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Podría jurar que en ese momento el corazón de Jimin se detuvo, su rostro palideció, y casi se me desmaya el pobre. La mica de los lentes del castaño a su lado casi se rompe por tan repentino comentario que por supuesto le hizo sorprender y al pelirrojo mágicamente se le desapareció el dolor de cabeza.

¿Como sabía que Hobi...? No no no.

No debía apresurarse y sacar conclusiones tan precipitadamente, debía preguntarle, pero...¿Cómo preguntarle sin ser directo? Sin confirmarle lo que quizá el peli negro ya sabía. Ah. Todo se estaba complicando y apenas era mitad de semana. ¿Qué debía hacer o decir? ¿Debía negarlo?. Si, quizá esa era la mejor opción.

—No hace falta que lo niegues, yo vi cuando pasó—se le adelantó el chico colocando los codos sobre la mesa y recargando el mentón sobre sus manos.

Maldita sea. ¿Ahora que?
Bueno, si decía haberlo visto, no podía arriesgarse. ¿Debería obligarlo a mantener la boca cerrada? Si, eso era necesario.

—Y tranquilo, no diré nada—volvió a mencionar el chico sin siquiera darle la oportunidad de hablar.

¡Demonios! ¿Acaso esté tipo leía las mentes?
¿Era alguna clase de psíquico?

—¿Cómo es que...

—Te dije que soy demasiado observador—interrumpió y eso frustraba al rubio—Además escuché cuando se lo dijiste a tu amigo el cuatro ojos.

—Ey—se quejó el castaño—Solo es un poco de miopía.

—¿No te enseñaron que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación?—mencionó Jimin aún sorprendido.

—No estaba escuchando a propósito, solo fue simple casualidad—dijo soltando una pequeña risa.

—Las casualidades no existen—le recalcó Park.

—Bueno, tienes razón—dijo cruzando sus brazos—Pero existe la sincronicidad, y está es la manera en que el universo pone a las personas en nuestro camino—habló aún con su sonrisa ladina—Aunque, en este caso es demasiado literal.

—¡Esto es malo! ¿Es malo?—exclamó el pelirrojo—¿Tú mamá va a matarte?—le preguntó al rubio preocupado—¡¿La policía va a arrestarme!?

—Eso no pasará, no dejare que pase—le contesto el rubio con rapidez tomándolo del hombro para tranquilizarle.

—Al principio creí que era una simple tontería y que estaba sumido en la alucinación, pero, ¿Qué me dices del gol que casi mata a Kai? O ¿La teletransportación después de la fiesta? ¡Eso está de locos!—exclamó nuevamente aquel chico.

Eso enserio era malo. Él había visto todo.
Jimin no podía pensar claramente, su mente estaba bloqueada.

—Como dije, no diré nada—habló al ver el rostro de aquel rubio—Su secreto está a salvo conmigo.

—¿Así de fácil?—preguntó con el entrecejo fruncido—¿No negociarás? ¿Algún soborno? ¿No quieres dinero?

¡Jimin, estás en quiebra! El chico está diciendo que no dirá nada, ¡¿No puedes callarte!?

—¿Quieres que te pida dinero a cambio de mi silencio?—preguntó divertido—¿Qué clase de persona crees que soy?

—No lo sé, tú dime—mencionó entrecerrando los ojos.

—Enserio son divertidos—dijo en un susurro para luego soltar un largo suspiró—Bien, lo haré para que estén convencidos, pero no es soborno, véanlo como, mmm un favor.

—¿De que clase de favor estamos hablando?—dijo está vez el castaño mirándolo serio.

—Quiero que él—habló señalando al extraterrestre—Espante a unos chicos que me han estado dando dolor de cabeza, sólo un pequeño susto para que dejen tranquila mi conciencia.

Los tres chicos se miraron entre sí algo pensativos.
De repente el timbre que daba fin al descanso se hizo presente por todo el lugar y aquel chico se levantó con pereza de su asiento.

—Bien, si no quieren, no hay...

—¡Espera!—alzó la voz haciendo que Min Yoongi se detuviera—Sólo, dinos exactamente lo qué hay que hacer.


—¿Quiénes son?—preguntó el rubio en un susurro.

Los cuatro chicos se hallaban observando a un grupo de estudiantes que se encontraban afuera de una tienda de conveniencia recargados en sus motocicletas, dos de ellos se veían mayores, quizá eran por mucho un grado más alto, otros fumaban y realmente les beneficiaba a su aspecto rudo.
Al castaño se le puso la piel de gallina de tan solo verlos, mientras que los demás sólo los observaban con detenimiento.

