𝕏𝕀𝕀. 𝔻𝕖𝕔𝕠𝕣𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟 𝕟𝕦𝕖𝕧𝕒

Y bueno, me empataron esta vez dos personas en la apuesta de palabras, con una diferencia de solo 120 palabras aproximándose al número real que fue de 4880 palabras. Para los demás, pueden participar cuando lo publique en mi tablero, a veces a viso a tan solo unas horas antes de publicar, así que estén al pendiente... y gracias por la paciencia que me tienen aquí.

Así que este va dedicado para Zory (ztotheocean) y Jelen (Jelen71993) UwU disfrútenlo, se los dedico con cariño. (Una disculpa si no aparecen los usuarios, w4ttpad me odia jajaja).



So, let's start with this lovely shitteru



-Al día siguiente-

(Lunes)


—Sí, este me gusta.

— ¿Estás seguro, Minnie?

—Sí, quedará perfecto, ya puedo visualizarlo.

—Entonces nos llevaremos una cubeta de este color, señorita.

—Claro, en seguida se la preparamos. ¿Desean algo más?

—Quiero ver la cenefa, amor —pide JiMin, mirando a su alfa con ojitos rogones, esos que siempre funcionan.

—Veremos la cenefa, señorita —le dice a la beta que les está atendiendo—. ¿Tiene algo tierno, con animalitos o algo así?

— ¡Claro que lo tenemos, síganme! —Ella anota en una libreta el código del color que la pareja eligió y luego camina por los pasillos de la gran tienda, en busca de la dichosa cenefa.

—Amor —susurra JiMin mientras siguen a la amable chica—. Amor, no quiero que todo el cuarto sea amarillo. ¿Crees que después podamos venir por otros colores? ¡Me encantaría que pintáramos toda una pared con un lindo paisaje colorido!

—Claro que podemos —le besa la mejilla, sintiéndose feliz de complacer todos los caprichitos de su lindo hombre—. ¿Qué más te gustaría para adornar su cuarto?

—Me gustaría...

—Aquí están —la empleada les indica los estantes que están llenos con montones de rollos de cenefas de todos los colores y tipos—. Estas son más infantiles, hay para niño y para niña. ¿Ya saben cuál es el sexo del bebé?

—Ni los colores ni los adornos tienen género, señorita —le dice JiMin, tan firme como siempre es él para hablar de esos temas—. Lo único que quiero es llenar el cuarto de nuestro bebé con montones de colores lindos y tiernos, sin importar si será niño, niña o inter.

—Discúlpeme, señor —ella agacha la cabeza, sintiéndose un poco irritada por la forma en que el omega se expresa—. ¿Necesitan algo más?

—Creo que será todo por hoy, gracias —observa con detenimiento cada una de los rollos de cenefa, pero no suelta a YoonGi en ningún momento.

—Excelente, entonces aquí les entrego el código de la pintura. Una vez que estén listos para pagar, lleven sus cosas junto con este ticket a la caja. Ahí les entregarán la pintura y les cobrarán lo que lleven.

—Gracias, señorita —YoonGi le agradece, pero es difícil sonreír porque hay una emoción ajena en su pecho que le obliga a estar en sintonía con su omega.

—Gracias por su preferencia —sonríe falsamente y se va apretando los puños.

     Ese omega no le cayó nada bien.

— ¿Estás bien, Minnie?

—Sabes que no —suspira el omega—. Odio que sigan queriendo asignarte un color dependiendo de si eres niño o niña. ¿Cuándo la gente dejará de pensar así, Yoon?

—Hey, amor —su alfa le da un abrazo por la espalda y besa su mejilla para calmarlo—. Sabes que la gente aún necesita educarse más, por eso está bien incomodar de vez en cuando. ¿No crees? La chica se veía irritada, a lo mejor la hiciste pensar en el asunto, pero no estaba lista para esa conversación.

