✿Celos provocados por un caballero egoísta✿ | VIII One-Shot |

Claramente Jack nunca había entendido sus sentimientos durante su maldita existencia terrenal; había tenido que esperar a que llegara la personificación de la justicia para darse cuenta de lo desgastada que estaba su alma por la tristeza y la soledad.

En realidad, no se había dado cuenta, pero la ausencia de su amada madre había causado un vacío imposible de llenar en él, que ni siquiera Anne podría haber sido capaz de llenar.

Tenía que encontrar la forma de darse importancia, porque eso era lo que lady Hlökk y su dios esperaban que hiciera. Sin embargo, el hombre que persistentemente se hacía llamar "Jack" no podía haber pensado que se encontraba atrapado entre una desconcertante curiosidad y una amarga conciencia.

Comprenderse a sí mismo fue más complicado de lo esperado.

En el pasado, incluso cuando los asesinatos no formaban parte de su rutina diaria y todo lo que importaba era el cálido - falso - amor de una madre, no había pensado demasiado en sus necesidades.

Había obtenido alimentos, incluso robado en ocasiones, pero solo por razones obvias como la supervivencia y un deseo creciente de prestar su ayuda a la mujer que lo había dado a luz.

Leer libros, especialmente las brillantes obras de William Shakespeare, había sido el pequeño capricho que lo había hecho sentir feliz, vivo.

Ahora aquellas lecturas de bienvenida, siempre que fueran necesarias para el enriquecimiento de su cultura y de su vocabulario, le producían una punzante tristeza, la capacidad de comprender que las obras que tanto amaba no lo habían sacado de ese abismo de desesperación en el que se encontraba. se había derrumbado.

De hecho, ahora que lo pienso, fue increíblemente un caso perdido.


<<¿Por qué no intentas crear eventos que te satisfagan, en lugar de dejarte llevar por la primera desgracia que despierte tu interés? Quizás así le des importancia a lo que sientes y no a las emociones de los que te rodean. >>


El consejo de lady Hlökk había resultado ser una ayuda valiosa, sin duda, y difícil de implementar.
Podría haber pedido ayuda a algún otro Einherjar, pero molestarlos con asuntos similares habría sido un fracaso tanto para ellos, que los habría atormentado con sus dificultades, como para él, que habría resultado incapaz de enfrentar una batalla sangrienta con su constante estado de incomprensión. Pero tal vez podría permitirse el lujo de pedirle a uno de ellos un favor efímero.

Quería que todo fuera claro, como el sabor crujiente del pastel de queso con manzana. Necesitaba una panacea, a-

"Oh. ¿Por qué no pensé en eso?"

Colocando la taza de té negro aún humeante en el plato, se quedó unos momentos para reflexionar. Luego sonrió, sus mejillas se pusieron rojas solo de imaginar tal escena.
Y aquí estaba finalmente sintiendo algo fuerte de nuevo.

-Estoy seguro de que mi amado dios estará feliz de ofrecerme su ayuda. Tiene un talento increíble para querer que la justicia triunfe, después de todo.-

Tomó en sus manos el reloj de bolsillo de oro que una vez había pertenecido a Anne y lo abrió, para contemplar la hora con renovada impaciencia.

Eran casi las cuatro de la tarde. Todavía había tiempo.

Jack podía beber su té en total felicidad, tomar un baño caliente y prepararse en completa calma.
Poner celosos a los que amas es una práctica que aún requiere mucha teoría y planificación de detalles.

Una hazaña que Jack encontró exhaustiva pero gratamente encantadora.







1 Fase - Las defensas incompletas de un caballero

-Dar un paseo cerca de mi casa sería bueno para nosotros. ¿Por qué no lo aprovechamos?-

Las intenciones del semidiós de la fuerza eran atractivas, pero un plan elaborado no podía llevarse a cabo con factores superficiales como la buena suerte o el momento oportuno.

-Desafortunadamente, me temo que no puedo estar libre mañana. Lo siento mucho, my love.-

-Ah... y por qué? ¿Paso algo?-

Una vez más, Jack estaba ocupado.