—Asisten al instituto que está a unas pocas cuadras de aquí, siempre vienen a comprar a esta tienda después de clases—mencionó el peli negro en voz baja mirándolos de mala gana.

—¿Y qué hay con eso?—susurro Jimin sin comprender el motivo por el que se encontraban ahí.

—Mi hermana menor trabaja en esa tienda—explicó cerrando los puños, se le miraba realmente molesto—No paran de molestarla.

—¿Es bonita?—preguntó Tae acomodándose los lentes y ganándose la mirada de los demás.

—¡Claro que es bonita! ¡Muy, muy bonita!—exclamó Min haciéndolos sobresaltar—Como sea, intente defenderla una vez y no pude moverme los siguientes tres días.

Ahora todo estaba claro y Jimin lo podía entender, Min Yoongi no era malo como decía su aspecto de chico frió, sólo era un hermano preocupado por el bienestar de su pequeña hermana y con justa razón, realmente no podía imaginar la impotencia que se siente cuando molestan a alguien que quieres y no puedes hacer nada para ayudarla.

—Muy bien, Hobi, tu turno—habló Jimin cruzando sus dos brazos.

—¿Qué debo hacer?—cuestionó el extraterrestre con una sonrisa en el rostro.

—Ey, tú—señaló al peli negro—¿Cómo se llama tu hermana?

—Minying—respondió el chico mirándolo de mala gana por el tono empleado.

—Tú mi querido amigo—dijo Park tomando a Hobi por los hombros—Irás hasta ese grupo de idiotas, te pararas firme y les dirás con claridad y sobre todo amabilidad que no se acerquen a Minying, o si no, patearas su trasero.

—¿Eso es ser amable?—cuestionó Tae con el entrecejo fruncido.

—Corre—exclamó el rubio dándole un leve empujón al alíen—Aquí estaremos observando todo, si las cosas se complican, iremos.

El pelirrojo sin estar completamente seguro, caminó hasta donde se encontraba aquel grupo de chicos, se aclaró la garganta y se plantó firme como su amigo humano le había dicho.

—Disculpen—habló captando la atención de todos los presentes—Hola, soy Hobi, sólo pasaba por aquí para...

—¿Quién es este payaso?—preguntó burlón el más alto de ellos acercándose a él.

—Te equivocas, no soy un payaso, soy un humano cualquiera—le respondió aún con su sonrisa—Mmm ¿Conocen a la chica que trabaja en esa tienda?—preguntó señalando aquel establecimiento.

—¿Qué con que la conozca?—habló grave mientras alzaba una de sus cejas.

—Bueno, sólo venía a pedirles amablemente, que no se vuelvan a acercar, porque yo, en realidad no quiero hacerles daño.

Aquel grandulón soltó una fuerte carcajada para tornarse serio segundos después.

—¡Mira niño bonito!—exclamó tomándolo del cuello de la camisa y boto lejos la colilla de su cigarro—¿Por qué no te largas de aquí y nos dej...

—¡Ey! ¡Ustedes!—interrumpió un valiente rubio con dos chicos detrás, un pelinegro serio y un castaño algo temeroso— Si, los tipos con cara de idiota que voltearon, serían tan amables de soltarlo.

—¿Y este enano quien es?—exclamó burlón otro de los chicos aventándole su cigarrillo que el rubio esquivó hábilmente.

—¿Enano? Eso sí fue ofensivo, enserio me dolió—dijo Park tomando su pecho dramático—Venimos en son de paz, pueden salvarse de una paliza si me hacen caso.

—¡Paliza la que te voy a dar si no nos dejas tranquilos!—exclamó empujándolo con fuerza, haciendo que el chico terminará en el suelo.

—¡Ey!—espeto Min acercándose al rubio.

—¡Amigo Jimin!—exclamo Hobi observando el raspón en el codo de su compañero.

—¿Te encuentras bien?—preguntó Taehyung ayudándole a levantar.

—Solo fue un pequeño golpe—dijo Park mirando a los contrarios de mala gana—Estoy bien.

—Oww, el pequeño se lastimó—dijo el mismo chico riendo—¡Ve a llorarle a tú mamita!

Entonces la mirada del extraterrestre se tornó seria y sus ojos cambiaron a un color rojo, su respiración se volvió acelerada y sus puños se cerraron.

¡Nadie podía tocar a su amigo!

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