Klaus tiene muchos tatuajes, demasiados. Algunos son fáciles de ver, como los de sus manos, y cuando no está usando su largo abrigo de plumas, es fácil ver el tatuaje que de cierta manera los une a todos como soldados de Sir Reginald Hargreeves.

No obstante, Klaus, a diferencia del resto de ellos, dota a su cuerpo de muchos más tatuajes. Demasiados, y Five no puede evitar sentir curiosidad por cada uno de ellos, sabe el significado de los tatuajes que Klaus obtuvo en Vietnam, incluso el que está dedicado a Dave.

Cada vez que recorre con sus dedos el plano estomago de Klaus, no puede evitar seguir aquel patrón, lo hace como una muestra de posesividad y envidia, quizás algo de celos e incluso cuando es tonto sentir celos por alguien muerto, no puede evitar sentir amargura y al mismo tiempo tristeza.

"Piensas demasiado fuerte" murmura Klaus, dándole una calada al cigarrillo.

Sus dedos continúan acariciando el tatuaje, Klaus suelta una risa algo avergonzada, y sus dedos continúan recorriendo el cuerpo desnudo de Klaus lentamente, hasta detenerse sobre uno de los costados, justo sobre las costillas de Klaus.

Hay una serie de notas musicales, la música nunca ha sido uno de sus fortalezas, pero fácilmente puede reconocer que se trata de parte de la partitura del "Fantasmas de la ópera", lo reconoce porque Vanya solía practicarlo en su habitación cuando apenas había empezado a aprender. Es su melodía favorita.

"¿Vanya? ¿Cuándo?" pregunta, sintiéndose curioso, Klaus luce avergonzado, pero asiente con un suspiro entrecortado.

"Me lo hice cuando se fue a la universidad. Es su pieza favorita, cada vez que pienso en ella, no puedo evitar asociarla con el sonido de su violín" responde, tratando de evitar los dedos de Five.

Five siente que su corazón se llena de cariño, ¿Su hermana sabía que Klaus había grabado un recordatorio constante de ella en su pálida piel? Casi sin darse cuenta, sus labios aterrizan contra aquel parche de piel, besando delicadamente el tatuaje.

"Fivey" suspira el castaño, apoyando su cabeza en la almohada y casi entregándose como un dócil gatito

Klaus es tan lindo...que casi siente deseo de poder devorarlo, pero antes necesita verlos.

"Muéstrame" ordena, sabiendo que debe haber otros tatuajes dedicados a sus hermanos.

Los ojos de Klaus brillan en la oscuridad, mostrando su dilatada pupila, Five puede jurar que su mirada es similar a la del castaño.

"Allison" dice mostrándole el tatuaje de un sol con tinta blanca y dorada, justo en el lado interno de la muñeca izquierda.

Sonríe, por supuesto que Allison sería un sol. Demasiada grande y especial en el corazón de Klaus para ser una simple estrella. Lo que le sorprende del tatuaje es la pequeña estrella colorida, es bastante hermosa.

"¿Claire?" pregunta delineando con cuidado, casi con reverencia el tatuaje dedicado a su sobrina, la sobrina que no han conocido aún. Klaus asiente afirmativamente.

"Luther" menciona Klaus, mostrando su muñeca derecha, esta vez es una media luna. "Merecían estar juntos de alguna manera" Klaus se encoge de hombros, al ver su mirada inquisidora, para luego juntar sus muñecas. Alineando los tatuajes.

Casi quiere reírse por lo cursi que puede ser Número Cuatro. En su lugar decide besar los labios de Klaus. Sus manos van a los cabellos rizados, sujetándose de ellos con fuerza para mantener el control sobre los labios del castaño. Le era muy difícil no dejarse llevar por el apasionado beso, aun así, nunca ha sido un hombre que se rinde fácilmente. Su búsqueda apenas ha comenzado.