—Ojalá algún día lo estemos todos —se voltea y acurruca su rostro en el pecho de su pareja—. Prométeme que criaremos a este bebé bajo estos ideales abiertos, prométeme que trabajaremos para que no tenga prejuicios sobre el género y para que respete la diversidad.

—Lo prometo, mi cielo —le sonríe y besa su frente—. ¿Ya estás más tranquilo?

—Sí, pero ya estoy impaciente por irme, quiero estar a solas contigo.

— ¿Ya elegiste la cenefa?

     Aquella pregunta ilumina de inmediato el semblante del omega, ya que desde que entraron al pasillo pudo enfocar rápidamente una que le llamó la atención.

— ¡Sí! —Emocionado, jala del brazo al alfa y le señala el lindo adorno—. ¿No es lindo? Quedará perfecto con el amarillo pastel que elegimos.

—Es precioso, definitivamente le queda —YoonGi toma dos rollos del estante y los coloca en el carrito, junto con el resto de las cosas que llevan para empezar a acondicionar el cuarto de su bebé.

—Me gusta porque nos tiene a los dos —señala el omega, haciendo notar los animalitos de la cenefa.

— ¿Por qué? Yo solo te veo a ti aquí, está llena de pollitos suaves amarillos, de pico redondo y ojos tiernos como los tuyos.

—Pero tiene gatitos también —se ríe el omega—. Y tú eres un gatito dormilón, juguetón solo cuando quieres y mimoso a más no poder.

— ¡Oye, no lo digas en voz alta! —El alfa se avergüenza, sus mejillas pálidas están tan rojas en este momento.

—Y ahora eres un minino sonrojado, qué tierno —le besa los labios, logrando avergonzarlo más porque luego un empleado se acerca a ellos.

—Buenas tardes, ¿ya los atienden?

—Sí, ya nos atendieron y estamos listos para pagar—YoonGi se apresura a contestar y sus manos se esconden en los bolsillos de su amplia sudadera—. ¿Dónde nos pueden entregar la pintura?

—Oh, síganme —el empleado sonriente y entusiasta los guía hasta una de las cajas sin fila, donde rápidamente les entregan su cubeta de pintura y después los mandan a otra para que paguen.

—Estoy ansioso por empezar —Jimin da pequeños saltitos en su lugar, apoyado en el carrito de compras.

—Yo también, esa habitación quedará preciosa porque la decoraremos con mucho amor —lo abraza nuevamente por detrás. Últimamente le fascina hacer eso porque puede rodear la hermosa circunferencia de esa linda pancita y además tiene acceso al cuello de su omega, donde ama besar, olfatear y dar pequeñas mordidas de vez en cuando, sin importar si están en público.

—Se me acaba de ocurrir algo genial, Yoon.

— ¿Qué cosa?

—Deberíamos llenar su cuarto de pollitos y gatitos.

— ¡¿Qué?! ¡No podemos tener animales en el departamento, Minnie!—El alfa se sorprende, abriendo grandes sus pequeños ojos.

—No literalmente, alfa bobito —ríe JiMin—. Me refiero a las cositas que tendrá. Ya tenemos la cenefa con animalitos, ahora podríamos buscarle ropita, zapatitos, frazadas, peluches, juguetes interactivos. ¡Sería tan adorable! Y nos tendría todo el tiempo con él, figuradamente hablando.

—Me parece la idea más cursi y tierna del mundo.

— ¿Entonces sí te gusta? Porque eres un alfa bastante tierno y cursi.

—Sí, me fascina la idea. ¿No te gustaría que nosotros también tuviéramos cosas así?

— ¿Qué tipo de cosas?

—Camisetas, pijamas, tazas...

— ¡Qué maravillosa idea! —El omega se voltea abruptamente y abraza con fuerza a su pareja—. Creo que somos cursis en exceso, alfa.

— ¿Y quién pone esos límites? Solo nosotros, omega. Podemos ser tan cursis como se nos antoje...

