Capítulo 7

Tras volver a su mansión del templo de Zeus, fuera de esta pasaba un carro de caballos con mucho pasajeros haciéndolo fotos a la casa del fortachón, a la par unas fans escalaban por la gran Cancela de entrada a la casa de Aioros.

Dentro de la mansión Mü le iba explicando un gran cantidad de cosas que el héroe tenía que hacer mientras que un pintor lo pintaba en una vasija, haciendo una pose con la piel de un león encima. Aioros arto de escuchar a su entrenador tiro el escudo el cual sin querer le dio al jarrón haciendo que el pintor se equivocara y se fuera muy enfadado.

Mü: ¿Por qué preguntas para qué? Quieres ir al Olimpo, no es cierto.

Aioros: Sí, pero todo esto no parece llevarme a ninguna parte.

Mü: No puedes rendirte ahora, cuento contigo.

Aioros: He puesto todo mi empeño en ello.

Mü: Escúchame chico, los he visto a todos... y te lo digo yo, tan cierto como que existe Sísifo, ...tú tienes algo que jamás yo había visto.

Aioros: ¿Seguro?

Mü: Lo siento hasta en mis patitas patizambas, no hay nada que no esté a tu alcance -en ese momento la puerta se abrió y se vio a cinco fans chillando-.

Las cinco se fueron corriendo hacia él y todas chillando a la vez encima del moreno, hasta que una de ellas le cogió la cinta y las otras se tiraron encima suya.

Aioros: ¡Mü! ¡socorro! -las fan chillaban más fuerte, lo pisaban, etc-.

Mü: De acuerdo, plan B para escape.

Aioros: Entendido... -Mü se fue hacia la puerta y toco su pito haciendo que todas le echaran cuenta-.

Fan 1: ¡Ehh!, ¿Dónde está? -dijo al ver que su ídolo ya no estaba entre ellas-.

Mü: Está allí en la terraza -todas las fans salieron de la casa chillando y Mü las siguió-.

Lo que no sabían es que Shura también había entrado y este fue quien cerró la puerta desde dentro, empezó a verlo todo tranquilamente hasta que vio los pies de Aioros por debajo de una cortina.

Shura: Veamos, ¿qué puede haber tras la cortina número 1? -dijo abriendo la cortina y viéndose a Aioros poniéndose bien la ropa-.

Aioros: ¡Shura!

Shura: Tranquilo el mar de hormonas rugiente ha menguado -dijo señalándose la mejilla como señal para él otro que se había manchado ahí-.

Aioros: Ya...eh. Me alegro de verte, te he..he echado de menos.

Shura: ¿Con qué esto es lo que hacen los héroes en sus días libres? -dijo tumbándose en sofá de Aioros-.

Aioros: Yo no soy un héroe.

Shura: Claro que sí, todo el mundo en Grecia se cree que eres el mejor hallazgo desde el paté de aceituna.

Aioros: ¡Jejeje! Lo sé, es una locura ¿sabes? -cogió su cinta roja del pelo y se la puso- no puedo ir a ninguna parte sin que me acosen, veras...

Shura: Ah...creo que necesitas un respiro -dijo cogiendo un muñeco de Mü- ¿crees que tu oveja y niñera... -apretó el muñeco- ...enloquecería si hicieras novillos esta tarde?

Aioros: Amm..yo no lo sé, Mü tiene todo el resto de mi día ocupado.

Shura: ¡Oh...olvida a Mü! -tiro el muñeco lejos, se levantó y se acercó a Aioros- tú sígueme por la ventana, evitas a esas bobas, levantas el muro de atrás y nos vamos.

*-*Esa noche*-*

Ya en la noche ambos iban caminando hasta un parque cerca de allí tras haber ido a varios sitios.

Aioros: Vaya, menudo día primero ese restaurante junto a la bahía y luego esa obra, esa cosa sobre hipo, vaya...y yo creía que tenía problemas...

Shura: Ya... -miro hacia un lado donde dos pajaritos se habían apoyado-.

Milo: Basta ya de tonterías-dijo el pájaro morado con la cara de este-.

Camus: Sí hazte con él hermano -le dijo el pajarito azul con la cara de Camus, cuando vieron que Aioros se giro hacia Shura volvieron a ser pajaritos y a hacer como si no pasará nada-.

Aioros: No sabía qué hacer novillos fuera tan divertido.

Shura: Ya...ni yo.

Aioros: Gracias, Shura.

Shura: Oh..jeje, no me las des todavía -hizo que se caía pero Aioros lo cogió-.

Aioros: Cuidado.

Shura: Lo siento...tobillos flojos.

Aioros: Ohh, ya... -lo cogió modo princesa lo cual le provocó un leve sonrojo- tal vez sea mejor que te sientes un rato -dijo llevándolo hasta un banco de piedra y sentándose a su lado-.

Shura: ¿y tú...ah..tú tienes algún problema con estas cosas? -dijo poniéndole la pierna en la cara-.

Aioros: Ehhh....

Shura: Digo...con los tobillos flojos.

Aioros: ¡Ohh, no!, lo cierto es que no -dijo bajándole la pierna-.

