales. —Ríe levemente refiriéndose a las tortugas.—
Mikey: ¡Es increíble! Qué detalle que pensara en nosotros. Sin duda es mi parte favorita de toda la mansión. —Dice fascinado viendo la cocina.—
Lara: Era de esperar. —Dice sarcástica rodando los ojos.—
Sara: Está muy bien, es amplia a pesar de estar bien equipada. —Dice con una leve risita.—
Roth: Esa era la idea, pero sí, ha quedado bastante bien. Ahora, salgamos para subir hacia el ala Sur. —Les dice contento saliendo de la piscina.—
Todos salieron volviendo al salón de nuevo, pero esta vez para subir las escaleras hacia el ala Sur. El ala sur estaba dividida por dos pasillos, suroeste y suerte. El pasillo del ala sur constaba con tres puertas, una al fondo, otra al lado, y una tercera más próxima a las escaleras.
Optaron por ver primero dónde conducía la puerta del fondo. Roth no destacó más de lo necesario, pues tan sólo se trataba de un amplio mirador de estrellas, constando con una habitación extra al fondo.
Una vez vista la habitación extra junto con el amplio mirador en la tercera planta, regresaron a la segunda planta saliendo al pasillo del ala Sur.
Roth los condujo hacia la puerta más próxima a las escaleras, la cual daba acceso al pasillo suroeste, pues quería reservar lo mejor para lo último.
Al entrar no pudieron evitar quedarse fascinados con em largo pasillo, decorado por grandes ventanas, bonitas cortinas, varias mesitas y sillas elegantes acompañadas de una mesita al lado.
En el mismo pasillo se encontraban tres puertas, optaron por entrar por la primera, la cuál no era muy relevante, pues era un cuartito como almacén. Se dispusieron a entrar por la segunda, y todos se quedaron boquiabiertos.
Se quedaron sorprendidos de la gran cantidad de libros que invadía la sala en un montón de grandes estanterías. Al fondo de la sala se encontraba un gran escritorio.
Donnie: Impresionante, cuanta cantidad de libros. —Comenta fascinado viendo toda la sala.—
Raph: Nunca había visto tantos libros. —Dice igual que Donnie.—
Lara: Lo sabía, sabía que era el estudio. —Celebra orgullosa junto con una sonrisita.—
Sara: Cómo olvidarlo. —Dice nostálgica junto con una sonrisita.—
Roth: Bueno, un buen arqueólogo necesita un buen estudio. —Dice orgulloso junto con una leve risita.—
Mikey: Esta sala también es para Donnie. —Comenta burlón junto con una risita.—
Leo: Es un buen estudio no cabe duda. —Dice fascinado viendo el estudio.—
Roth: Me alegra que os guste, se trata de mi oficina de trabajo. —Dice junto con una leve risita.—
Una vez visto el estudio, salieron para poder ver la tercera y última habitación al final del pasillo. Dicha habitación se trataba del dormitorio de Roth.
Lara y Sara no pudieron evitar sentir a la vez aquel sentimiento de nostalgia, recordando las veces que veían a su madre en el dormitorio.
Raph: Vaya, es grande. —Comenta fascinado viendo la habitación por completo.—
Mikey: Debe ser genial tener un dormitorio tan grande. —Dice fascinado viendo la habitación.—
Roth: Bueno, el pasillo suroeste ya está vista, ahora vayamos al pasillo sureste, estoy seguro de que os va a encantar. —Les dice junto con una sonrisa.—
Sara: Sé lo que es y aún así no puedo parar de emocionarme. —Dice riéndose levemente.—
Lara: No eres la única. —Le responde junto con una sonrisita.—
Una vez ya habían visto todo lo que se encontraba en el pasillo suroeste del ala Sur, se dirigieron hasta la puerta del final entrando en el pasillo sureste.
Al igual que en el pasillo suroeste, en el pasillo sureste se encontraba una puerta al fondo a la derecha que daba acceso a una sala de estar, centrada entre ambos pasillos de direcciones contrarias.