— ¡Siguiente! —El cajero les apresura, un poco molesto porque estos dos retrasaron un poco la fila.

     Así que tienen que obligarse a salir de su burbujita para empujar el carrito y poner todo encima de la cinta.

     Un climatizador, la pintura, brochas, dos rollos de cenefa, dos lámparas altas, un par de radios especiales para monitorear al bebé, un pequeño mueble para la ropa y, por último, unas lindas cortinas rosas. De momento esto es lo que llevan para darle vida a la habitación donde su pequeño solecito dormirá y jugará, hará berrinches y se calmará.

     ¡Ambos están tan emocionados por llenar esa recámara de color y amor!





-En la noche-

— ¿Qué te parece esta cuna? —El omega le muestra una fotografía sacada de internet:

—Me gusta, es como una tienda de campaña —YoonGi presta atención a la fotografía, observando cada detalle y tomando notas mentales.

—Me gusta mucho porque es sencilla y bajita, la bebé podrá subir y bajar cuando quiera, ahora muchos papás están optando por este tipo de camitas, incluso se pueden fabricar en casa y traen un montón de beneficios para los niños, estimula su independencia.

— ¿Quieres que compremos una de esas?

—Son algo caras, mejor consigamos algo de material y la hacemos nosotros mismos. ¿Qué te parece? Solo tendríamos que comprar el colchón.

—Muy bien, Minnie. ¿Te parece si lo hacemos a fin de mes?

—Sí, porque quedé algo corto ahora que compramos la pintura y esas cosas.

—Deja que yo me encargue de eso, amor.

—No —reniega el omega—. Cincuenta y cincuenta, en eso quedamos.

— ¿No me la aceptarías ni de regalo de cumpleaños? —El alfa hace un puchero, intentando imitar la manera en que JiMin lo convence, pero parece no funcionar.

—Ño —y le saca la lengua—. Y no se hable más, ahora anda a trabajar, yo me pondré a leer.

—Tú ganas, omeguita obstinado —le sonríe—. Pero un día de estos te voy a sorprender y tendrás que aceptar lo que yo te dé.

—Solo lo aceptaré si es ropita sexy o comida —el omega le vuelve a sacar la lengua y huye a refugiarse en el nido, burlándose de su perezoso alfa que está sentado en su silla de trabajo.

     Está tan cómodo que no puede correr a hacerle cosquillas al omega para darle su merecido por siempre querer salirse con la suya.

—Está bien, lo tomaré en cuenta —luego se estira en su silla e intenta regresar su atención al trabajo, pero...

—Yoonie, ¿has visto la caja donde guardo mi cámara y todas las fotos instantáneas?

— ¿Tu qué? —YoonGi intenta ignorar la pregunta o hacerse loco, porque él sí sabe dónde está esa caja, pero no le va a decir.

— ¡Mi caja de fotos! —Refunfuña y se tira de espaldas en el nido—. Desde ayer la estoy buscando porque tengo ganas de sacar muchas fotitos de nosotros, pero solo encontré el papel, lo cual es raro porque todo siempre está junto.

—Tal vez debes seguir buscando, amor, seguro la guardaste en algún escondite secreto, como cuando te gustaba esconderme los zapatos.

—Bueno, puede que sin darme cuenta lo haya hecho... o tal vez la robaste porque rompiste algo y ahora estás intentando repararlo, alfa tontito, así como pasó con la licuadora el año pasado...

— ¡¿Qué?! ¡Claro que no!

—Solo bromeaba —ríe traviesamente—. Ya aparecerá, siempre me pasa que pierdo cosas y cuando menos las estoy buscando, aparecen. Así como cuando te encontré, alfa...

—Entonces solo debes esperar, mi amor, el destino la volverá a poner en tu camino —el alfa suspira aliviado, le echa una mirada cariñosa a su pareja y luego continúa trabajando como si nada.

     Eso estuvo muy... MUY cerca...

