Dedicado a MerielEdith 😘

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La noche anterior, Samuel había regresado muy tarde encontrándose a Guillermo dormido sobre él sillón, había sonreído enternecido y dejado un beso sobre la frente de este.

Para cuando él menor despertó se encontraba en su habitación sin saber como había llegado a dicho lugar, hasta que claro, encontró los zapatos de Samuel al frente de su cama. Se preguntó vagamente donde se encontraba este. Quería darle las gracias por las flores, aunque sinceramente era muy cobarde como para decírselo de viva voz.

Tomo un post it de su mesa de noche y tomo un plumero de tinta negra.

"Gracias por todo"

Escribió y reviso la hora en él reloj que reposaba en la pared, eran las 3:40 a.m por lo que supuso que él castaño ya estaría dormido. Oficialmente era un nuevo día y restaban 6 para la auditoría del divorcio.

Era consciente de que aun amaba a Samuel, claro que lo sabia, no obstante el miedo a sufrir de nuevo le impedía tomar una decisión. Estaba aterrado. Había perdido toda confianza en él castaño y en el mismo y ciertamente dudaba recuperarla.

El resto de la noche se le fue rápidamente entre divagaciones y pensamientos un tanto deprimentes acerca de su vida y todo los sucesos que dieron lugar el ultimo año. Dadas las 5:30 de la madrugada escucho ruidos en la cocina, no había que ser muy inteligente para saber que Samuel estaba preparándose para ir al trabajo, algunos pasos se oyeron por el pasillo y Guillermo se tapo hasta las orejas con las cobijas.

No es que no quisiera ver a su aun esposo, era solo que no se sentía capaz de entablar una charla con el sin sentir que moriría de un ataque al corazón. Recordó vagamente cuando hace algunos años cada mañana se levantaban a la misma hora, el menor no tenia razón para hacerlo en aquel entonces, pero le gustaba pasar todo el tiempo posible con el castaño y cuando llegaba la hora de que Samuel se fuera el siempre le hacia un puchero, recibiendo miles de besos en todo su rostro que lo hacían sonreír. Quedándose un poco mas tranquilo y dispuesto a esperar a su amado recordando con una sonrisa sus mismas palabras antes de marcharse.

"Te amo hermoso, volveré pronto" 

Como extrañaba aquello, y aun mas extrañaba cuando el mayor hacia de todo para tenerlo consentido y feliz, no obstante, como todos sabemos, las cosas ahora no eran ni la mitad de eso. Y probablemente era culpa de Guillermo por no dejar a Samuel entrar de nuevo a su vida, pero también había que comprenderlo, estaba realmente herido.

—¿Guille?— escucho la voz de Samuel por detrás de la puerta y se enrollo aun mas en las cobijas sin la mínima intención de contestar. La puerta fue abierta y Samuel entro a la habitación encontrándose con la pequeña nota en el escritorio, la leyo, sonrió y observo a Guillermo dormido.

Nego con la cabeza pues sabia que no debía hacerse falsas ilusiones.

El ojirasgado se mantuvo inerte, casi conteniendo el aire. Samuel dejo un beso en su mejilla y se alejo. No hubieron mas acciones y escucho los pasos del castaño alejarse.

—Mierda...—susurro el menor  cuando se encontraba solo de nuevo y llevo su mano a su corazón, sintiendo a la perfección la aceleración y palpito descontrolado de este por debajo de su piel.

Soltó un bufido sintiéndose cobarde. Se había escondido entre las cobijas y su cobardía para contestar. 

Estaba escondiendo sus sentimientos.

(...)

Las 3:35 de la tarde marcaba el reloj del salón principal cuando el timbre sonó. Guillermo se encontraba sentado en el sillón y sostenía sus piernas contra su pecho, la televisión estaba encendida pero el no le prestaba atención. El timbre volvió a sonar tres veces mas y supo que debía ir. Como alma que llevabs sus penas arrastro sus pies y abrió la puerta.

Al otro lado se encontraba un hombre de aproximadamente 45 años, canoso que vestia con un uniforme amarillo y llevaba un morral café que caía hacia uno de sus laterales, cruzando la correa del objeto en su pecho del hombre. Guillermo observo el nombre que permanecía en la plaquilla del mayor, 'Renato' decia esta. 

—Traigo la correspondencia para la familia De Luque Diaz— Renato le sonrio.

De Luque Diaz.

Familia

—¿Señor se encuentra bien?— el cartero paso su mano al frente del rostro del pelinegro. Este salio de su trance y asintió con la cabeza tomando la correspondencia.

—Buen día— Exclamo y cerro la puerta de su casa a toda prisa. Tal vez había sido muy descortés con el cartero pero francamente en ese momento no le importaba.

Con los sobres en mano camino hacia la cocina y comenzó a abrir uno por uno. La luz, la renta, el agua, la programación por cable y demás cuentas, la cita para el divorcio y...

La cita para el divorcio...

¿Has sentido esa punzada en el pecho?

Pues Guillermo si y muchas veces, pero casi juraría que nunca había sido tan dolorosa como ahora. Tanto dolor no podía ser posible. Y es que no habia comprendido realmente la seriedad del asunto hasta ese momento. Había sido como una cubetada de agua fría y que iba directamente hacías sus terminaciones nerviosas. Tomo los sobres de las cuentas y comenzó a romper una por una sintiendo sus ojos arder, quiso gritar pero en cambio golpeo hacia una pared.

Se dejo caer al suelo y observo el único papel que no había roto.

—Solo seis días, debo soportarlo— susurro tomándolo entre sus manos, leyendolo con las lagrimas escurriendo por sus regordetas mejillas.

Desde niño su madre le había dicho que llorar servia para sacar todas sus emociones y sentimientos, y el lo había creído. No obstante ahora sentía que ni con todas las lagrimas del mundo podria matar a ese sentimiento que lo mataba y quemaba por dentro.

Claro que apreciaba la propuesta de Samuel, era lo que siempre había soñado. Vivir en Los Angeles, tener una gran casa, hijos y ser felices. Pero muchas cosas habían cambiando y si ¿Quizas no funcionaba de nuevo?

Aquel sentimiento que escondía pero que sin dudas seguía allí.

.

[...]
Hello!! XD
Gracias por sus mensajes de apoyo, ya me encuentro mejor y nada...avisarles que probablemente mandare esta historia a concursar así que es muy probable que actualice pronto
Para los que lleven mas tiempo aquí sabrán que regularmente tengo mini depresiones y las razones que tengo...pero aquí sigo y es gracias a ustedes. En verdad, los amo

Lindo día hermoso/as

—Karenthekiller11💕