Al igual que el pasillo suroeste, en este otro también se encontraban tres habitaciones. Y este pasillo se trataba exclusivamente para las habitaciones.
Roth: Lo único que tenemos por este otro pasillos son tres habitaciones: Una habitación para invitados, en la segunda la habitación de Sara, y la del fondo la habitación de Lara. Podéis estar tranquilos, chicos, la habitación de invitados consta de dos camas. —Les dice junto con una sonrisa.—
Donnie: Es un detalle que piense en nosotros. —Le agradece con una sonrisa.—
Mikey: Es mi nuevo héroe. —Abraza a Roth mostrándose muy contento.—
Roth: No es nada, Michelangelo. —Responde conmovido con una sonrisa.—
Lara: Me sorprende que no hayas otro otra habitación para Leo y Raph. —Le dice burlona.—
Roth: Hice que hicieran habitaciones para todos en este pasillo, para que estéis todos juntos. A diferencia de mí habitación, que está en el pasillo suroeste. —Concluye riéndose levemente por el doble sentido.—
Sara, Lara: —Ambas no pudieron sentirse avergonzadas por lo que acababa de decir su padre con ese embarazoso doble sentido.—
Leo, Raph: —Los dos también se quedaron con ese incómodo silencio, les pilló de imprevisto, por no mencionar de que es realmente embarazoso.—
Donnie, Mikey: —Al notar la incomodidad y vergüenza en ambas parejas no pudieron evitar reírse, tanto por la divertida escena como por burlarse de ellos.—
Roth: Ya me lo agradeceréis. —Les dice burlón a sus hijas junto con una leve risita.—
Sara, Lara: —Las dos le dedicaron una mirada amenazante acompañada de un leve sonrojo por la vergüenza.—
Roth: Como sabéis, también contamos del ala Norte, pero la diferencia es que en ese ala sólo tenemos preparada una sala especial para lavandería, y a través de la misma un acceso al balcón del patio interior. Podemos verlo si queréis. —Sugirió sonriente.—
Todos aceptaron por la curiosidad de ver el ala Norte. Salieron del ala Sur dirigiéndose al ala Norte en dirección opuesta.
En el pasillo que daba acceso a toda el ala Norte, constaba de dos puertas al igual que el pasillo del ala Sur. La puerta del fondo estaba clausurada, ya que estaba vacía. En cambio, la primera puerta del pasillo es en la que se encontraba la sala de lavandería.
No había nada interesante que destacar, exceptuando el balcón que constaba el patio interior. Lo mejor de toda la mansión, aún estaba por verse.
Roth: Me gustaría que me permitáis mostraros lo que he estado reservando para el final. Vamos al salón y ya veréis. —Les dice contento y se dirige hacia la puerta para salir.—
Cuando todos salieron del ala Norte, bajaron de nuevo al salón, pero esta vez se dirigieron por el pequeño corredor que hay entre el recibidor y el salón. A mano izquierda al salir del recibidor, se encontraba una puerta.
Al entrar, se encontraron con un pasillo que daba acceso a dos lugares diferentes. A mano izquierda se encontraba una amplia sala muy poco amueblada, pues aún estaba por verse qué utilidad se le podría dar. Más al fondo de aquella sala, se encontraba el garaje.
Regresando al pasillo, se dirigieron al fondo, donde se encontraba otra puerta a mano izquierda.
Y al pasar por aquella puerta, todos se quedaron alucinados de encontrarse con un bonito corredor que llevaba hacia una preciosa terraza en medio de un gran jardín. Todos se dirigieron hacia la terraza mientras miraban el jardín y el corredor fascinados.