Tiene mucha pero mucha curiosidad por saber si Klaus tiene algún recordatorio de él. Su corazón late apresuradamente después de ese beso que le deja en la boca el sabor único de Klaus.

Klaus se gira, dejando su espalda al descubierto, y nuevamente sus labios están sobre aquella piel, embriagándose por el dulce aroma y sabor salado. Klaus jadea debajo de él, arqueando la espalda, como si quisiera escapar de él y Five se pregunta si es porque Klaus siente cosquillas o placer.

Sus labios suben casi hasta la altura de los omoplatos, cuando eleva un poco su mirada ve la extraña brújula tatuada justo en la nuca.

"¿Ellos también debían estar juntos?" Pregunta, delineando el cuchillo y el tentáculo entrelazado dentro de la brújula. No es difícil adivinar porque Ben representa una brujulea, incluso cuando Klaus no lo escuchaba, Ben era la guía de Klaus, el hermano sabio y amable hasta el final que trato de cuidar de todos, pero especialmente de Klaus.

Klaus tiene muchos tatuajes, demasiados. Algunos son fáciles de ver, como los de sus manos, y cuando no está usando su largo abrigo de plumas, es fácil ver el tatuaje que, de cierta manera, los une a todos como soldados de Sir Reginald Hargreeves.

Sin embargo, Klaus, a diferencia del resto de ellos, adorna su cuerpo con muchos más tatuajes. Demasiados, y Five no puede evitar sentir curiosidad por cada uno de ellos. Algunos tatuajes son pequeños y discretos, mientras que otros cubren grandes áreas de piel, formando intrincados patrones y diseños. Los tatuajes cuentan la historia de su vida, cada uno representa un capítulo de su pasado turbulento y doloroso.

Conoce el significado de los tatuajes que Klaus obtuvo en Vietnam, donde vivió momentos traumáticos y decisivos. Uno de ellos muestra una paloma blanca llevando una rama de olivo, símbolo de paz, que contrasta con el entorno de guerra que rodeó a Klaus en aquel lugar. Otro tatuaje es un retrato borroso, pero aún reconocible, de una figura misteriosa que Five sospecha que es Dave, un antiguo amor de Klaus que dejó una profunda marca en su corazón.

Cada vez que recorre con sus dedos el plano estómago de Klaus, no puede evitar seguir aquel patrón. Lo hace como una muestra de posesividad y envidia, quizás un poco de celos. Incluso piensa que es tonto sentir celos por alguien muerto, pero no puede evitar sentir amargura y, al mismo tiempo, tristeza.

"Piensas demasiado fuerte", murmura Klaus, dándole una calada al cigarrillo. Su voz suena cálida y suave, aunque hay un rastro de cansancio y dolor oculto detrás de sus palabras.

Sus dedos continúan acariciando el tatuaje, y Klaus suelta una risa algo avergonzada. Sus dedos continúan recorriendo el cuerpo desnudo de Klaus lentamente, hasta detenerse sobre uno de los costados, justo sobre las costillas de Klaus.

Hay una serie de notas musicales. La música nunca ha sido una de sus fortalezas, pero fácilmente puede reconocer que se trata de parte de la partitura de "El Fantasma de la Ópera". Lo reconoce porque Viktor, solía practicarlo en su habitación cuando apenas había empezado a aprender, solía ser su melodía favorita.

"¿Viktor? ¿Cuándo?" pregunta, sintiéndose curioso. Klaus luce avergonzado, pero asiente con un suspiro entrecortado.

"Me lo hice cuando se fue a la universidad. Es su pieza favorita, cada vez que pienso en esa melodía, no puedo evitar asociarlo con el sonido de su violín", responde, tratando de evitar los dedos de Five.

Five siente que su corazón se llena de cariño. ¿Acaso Viktor sabía que Klaus había grabado un recordatorio constante de él en su pálida piel? Casi sin darse cuenta, sus labios aterrizan contra aquel parche de piel, besando delicadamente el tatuaje.