Shura: ¿Ninguna debilidad en absoluta? -dijo acercándose sensualmente- ¿ni huesos dislocados? ¿ni meniscos gastados?

Aioros: Ahh... -le puso la manga bien a Shura, el cual se sorprendió- no m..me..me te..temo que estoy más sano que una manzana -se levantó del banco-.

Shura: Ohh..fortachón eres perfecto.

Aioros: Je..gracias -tiro una piedra a una pequeña fuente que había rompiéndole los brazos a una estatua de una mujer-.

Shura: Queda mejor así en serio -se acercó al castaño- de veras que sí.

Aioros: Ah...¿sabes? cuando era niño hubiera dado cualquier cosa para ser como el resto de la gente.

Shura: ¿Querías ser mezquino y deshonesto?

Aioros: No todo el mundo es así.

Shura: Si que lo son -dijo con un poco de melancolía-.

Aioros: Tú no eres así -dijo acercándose al otro-.

Shura: ¿Qué sabrás tú de como soy? -dijo mirándole a la cara-.

Aioros: Yo solo sé que eres la persona más increíble con tobillos flojos que haya conocido.

Shura: Jejeje -se fue hacia atrás y se dio con algo, cuando se dio la vuelta vio que era una estatua de Cupido-.

Aioros: Shura cuando estoy contigo ya no me siento solo.

Shura: A veces es mejor estar solo.

Aioros: ¿A qué te refieres?

Shura: Nadie puede herirte -dijo sentándose en el borde de la fuente principal de aquel parque-.

Aioros: Shura -le cogió de las manos y se sentó a su lado- yo nunca... jamás te haría daño...

Shura: Y yo no quiero hacerte daño así que, hagámonos un mutuo favor y dejemos esto ahora... porque...si no... -ambos estaban a punto de besarse hasta que Mü y Seiya los interrumpieron-.

Mü: ¡Está bien ya basta! ¡Ya basta! -gritaba desde un megáfono- ¡Se acabó la fiesta! ¡Te he buscado por toda la ciudad!

Shura: Cálmate, pata de cordero, ha sido todo culpa mía.

Mü: ¡Ya estás en mi lista negra hermano! ¡No empeores las cosas! -Seiya no paraba de iluminar al peliverde con una cajita con una vela que llevaba puesta en la cabeza, la cual Shura apagó de un soplido- y en cuanto a ti perezoso, vas a ir al estadio y te vas a someter al peor entrenamiento de tu vida, ahora ¡sube al caballo!

Aioros: De acuerdo, de acuerdo.

Shura: Lo siento.

Aioros: Bah...ya se le pasará -dijo dándole una flor con pétalos blancos y un beso en la mejilla a lo cual Shura se sorprendió muchísimo y se sonrojo y tras una leve sonrisa se tocó la mejilla-.

Mü: Muévete, ¡venga!, ¡venga!, ¡venga! ¡MUÉVETE! -mirando todavía hacia tras, Aioros se subió a Seiya y este salió volando-.

De lo distraído que iba, Mü se chocó contra una rama y se cayó al suelo quedando inconsciente.

Por otra parte Shura se volvió a sentar en la fuente y comenzó a oler la flor.

Shura: ¡Ohh!, pero ¿qué me ocurre?... uno tendría que entender la lección.

Si hablas de amar a un gran hombre,

a lo peor te equivocas -se va hacia el Cupido y le da la vuelta-

Luego, el dolor se te refleja.

La historia es vieja, te vuelves loco -tira la flor pero Shun la coge-

Musas: ¿A quién crees que engañas?

Él es tierra y paraíso, no uses artimañas -se sienta cerca de allí-

Nene, sólo es un aviso, no te hagas el frío.

Claro como el día... vemos tu interior -Shun le intenta dar la flor pero este se va-

Shura: Qué va, no habléis, no lo acepto, no, no.

Musas: Por él estás, ¿de qué vas?, niégalo.

Shura: Es un cliché, yo lo sé, no es amor.

Todo es hermoso en el principio,

el corazón se nos salta,

la mente grita...: "¡ten más juicio...!"

...si es que no quieres... llorar por nada"

Musas: Tú sigues negando lo que quieres,

lo que sientes, no estamos tragando.

Es amor, es evidente, tienes que admitirlo.

Te ha pillado fuerte, dilo y... ya, ya, ya está.

Shura: Qué va, ni hablar, no lo digo, no, no -va saltando por uno pilares pequeños puestos en una fuente, y cuando llega al último se tropieza y se agarra a la mano de una estatua de Aioros y se acerca aún más con una sonrisa-

Musas: Tú estás por él, mírate, míralo.

Shura: Así lo veis, yo lo sé, no es amor -se aleja cruzado de brazos-

Musas: Nos dio el "bis", repetís... ¡es amor!

Shura: ¿Qué no lo veis?, yo lo sé.

Musas: Si no es amor..., será..., será....

Shura: Que me dejéis, yo lo sé -se vuelve a sentar en la fuente-

Musas: Deja el desdén, sabes bien que es amor -las musas le ponen la flor al lado-

Shura: En alta voz... no diré que es mi amor -se abraza a la flor y se deja caer en el borde de la fuente quedando tumbado-.

Continuará...

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