Roth: Y esto es todo. ¿Qué os parece? —Les pregunta entusiasmado junto con una sonrisa.—
Sara: Es precioso. —Responde alegremente fascinada con una sonrisa.—
Lara: Había olvidado lo bonito que era el jardín. —Responde igual que Sara.—
Leo: Nunca había visto un jardín tan bonito, aunque tampoco he visto muchos jardines. —Responde junto con una leve risita.—
Mikey: Este jardín es muy bonito, y además es romántico. —Dice junto con una leve risita.—
Donnie: Cierto. —Le responde.—
Roth: Bueno, aquí termina el tour por toda la mansión. —Ríe levemente.— ¿Os ha gustado? —Les pregunta alegremente junto con una sonrisa.—
Sara: ¿Estás de broma? ¡Me encanta, la adoro! —Exclama entusiasmada llena de alegría.—
Lara: Obviamente, es lo mejor que podíamos pedir. —Le responde alegre con una sonrisa.—
Leo: Concuerdo, es realmente impresionante. —Responde alegremente fascinado.—
Raph: Solo puedo decir que es increíble. —Dice contento con una sonrisa.—
Donnie: Es indudablemente fascinante. —Responde entusiasmado.—
Mikey: ¡Me encanta! Es como un palacio de la diversión. —Exclama lleno de emoción.—
Roth: —Ríe levemente contento por las muy positivas respuestas.— Me alegra mucho oírlo. La verdad es que la mansión lleva acabada hace dos semanas, pero tenía que hacerla esperar hasta ahora.
Lara: Hiciste bien. —Le responde.—
Roth: Caso a parte, también os tengo reservada una noticia importante. —Les dice seriamente.—
Sara: ¿Qué noticia? —Le pregunta con intriga.—
Lara: ¿De qué se trata? —Le pregunta igual de intrigada.—
Roth: Llevo un buen tiempo pensándolo, concretamente, desde poco después del desenlace con Ángel y la mafia, y hace muy poco que llegué a una conclusión: He decidido retomar mi trabajo como arqueólogo. —Confiesa seriamente y con total decisión.—
Sara, Lara: —La expresión de sorpresa de ambas fue exactamente el mismo, igual con las tortugas. No se lo esperaron en absoluto, pero en realidad les alegró.—
Lara: Eso sí que es una sorpresa. —Comentó.—
Sara: Es una estupenda noticia, papá. Es estupendo que vuelvas a la arqueología. —Le dice alegre.—
Leo: sí, es genial. —Dice con una sonrisa.—
Roth: Bueno, la verdad es que he estado dudando mucho, porque no quería dejaros solas, y no dejaros toda la mansión para vosotras, pero está claro que con Nora y las tortugas no os falta compañía, a parte de que estáis a salvo. —Les dice con una sonrisa.—
Raph: Totalmente de acuerdo. —Responde con una sonrisa.—
Lara: Exacto, compañía no nos falta. —Responde con una sonrisita.—
Leo: No se preocupe, no nos vamos a separar de ellas, como hasta ahora. —Ríe levemente.—
Mikey: Sí, no tiene de qué preocuparse, cuidaremos de las chicas, y también de la mansión. —Responde con una leve risita pensando en las cosas que hará en la mansión.—
Roth: Eso ya no me tranquiliza tanto. —Responde con una leve risita, y los demás también se rieron.—
Donnie: Cuando vuelva, ¿nos contará lo que ha encontrado? —Le pregunta mostrándose entusiasmado por saber los hallazgos de Roth como arqueólogo.—
Roth: Por supuesto, siempre y cuando encuentre algo. —Responde con una leve risita.—
Lara: ¿Y cuándo tienes pensado ponerte en marcha? —Le pregunta con curiosidad.—
Roth: Pues tan pronto como pueda. Esta semana empezaré a moverme, y a esperar suerte. —Le responde.—
Lara: Entonces, aunque todavía estés aquí, ¿podemos hacer una fiesta esta noche? —Pregunta sugerente, pues no estaría mal hacer una fiesta.—
Mikey: ¡Sí, fiesta! —Exclama entusiasmado por la idea.—
Roth: Sabía que lo ibais a mencionar. —Responde riéndose levemente.—
Sara: La idea está bien, podríamos celebrar que yo estoy recuperada, que ya tenemos la mansión, y que tú vuelves a tu trabajo. —Le dice con una sonrisa.—
Leo: Dicho así convence, ¿no cree? —Le pregunta con una sonrisita.—
Roth: Si me parece bien, pero no nos da tiempo a organizarlo todo, y las fiestas con vosotros siempre son un poco desastrosas. —Ríe levemente.—
Sara: Un poco de música, un poco de snaks y bebidas para picar, y ya está. Llamaremos a Nora, April y Casey para decírselo.
