Los griegos la llamaban: La planta sagrada de la resurrección. Los árabes: Rosa de ariha.
Completamente diferente a la rosa que conocemos, esta planta tiene una propiedad muy particular: su capacidad de "volver a la vida"

Al hablar de esta rosa, nos viene a la mente la bella flor que sobresale de un tallo espinoso, pero no solo la rosa tradicional se llama así. En los antiguos desiertos de Alejandría en Egipto y en los afluentes del Mar Rojo había una planta muy peculiar también llamada "rosa": es la Rosa de Jericó.

Arrancadas del suelo por el viento, este las arrastra a su merced, convirtiéndolas en viajeras obligadas a través de estepas y desiertos, cruzando las fronteras de diversos países de Asia y otros continentes, y diseminando sus semillas por todos ellos. 

Durante toda su vida se la puede ver de dos formas distintas. Una de ellas es en forma de bolita, como un matojo seco. Se la observa en esta forma cuando el sitio en el que está no le agrada. En cambio cuando está bien a gusto se la encuentra extendida y de un color verde intenso. El ambiente húmedo es sin duda alguna su preferido. 

La Rosa de Jericó como Flor Divina

Esta planta es considerada una de las más mágicas que hay. Ha sido utilizada durante miles de años por chamanes y brujos por todas las propiedades mágicas que posee. ¿Cuáles son esas propiedades? La rosa de Jericó es capaz de absorber las energías negativas del lugar en el que se encuentre. Pero lo mejor de todo es que las transforma en positivas, tiene la propiedad de bendecir y proteger casas. Además de atraer a la suerte, el dinero y la fortuna en los negocios. Tener esta plantita en casa hace que vaya todo lo bueno.

Es por ello que, en numerosas ocasiones, llegaron a pagarse sumas muy considerables por poseerla, pues rara vez se tenía ocasión de encontrarla.

Además de estos usos de origen mágicos la rosa de Jericó ha sido utilizada para predecir el tiempo, ya que al ser muy sensible a la humedad esta planta puede ser usada como un hidrómetro con bastante precisión.

También se le reconocen propiedades terapéuticas sobre todo diuréticas, y es perfecta para curar heridas.

No se conoce el momento en el que se le dio el nombre de rosa de Jericó, ni el por qué. Se cree que la llevaron a Jericó unos viajeros en los primeros siglos de la Edad Media.

Leyendas sobre la rosa de Jericó

El misterio y las historias envuelven a esta planta de una manera sin igual. Son varias las leyendas que recaen sobre ella.

Desde la época medieval nos llega una historia. En el siglo XIII, un caballero catalán llamado Guillaume, regresó de las cruzadas con varias plantas. Estaba totalmente convencido de que tenían propiedades mágicas.

Cuando llegó a casa vio que su hijo había enfermado y tenía lepra. El caballero confiando en una de las plantas que había traído lo que hizo fue ir a la iglesia a recoger agua bendita. En esa agua puso la rosa de Jericó y la dejó 9 días. Transcurrido este tiempo le pidió a su hijo que se lavara la cara con ella. Cuenta la leyenda que el niño se curó casi de inmediato.

Esta es solo una leyenda que habla de todo lo que esconde esta espectacular planta. La rosa de Jericó es de las flores que hechizan de verdad.