Capítulo 3
En el cielo se ve como ya falta poco para los planetas terminen de alinearse.
Seiya llego a una isla la cual no se veía muy bien lo que había ya que una espesa niebla lo impedía. Lo único que se veía era un montón de cabras y ovejas.
Aioros: ¿Estás seguro que es aquí? -dijo susurrándole a su amigo a lo cual este afirmó con la cabeza, escuchó unas risas y tras asomarse por unos arbustos vio a tres ninfas, poco después escucho a una oveja y se asomo a verla- ¿qué te pasa pequeñín te has atascado? -sacó al animal de entre los arbustos-.
XXX: ¡Eh! piérdete amigo -Aioros lo soltó asustado a lo cual las ninfas se asustaron- ¡chicas! ¡parad, parad! ¡volved, volved! -dos de ellas desaparecieron- ¡espera! -intentó coger a la última pero esta se transformó en un árbol- ninfas...no me las puedo despegar -el árbol le dio en el culo empujándolo lejos- ¿qué te pasa? ¿nunca habías visto a un sátiro? -dijo al ver la cara del chaval-.
Aioros: Ehh...no. ¿puedes ayudarnos? buscamos a alguien llamado Mü.
Mü: Aquí me tienes.
Aioros: ¡Mü! -lo cogió fuertemente de la mano, tanto que se la espachurró- vaya cuanto me alegro de conocerte yo soy Aioros, y este es Seiya -el caballo se acercó y le chupo toda la cara-.
Mü: A..a..animales, que asco -dijo sacudiendo la saliva-.
Aioros: Necesito tu ayuda -dijo siguiéndolo ya que este se alejaba de ellos- quiero convertirme en héroe, en un héroe verdadero.
Mü: Lo siento chico, no puedo ayudarte -se metió en su casa-.
Aioros: ¡Espera! -tiro de la puerta, tan fuerte que se la trajo con él y Mü seguía agarrado al pomo- lo siento... ¿por qué no?
Mü: Dos palabras, ya estoy jubilado -dijo poniendo la puerta en su lugar mientras que el moreno contaba con sus dedos las palabras-.
Aioros: Oye tengo que hacerlo, ¿no has tenido nunca un sueño? ¿un deseo que te empujase a hacer cualquier cosa?
Mü: Ah...chico, ven aquí dentro quiero enseñarte algo -Aioros pudo entrar por la puerta pero Seiya fue a entrar y se le quedo el culo fuera, dentro de la casa el de ojos verdes iba mirando todo asombrado hasta que se dio un golpe con un tronco de madera que estaba atado con unas cuerdas al techo- ¡cuidado! esto es parte del mástil del Argos.
Aioros: ¿El..Argos?
Mü: Ja, ¿quién crees que le enseño a navegar a Jasón? ¿Cleopatra? Yo entrené a todos a esos aspirantes a héroes, Odiseo, Perseo, Teseo, docenas de "eos", y cada uno de esos inútiles me dejó, más plano que un disco, ninguno de ellos llegó a su destino, y luego estaba Aquiles -dijo mostrando una gran estatua de este- vaya, ese sí que era un tipo que lo tenía todo, tenía físico la velocidad, tenía gancho, encajaba los directos, hasta el último asalto, pero ese trasto olímpico talón suyo, apenas un toquecito y -le dio un golpecito al talón de la estatua- catapún -la estatua se destruyó completamente- ya es historia, ah, sí, yo solía tener un sueño, soñaba que entrenaría al mayor héroe de la historia -colgó del trozó de madera una tela con la constelación de ese héroe- tan grande que los dioses colgarían su retrato entre las estrellas atravesando el cielo y todo el mundo diría "ahí va el chico de Mü" así es, pero lo sueños son para los novatos -quito la tela y se vio a Aioros por detrás con la misma postura que ese héroe- hay un límite para encajar las decepciones.
Aioros: Yo no soy como esos otros chicos Mü, yo alcanzaré ese destino, ven te lo demostraré -lo sacó fuera de su casa y lo dejo al lado de una gran estatua-.
Mü: Vaya, no te das por vencido ¿verdad?
Aioros: Atiende -levanto esa estatua y la lanzó lejos-.
Mü: Santa Sasha, tal vez sí...no, no, no, no, espabila, yo soy demasiado viejo para esto.
Aioros: Espera -se puso en frente parándole los pasos- si no me convierto en un héroe verdadero jamás podre reunirme con mi padre Sísifo -dijo señalando al cielo-.
Mü: Espera, ¿Sísifo es tu padre, eh?
Aioros: Aja...
