Capítulo 63. Bienvenida al club
A Nora le pilló de primeras correr por las azoteas, así que Donnie tuvo que acoplarse a sus capacidades. Ambos se detuvieron en una azotea, y para avanzar con el rescate, necesitaban lograr algo que solo Donnie sabía hacer.
Donnie: Bien, para llevar a cabo el rescate, es fundamental localizar a tu hermana. —Le dice seriamente, ya que necesitaban la localización de su hermana.—
Nora: Bien, ¿y cómo vamos a hacer eso? —Le pregunta con confusión, ya que no tenía la menor idea de cómo iban a conseguir la localización de Alex.—
Donnie: Para ello necesito que me prestes tu teléfono móvil, si no te importa. —Le dice tímidamente, puesto que no se conocían, y le parecía descortés pedirle prestado su teléfono.—
Nora: ... —Se quedó dudosa por unos segundos, frunciendo el ceño y torciendo un poco los labios. Pero tenía que confiar en él. Así que soltó un suspiro de resignación, y le prestó su teléfono móvil.— ¿Qué piensas hacer?
Donnie: Ahora lo verás. —Con el teléfono de Nora en una mano, con la otra sacó su T-Phone. Y con sus tecnológicas habilidades, halló la localización de Alex en el T-Phone.— Bien, ya tenemos su localización.
Nora: —Su reacción fue una de sorpresa, no se esperó que lo hiciera pareciendo tan sencillo. Pero en parte le alivió notablemente.— Brillante. ¿Cómo...?
Donnie: Es un poco complejo de explicar. —Le responde encogiéndose de hombros con una leve risita.—
Nora: Bueno, vale, tenemos la localización. No tardemos ni un minuto más. —Concluye seriamente.—
Donnie: Está bien... —Se quedó sin palabras al escuchar a la chica.—
Ambos no se quedaron ni un segundo más ahí parados. Empezaron a dirigirse hacia la localización donde se llevaron a Alex.
Y durante el camino empezaba a reinar el silencio, incómodo sin lugar a dudas. Pero afortunadamente aquel silencio se rompió.
Nora: Así que... eres una tortuga mutante... —Comentó un tanto sorprendida, mirándolo de arriba abajo.—
Donnie: Sí, así es... —Responde un tanto nervioso.—
Nora: Sabía que esta ciudad guardaba muchos misterios, pero no esperaba...esto... —Dijo sin intención de ofenderle.—
Donnie: Es una larga historia... No sé si Sara y Lara te han contado. —Responde preguntando ligeramente sobre si realmente ella sabía algo de ellos.—
Nora: No, en absoluto. Supongo que debían proteger el secreto, y no les culpo. Es lo correcto que te protejan.
Donnie: Nos protejan... —Le corrige sutilmente, ya no tenía sentido esconder a sus tres hermanos.—
Nora: Hm... Más de uno, vaya, desde luego sí que no me lo esperaba. Entonces, ellas son amigos vuestros, ¿verdad? —Le pregunta.—
Donnie: Sí, hace más de dos años que nos conocemos. —Le confiesa.—
Nora: Me alegra que hayáis tenido su amistad todo este tiempo... —Responde con sinceridad, entendía perfectamente el que Sara y Lara no les haya contado sobre las tortugas. Eso solo le hizo ver con claridad que su amistad era muy valiosa, y estaba orgullosa de ello.—
Donnie: No todos los que nos conocen se lo han tomado como ellas, eso da que valorar. —Dice pensativo, pues realmente la amistad de Sara y Lara es sin duda muy valiosa para él y sus hermanos.—
Nora: Ya, entiendo... —Respondió sintiéndose un tanto avergonzada por su reacción al verle hace unos minutos.—
Donnie: Estamos cerca, nos encontramos en el territorio de los dragones púrpura. —Dijo tratando de no incomodar más el ambiente.—
Nora: ¿Los dragones púrpura? ¿Así que han sido ellos quienes han secuestrado a mí hermana? —Pregunta un tanto sorprendida, no esperaba que fueran los dragones quienes secuestraron a Alex.—
Donnie: Eso parece. ¿A caso los conoces de algo? —Le pregunta confundido.—
Nora: No son muy peligrosos, dudo que hayan secuestrado a mi hermana sin ayuda. Alguien les está ayudando, ese tal Hun, si no me equivoco. —Pensativa llega a esa conclusión.—
Donnie: Vaya, no esperaba que tengas esos conocimientos, aunque de los dragones púrpura tampoco es complicado de saber.