     YoonGi solo espera que JiMin no vuelva a impacientarse por esa caja o seguro estará en problemas, ya que no sabe mentir y aquello no debe ser descubierto todavía...





-Una semana después-

(Domingo en la noche)

     Aburrido de colorear tantos mandalas, JiMin decide ir de curioso donde su alfa, entonces se levanta del nido para acomodarse tras él, quien nuevamente está trabajando con mucha concentración, con su mentón apoyado en su palma y los lentes redondos un poco mal colocados.

     Durante los últimos días, cada vez que el alfa siente venir a su omega, se tensa un poco y voltea para interceptarlo antes de que este descubra lo que hay en la pantalla. Pero esta vez, JiMin sacia su curiosidad al mirar lo que hay ahí. Y luego de observar por casi un minuto, le pregunta al alfa:

—Yoonie, ¿qué estás haciendo?

— ¡Minnie, no veas, aún no está lista! —YoonGi siente ya muy tarde su presencia y de inmediato se levanta para tapar la pantalla, aunque es inútil porque JiMin ya vio todo.

— ¿Qué cosa no está lista? —Le mira con gracia, pues la reacción fue como la de un gato al que acaban de asustar. Realmente JiMin no entiende lo que acaba de ver.

—Ehhm... —se empieza a tensar, pues no sabe contar mentiras—. Bueno, te voy a enseñar, pero aún no está terminada.

— ¿De qué se trata?

—Míralo por ti mismo —entonces se sienta de nuevo y el omega se le acomoda encima de las piernas, prestando atención a lo que hay en la pantalla.

—Oh, es un personaje...

—Lee su descripción —le pide el alfa, abrazándolo desde atrás.

"YongSun, la Guerrera del Sol que fue enviada la tierra en un pequeño cometa. Emergió de su coraza de piedra como un ser luminoso sin consistencia ni forma física, sin poder controlar su poder, quemando y aturdiendo todo a su paso, causando un caos terrible. Al no encontrar cómo apagar su destructiva pero maravillosa fuerza carente de autocontrol, los dioses la encerraron en un cuerpo mortal hecho con piel de dragón para contener su inmensa magia, pero también le otorgaron un alma, pues no puede existir un cuerpo humano sin ella. A través de esta nueva manera de existir, ella aprendió a manejar su elemento sin causar una desmesurada destrucción. No solo es capaz de invocar la luz incluso en la más oscura noche y de aturdir al enemigo con sus destellos, también puede crear enormes llamaradas para defender a sus aliados, despejándoles el camino para conseguir la victoria. Su luz y calor siempre serán leales a los suyos hasta el final, no habrá oscuridad que pueda corromperla ni frío que pueda debilitarla."

     Oh... cuán conmovido ha quedado JiMin. ¿Ven sus lagrimitas? Bueno, YoonGi también siente su pecho oprimido debido a esa reacción, así que lo abraza con más fuerza y le besa la nuca.

— ¿Te gusta? —Le pregunta y acaricia con amor la pequeña pancita—. He estado trabajando en ella desde que elegiste el nombre, me inspiré para convertir a nuestra bebita en un personaje legendario. ¿Y sabes cuál es la mejor parte? JiYong la aprobó para el videojuego desde que le mostré el boceto...

— ¡Amor, es hermosa! —Solloza el omega—. Ahora... ahora entiendo por qué te has puesto algo nervioso cuando me acerco mientras trabajas.

—Es que no planeaba enseñártela hasta que estuviera terminada, aún me faltan detalles en su armadura original y tengo que...

—Perdón por arruinar la sorpresa —se levanta del regazo de su alfa y se recarga contra la orilla de la mesa.

—Bueno, algún día tenías que verla, de hecho ahora me agrada que la vieras porque podrás ayudarme a elegir su ropa —el alfa le toma de las manos y las besa, luego se acerca más para abrazarle el torso y ahora mira directamente a la pancita—. Escúchame, YongSun, si resultas ser un niño voy a tener que convertir a mi personaje en transgénero, porque con esas proporciones finas te ves muy bien.