Hércules lo había estado invitando a salir durante casi un par de semanas, pero las únicas respuestas que obtuvo fueron desdeñosas y carentes de una respuesta concreta. Esto lo preocupó mucho; hacía tiempo que Jack había dejado de mentir y había decidido anteponer su relación a su obsesión por las emociones de los demás, decidiendo denunciar cualquier duda o temor que lo atormentara.

No dudó que continuaría cumpliendo su promesa, pero el corazón del semidiós se llenó de tristeza al comprender que no pasaría tiempo con el hombre al que tanto había aprendido a amar.

-Nada demasiado alarmante. Lady Hlökk necesita mi ayuda. No brindó mucha información al respecto, pero te prometo que no me tomará mucho tiempo.-

-Hércules asintió, terminando de comer el pequeño bollo de chocolate que le habían ofrecido: -Si la pequeña Hlökk tiene que enfrentarse a una dificultad, ¿quién soy yo para impedir la ayuda que tendrás que ofrecerle?-

Colocando la caja con las bolitas de crema restantes en un estante, Jack finalmente se acercó rápidamente a Hèrcules para darle un beso en los labios, con los ojos medio cerrados y su atención dirigida a otra parte.

-Con permiso, ahora me tengo que ir.-

Y sin mirarlo, el famoso Artista de la Muerte lo había abandonado.

Hércules se quedó con la boca entreabierta, una expresión de incredulidad en su rostro que claramente deja entrever lo estupefacto que lo había dejado ese bizarro comportamiento.

¿Cómo pudo Jack hacer pasar su comportamiento por natural, cuando sus acciones no coincidían en lo más mínimo con su actitud habitual?

-Me mintió.-

Esa conciencia lo lastimó, incluso si el asombro no le permitía exactamente darse cuenta de lo que acababa de suceder.

-¿Y yo? ¡Me involucró sin mi permiso!

Si Hércules estaba incrédulo, Hlökk estaba furiosa.
Salió del armario, sin preocuparse demasiado por su vestido arrugado. Se había abstenido de salir de su escondite para darle al ex asesino un sermón inolvidable, y más o menos había valido la pena.
Al menos ahora estaba claro que Jack guardaba un secreto indescriptible para sí mismo.

-¡La próxima vez que lo veo, te juro que lo golpearé!-

Hércules suspiró, llevándose una mano a la frente. Había pasado bastante tiempo desde que Jack le había dado ese tipo de preocupación. La confianza que sentía por él era inviolable y auténtica, pero esa falta de diálogo le había dolido más que cualquier otra cosa.

-¿Por qué lo hizo?-

-Porque es un idiota, no hay otra explicación.- Hlökk se cruzó de brazos, intentando en vano calmarse: -¡Y lo que más me enoja es que ha estado usando exactamente la misma excusa todo este tiempo! ¿Lo que le sucedió? ¿Acaso le ha fallado la imaginación?-

-Parecía un principiante tratando de aferrarse a una idea mal acertada.- asintió el semidiós, a pesar de que su mal humor no le permitía pensar con mayor lucidez.

-¿Pero lo has visto? Usó una excusa poco convincente y se alejó rápidamente, como si acabaras de insultarlo. ¿Se ha vuelto loco de repente o no se explica? Tenemos que investigar.-

¿Podrían realmente entrometerse en los asuntos privados de Jack, atormentarlo hasta que descubrieran la verdad?
No estaba bien, pero aun así...

<<Cualquier perturbación que me doblegue, cualquier dificultad que surja, te juro siempre decirte la verdad, my dear.>>

-Estoy de acuerdo.- si fuera por el bien de sus seres queridos, podría permitirse el lujo de ser entrometido y aprensivo. No podía permitir que le pasara algo a Jack, nunca se lo hubiera perdonado: -Tengo que hablar con él. No puede escapar de mí así.-

-¿Entonces que estamos esperando? ¡Vamos, aún podemos alcanzarlo!-








2 Fase - La verdad mal oculta bajo un manto de falsedad

-¡Estoy asombrado por todo tu ingenio!-

Qin Shi Huang se rió, la curiosidad que había convertido ese día monótono en un desafío particularmente interesante.