Nora: Esta ciudad tiene tantas cosas que algunas se descubren fácilmente. —Responde seriamente, realmente ciertas cosas no eran complicadas de saber.—
Donnie: Sí, supongo que sí. —Responde quedándose un tanto sorprendido por los conocimientos que puede tener la chica.—
Los dos no tardaron en llegar a donde les indicaba que se encontraba Alex. Se trata de esa especie de almacén en donde suelen estar los dragones púrpura. Estaban cerca de Alex.
Donnie: Bien, según la localización, tu hermana está en ese almacén, el escondite de los dragones. Esperaba que con la participación de Hun esos tres serían más espabilados.
Nora: Bueno, no perdamos más tiempo. —Concluye seriamente.—
Donnie: Espera un momento, no irás ahí. —Le dice seriamente tratando de detenerla. No es que tratándose de los dragones púrpura corriera peligro, pero no podía arriesgarse a que le sucediera algo.—
Nora: Mira, Donnie, es tu nombre, ¿no? No me voy a quedar aquí parada cuando la que está ahí secuestrada es mí hermana. Así que ahórrate el intentar detenerme, ¿de acuerdo? —Le concluye seriamente, tratando de mostrarse indiferente. De ninguna manera se iba a quedar parada cuando su hermana está retenida justo delante de ella.—
Donnie: —Se quedó totalmente desconcertado, por no mencionar que también estaba sorprendido. No iba a detenerla, pero tampoco va a permitir que corra peligro.— Vale, está bien, no te detendré. Pero sí te pido que me hagas caso ahí dentro, por tu seguridad.
Nora: Dependiendo de la situación. Bueno, vamos a sacar a mí hermana de ahí. —Concluye seriamente.—
Fácilmente, los dos se infiltraron en el almacén. Iban con cautela, no han sido vistos por ahora.
Exploraban el lugar sin bajar la guardia, y mirando a todos lados.
Nora: Bueno, y, ¿dónde están metidos? —Pregunta y manteniendo la guardia saca el arma de su padre.—
Donnie: Oye, ¿en qué estás pensando? Será mejor que guardes bien ese arma, no será necesaria, créeme. —Le dice seriamente, tratando de convencerla.—
Nora: —Suelta un suspiro de resignación, y se guarda el arma.— Hey, ¿oyes eso?
Escuchaban a Hun discutir con dos de los dragones púrpura. Y no era una agradable y cariñosa discusión.
Hun: ¿Podéis explicarme por qué la hemos traído aquí? Este escondite lo conoce cualquiera, incluso las tortugas. Sois unos estúpidos. —Les riñe seriamente mostrándose molesto.—
Fong: No disponemos de más escondites, además, a lo mejor se piensan que la hemos llevado a otro sitio. —Le responde encogiéndose de hombros.—
Tsoy: ¿Quién sabe? Puede que crean que estamos en otro sitio. —Comenta igual que su compañero.—
Hun: —Harto por la estúpida ignorancia de sus aliados, les lanza una patada giratoria contra ellos, derribándolos a ambos fácilmente.— ¡Sois unos idiotas inútiles!
Donnie, Nora: —Aún sin haberlos visto, eran totalmente conscientes de la conversación, y de la gratuita paliza de Hun.—
Nora: Podría haber dicho algo que no se sepa... —Comentó sarcástica ladeando la cabeza y torciendo los labios.—
Donnie: —Le hizo gracia aquel comentario de la rubia, y desde luego tenía razón.— Tienes toda la razón.
Nora: ¿Dónde habrán metido a Alex? —Pregunta preocupada mirando su alrededor.—
Donnie: Quédate aquí escondida, voy a averiguarlo. —Le dice y manteniendo la cautela empieza a caminar alejándose de la rubia unos cuantos pasos.—
Donatello a penas se había alejado, y la rubia estaba a punto de correr peligro. El tercer miembro de los dragones, Sid, salió de una puerta muy cerca de Nora, y fácilmente la vio.
No dudaba de que se trataba de una intrusa, así que no dudó en ir por ella.
Sid: Oye, chica, no deberías estar aquí. Espera a que te...
Nora: —No dejó ni que acabara la frase. En vez de echarse a correr, o a gritar como haría cualquier chica, no se pensó ni un segundo en atacar. Sacó el arma de su padre, y lo golpeó en el cuello con el mango del arma, dejándolo k.o. con facilidad.— Sigue hablando...
