La puerta de la cafetería se abrió bruscamente causando un fuerte estruendo, por supuesto eso llamó la atención del castaño y el peli negro a su lado, además de los clientes y trabajadores presentes en el lugar.
Su sorpresa fue grande al ver quien era el causante.

—¡Se lo llevaron!—gritó la castaña llegando a su lado, la desesperación en su voz estaba presente.

—¡¿Qué!? ¿A quien?—le cuestionó Taehyung levantándose de la silla. Comenzando a entrar en pánico.

—¡No puede ser! ¡Tae! ¡Se lo llevaron!—era lo único que repetía. Una y otra vez. Cómo una vil desquiciada.

—Seul Gi, por favor, necesito que te tranquilices y nos digas qué es lo qué pasó exactamente—habló esta vez Jungkook tomándola de los antebrazos.

—Venía caminó al café, cuando lo vi salir, levante mi mano para saludarlo, pero entonces lo golpeó en la cabeza y se lo llevó—respondió la joven reteniendo unas cuantas lágrimas por la impresión.

Pero los dos chicos no terminaban de comprender.

—¡¿Pero a quien!?—espetó Taehyung algo desesperado.

—¡A Jimin! ¡Se llevó a Jimin!—exclamó y el pánico se apoderó de los dos chicos.

—¡No puede ser! ¡Jungkook, llama a la policía!—le mencionó el castaño casi gritando.

—No. N-no creo que la policía ayude mucho—mencionó la chica mirando hacia todas partes. Paranoica, como si alguien la estuviese observando.

—¿Por qué? ¡¿Cómo que la policía no...

—¡Creo que me estoy volviendo loca!—chillo la chica respirando profundo y luego continúo—Esa cosa que se llevó a Jimin, no era normal, ¡N-no era un h-humano! ¡No lo era!

—¡¿Qué!?—exclamó Jeon inaudito con su celular en manos y se dejó caer nuevamente en la silla—¡¿Cómo que no era un humano Gi!?—le reclamó incrédulo.

—¡Al principio lo era! Pero después su forma cambió y se volvió morado. ¡Yo se lo que vi Jeon! ¡No estoy ciega!—se quejó por la incredulidad del chico.

«¡Eso tenía que ser una broma de mal gusto!» Pensó el peli negro.

Los ojos del castaño se abrieron como giradiscos, su corazón se detuvo, las manos le sudaron y la garganta se le secó. Ahí entendió todo.

—¡Llama a Hobi!—clamó el castaño en voz alta entregándole su celular a Jeon.

—¡¿Có-cómo!?—se limitó a decir Jungkook aún incrédulo por la reciente confesión de Seul Gi.

—¡Llámalo ahora y dile que Rugan se ha llevado a Jimin!—exclamó saliendo de la cafetería.

Sus párpados aún pesaban, pero de igual manera intentaba abrir los ojos.
Todo su cuerpo se sentía débil y la cabeza le punzaba, tenía un dolor insoportable. Parpadeo un par de veces y cuando por fin estaba consciente de que estaba despierto, deseo no estarlo.

«¿Qué es este lugar? » se preguntó admirando su alrededor, mientras trataba de enfocar.

Había ventanas en los laterales y en la parte superior, dando un total de 12 ventanas distribuidas, por medio de estas, podía verse con claridad las nubes y casi se le baja la presión cuando cayó en cuenta.

¡Estaba en una nave! ¡Muy, muy lejos de pisar tierra!

Además, cada unión llevaba iluminación led automatizada que iba cambiando de color, podía ser azul, luego pasar a verde y terminar en amarillo.
Entonces, intentó moverse pero grande fue su sorpresa al caer en cuenta de que estaba atado a una silla de aspecto futurista.
¿Y qué era eso con lo que le habían atado las manos? ¿Era alguna clase de esposas espáciales?
De hecho eran bastante cómodas, pensó.

—Ah—se quejó tratando de zafarse—¡Suéltenme! ¡Les exijo qué me suelten!—gritó llamando la atención de quien sea que estuviese vigilándolo.

—¿Qué tal el viaje, joven Park?—irrumpió en sus oídos una voz demasiado grave causando escalofríos en su espina dorsal.

—Uy, súper cómodo—respondió con cierto tono sarcástico—No sabe como amo que me golpeen en la cabeza, me secuestren y me suban a una nave espacial, siempre fue uno de mis sueños frustrados.

—¿Qué?—espetó otra voz aún más grave que la anterior—¡¿Quién es este chico insolente?! ¡¿Dónde está Hobi?!