Mikey: ¡Así suena mejor! —Exclama con entusiasmo.—
Roth: Bueno, venga, está bien. Pero que no pase de ahí, y no miro a nadie. —Mira indirectamente a Mikey.—
Mikey: Esta vez no haré nada. —Responde riéndose levemente.—
Roth: Y con la condición de que la fiesta la organizáis vosotros, ¿de acuerdo? —Les concluye seriamente.—
Lara: No hay problema. —Le responde con una sonrisita.— Hey, chicos, ¿os encargáis de llamar a los demás? Mientras Sara y yo vamos al super. —Les dice.—
Donnie: Sin problema. —Responde contento y saca su T-Phone.—
Lara: Enseguida volvemos. ¿Vamos, Sara? —Le pregunta a su hermana.—
Sara: Sí, sí, vamos. —Le responde contenta con una sonrisa.—
❇
La noche se presentó en la ciudad, eran casi las nueve de la noche, una hora no muy tardía para una pequeña fiesta.
Justo cuando se presentaron Nora, April y Casey, los tres llegaron muy sorprendidos de ver la mansión, les fascinaba.
Lara: Muy buenas, chicas y chico. —Les saluda con una sonrisita.—
Sara: Bienvenidos a nuestra verdadera casa. —Les saluda contenta con una sonrisa.—
Nora: ¡Es maravillosa! —Exclama fascinada.—
April: ¡Es increíble! —Exclama también fascinada.—
Casey: Queda claro de que mola mucho. —Dice con una leve risita.—
Lara: Os ha dejado locos, ¿eh? Normal, lo entendemos. —Dice con superioridad junto con una sonrisa orgullosa.—
Sara: —Ríe levemente.— Queríamos deciros que podéis venir siempre que queráis, esta es vuestra casa también, pero sin abusar. —Les dice con una leve risita.—
Nora: Os lo agradecemos mucho, y tranquilas no abusaremos. —Responde con una leve risita.—
Lara: ¿Preferís que os hagamos un tour para enseñaros toda la mansión, o para otro día? —Les pregunta con una sonrisita.—
Nora: Yo no puedo esperar a otro día. —Le responde con una leve risita.—
April: Nosotros tampoco. —Responde con una sonrisa.—
Sara: Bien, pues venid por aquí. —Les dice empezando a dirigirse hacia el salón.—
Sara y Lara les enseñó la mansión a los tres, y como era de esperar, se quedaron maravillados con la mansión entera.
Después del tour, todos estaban reunidos en el salón, con algo de música de fondo, y picoteando snacks mientras hablaban sobre la mansión, y el regreso de Roth a la arqueología.
Se divertían y se lo pasaban bien en la pequeña fiesta que habían montado.
Pero la paz y tranquilidad que respiraban, no les va a durar mucho tiempo...
❇
Y aquí queda el capítulo de hoy.
Sé que he puesto una imagen del exterior de la mansión pero no del interior, el motivo es porque voy hacer una parte exclusiva para mostraros el interior de la mansión.
Igual que con el apartamento, solo que no siendo de los Sims 4, sino de imágenes de donde pueda mostraros lo más similar posible a cómo lo he narrado aquí.
Y caso a parte, avisar de que nos espera un pequeño arco de 4 capítulos muy diferente a los capítulos de hasta ahora.
¡Ahí lo dejo! 😉💚
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