Donnie: —Estaba impresionado con lo que acababa de ver, no daba ni crédito. No esperaba aquel ataque de la rubia, le pareció sorprendente y muy valiente.— Wow, no esperaba eso. Realmente estoy impresionado.
Nora: Gracias, ser la hija del capitán de policía tiene sus ventajas. —Le responde con una sonrisa.—
Donnie: ¡¿Qué?! ¡¿Eres la hija del capitán de policía?! —Exclama notablemente sorprendido.—
Nora: Creí que lo sabías, ya sabes, por Sara y Lara. —Le responde encogiéndose de hombros.—
Donnie: Ni siquiera sabía sobre ti hasta esta noche. Supongo que ahora entiendo porqué secuestraron a tu hermana, bueno, no enteramente. —Dice al desconocer el total motivo del secuestro.—
Nora: Básicamente, mi padre perseguía a las bandas de ese Bruce Lee. Bueno, encontremos a Alex y salgamos de aquí. Ya hablaremos más tarde al respecto.—Concluye seriamente.—
Donnie: —Asienta seriamente.—
Sin perder ni un segundo más, ambos continuaron explorando el lugar manteniendo la cautela. Donatello iba caminando a la vez que mantenía la guardia.
Por otro lado, Nora parecía como si estuviera en una serie policiaca, con el arma en las manos y el andar en guardia como un policía.
A cada paso, miraban a cualquier perspectiva, buscando a Alex. Lograron encontrar una puerta de rejas, escondida en una esquina de la planta baja.
Aquella puerta estaba cerrada, pero se podía apreciar una sombra dentro de aquella habitación. No tenían duda, Alex estaba ahí retenida.
Nora: Ahí está. —Dice al ver aquella habitación, y el apreciar aquella pequeña sombra.—
Donnie: Bien, vamos a sacarla de aquí. —Concluye seriamente.—
Hun: Me parece que no. —Les dice seriamente de brazos cruzados, con Fong y Tsoy detrás de él.—
Donnie: —Rápidamente sacó su Bo, y se puso delante de Nora tratando de protegerla.— Atrás, dejarlas marchar.
Hun: No está en mis planes dejarlas ir. Y tu, chica, no deberías haber venido. Estarás encerrada junto con la pequeña. —Le concluye seriamente.—
Nora: Quedarme con vosotros no está en mis planes. —Le responde burlona mostrándose indiferente.—
Hun: —Molesto por la respuesta de la chica, corre hacia ella para atacarla. Pero Donnie se interpuso, y la tortuga detuvo su ataque.—
Donnie: ¡Nora, sal de aquí! ¡Hazme caso! —Le exclama mientras peleaba contra Hun.—
Nora: No sin mí hermana. —Responde seriamente, manteniendo la guardia ante Fong y Tsoy, quienes se estaban acercando a ella.—
Fong: Vas a arrepentirte de no hacerle caso a la tortuga, chica. —Le dice vacilón, y se acerca a ella tratando de atacarla.—
Nora: —Se echó hacia atrás esquivándolo con facilidad. Por el otro lado, vio al otro acercándose a ella tratando de capturarla. Le lanzó una patada, pero el tipo la vio venir, y la agarró de la pierna echándola contra al suelo.— Agh...
Tsoy: —Teniéndola en el suelo, se prepara para atacarla con un puñetazo, y así noquearla.—
Nora: —Pudo reaccionar a tiempo, y rodar en el suelo logrando esquivar el ataque. No desaprochevó la oportunidad y le atacó con un puñetazo, logrando dejarle un tanto aturdido. Se levantó del suelo, y un Fong estaba a punto de atacarla.—
Fong: —Rápidamente le lanzó un puñetazo, y logró golpearla.—
Nora: ¡Agh! —Le causó cierta rabia recibir aquel ataque. Trató de devolvérselo, pero falló. De repente, unos brazos la atrapan por detrás de ella.— ¡No! ¡Suéltame!
Fong: Vas a aprender, chica. —Le dice amenazante, después de hacerse con un bate para golpearla.—
Durante la pelea, Donatello esquivaba y golpeaba a Hun todo lo que podía. Pero sus ojos no podían evitar dirigirse por unos segundo a la rubia.
Era consciente de que la chica no sabía pelear. Pero a pesar de eso, se estaba dando cuenta de que sabía defenderse.