Mü: Jajajaja, Sísifo el pez gordo es tu papa, jajajaja, el señor flechas. Léeme un cuento, papi quieres -dijo imitando la voz de un niño pequeño- jajaja. Y Sísifo, érase una vez -dijo imitando al dios- jajajajaja.
Aioros: Pero es verdad.
Mü: Porfa...
Sólo quieres ser un héroe, dices... ¡yubidú! -hace el gesto de loco con los dedos en la cabeza-
Ya he pasado este trago
con ingenuos como tú.
Todos me han decepcionado pronto
Más que un golpe así de tonto -le cae una piedra en la cabeza-
Más allá de excusas.
Si un hijo de musa
pide que dé un salto lo haga rey,
mis palabras son dos... -le da un rayo en forma de flecha-
....................ok
Aioros: ¿¡Te refieres a que lo harás!? -dice dándole un golpe en la espalda y tirándolo al suelo- ¡no lo lamentaras Mü! -dijo chocando la mano con Seiya-.
Mü: Tu ganas...Ains dioses, que dolor.
Aioros: ¿Cuando empezamos? ¿Ahora?
Mü: Yo ya no esperaba alguien con ambición -dijo sacando un cofre con armaduras y armas -
que hiciera sonar el timbre por fin -Aioros lo cogió y de la fuerza lo echó todo encima de Mü-
no el gong.
Ganar galardones,
dinero a montones.
Algo en condiciones... mas no, -Aioros algo torpe coge una espada la clava en un árbol y al no poder sacarla lo saco de su sitio y lo tiro encima de Mü sin querer-
siempre novatos.
Yo iba de un lado a otro
sin ilusión,
ocioso paciendo...
hierba con gran fruición -junto a Aioros y a Seiya arreglo una parte de la isla y construyó un campo de entrenamiento-.
Pero mi consejo
de sabio y de viejo, -Aioros va a disparar con el arco pero la flecha se le desviaba-
a ti te hace falta -Mü se la puso bien y al disparar este se fue con la flecha-
y ¡guau! mi úlcera es alta.
Mi última esperanza está en ti,
aunque yo nunca te imaginara así. -midió si brazo el cual seguía igual de flaco- Probé con mil torpes,
fue siempre una cruz,
mi última esperanza ahora eres tú.
Regla número seis...
cuando salves a una doncella
trátala siempre con cuidado -intento salvar a una muñeca de trapo pero esta se le rompió un brazo y se cayó al agua-
Regla noventa y cinco... chico, concéntrate. -dispara a la vez un montón de espadas y no acierta ninguna-
Regla noventa y seis... ¡ehhh!
semidioses lo intentaron
y fueron un hazmerreír,
no te creas las historias
que tú ya estas harto de oír -volvió a intentar salvar a la muñeca pero solo sobrevivió el brazo-
El arte de ser un héroe -volvió a disparar espadas a unas dianas y no acertó ninguna-
es un don.. para eso hay que ser genial, -disparó la última y esta si acertó-
va en el corazón.
Es más que la fuerza,
es lo que te esfuerzas.
Tu harás que se ejerza tu don... -volvió a medirle el brazo y el metro se rompió de lo fuerte que estaba ya-
¡Vamos mejorando!
Mi último intento
y mi última hazaña es...
antes que el inframundo
me dé un revés.
Tú eres mi sueño,
lo debes cumplir, tienes que seguir. -rompió un montón de pruebas que le había puesto-.
Alcanza tu plenitud, mi última esperanza
ahora... eres túúúúúú..., sí -consiguió al final salvar a la muñeca-.
Aioros: Jajajaja, ¿has visto esto?, siguiente parada -cogió a Seiya con las dos manos y lo levantó sobre su cabeza- el Olimpo.
Mü: Tranqui, no te aceleres campeón.
Aioros: Ya estoy listo quiero salir de esta isla, luchar contra algunos monstruos, rescatar doncellas -hizo todas esas escenas junto a su caballo- ya sabes, hacer cosas heroicas.
Mü: Pues....
Aioros: Vamos Mü.
Mü: De acuerdo, de acuerdo, un ensayo de carretera, bueno chico, nos vamos a Tebas
Aioros: ¡Yuju! -se montaron en el Pegaso y se dirigieron hacia ese lugar- bueno ¿y qué hay en Tebas?
Mü: Muchos problemas, es una ciudad grande y dura, ideal para crearte una reputación -fue interrumpido por el chillido de un chico- eso suena a CEA, ¡Chico en apuros! -Seiya voló corriendo hacia donde lo habían escuchado -.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top