-No fue mi intención arrastrarte a mis asuntos personales, sin embargo, contrariamente a mis palabras, mi egoísmo cree que eres la persona más idónea para ayudarme en facetas un tanto inusuales.-

-Olvida estas formalidades.- Qin movió levemente la mano, como si quisiera concederle el privilegio de no meterse en demasiados problemas, como cuando en el pasado todavía se dirigía a él obstinadamente con un lenguaje profesional y aburrido: -Somos amigos. ¡Y si no lo fuéramos, no habría aceptado esta asignación! Dejame hacerlo; tu semidiós será consumido por los celos.-

Amigos. Jack nunca podría haber imaginado llegar a tener un amigo algún día.
Los otros Einherjar le hablaron habitualmente, lo involucraron incluso en los discursos más efímeros y no lo juzgaron por las acciones que había tomado para satisfacer su exagerado hedonismo.

Y fue gracias a Hércules que logró evitar dudas innecesarias y comenzó a conversar con quienes habían colaborado para la salvación de la humanidad.
Pensar en esto y en lo que estaba a punto de hacer lo hizo sentir culpable, en parte. Después de todo lo que había hecho por él, probablemente ponerlo celoso no era exactamente la táctica correcta.

Pero si no hubiera tratado de atreverse así, ¿cómo podría haber llegado a la mejor versión de sí mismo?

-No tengo la costumbre de criticar las acciones de los que me rodean, pero...- los ojos heterocromáticos de Jack se posaron en el letrero de una tienda de antigüedades. Siempre que se tratara de una evidente imitación, aquel Londres ficticio despertaba en él una especie de punzante nostalgia: -¿Es realmente posible interesar hasta tal punto a una divinidad?-

-¿Por qué esta inseguridad?- Qin inclinó la cabeza hacia un lado, sin entender en absoluto ese repentino cambio de humor: -Claro que es posible. Una vez vi a Poseidón enloquecer cuando Kojiro pareció evitarlo. Tienen su propia forma de entender los celos, ¡pero al final actúan todos como niños! A veces son hasta ridículos en su superioridad convencida.-

Jack se limitó a asentir, analizando minuciosamente la estrategia a implementar.

-Vamos, verás que te convertirás en el centro de su mundo. No es difícil de entender. Confía en mí, mis intuiciones nunca fallan.-

Convertirse en el protagonista completo de una historia que no involucraba la muerte y la desesperación era algo surrealista, pero tuvo que acostumbrarse a esos cambios. O habría corrido seriamente el riesgo de no salvarse más con sus propias manos.

-Será interesante vivirlo de primera mano, my friend.- Jack volvió a sonreír con natural cordialidad, apretándole firmemente la mano.

Inicialmente, Qin quedó estupefacto por ese gesto, y el inglés lo notó. Por eso hizo un breve gesto para que se acercara, fingiendo estar todavía contemplando la tienda de antigüedades por la que casi habían pasado.

-Los invitados de honor acaban de llegar. El primer acto deberá interpretarse antes de lo previsto.-








3 Fase - El ingenio de un caballero y los celos de un héroe

Tomados de la mano, hablando alegremente, abrazándose.
Desde que Jack había recibido el honor de iniciar una relación seria con su dios, había aprovechado firmemente la oportunidad de disfrutar de las bellezas que solo el amor cálido y verdadero podía ofrecer.

Hércules era su salvación, su felicidad. Y tratar de depender menos de él era casi imposible. A pesar de que la hermosa Hlökk en persona le había sugerido más de una vez que no viera en otro individuo una razón por la cual valía la pena vivir la vida, no era ni podía ser tan fácil.

¿Qué hubiera hecho sin él? ¿Se convertiría en una cáscara vacía, vagando por las calles monótonas en busca de una razón de vivir perdida para la eternidad? No quería pensar en eso en absoluto.

Quería que sus abrazos, sus besos, fueran más allá.
Y aunque el de Qin era una obra organizada por su capricho personal, no lo hacía sentir cómodo tratando de relajarse en brazos que no pertenecían a su héroe.

Sintió como si lo estuviera apuñalando por la espalda.

-Pero, ¿qué están haciendo esos dos idiotas? ¿Por qué están tan cerca?-

Las quejas de Hlökk iban perdiendo importancia con tal rapidez que en otra ocasión Hércules se habría encontrado cavilando sobre aquella cólera repentina que su corazón sentía desmesuradamente.
Era imponente, terriblemente sincera.