— ¡YoonGi! —Le regaña el omega entre risas—. ¡Eres un bobo! Es obvio que será niña, yo lo sé.

—Seas lo que seas, te amaré y te protegeré con mi vida —el alfa le habla directamente a la pancita y después levanta el pijama para llenarla de besitos, los cuales alteran inminentemente los sentidos del omega.

—Yoon... si me sigues besando no habrá vuelta atrás.

—Ya, lo siento —le regresa la ropa a su lugar y ahora observa los ojos de su pareja— ¿Me ayudarás a diseñar la ropa de YongSun?

—Sí, y la del videojuego también —le toma el rostro y acaricia sus mejillas—. Me gustaría retomar el gancho para hacerle algo de ropita cálida.

—Maravilloso, deberías hacerle un gorrito con orejas de gato.

— ¡Oooii~, ya lo puedo imaginar, se verá tan linda! —Chilla de emoción y aprieta las mejillas de su alfa—. Estoy ansioso por empezar, debería hacerlo ya...

—No, usted debería irse a dormir ya, señorito omega trabajador. El nido te está esperando.

—Iré a dormir cuando tú vayas, además hoy quiero dormir en nuestra cama porque me ha estado doliendo un poco la espalda.

     Entonces el alfa no tiene más remedio. Planeaba quedarse a trabajar hasta tarde, pero no puede permitir que su omega se desvele solo por esperarlo. Así que decide guardar y cerrar su trabajo para acompañar a JiMin a dormir.

—Vámonos a dormir, cariño, necesitaremos muchas energías para mañana.

—Así es, porque mañana es mi cumpleaños —le recuerda JiMin mientras caminan hasta su habitación.

—Veintidós años, ya estás viejo —se burla YoonGi, recibiendo como reprimenda un almohadazo en la cara y un berrinche de labios abultados y brazos cruzados.

—En lugar de burlarte, mejor dime qué haremos mañana. Ahora no planeamos nada por estar tan emocionados buscando cosas para la bebita.

—Déjamelo todo a mí, corazón.

— ¿Seguro? Te advierto que no quiero regalos costosos.

—Lo último costoso que te di, fue ese anillo de plata que hace juego con el mío —y le muestra su propia mano, luciendo aún su accesorio—. Prometo que no te daré nada costoso, solo deja que yo me encargue de todo. ¿Está bien?

— ¿Planeaste algo?

—No —ríe YoonGi—. Pero ya se me ocurrirá algo.

—No te esfuerces demasiado, alfita bobo. ¿Me pones cremita antes de dormir? —JiMin se acuesta en la cama y se levanta la camiseta del pijama, esperando por su masaje nocturno.

     Realmente a JiMin nunca le han importado sus cumpleaños, prefiere preparar los de otras personas antes que el suyo. Para él, su cumpleaños ideal es no tenerlo porque no le gusta recibir regalos, prefiere siempre darlos. Él simplemente es feliz con las felicitaciones de sus personas especiales. Estar presente en las vidas de ellos, siempre es el mejor regalo para él.

—Cierra los ojos, amor —le pide YoonGi y se sienta entre las piernas abiertas del omega—. Respira hondo, te voy a poner tu cremita y después me acostaré contigo.

— ¿No me vas a dejar solito en la cama cuando me duerma y te irás a trabajar?

—No, amor, ya tengo sueño y quiero darte muchos mimos.

—Bien, entonces haz lo tuyo —JiMin sonríe complacido y finalmente se extiende en la cama, cierra sus ojos y empieza a relajarse, permitiéndose ser mimado y amado.

     Si hay algo de lo que YoonGi está enamorado, es de lo pacífico que su omega se ve cuando está acostado y en plena paz. Pero ahora ese amor está maximizado, poniéndole el corazón eufórico al verlo no solo tendido en completo descanso, sino con su vientre gestando una vida que crece y crece cada día.

