XVI

¡Joder! Sus labios eran exquisitos. Podria estar asi todo el dia.

Ella estaba tensa, lograba sentirlo.

Pase una mano por su nuca, enredando mis dedos entre sus sedosos cabellos. Presione su cabeza para asi dejar un firme beso en sus labios. Al ver que no respondia, me aparte, algo apenado.


- Yo ... lo siento , Beca. No debi hacerlo, me deje llevar.

Ella se ruborizo.

-N-no , no te disculpes... Me ha gustado... Pero - suspiro, ruborizandome aun mas - No se, nunca... Nunca he dado un beso en mi vida - susurre-


Yo sonrei, le habia robado su primer beso. Era toda una inexperta y eso en cierto modo, me ponia feliz. Acaricie su ruborizada mejilla.


- Solo, relajate, ¿Si? 


Asintio sin mirarme. Alce su menton para asi poder verla a los ojos. 


Sus hermosos ojos de color del Whisky. 


Me volvi a acercar; nuestras narices chocaron y nuestros alientos volvieron a mezclarse . La mire directo a los ojos, me demore unos segundos en darme cuando de que ella estaba aguantando la respiracion. Acaricie su cabello , antes de sonreir.

-Relajate,, Rebeca


Demoro en hacerme caso. Rei bajito antes de volver a unir nuestros labios.

No hizo nada, por lo que deslize mi lengua , abriendo sus labios para explotar su interior. Sabia a algo que jamas habia probado. Era dulce y amargo a la vez.


Combinacion perfecta. 

Cerro sus ojos, dejandose llevar por las emociones, al igual que yo.


No estaba acostumbrado a ser tan suave con las chicas en lo que respecta a un beso. Siempre buscaba lo brusco y fuerte pero Rebeca era diferente.

No podia evitarlo, debia ser suave con ella.

Era extraño en mi el actuar asi.


Algun dia mis padres sabrian lo que yo hacia; matar y vender. 

Quizas no me dejaran ver mas a mi hermana por temor de que la dañara.

Primero muerto.

No queria pensa en ello en este momento pero los pensamientos llegaba igual.

Tome las manos de Rebeca para dejrla sobre mis hombros y hacer que de alguna manera me abrazara, pero ella no cooperaba.


Me aparte unos milimetros.


-Abrazame, Beca. No te hare daño - afirme , antes de volver a besarla.


Su respiracion era inrregular, por lo que a veces se separaba de mis labios para tomar aire. Jugue con su lengua un par de veces antes de apretarla mas a mi , cuerpo con cuerpo. 

Ella se estremecio y me abrazo con debilidad , pero al menos me habia abrazado.


Comence a dejar besos desde las comisuras de sus labios hasta su cuello.


-Adam - susurro, mientras un jadeo se escapa de sus labios

-¿Quieres que me detenga? - dije contra su humeda piel

-N-no


Al escuchar su respuesta, inmediatamente le quite con suavidad la blusa blanca que traía puesta, dejándola solo en sostén. Ella intento cubrirse separándose de mi, ruborizada. 

Me aparte, y corri su cabello de su fuente.


- Oye... no tienes que hacerlo si no quieres 


Ella me miro y suspiro

-No quiero que... veas esto - susurro

-¿Que cosa?

-Las marcas... Del paso del tiempo - bajo la cabeza, sin apartar sus brazos de su pecho y estomago, intentando cubrir aquellas partes lo mas que podía.

-Déjame ver, Rebeca - susurre

Ella negó, me tire con suavidad sobre ella, dejándola bajo mi cuerpo. Quite sus brazos, agarrándola con firmeza por las muñecas con una mano y elevándolos sobre su cabeza.

Ella chillo en protesta pero no volvio a intentar cubrirse . 

Me coloque sobre mis rodillas, a cada lado de su pequeña cintura y mire su delgado cuerpo. Trague saliva.


Las cicatrices llenaban casi cada lugar de su piel.  Algunos tonos oscuros y otros de unos tonos mas claros. Tenia moretones que recien comenzaban a desaparecer y una que otra herida curada por completo.

Habia una larga cicatriz que cruzaba su vientre, de extremo a extremo. No era muy gruesa pero si notoria por lo blanca. Toque con suavidad con la yema de mis dedos, mientras la miraba a los ojos. Ella los tenia cerrado.


-¿Que te sucedio?

-Ese dia ... Llegue con un golpe en el brazo, un moreton grande y oscuro. M-mi padre se enfurecio, me avento un plato grande y uno de los pedazos me provoco la herida. Demoro al menos tres semanas en curarse hasta quedar así. Tengo otra en la espalda, cuando caí sobre otro trozo de plato... Es pequeña, Adam - gimió asustada- N-no me toques allí.


Deje de tocarla, bese su frente, sus mejillas, sus parpados, sus labios y cuello. Quería que se sienta segura conmigo. Me quite la camisa y la tire a algún lado de la habitación antes de abrazarla con fuerza.


-Adam... tengo miedo.

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