Dejando a sus amigos atrás, se acercó a su tío quien ya ponía en marcha su fantástico y malvado plan de juntar las 3 brillantes cajas, causando una incontrolable ventisca.
Pero Hobi realmente no quería pelear con él, pues pese a saber todo lo que su tío había hecho, seguía considerándolo parte de su familia, era su tío, hermano de su grandioso padre. ¿Cómo pelear con él?

—¡Debes detenerte ahora Rugan!—exclamó a unos cuantos pasos de él—Estás personas...no tienen porque cumplir tus caprichos relacionados con tu sed de venganza.

Soltó al mirar el pánico que aquel ser de piel azul había causado con su llegada.

—"Debes detenerte ahora Rugan"—repitió volviendo más aguda su voz—Comienzas a escucharte como tú padre, ¿Qué vas a hacer al respecto?

Bueno, al menos había intentado hacerlo entrar en razón por medio de la comunicación.

—Me obligas a...tener que detenerte—comentó bajando más su cuerpo para tener un mayor equilibrio mientras cerraba sus puños frente a él.

—Qué mal—respondió insidioso—Entonces tendré que hacer lo mismo que hice con él—continuó sonriéndole—Tendré que matarte.

Al escuchar lo mencionado, el cuerpo de Hobi se tensó, se paralizó completamente por esa simple palabra que al final para el significaba un abismo infinito.
¿Muerte? ¿Había asesinado a su padre?
Lo primero que pensó es que no podía ser verdad.

¡El gran Ató había muerto!... no había tenido la oportunidad de darle siquiera un vil abrazo.

¡No!

Aquel ya no era su familia, era un completo desconocido, quien se alejó por su avaricia, envidia y sed de poder.

Así qué, en lugar de derrumbarse, lamentarse, arrepentirse o llorar hasta quedarse seco, una ira recorrió sus venas, pasando por todo su cuerpo. ¡¿Cómo había podido?! ¡¿Como se había atrevido a cometer semejante atrocidad!?
¡No habría piedad!
¡Vengaría su muerte...no la tomaría en vano!

¡Iba a acabarlo!

—¡Eres un mal nacido!—gritó con todas sus fuerzas lanzándose hacía el.

Comenzando así, la gran batalla que Rugan había estado esperando ansioso.
Hobi le saltó encima, enfrentándolo con un grito de fiera, dejo caer su puño con todas sus fuerzas pero solo le dió al vacío, pues el instinto de riesgo le advirtió a Rugan un efímero instante antes y alcanzó a echar su cuerpo a un lado para esquivarle.

—¡¿Cómo pudiste!?—grito sacando su arma y la empuñó con la mano derecha mientras daba continuos pasos—¡Era tu hermano!

Rugan en un movimiento rápido se deshizo de su capa anaranjada de al manos el doble de tamaño y la mandó unos cuantos metros lejos de él, tomaría enserio esta pelea, después de todo, quería aprovecharse de la ira que se apoderaba de su sobrino en este momento.

—Yo nunca considere a tu padre como un hermano—respondió acompañado de una risa sarcástica—El lo tuvo todo desde el momento en que nació, yo solo fui una vil sombra. ¿Por qué conformarme con eso?—le cuestionó sonriente—Yo también quería que me alabaran, que me respetaran por ser yo, no por ser el "hermano" del fantástico y glorioso Ató.

—Ni siquiera pude despedirme—susurró el pelirrojo sintiendo su cuerpo calentarse.

—Debiste escucharlo Hobi, suplicando por su patética vida, esperando que su hijo viniera a rescatarlo—soltó burlón—¡Pero su querido príncipe, nunca llegó!

El extraterrestre dio un gran salto levantando un viento impetuoso, subió en el aire y luego se precipitó sobre Rugan atacándolo con su arma sin sentir piedad alguna. El alíen azul tampoco se quedó atrás, con movimientos presurosos esquivó todos esos impactos y depositó un golpe fulminante antes de que el contrario llegara a tocar piso, lanzando a Hobi hacia atrás, a mucha distancia.

Para esto había estado preparándose.
Durante su exilio, no pensó en otra cosa más que en lo avergonzado que se sentía tras el primer enfrentamiento. Solo un pensamiento lo mantuvo firme y cuerdo durante todo ese tipo: "Ser aquel que acabaría con todo a su paso. Lo respetarían. Todos conocerían al poderoso Rugan"
Había esperado tanto por este día, claramente no dejaría que nada ni nadie lo arruinara.

—Ríndete Hobi—soltó caminando imponente hacia el—¡Eres lo bastante endeble como para enfrentarme! ¡Tú estancia en la tierra, su aire, su alimento, no hizo más que afectar tu cuerpo y debilitarte!