     En cada húmeda caricia, el alfa plasma todo el amor que le tiene a su pareja. Le sonríe a cada centímetro de piel, le desea con tanto entusiasmo y queda embelesado con los distintos aromas que envuelven su cuerpo. A estas alturas, ya solo YoonGi puede detectar los aromas de JiMin, pues la esencia a arándanos lo ha impregnado por completo para protegerlo cuando está en el exterior.

—Buenas noches, mis amores —YoonGi finaliza el masaje con un beso en el ombligo que corona la pancita. Al mirar de cerca más detenidamente, encuentra esa pequeña primera estría que ha estado besando noche tras noche antes de dormir, tal vez desde hace una semana que se percató de ella. Le parece extremadamente hermosa, así que la besa por enésima vez antes de guardar la pancita bajo el pijama esponjoso del omega.

     Luego apaga la luz y se acurruca junto a él, los cubre a ambos con las mantas cálidas y se deja vencer por un sueño profundo. Ambos duermen plácidamente, envueltos en la seguridad de su mágico vínculo.





-Al día siguiente-

     Al abrir los ojos por la mañana, luego de un reparador sueño, se siente inundado de felicidad porque, a pesar de que su alfa no lo acompaña porque está haciéndole el desayuno, presiente que hoy será un gran día. ¡Todo parece marchar a la perfección! Esas caricias en su pancita sí que le ayudaron a relajarse por completo, durmió tan cómodo que el mal humor matutino parece haberse mitigado, al igual que sus náuseas.

     Por debajo de su esponjoso pijama amarillo, acaricia su pancita de cuatro meses y suspira de felicidad.

—Ya quiero conocerte —susurra, hablándole a ese pequeño cachorrito que todavía necesita más meses en el horno para estar bien cocinadito y listo para recibir amor de sus papis.

     Al mirar el reloj, se percata de que se ha levantado más temprano que otros días, seguramente YoonGi ha de estar comenzando a penas con el desayuno.

—Bueno, no desperdiciemos más tiempo en la cama —el omega sonríe y se levanta de su mullido colchón, no sin antes aspirar el aroma a su alrededor, arándanos y jamaica. Ahora, cada centímetro de su cuerpo huele a su alfa y no podría estar más orgulloso.

     Paz y tranquilidad envuelven al dulce omega esta mañana, lo cual es impresionante porque su pie, como todas las mañanas, amaneció desnudo por un travieso calcetín que decidió perderse en algún momento de la noche. No hay indicios de berrinche, él se siente bien.

     Se toma su tiempo para ducharse cuidadosamente. Se lava con premura y disfruta de cada gota de agua caliente y del vapor que le despeja la nariz un poco congestionada debido al frío que cada vez es más crudo. Finalmente, sale de la ducha sin envolverse en alguna bata o toalla, pues hoy tiene ganas de mirarse al espejo para observar el progreso de su tan amada pancita. Realmente nunca se había tomado el tiempo para esto, pero hoy finalmente ha decidido hacerlo. Con cuidado, desempaña el vidrio y entonces puede ver con claridad lo que hay frente a él. Sonríe con cierta pena al observarse a detalle, completamente desnudo y vulnerable.

     Su pancita evidentemente ya no cabrá hoy en sus siempre elegantes pantalones negros, no, no, no~. Hoy ya se resignó a usar los cómodos pantalones para embarazo que le fueron obsequiados por las personas que ama. Por un segundo, no deja de pensar en lo lindo que se ve. ¡Qué cosa más especial y hermosa es cargar con un bebecito en la panza!

     Pero luego... algo llama su atención y entonces es cuestión de segundos para que su corazón se arrugue al igual que su entrecejo; y las lágrimas empiezan a correr.

     Ahí, justo debajo de su ombligo, encuentra una estría. Una maldita estría que acaba de arruinarle su bello panorama de él presumiendo la pancita que carga a su pequeño sol.