Se sintió herido - Jack le había prometido que nunca le mentiría. Las promesas no estaban hechas para romperse.

Se sentía perdido - ¿le había dicho falsedades para pasar horas enteras con el Emperador? ¿Desde cuándo sucedía todo esto y por qué nunca se había dado cuenta?

Y se sintió furioso - un sentimiento nunca antes sentido, con profunda y genuina sinceridad, nubló su mente. En milenios de existencia no se había sentido así, a merced de su propio instinto incontenible de hacer evidente su ira.

Aún más serio, Qin no debería haber tratado de acercarse románticamente a nadie más que al Dios del Inframundo.
Había rumores de que estaba interesado en alguien y que ese alguien era Hades, pero evidentemente la situación era decididamente más clara de lo que uno podía imaginar.

-¿Qué están haciendo ustedes dos, puedo saber?-

No fue Hlökk quien habló.
Jack no tuvo que fingir una expresión de sorpresa, no había necesidad en absoluto.

Durante su enfrentamiento mortal, Jack había sido víctima de una ira sincera y extremadamente fuerte por parte de su amado, difícil de contener. Una rabia que Hércules había sentido con demasiada devoción. Sin embargo, lo que estaba sintiendo en ese momento era diferente. Más que nada, parecía ser una rabia...

...más instintiva, descontrolada.

Había tomado colores decididamente más intensos y cegadores.

-Aléjate de Jack inmediatamente. No me hagas repetirlo.-

-Esta es una conversación entre amigos. No hace falta que estés tan furioso.- Qin reaccionó bien a ese exabrupto que acababa de mostrar el semidiós. Los dioses eran todos iguales después de todo. Era imposible pensar que los dioses no eran posesivos con los que consideraban de su propiedad.

-Esto es cualquier cosa menos una conversación entre amigos.-

Hércules era justo, heroico, fuerte. Sin embargo, inevitablemente egoísta, a la par de Jack.
De haber sido humano y haber sido hijo de Zeus, cualquiera habría llegado a la conclusión de que sí, de hecho, para ascender a cierto estatus social había que inflarse el pecho de engreimiento - consciente o inconsciente, daba igual.

-Jack, quiero saber por qué me mentiste.- y por qué estás sosteniendo su mano con tanta devoción. Quería agregar, pero su mandíbula estaba deliberadamente apretada y servía para evitar que dijera algo desagradable que no le pertenecía.

-Dijiste que estabas ocupado, es cierto, pero que deberías haber visto a Hlökk, no a él.- las últimas palabras fueron pronunciadas como si estuvieran dirigidas a la más vil de las criaturas: -A diferencia de ti, no puedo distinguir la ficción de la realidad. Entonces habla.-

La tensión era palpable, incluso entre los que estaban cerca. Muchos se detuvieron para ver qué estaba pasando, y si Qin estaba desempeñando su papel correctamente, Jack estaba demasiado ocupado mirando a Hércules para darse cuenta de cuánto había atraído su actuación a tantas miradas indiscretas.

-Jack.-

-Esto es un malentendido. No fue mi intención causar ningún tipo de problema.-

Sin embargo, contrariamente a las palabras pronunciadas, el asesino evitó sonreír como un maníaco ante tal asombro.
Hércules nunca dejaba de asombrarle, hiciera lo que hiciera.

"It's simply perfect."







4 Fase - La codicia de un hombre puede cegar la voluntad más fuerte

-Vámonos de aquí. Todos nos miran.-

Usualmente Hlökk no habría dado peso a ciertas cosas, sin embargo esta vez no fue ella quien estuvo a punto de iniciar una discusión y exigir respuestas que no llegaron.
Y luego, ver a Hércules cambiar tanto en unos segundos no la tranquilizó.

Sabía que Jack no podía traicionarlo, estaba demasiado enamorado de él, - y Hércules era un tonto al pensar que se enfrentaba a una supuesta traición -, pero quería golpearlo. Exigiendo explicaciones, esperando mientras tanto que su obsesión por los "colores hermosos y brillantes" que veía no regresara.

