Las puertas de entrada de la mansión estaban custodiadas por diez hombres, muchos más de los que tenía Sana cuando vivían allí, y JiHyo encontró curioso que no pudiera reconocer a la mayoría de ellos. Momo condujo por la parte trasera de la casa, siguiendo las instrucciones de la muñeca, dejando que JiHyo saliera del auto por el otro lado de la calle antes de estacionar.

JiHyo estaba vestida con jeans negros ajustados, una blusa negra ajustada de cuello alto con un pequeño corazón recortado y una sudadera negra de gran tamaño. Su arma estaba atada a su muslo, su cabello atado en una cola de caballo que había metido debajo de la capucha de la chaqueta. Momo se había burlado de ella por parecer una parodia de un personaje de una película de espías, pero ambos habían estado de acuerdo en que cualquier cosa era mejor que su atuendo habitual.

Las calles brillaban por las luces de la calle que golpeaban el pavimento mojado, el cielo ya era de un azul real profundo, las nubes de lluvia todavía cubrían partes de él. JiHyo se metió el teléfono en el bolsillo, manteniéndolo en vibrador en caso de que Momo viera algo. Ella le había ordenado a Momo que se fuera si alguien la veía, preocupándose más por la seguridad de su amiga que por la suya propia. Esta fue su idea, y Momo no se rendiría por eso.

Caminó hacia la tapa de la alcantarilla que sabía que ocultaba la entrada a uno de los túneles de Sana. No sobresalía mucho entre las demás, JiHyo estaba segura de que la mayoría no notaría nada especial en ella, pero si mirabas con suficiente atención verías una manija de metal que se podía levantar. La chica tiró de la manija con todas sus fuerzas, haciendo que la tapa se abriera lentamente como un libro, curiosamente sin hacer casi ningún ruido. JiHyo sabía que el túnel era mucho más fácil de abrir desde adentro, pero no le importaba el trabajo extra de usar este, ya que este túnel la llevaría directamente debajo de la escalera más cercana a la oficina de Sana.

JiHyo bajó por la escalera de metal que conducía al túnel con poca luz, agradecida por su elección de sacrificar el aspecto moderno de las botas de tacón alto por unas planas. El túnel era frío y largo, sus pasos resonaban por los pasillos vacíos mientras caminaba. Mientras se dirigía hacia el final, rezó para no encontrarse con ninguna rata, aunque estaba bastante convencida de que podía oír sus pequeños pies moviéndose por el frío suelo de piedra.

No tardó mucho en ver el final del túnel frente a ella, el pasillo terminaba en otra escalera de metal que conducía a una trampilla. Sintió que la ansiedad la invadía al darse cuenta de que cualquier cosa podía pasar una vez que llegara allí. Este podría ser el lugar donde terminara su vida si algo salía mal. Pero cuando el pensamiento de Sana en problemas entró nuevamente en su mente, encontró el coraje para continuar. Y subió los escalones con mucho cuidado, respirando profundamente antes de abrir la trampilla.

Se pudieron escuchar voces en ruso e inglés tan pronto como subió, e inmediatamente vio a cinco hombres dentro de la casa y algunos miembros del personal. En ese momento, JiHyo se preguntó internamente una vez más si estaba tomando la decisión correcta. Si hubiera querido, todavía habría tiempo para irse a casa si se marchaba ahora, pero sabía que nunca se lo perdonaría si lo hacía. Así que lentamente salió de su escondite debajo de las escaleras, escudriñando rápidamente el pasillo antes de escabullirse al siguiente piso.

Tan pronto como estuvo allí, se escondió en la esquina detrás de una cortina. Su corazón latía fuerte en su pecho y luchaba por evitar hiperventilar. Hacer misiones con Sana, sabiendo que había un montón de personas con armas rodeándolas y una jefa de la mafia sexy a su lado, era muy diferente a estar sola en una casa llena de personas que la matarían en el acto si la veían.

Una vez que no hubo peligro, corrió rápidamente por el pasillo y entró en la oficina de Sana, que afortunadamente estaba vacía. Cerró la puerta y se sentó junto a la computadora, iniciando sesión lo más rápido que pudo, agradeciendo a los cielos que no hubieran cambiado la contraseña. El ordenador estaba cargando todo con una lentitud terrible y JiHyo empezó a dar golpecitos con el pie con impaciencia mientras esperaba. Al final, todo salió bien y sacó una memoria USB de su sujetador, la conectó y copió todos los archivos que pudo.

De repente, oyó una voz masculina que hablaba, parecía estar hablando por teléfono con alguien. La manija de la puerta empezó a moverse hacia abajo, así que rápidamente sacó la memoria USB y sacó el cable de alimentación del ordenador antes de esconderse debajo del escritorio. El espacio era reducido, pero no tuvo tiempo de buscar otro lugar.