     ¡No puede ser! ¡Qué maldita estafa son esas cremas para evitarlas! ¿Por qué nadie le dijo que las estrías se veían así de feas? ¡Él jamás en su vida tuvo una y justo ahora apareció para no irse jamás! ¡Y seguro ya le está llamando a sus demás amigas estrías para que vengan a instalarse en esa pancita y arruinarla!

— ¡JiMin! —YoonGi toca la puerta desesperadamente— ¡Amor! ¿Qué pasa?

— ¡Todo está mal! —Grita el omega y se pone a llorar desconsoladamente.

     El ardor en el lazo es insoportable, el lobo del alfa aúlla y rasguña por la necesidad de acudir al llamado; es desesperante que sea el mismísimo omega quien esté impidiendo tal cosa.

— ¡Abre la puerta, Minnie! —Le pide el alfa, pero solo recibe más lloriqueos como respuesta.

     Realmente él no quería usar su voz de mando, pero dadas las circunstancias y el dolor que le transmite el lazo, es necesario, casi vital.

Omega, abre la puerta en este momento.

     Su orden es acatada casi inmediatamente. JiMin realmente no quería obedecer, pero sus instintos, cada vez más sensibles, simplemente lo doblegaron.

     Al abrir la puerta, JiMin regresa a resguardarse en un rincón del baño, dándole la espalda al alfa, pues no quiere que vea lo que acaba de aparecer en su piel.

—Minnie, ven aquí, no llores —el alfa toma una esponjosa bata blanca y lo envuelve por completo, luego lo atrae hacia su cuerpo para darle consuelo.

—Soy... soy feo —solloza el omega, volteándose urgido en busca de un abrazo.

—Claro que no —YoonGi ríe un poco, pero le abraza con toda la fuerza que su lobo le indica—. Eres el omega más lindo del universo. ¿Por qué crees que eres feo?

—Yoon —su lobo se tranquiliza debido a las feromonas que el alfa le transmite, pero el mismo JiMin, su corazón humano, no puede simplemente sosegarse—. Yoon ya no me va a querer porque estoy feo.

—Tonterías, Park —le toma el rostro y empieza a dejar pequeños besos en su húmeda frente—. Este alfa estúpido te amaría incluso si fueras un cíclope.

—Alfa tonto —JiMin no puede evitar reír un poquito—. Hablo en serio...

—A ver, Minnie, dime qué pasa, no tengas pena.

—Es que... encontré algo en mi cuerpo que se ve feo, espantoso, horripilante.

— ¿Me quieres mostrar? —El alfa pregunta tranquilamente, haciéndole al tonto. Él ya presiente qué es eso que le molesta, pero no creyó que fuera a armar tanto escándalo por esa pequeñez.

     JiMin, aun muriendo de pena, decide abrir su bata y, con su pequeño dedo, señala la estría bajo su ombligo.

— ¿Esto es lo que te hace sentir feo? —JiMin asiente y más lágrimas salen de sus ojitos—. Mi amor, es solo una estría.

— ¡Pero es fea! ¡Ahora yo soy feo!

—Minnie, te voy a mostrar algo —sonríe y entonces decide desnudarse, quedando solo en ropa interior.

— ¿Qué haces? —No puede evitar mirar cada movimiento. Es decir, le encanta verlo desnudo, pero no entiende por qué lo está haciendo.

— ¿Ves esta cicatriz de aquí? —Y el alfa le señala una marca que tiene en el costado derecho—. Me la hice jugando en un árbol, una rama me rasgó cuando intenté subir más alto. ¿Y ves estas marcas de acá? —Le señaló, para la sorpresa del omega, una serie de pequeñas estrías debajo de cada brazo y en los muslos—. Yo era un adolescente rellenito y las tengo porque mi piel se estiró demasiado en ese entonces, nunca se me quitaron. ¿Soy feo, entonces, Minnie?

     JiMin queda estupefacto, realmente jamás había pensado en las marcas que hay en el cuerpo de su alfa, pues para él siempre ha sido perfecto y hermoso en todos los sentidos.