No se acercaba a la excelencia en el combate, pero no solo sabía defenderse, podía hacerlo.
Nora: —Atrapada en los brazos de Tsoy, dio un salto para golpear a Fong con fuerza con sus pies impulsando fuerza. Lo derribó, y era el turno de Tsoy. Sabía que iba a doler, pero no quedaba otra. Golpeó su cabeza contra la suya, dándole un cabezazo hacia atrás, logrando golpearlo, y ser liberada.—
Fong, Tsoy: —Ambos estaban tirados en el suelo. Algo que les identificaba era el hecho de ser unos blandengues. Tsoy ya no daba más de sí por aquel cabezazo que ha recibido. Pero Fong volvió a levantarse, con dificultad, y trató de enfrentarse de nuevo a la chica.—
Fong: Solo estás empeorando las cosas. —Le dice vacilón, acercándose más a ella.—
Nora: —Por el rabillo del ojo, vio detrás de ella un pilar. Una idea se le pasó por la cabeza, y estaba segura de que iba a funcionar.— ¿Queréis capturarme? Adelante, atrápame.
Fong: —Ante las palabras de la chica, se lanzó a por ella. Inesperadamente, la chica rápidamente se escabulló hacia un lado logrando esquivarlo. Y en el intento de atraparla se llevó un gran y doloroso golpe contra el duro pilar.—
Nora: —Teniéndolo totalmente vulnerable y aturdido, lo derribó con una patada, concluyendo el combate.— Buen intento.
Donatello logró neutralizar temporalmente a Hun, dejándolo aturdido durante el enfrentamiento. Cuando se acercó a Nora, y la vio intacta junto con los dos dragones púrpura derribados y machacados, se llevó una buena sorpresa.
Donnie: ¿Los has derribado? ¿Tú sola? —Le pregunta sin dejar de ver a esos dos ahí tirados.—
Nora: Bueno, he tenido peleas más duras que esta. No ha sido tan difícil. —Le responde encogiéndose de hombros, y sacando una pequeña sonrisilla.—
Donnie: Bien, em... Voy a sacar a tu hermana de aquí. —Le concluye seriamente.—
Ambos corrieron hacia aquella puerta. Estaba cerrada con llave, pero Donnie logró abrirla con facilidad.
Se encontraron con una Alex casi inconsciente, aturdida, sin enterarse de lo que estaba pasando. Al parecer le pusieron algún tipo de calmante para tenerla controlada.
Donatello la cogió en brazos, y junto a Nora salió del almacén, corriendo de ahí antes de que Hun volviera a estar en pie para complicarles la situación.
Al fin se encontraban fuera del almacén, estaban en la entrada. Donnie dejó a una aturdida Alex sentada junto a Nora sobre unas escaleras que habían en la entrada.
Nora: Lo logramos, hemos rescatado a Alex, y está sana y salva. —Comentó completamente aliviada.—
Donnie: Sí, aunque con tu participación ha sido realmente fácil. Aunque ya era fácil tratándose de los dragones púrpura, pero ha sido genial. Mejor dicho, has estado genial. —Le celebra con una sonrisa.—
Nora: Sabía que estas técnicas sacadas de Castle servirían de mucho en algún momento. —Ríe levemente.— Aunque tu también has estado genial, pero a diferencia de mi, tu sabes luchar. Aún así también me has sorprendido. —Siendo sincera le dedica una sonrisa.—
Donnie: ¿En serio? Bueno, es genial oír eso, no es algo que me digan todos los días. —Ríe levemente rascándose la nuca sintiéndose un tanto tímido.—
Nora: Ya deben estar acostumbrados. —Le responde con una leve risita, y una amigable sonrisa.—
Donnie: —Ante su sonrisa, no pudo reaccionar de otra manera que devolviéndole una tímida pero también amigable sonrisa.—
El momento fue ligeramente interrumpido por unos quejidos de Alex, quien se estaba empezando a recuperar de aquel aturdimiento y desorientación.
Y por si fuera poco, las sirenas de coches de policía se estaban empezando a escuchar, acercándose a su posición cada vez más.
Donnie: Esa es mi señal para irme. —Se pone de pie rápidamente, y empezaba a alejarse de las dos. Pero se detuvo por un segundo para despedirse.— Es un placer conocerte, Nora. Nos vemos.