-No hay necesidad de alarmarse. ¿Qué tal si nos tomamos algo de beber mientras seguimos charlando?-

La valquiria pensó que sí, que al Emperador realmente le faltaban algunas neuronas. El sonrió como si la suya fuera una reunión amistosa.

No entendía cómo Alvitr podía estar enamorada de un idiota así.

-Si realmente fuera un malentendido, no tendrías...- Hércules no terminó la frase. La sola idea de gritarle a Jack lo enfermaba.

-Vamos. O será demasiado tarde.- Qin estrechó la mano de Jack con cierta fuerza, mirando a Hércules directamente a los ojos - aunque tenía su venda para evitar que los demás identificaran pistas en su mirada, quería su actitud. El desafío era claro.

Por un breve y único segundo, pensó en lo que Jack podría estar pensando. Se había quedado en silencio, y en un momento lo había sentido temblar. Aunque no por miedo.

-Y podríamos-...-

-¿¡Tienes que alejarte de él, porque no lo entiendes!?-

Un pequeño grito femenino se escuchó cerca. Si fue Hlökk quien dejó escapar ese grito de sorpresa o si fue otra espectadora joven seguiría siendo un misterio.

Nadie esperaba esto, y Qin fue el más sorprendido de los presentes.
Sentirse agarrado con fuerza por el semidiós que tenía que honrar esa misma peculiaridad, no era un sentimiento particularmente agradable.

Hércules había saltado hacia adelante y lo había agarrado por el pescuezo, el autocontrol ya no era una opción para él.
Sus ojos azules no brillaban con amabilidad, sino con un vivo rencor. Verlo actuar como cualquier otro dios era sensato, pero al mismo tiempo bastante sorprendente.

Bueno, al menos Qin se había asegurado de cumplir con su papel de manera eficiente.

"Y Hades incluso tiene el descaro de decir que soy un mal actor."

Jack dio un paso adelante, el anhelo de contemplar más de ese hermoso color se desvaneció con una claridad violenta.

Ver esa mirada en Hércules no fue para nada de su agrado. Lo hizo sentir inquieto. Y sentir la mirada acusadora de Hlökk sobre sí mismo ciertamente no era reconfortante, seguramente debió haber entendido algo.-

-...my dear god.- usando esas palabras con profunda precisión, logró devolver a Hércules a la realidad. No le gustaba verlo abrir los ojos, molesto y soltar el agarre de Qin.

-Yo no-...-

Hércules movió los labios, pero su respiración quedó atrapada en su garganta. Dar rienda suelta a los ataques de ira, dejando de lado los fundamentos y los principios rectos, era intolerable.

-¡Espera!-

Hlökk trató de detenerlo, pero falló. Hércules se había ido.

Le hubiera gustado llenar a Jack de preguntas, pero ver una vaga silueta siguiendo rápidamente al semidiós le hizo comprender que no habría sido posible obtener explicaciones de la persona en cuestión. Pero Qin...

-¡Exijo una explicación! Estabas confabulado con él, ¿no? ¡Mira lo que has hecho!-

-Se me fue de las manos el asunto, no esperaba que reaccionara así.- Qin se pasó una mano por detrás de la nuca, desapareciendo casi por completo la sonrisa.

-Serás mejor actor de lo que pensaba, pero te niegas a entender cuándo poner límites.-

Hades emergió de la multitud asombrada con el ceño fruncido y los brazos cruzados. No quedaba rastro de la sonrisa de Qin ahora.

-Tengo curiosidad por saber que diabluras te pasaron por la cabeza esta vez.-








5 Fase - ¿Ser conscientes de nuestros errores nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos?


-Hércules.-

-Aléjate, o podría lastimarte también.-

¿Fue por eso que se alejó?
Pase lo que pase, él no dejaría de poner su seguridad primero. Y por eso Jack estaba eternamente agradecido.

-Nunca lastimarías a alguien que amas. No puedo negar que es lo que debo merecer.-

Hércules se volvió hacia él, con un puño cerrado mientras un destello de ira aún estaba presente en sus ojos. No habría desaparecido tan fácilmente.