—No, eres hermoso —responde apenado.

—Si yo te dejara de querer solo porque te salió una pequeña estría, entonces tú debiste dejarme de amar desde que me viste desnudo por primera vez.

—Lo... lo siento, Yoon...

—Yo también lo siento —el alfa lo toma de las manos, firmemente—. Lamento que pienses que por una nimiedad así voy a dejar de pensar que eres el omega más bello sobre esta tierra y que vas a dejar de ser el amor de mi vida, el padre de mis cachorros, la pareja con la que quiero a estar incluso después de mi muerte. ¿Y te digo una cosa? Esa estría es hermosa, perfecta, porque tu cuerpo está sacrificando la tersura de su piel para permitir que nuestro bebé crezca. Y así como te salió esa, te saldrán más porque tu pancita crecerá y crecerá hasta que YongSun esté listo o lista para nacer. Omega, no podemos evitar que te queden marcas después del embarazo, eso es imposible. ¿Pero sabes qué? Las marcas en la piel cuentan nuestra historia de vida. Así como las que te he dejado en el cuello representan nuestra unión, esos pequeñitos surcos que saldrán en tu pancita también lo hacen. Quiero que intentes amar esas estrías al igual que amas esa marca que tienes en el cuello. Si no puedes hacerlo, voy a besarlas todos los días hasta que las aceptes, porque amo cada parte diminuta de ti y quiero que tú también te ames como te amo yo. Ahora... te diré un secreto: he estado besando esa estría por más de una semana, desde que la noté he contemplado lo linda que se ve adornando tu pancita. No te dije nada porque tenía miedo de que te molestaras, pero creo que sí debí hacerlo para evitar que te disgustaras tanto luego de encontrarla por ti mismo.

—Per... Perdón por armar un drama y por decir esas cosas feas —JiMin se refugia nuevamente entre los brazos del alfa, lloriqueando y sintiéndose tonto—. Es que... es que...

—Shh, está bien —el alfa ríe de ternura y mece a su omega entre sus bazos—. No pasa nada, sabes que yo entiendo estos dramas, es parte de vivir el embarazo, mi amor.

— ¿Voy a estar así durante todo el embarazo? —Sorbe su nariz y mira directo a los ojos de su alfa—. ¿Voy a seguir haciéndote correr porque me pongo a llorar y a llamarte cada vez que algo pequeño me hace rabiar y llorar?

—Y de ser así, ¿crees que eso me molestará? ¿Crees que voy a pasar por alto tus llamados? No, Minnie, jamás. Así tenga que partirme en dos, voy a hacer todo lo posible por correr hacia ti y atender lo que sea que te esté haciendo sufrir. Tu bienestar y la de nuestro solecito son mi prioridad.

—Gracias, mi amor —suspira, quedando casi libre de incomodidades. Todo iba tan bien, ¿por qué tenía que hacer un berrinche esta mañana? Había estado tan tranquilo, aceptando por completo ser la prioridad de su alfa, pero ahora se siente algo tonto y exagerado al llamarle solo por una tonta estría.

—Ahora ve a vestirte con tu ropita linda y arregla tu cabello. Te dejé mi camiseta debajo de la almohada, para que te la pongas de una vez. Anda, ve, el desayuno estará listo en unos minutos.

     JiMin se deja mimar, el alfa le limpia las lágrimas con los pulgares y le da un pequeño besito en los labios.

—Está bien, me pondré mi ropa más linda hoy porque es un día especial.

—Sí, hoy nos toca cita con Nam y Jin —sonríe y se retira para continuar con el desayuno, pero el omega rápidamente se enfada. ¿Será que olvidó su cumpleaños?

     ¡Pero si justo ayer hablaron del tema! ¿O es que se está haciendo el tonto?

     ¡Ya, maldita sensibilidad, deja de atormentar el corazoncito de Jimin!



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