Nora: —Se quedó ligeramente sorprendida ante sus palabras, realmente lo reflejaba en su rostro.—
Donnie: —Corriendo se metió por un callejón, y trepó las escaleras de incendios hasta subir a las azoteas.—
Alex: ¿Nora? —Pregunta frotándose la frente.—
Nora: Hey, ¿cómo estás? ¿Estás mejor? —Le pregunta mientras la abraza con el brazo por detrás de sus hombros.—
Alex: Bien, más o menos. ¿Dónde está el chico? —Pregunta frotándose el rostro con ambas manos.—
Nora: ¿Qué chico? —Le pregunta ligeramente confundida, estaba en un apuro si se trataba de Donnie.—
Alex: No te hagas la tonta. He oído a un chico mientras me sacaba del sitio. ¿Lo has visto? —Le pregunta con curiosidad.—
Nora: No... No he llegado a verle. Ha sido todo muy rápido. —Le responde teniendo que mentirle. No iba a decirle a su hermana que ha sido salvada por una tortuga mutante. Al menos, no era el momento indicado para ello.—
Alex: Qué mal. Es que yo tampoco lo he visto. Me habría gustado ver a mí héroe. Seguro que era un tío bueno y me lo he perdido. —Comenta fastidiada mirando su alrededor con la esperanza de que lograra verlo, aunque sea desde lejos.—
Nora: —Se quedó pensativa ante las palabras de su hermana. Se sentía mal por tener que mentirle, pero no iba a decirle la verdad. Ya que muy probablemente sus padres también se enterarían. Pero tampoco podía dejar de pensar en las primeras impresiones que se ha llevado sobre Donnie, y el secretismo que hay tras él. Sin duda, tenía que conocerlo a él y a sus hermanos.—
Tres coches patrulla de Policía se detuvieron casi delante de ellas.
William fue el primero en salir del primer coche, y apurado y angustiado se acercó a sus hijas.
Las revisó de arriba abajo, asegurándose de que estaban sanas y salvas. Por suerte no estaban heridas, ni afectadas por la situación.
Estaban sanas y salvas.
William aliviado las abrazó fuertemente a las dos. Acompañó a sus hijas al coche patrulla en el que llegó.
Antes de meterse en el coche, Nora sintió un impulso por mirar hacia las azoteas donde Donnie se dirigió.
Vio a la tortuga por unos segundos, pero se fue cuando pudo asegurarse de que las dos ya estaban seguras y a salvo.
Nora estaba aparentemente asombrada por las impresiones que se ha llevado de la tortuga. Estaba convencida de que era fascinante y emocionante.
Pero una sonrisilla se formó en sus labios, contenta y aliviada de que gracias a su ayuda, el secuestro de Alex solo quedara en un susto, y en una pequeña pero emocionante experiencia.
Se metieron en el coche, y todos los coches patrulla se alejaron del lugar.
❇
El día siguiente se hizo presente en la ciudad. La tranquilidad reinaba en este nuevo día.
Y también en la casa de Nora. Por suerte todo quedó en un susto, pero también en un para nada ignorante aviso de Hun para William.
La familia seguirá en peligro si William no soluciona el problema en el que inconscientemente ha puesto en peligro a su familia.
Por otra parte, Nora quería reunirse con Sara y Lara, incluidos Donnie y sus hermanos.
Ambas hermanas se encontraban en el apartamento, Sara acababa de llegar del veterinario junto con el pequeño perrito que adoptó en la misma noche del secuestro de Alex.
Lara: Bueno, ¿qué tal con el nuevo compañero? —Le pregunta al ver a Sara llegar junto al pequeño perrito.—
Sara: Estupendamente, este pequeño está más sano que una rosa. Lo han vacunado, pero por suerte no estaba mucho tiempo abandonado. Ha tenido mucha suerte, y me alegra tenerlo con nosotras. —Responde lleva de alivio y alegría por el perrito. Lo sacó del pequeño transportín, y lo dejó con cuidado sobre el sofá.—
Lara: ¿Y cómo nos vamos a dirigir a él a partir de ahora? —Le pregunta con curiosidad, sentándose al lado del perrito.—
Sara: Brandy, su nombre es Brandy. —Responde muy contenta, mirando al pequeñín con una sonrisa.—
Lara: Vaya, pues no le queda mal. Aunque yo había pensado uno: Rocky. —Dice indiferente, estaba convencida de que se trataba de un buen nombre.—
Sara: Suena a Rocky Balboa, no me parece muy indicado para esta cosita tan linda. —Se acerca al pequeñín y con cariño lo abraza con cuidado.—
Lara: Menudo desperdicio... —Responde sarcástica mirándolos.—
El timbre de la puerta sonó.