Recorrió la poca distancia que le faltaba para llegar al pelirrojo, y lanzó su pierna para darle una fortísima patada, pero Hobi fue más rápido y le golpeó con su pie, de manera que Rugan rebotó hacia atrás perdiendo el equilibrio.

—No me subestimes...—contestó apoyando su brazo para ponerse nuevamente de pie—Tío.

Mientras tanto...aquel grupo de chicos se encontraba a su suerte, con armas improvisadas que habían encontrado en tiendas cercanas y abandonadas gracias al pánico, golpeaban la nuca de cada robot color blanco que se les acercase, como su amigo extraterrestre les había pedido.

Pero era todo un ejército contra cinco adolescentes que en la vida habían peleado contra tecnología realmente avanzada, más que en videojuegos. ¡Era una vil locura!

—Ok, iba a confesarlo todo cuando el Apocalipsis zombie llegara, pero el Apocalipsis alienígena se me adelantó, así que...—mencionó Jimin con su voz entrecortada mientras se escondían tras un auto a mitad de la calle—Taehyung, yo fui quien metió la rana en tus pantalones sin saber qué eras alérgico a ellas cuando teníamos doce.

Dijo tan rápido, que casi no se lograba comprender.

—¡¿Qué?! ¡Casi muero por tu culpa!—le respondió el castaño indignado y asustado de igual manera.

—Casi, pero aquí estas, vivito y coleando, vida que posiblemente terminará en cuestión de minutos—continuó tragando con dificultad, las gotas de sudor recorrían su frente y sien—Yoongi, debo aceptarlo, eres muy golpeable, cada vez que entras a mi campo de visión unas inmensas ganas de golpearte nacen. ¡Y tú hermana me pareció realmente bonita!—le dijo susurrando lo último.

Aquel chico pálido lo miro de mala gana sin saber qué clase de confesión había sido esa.

—¿Gracias?—fue lo único que logró contestarle.

—Seul Gi—continuó atreviéndose a mirarla, pero al sentirse intimidado apartó instantáneamente la mirada—Creo que ni a punto de morir he reunido el valor para decirte que...

—¿Qué te gusto?—cuestionó las chica sonriéndole.

Los ojos de Jimin se abrieron más de lo normal por tan repentina respuesta.

—¡¿Lo sabias?!—le cuestionó ruborizándose al instante.

—Tus acciones te han delatado—le contestó riendo ligeramente, más un rubor se hizo presente de igual manera.

—Maldita sea...—espetó el rubio golpeándose internamente por no ser más cuidadoso—Bueno, tienes razón. Me gustas.

Soltó haciendo sorprender a sus amigos.

—De hecho, me tienes más estúpido de lo que soy y, es que eres tan...¡Carajo!—grito observando como un robot comenzaba a acercaba.

—¿Carajo?—cuestiono la chica frunciendo su entrecejo.

—No, eso no—corrigió moviendo sus manos repetidas veces—Habló de que, no tenía planeado decírtelo ahora, no es nada romántico, quería salir a cenar contigo, al terminar poder llevarte a casa y quizá robarte un beso en la entrada pero...

—¿Bromeas Jimin?—soltó la chica expandiendo una sonrisa—¡Es una confesión en él quizá "fin del mundo!" ¡No se me ocurre nada más romántico que eso!—exclamo depositando un inesperado beso en su mejilla.

Y el rubio sintió que volaba. Más el aterrizaje no fue el esperado.

—¡¿Si saben que seguimos presentes?!—gritó el castaño sacando a Jimin de su efímera fantasía.

—Perdón, continuaré...—respondió el rubio llamado la atención de los demás otra vez—Jeon, ¡Ah! Jamás creí que diría esto—espetó suspirando—Pero me agradas, de hecho me agradas muchísimo.

Él pelinegro sonrió amistoso por tan agradable declaración.

—Bueno, ya que estamos confesando. Debo contarles mi secreto—interrumpió Jungkook—Me gustan los hombres.

Y eso nadie lo esperaba realmente.

—Bien, retiró lo dicho, tal vez no me agradas tanto—le contestó él rubio riendo nervioso—Ok, paremos con las confesiones—corto aclarándose la garganta—Necesito tiempo para procesar esa información

—¡Cuidado!—gritó Min Yoongi antes de que aquel robot disparara.

—¡Ahhh!—gritó el rubio lanzándose pecho tierra—¡Sólo espero que Hobi detenga esto pronto!

Soltó elevando la mirada, esperando que su amigo se encontrase bien.