Park intentó buscar a los dueños de esas dos voces, pero no había nadie más en ese lugar.

—Señor, él es un amigo, su sobrino no tendrá otra alternativa más que venir a rescatarlo—explicó saliendo por fin de la sombras.

Jimin quedó pasmado, completamente absorto.

¡Era un hombre horrible!

(Si es que a esa cosa se le podía llamar hombre).
Era demasiado delgado, muy alto, y de un color morado brillante, casi cegador, su traje parecía de látex, color negro ébano. Disponía de seis filosos dedos por mano y pie, y una cola en forma de látigo segmentado, está rematada en una punta reforzada en forma de aguijón. Poseía seis ojos divididos en dos hileras de tres, eran completamente negros y de aspecto viscoso, al rubio le dio repulsión y ganas de vomitar nada más de verlo.

¡Quería salir de ese lugar lo antes posible!
¡Quería ir a casa! ¡Quería a su mamá!

—Fascinante Connor—mencionó la otra voz mostrándose bajo la luz de igual manera.

Jimin de solo verle la cara, supo quien era, definitivamente se trataba de Rugan, tenía toda la pinta de villano, y el miedo, el pavor se apoderó de todo su cuerpo.

A diferencia del otro alienígena, esté se asemejaba más a él o a cualquier ser humano de su planeta. Excepto por su imponente altura de casi dos metros treinta, su voz, le pareció un poco extraño el hecho de que su piel era de un color azul cobalto, y no color carne como Hobi, tenía una capa anaranjada que apenas le llegaba a los talones, no demostraba miedo en absoluto.

Su cuerpo era de gran volumen, y el traje blanco que tenía puesto con ciertos tonos naranjas neón se adecuaba perfectamente a su corpulencia, además, poseía una cavidad en el centro de su frente, dónde una luz rosada yacía.
Cuándo hablaba, podía notar sus picudos dientes, dejando muy en claro que en definitiva no utilizaba hilo dental.

—Bien hecho, todo va de acuerdo al plan—caminó lentamente hasta posicionarse frente a él.

No podía mentir, el chico casi se hace pipí por la impresión que el tipo había causado en él.

—¡Olví-ví-denlo!—mencionó sin poder mirarle a la cara—¡Tienen las de perder!

Una risa se produjo de parte del gran Rugan, y Jimin deseó en ese momento, tener su celular para grabar aquella risa digna de película.

—Has escuchado una frase que dice: Mi manera de pelear no es pegándole a mi oponente, sino, haciendo que él mismo se golpee—exclamó con un semblante serio.

—Jamás, si le soy sincero, señor Rugan—respondió siendo extrañamente dócil.

—Si algo caracteriza al hijo de Ató, es su nobleza—mencionó dándole la espalda, y a pesar de llevar una capa, Jimin casi podía contar cada músculo.

¿El tipo hacía ejerció o que?
Porque literalmente podía pasar como un físico culturista.
¡No! ¡Debía dejar de pensar en ese tipo de cosas!
¡Había sido capturado por un jodido villano!

—¡¿Qué es lo que trama?!—gritó llamando su atención—¡¿Qué gana teniéndome como rehén?!—cuestionó tratando de zafarse.

—El no dejará que te haga daño por supuesto—contestó gravemente dándose sólo media vuelta—Esa es su naturaleza, mmm ¿Cómo explicarlo?—una maliciosa sonrisa se formó—Quiero un intercambio, podrá llevarte siempre y cuando me de lo que yo quiero—río para darle la espalda una vez más y caminar a la salida de esa cabina—¡Encárgate de él, Connor, y prepara el llamado de rescate!—fue lo ultimo que dijo antes de desaparecer por esas puertas automáticas.

—Cómo usted ordene, mi señor—respondió el alienígena.

—¡Es un maldito!—gritó Park removiéndose en su lugar—¡Él no va a venir!

—Eso es lo que tú piensas—mencionó Connor llevando su mano a un botón color verde.

—¡No! ¿Qué hace?—exclamó Jimin inquieto—¡Aleje sus picudos dedos alienígenas de ese botón!

—¡Buen viaje, joven Park!—dijo por último antes de presionar el botón, haciendo que Jimin cayera por un túnel, el cual lo conducía a su reclusión.

Estamos llegando al final de esta aventura de otro mundo.
Realmente agradezco todo el apoyo que le han brindado a esta historia.

¿Qué hará Hobi?
¿Qué es lo que planea hacer Rugan al obtener la tres cajas?
¿Podrán salvar a Jimin?

Muy pronto lo descubrirán.
Espérenlo ansiosos.

L@s quiere Esojairam20. 💚