Ambas sabían de quien se trataba.
Lara se acercó a la puerta, y le abrió a la joven rubia.
Lara: Hey, rubita. Te veo bien. —Le saluda recibiéndola con una sonrisa sincera.—
Nora: Gracias, es muy notoria la diferencia de anoche y hoy. —Responde con una leve risita, y entra al apartamento.—
Sara: Nora, me alegra verte. Cierto amigo nos ha dicho que todo acabó bien. —Le dice alegre junto con una sonrisa.—
Nora: La verdad es que una parte de mí sigue sin creérselo por completo. Pero después recuerdo que esto es Nueva York. —Responde riéndose levemente.—
Lara: ¿Qué nos vas a contar? —Pregunta sarcástica reuniéndose con ambas.—
Sara: Bueno, suponemos que entiendes el porqué no hemos sido completamente sinceras contigo desde el principio. —Le dice encogiéndose de hombros.—
Nora: La verdad es que me ha sorprendido, pero tratándose de esta ciudad, todo lo que se aguarda en su lado oscuro, me esperaba este tipo de misterios y secretos. Y como buenas amigas que sois de las tortugas, lo entiendo perfectamente. Así que no os preocupéis. —Les dice solucionando la situación respecto a la falta de confianza y seguridad que ha habido hasta ahora.—
Lara: Bien. Además, recuerda que nos hemos enfrentado a una mafia entera. Y aún así nos estará esperando más caña contra nosotras más adelante. —Dice seriamente cruzándose de brazos.—
Nora: Lo sé, y... Sé que va a sonar muy alocado... Pero... Me encantaría ser no ya solo vuestra amiga, sino también vuestra aliada. —Les confiesa llena de seguridad y decisión ante sus palabras.—
Sara, Lara: —Ambas se miraron entre ellas unos cuantos segundos. Ambas escucharon las palabras definitivas para lo que estaba por venir entre todos.—
Sara: Entonces, ¿quieres ser una más junto a nosotras? —Le pregunta.—
Lara: Y, lo más importante, ¿junto a las tortugas? —Le pregunta insegura ladeando la cabeza aún con los brazos cruzados.—
Nora: No me cabe duda de que esas tortugas no son el enemigo, sino la ayuda que esta ciudad necesita. Y después de descubrir que estáis todos unidos, me encantaría formar parte de ello. —Les responde llena de sinceridad junto a una amigable sonrisa.—
Lara: Suenas muy segura. Pero que muy segura. Eso no lo vemos todos los días. —Le dice cruzando los brazos.—
Nora: Sé que ellos fueron los que salvaron la ciudad de aquella invasión, estoy segura. Así que, sería estupendo ser vuestra aliada, y amiga por supuesto. —Les dice con aquella amigable y amable sonrisa.—
Sara, Lara: —Ambas se miraron entre ellas, dedicándose un ligero asiento de cabeza. Sus miradas se dirigieron hacia Nora, concretamente quienes se encontraban detrás de ellas.—
Nora: —Al notar que las miradas de las chicas estaban viendo a sus amigos misteriosos. Dio media vuelta, y detrás de ella se encontró con las cuatro tortugas. Su rostro reflejó sorpresa y sin duda una positiva admiración.—
Nora miraba a los cuatro, a cada uno de los hermanos. Sintió una gran oleada de impresiones totalmente positivas ante las cuatro tortugas.
Las tortugas le dedicaron una amistosa sonrisa, reflejaban sentirse completamente contentos y emocionados de contar con una nueva, gran y valiosa amistad y alianza de parte de Nora.
Sara: Bienvenida al club. —Celebra junto con una gran sonrisa.—
Nora: —Viendo a las tortugas ante ella, y después de escuchar las palabras de Sara, se sintió igual que los hermanos tortuga. Y respondió devolviendo la misma sonrisa hacia las tortugas.—
❇
Bueno, hasta me sorprende hallar todo lo que hay en este capítulo.
Una valiosa amistad y gran alianza de este nuevo personaje para las tortugas, Sara y Lara.
Esto es algo totalmente nuevo para mi, pero que sin duda estoy alegre y hasta emocionada de crear, y desarrollar.
Espero que a vosotr@s os haya gustado igual que a mi, y que sin duda hayáis disfrutado de este capítulo. 😉💚
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