-No digas tonterías.-

-No es una tontería. Considerando lo que te causé, es mínimo. Mi intención era ponerte celoso, crear conscientemente un escenario dictado por mi egoísmo, y cometí un terrible error. Te falte al respeto.-

-Así que esas eran tus intenciones. Querías ponerme celoso.-

Hércules, enojado como estaba, no le dirigió miradas sucias ni palabras punzantes. Relajó los hombros y se acercó a él con una posible calma renovada.

-Diría que tuviste éxito.- resopló, y Jack voluntariamente dejó escapar una pequeña sonrisa de alivio. Ahora comprendía lo importante que era para él Hércules, tanto que lo ponía ante esas coloridas emociones que le daban placer.

El amor que Hércules le concedió fue un jugo prohibido, malditamente tentador. Jack nunca se daría por vencido.

-Lo siento.-

¿Se podría exigir la felicidad con tan inmenso ardor? Jack quería mucho, lo anhelaba en toda su esencia. Y su amado dios pudo ofrecérselo en grandes cantidades.

Había cometido múltiples pecados, pero los brazos de Hércules siempre lo consolarían y lo mantendrían a salvo.
Incluso cuando debería haber estado enojado con él, Hércules nunca perdió la oportunidad de mostrarle cuánto amor podía darle incondicionalmente. Y Jack era demasiado egoísta para no exigir más. Más y más.

No dejó de mirar esos ojos que recordaban un cielo privado de la compañía de las nubes, tanto que distraídamente notó la gran mano que acariciaba su mejilla derecha.

Los labios del semidiós debieron estar calientes y deseosos de unirse a los suyos, porque cuando Hércules lo apretó aún más para besarlo, lo hizo con un deseo tan elevado que Jack se sonrojó.

-Me vas a volver loco...- los labios de Hércules aún estaban a unos centímetros de los de el. Jack sintió su cálido aliento rozar sus mejillas, sonrojadas por su vergüenza.

-Oh dear, cuida tus celos, o corres el riesgo de quemarte de amor.-

-Hubiera sido un excelente consejo, si me lo hubieras dicho hace varias horas.-

Hércules volvió a reclamar esos labios que le pertenecían, apretando ese cuerpo que tanto amaba como si fuera lo más valioso del universo entero.

Y Jack se sintió vivo.
Sin colores, sin asesinatos y sin predisposición en querer obtener la desesperación de las personas abandonadas por la fortuna.

Hércules era suficiente para él. No pidió nada más.









-... y así Hades le dio una buena lección a su estúpido novio.-

-Significará que repararé el daño que le he causado a él y a Sir Hades también. Lamento haberlo involucrado tanto.-

-Claro, me lo creo.-

Hlökk abrazando amablemente a un conejo de peluche rosa con forma de conejo, notando como Jack escribía algo muy largo en una hoja.

-¿Que estas escribiendo? ¿Un poema?-

-Sería más apropiado decir que estoy escribiendo escenas dignas de una obra de teatro, my lady.
Donde los celos juegan un papel decisivo.-

"No puedo creer que esta escribiendo sobre lo que pasó con Hércules." pero bastante aturdida por el silencio de la habitación, decidió no mencionarle a Jack lo anormal que era su comportamiento. Nada sobre él lo era.
Pero todavía estaba tratando de expresar sus sentimientos, y lo reconoció. Estaba tratando de expresarse, a su manera, y eso no podía llamarse un crimen.

-"Las defensas incompletas de un caballero" puede ser un excelente título para el primer acto.-

-Este Shakespeare es muy malo para tu cerebro. Deberías cambiar de género literario.-

Jack sonrió, pensando en lo temerario que era su amor. Como el amor de Romeo y Julieta, Hamlet y Ofelia.

Sin embargo, el jugo prohibido del egoísmo, comparado con el del amor, era claramente más atractivo.









Estoy muy satisfecha con el resultado de este capítulo, aunque se me ocurrieron otras ideas mientras lo escribía. Estos dos me dan demasiada inspiración para mis gustos, los amo por eso.

Escribir este capítulo me recordó que Hércules en la mitología se describe como tremendamente irascible, sí, pero también como muy posesivo y propenso a la impulsividad. Definitivamente tengo que escribir algo al respecto en el futuro.

Hasta la proxima,

- LadyFraise💜

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