—いいえ (No), no hay señales de ella, no está en ninguna de sus casas habituales. Sí, estoy segura de que está viva, no lo diría si no... Probablemente intentará contactarla, le importa la puta coreana... 分かりました分かりました分かりました (entiendo, entiendo entiendo). ¿Crees que quise darle el archivo real? Si lo hubiera sabido, no la habría ayudado a esconderse para empezar. Pero ¿no estuvimos todos de acuerdo en que era mejor conseguir el control del Círculo primero? Esto es lo que queríamos, ¿no? Bien, así nos preocuparemos por Sana más tarde. —Dijo la voz mientras entraba en la habitación.

JiHyo se tapó la boca con una mano, intentando desesperadamente no emitir ningún sonido, lo que era difícil debido a sus emociones mezcladas de miedo y conmoción.

Ella conocía esa voz, y el hecho de que él, de entre todas las personas, hubiera traicionado a Sana significaba que la mujer corría más peligro del que JiHyo había pensado. Una parte de ella estaba agradecida de saber que Sana estaba viva, que sus sospechas habían sido ciertas, pero la otra mitad estaba aterrorizada porque ese hombre las conocía bien a ambas y sabría la mayoría de los escondites de Sana.

Sabía que tenía que salir de allí, y tenía que salir rápido. Cuando miró hacia afuera desde su escondite, vio al hombre familiar mirando algunos papeles, lo que confirmó sus sospechas;

el hombre del teléfono realmente era Yuta.

El hombre tomó una pila de papeles, aparentemente había encontrado lo que había entrado a la habitación para recuperar. Miró hacia el pasillo antes de salir, demostrándole a JiHyo que no todos allí habrían estado contentos de escuchar sobre su traición, lo que ella tomó como una buena noticia.

La chica respiró aliviada antes de salir de debajo del escritorio. Se asomó al pasillo, pero había demasiada gente, y Yuts ahora estaba de pie junto a la escalera.

—Bueno, ahí va la mitad de mi ruta de escape—, pensó para sí misma, antes de sentir que su teléfono vibraba en su bolsillo.

1 nuevo mensaje de Momo

Lo siento, me han visto.

Intentaré perderlos y estacionarme un par de cuadras más abajo.

Cuídate.

—Y ahí va la otra mitad. — pensó JiHyo, maldiciéndose a sí misma por lo tonta que había sido al caminar directamente hacia la guarida del león.

Miró hacia la ventana, respirando profundamente antes de caminar y abrirla, saliendo. Había una banda de piedra que sobresalía ligeramente que envolvía el edificio y se conectaba con el alféizar de la ventana, sobre la que apenas podía pararse si se sujetaba de la canaleta. Estaba aterrorizada, era un largo camino hacia abajo si se caía, pero era su única opción. Cuidadosamente, paso a paso, se abrió camino alrededor del edificio hacia el balcón, sabiendo que si lo lograba, podría saltar a los arbustos debajo de él. Pero justo cuando estaba a punto de salir al balcón, con la esperanza de poder tomar un respiro, una parte de la banda de piedra se desprendió.

Sintió que estaba cayendo para siempre, hasta que dejó de hacerlo.

Con un fuerte golpe golpeó el suelo y, a pesar de intentar no hacerlo, gritó de dolor.

—¡Mierda! — Gimió mientras se ponía de pie, su cuerpo se sentía como si cincuenta boxeadores la hubieran usado como saco de boxeo. Afortunadamente, había aterrizado en algunos arbustos en su camino hacia abajo, lo que ayudó a aliviar un poco el impacto, pero aún dolía más que cualquier dolor que pudiera recordar haber sentido.

—¡Oye! ¿Quién está ahí? — De repente escuchó una voz gritar, y muchas otras hablaron justo después.

El fuerte sonido de los disparos comenzó a llenar el aire y, a pesar del intenso dolor que sentía, se obligó a correr hacia la cerca y treparla. La oscuridad cubría el jardín lo suficientemente bien como para que fuera difícil localizarla, pero sabía que solo sería cuestión de tiempo hasta que la encontraran si no se apresuraba.

Al llegar a la cima, pudo ver a los guardias corriendo hacia ella por ambos lados, pero entonces el sonido de una motocicleta atrajo su atención. Iba tan rápido por la carretera que casi no parecía real, frenando mientras daba vueltas en un pequeño círculo justo frente a ella antes de detenerse por completo. Pensando que podría ser alguien que quería hacerle daño, rápidamente terminó de descender, lista para comenzar a correr por la carretera a toda velocidad cuando el motociclista de repente le arrojó un casco y una voz familiar le dijo:

—Sube.

15 votos y 10 cometarios, ya te la sabes. El capitulo anterior no cometaste pero necesitaba actualizar rkmekv QUE DRAMA