"_CAPÍTULO 6°- Dolor_"

5 semanas para el divorcio

Hacia no más de 1 hora había surgido otra pelea. Francamente no había sido tan grave como la disputa de aquel dia, pero si que los había herido de igual manera. Desde aquellos mensajes encontrados por Samuel mientras Guillermo se duchaba para verse con Carlos todo habia empeorado.

Samuel había dejado de llegar a casa de nuevo. Se la vivia en su oficina y el bar.
Si, habia estado tomando.

Hoy, entre gritos de "Haz lo que quieras" "¿Tu me dabas explicaciones?" "No me interesa" y "dejame sólo" habían concluido con ignorarse por el resto del día.

Todo había comenzado cuando el castaño de nuevo  había decidido llegar a casa temprano, encontrándose con la nada grata noticia de que Guillermo no estaba en casa. No era tonto por lo que concluyó que había ido con el chico del parque de aquel día. Y sus celos lo habían hecho estallar pidiéndole asi una explicación a Guillermo de su paradero.

Seguía fingiendo que no sabía absolutamente nada y se tragaba el dolor, ocultándose en el enojo.

Guillermo se encontraba profundamente dormido después de haberse logrado calmar de dicho ajetreo. Samuel está sentado en el sillón de la planta baja con la mirada clavada fijamente en la mesa de centro, donde tiene fotos esparcidas de Guillermo y él. Lágrimas comienzan a descender lentamente al ver cada una de ellas, incluyendo su boda.

Una sonrisa de melancolía aparece en su rostro al recordar aquel día, que él considera como el más feliz de su vida. Aún recuerda todo como si se tratase de hace algunas horas atrás.

Guillermo acababa de cumplir sus tan ansiados 18 años, Samuel por su parte tenía 22. Fue un día que ambos habían esperado por mucho ya que al no tener la aprobación de sus padres era imposible que se casaran pero finalmente lo podrían hacer sin su autorización, eran mayores de edad y podrian decidir por ellos mismos.

Ninguna de sus familias los apoyo por lo que la reunión fue muy pequeña en la cual solo asistieron sus amigos: Mangel y su esposo Rubén, Frank y su novio Alejandro y finalmente Luzu y Lana. Pero a pesar de eso les había parecido la boda más perfecta que pudieran haber soñado, estaban con sus verdaderos amigos que los apoyaban en todo momento y lo más importante. Estaban juntos.

Samuel recuerda lo hermoso que se veia con su traje blanco perlado y esa corbata verde, acompañado de un leve sonrojo en sus mejillas. Una lágrima más cae al recordar su primera noche como esposos y abraza la foto contra su pecho.


*Flashback*


Ambos se encontraban tumbados en la cama desnudos minutos después de haberse demostrado todo su amor como muchas veces antes, pero esta era especial, oficialmente eran marido y esposo. Guillermo yacía tumbado sobre su pecho.

—Te amo, gracias por todo— Susurro con aquel tono tan enamorado que solía ocupar, ese tono que tanto enloquecía de ternura al castaño.

—Y yo a ti mi niño— Samuel abraza al menor con fuerza y este esconde su rostro en el pecho del contrario— Todo es tan perfecto que no sé si es un sueño— besa su cabeza con ternura y acaricia su cabellos delicadamente intentando despeinarlo aún más.

—Si es así no me despiertes nunca— Sentencio mientras alzaba el rostro y dejaba un pequeño beso en la barbilla del susodicho, quien se lo devolvió en la frente haciendo que ambos sonrieran mientras se miraban fijamente a los ojos

» ¿Sabes?— Pronuncio llamando toda la atención de su esposo quien lo miro expectante ante lo que quería decir el menor— Me da un poco de tristeza que nuestros padres no estuvieran presentes hoy.

Formó un leve puchero, el cual hizo encoger el corazón de Samuel. No le gustaba verlo triste.

—No te pongas así— lo consoló— Ellos se lo perdieron, además fue bueno que solo asistieron nuestros amigos o me habría puesto muy celoso de que más hombres y mujeres te vieran.— Pronuncio haciendo un leve pucherito intentando hacer reír al menor. Tres segundos bastaron y su cometido había resultado, Guillermo sonreía con un leve sonrojo mientras hacía dibujitos invisibles en el pecho de Samuel —Es verdad— Afirmo.

Su amado se había quedado sin palabras, bajo sus manos a su cintura y la acaricio haciendo estremecer a Guillermo.

—Tienes razón— Acepto contento escondiendo su rostro de nuevo, pero esta vez en el cuello del mayor donde deposito algunos besos.

—Yo siempre chaval— Se autoalago con tono autoritario.

—El humilde le decían— Rodo los ojos y negó con la cabeza antes de comenzar a reír a carcajadas a las cuales rápidamente Samuel se unió— ¿Samu?— Lo llamo una vez que terminaban de reír

—Dime cariño— Lo agarro de las mejillas y dejo un casto beso en sus labios.

—Cuando adoptemos a nuestros hijos, los apoyaremos siempre ¿verdad?.

Samuel se quedó callado unos segundos, no se imaginaba que el menor pensara en hijos pero en el fondo él también los deseaba desde hace tiempo. No quiso hacer sentir presionado a Guillermo por lo que nunca lo había comentado pero definitivamente esta declaración lo había decidido a dar el siguiente paso.

Quería una familia con su ahora esposo.

—Verdad— confirmo— Estaremos con ellos siempre, tendremos muchos hijos— Su voz era dulce, como nunca antes.

Era la voz que estaba predestinada a solo usar con Guillermo.

—¿Los que yo quiera?— Pregunto emocionado con un brillo muy especial en los ojos y una sonrisa deslumbrante, era irresistible para Samuel.

—Los que tú quieras — Prometió sincero— Siempre será lo que tú quieras, solo pídelo por esa boquita y lo hare

—Si es así, nunca te alejes de mí, quiero que estemos juntos por siempre— Pidió mientras se aferraba al cuerpo del mayor quien sonrió y correspondió el abrazo.

—Hasta la muerte...

*Fin de flashback*

Pequeños sollozos ahogados salían débilmente de la boca de Samuel, era doloroso recordar aquello cuando la realidad era totalmente diferente. El tiempo y las acciones se habían encargado de destruir todo lo que tanto les había costado construir. Quería arreglar todo.

Si tan solo encontrara la manera o alguna pista para saber qué hacer, pero era como buscar  huellas en una playa después de que las olas arrastraran la arena y se llevaran todo a su paso. Era como intentar respirar bajo el agua, asfixiaba.

Recordaba a la perfección sus palabras

"Siempre será lo que tú quieras, solo pídelo por esa boquita y lo haré"

Era aquella promesa que pensaba cumplir por encima de todo y si Guillermo quería el divorcio se lo daría, por mucho que doliera. Lo haría.

—Tienes que ser feliz— Pronuncio entre sollozos el castaño, sintiendo como todo se derrumbaba frente a él.

«««---------------»»»

"Nadie dijo que el amor era perfecto pero tampoco nadie nos advirtió de que doliera tanto, un sentimiento tan mágico y a la vez tan horrendo. Un arma de doble filo, capaz de brindarnos la alegría de ser correspondidos o por lo contrario la agonía al amar sin ser amado"

By: Karenthekiller11

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He traído su capitulo recién salidito del horno!!!

Y si me disculpan ahora me ire a mimir


Lofiu para todos 💕

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