"Fivey", suspira el castaño, apoyando su cabeza en la almohada y casi entregándose como un dócil gatito.

Klaus es tan lindo que casi siente el deseo de poder devorarlo, pero antes necesita ver los tatuajes.

"Muéstrame", ordena, sabiendo que deben haber otros tatuajes dedicados a sus hermanos.

Los ojos de Klaus brillan en la oscuridad, mostrando su dilatada pupila. Five puede jurar que su mirada es similar a la del castaño.

"Allison", dice mostrándole el tatuaje de un sol con tinta blanca y dorada, justo en el lado interno de la muñeca izquierda. El sol representa la calidez y el brillo que Allison aporta a la vida de Klaus, pero también refleja su capacidad para iluminar la vida de los demás.

Sonríe, por supuesto que Allison sería un sol. Demasiado grande y especial en el corazón de Klaus para ser una simple estrella. Lo que le sorprende del tatuaje es la pequeña estrella colorida, es bastante hermosa.

"¿Claire?", pregunta delineando con cuidado, casi con reverencia el tatuaje dedicado a su sobrina, la sobrina que no han conocido aún. Klaus asiente afirmativamente.

"Luther", menciona Klaus, mostrando su muñeca derecha, esta vez es una media luna. "Merecían estar juntos de alguna manera", Klaus se encoge de hombros, al ver su mirada inquisidora, para luego juntar sus muñecas, alineando los tatuajes.

Casi quiere reírse por lo cursi que puede ser Número Cuatro. En su lugar decide besar los labios de Klaus. Sus manos van a los cabellos rizados, sujetándose de ellos con fuerza para mantener el control sobre los labios del castaño. Le es muy difícil no dejarse llevar por el apasionado beso, aun así, nunca ha sido un hombre que se rinde fácilmente. Su búsqueda apenas ha comenzado.

Tiene mucha, pero mucha curiosidad por saber si Klaus tiene algún recordatorio de él. Su corazón late apresuradamente después de ese beso que le deja en la boca el sabor único de Klaus.

Klaus se gira, dejando su espalda al descubierto, y nuevamente sus labios están sobre aquella piel, embriagándose por el dulce aroma y sabor salado. Klaus jadea debajo de él, arqueando la espalda, como si quisiera escapar de él, y Five se pregunta si es porque Klaus siente cosquillas o placer.

Sus labios suben casi hasta la altura de los omóplatos. Cuando eleva un poco su mirada, ve la extraña brújula tatuada justo en la nuca.

"¿Ellos también debían estar juntos?" pregunta, delineando el cuchillo y el tentáculo entrelazado dentro de la brújula. No es difícil adivinar por qué Ben representa una brújula; incluso cuando Klaus no lo escuchaba, Ben era la guía de Klaus, el hermano sabio y amable hasta el final que trató de cuidar de todos, pero especialmente de Klaus.

Ve que Klaus asiente, sin emitir sonido, y sinceramente, Five tampoco es capaz de hablar. La herida por la pérdida de Ben está demasiado fresca. Los dedos de Five siguen recorriendo la suave piel, deteniéndose en algunos tatuajes, pero sinceramente, ninguno de ellos parece adecuado para representarlo.

Su corazón late dolorosamente, preguntándose si él era merecedor de un tatuaje, o el dolor que dejó en Klaus cuando se perdió en el apocalipsis hizo que Klaus decidiera olvidarlo.

"Mi tobillo", susurra Número Cuatro, acariciando sus mejillas, limpiando las lágrimas que jamás notó.

Sus manos descienden lentamente por las largas piernas de Klaus, hasta llegar a los tobillos de Klaus. La piel es bastante suave, pero Five se encuentra mirando las pequeñas flores azules con corazones amarillos. "No me olvides", susurra, recordando con cierta nostalgia el mito de dos amantes que se juraron amor eterno y leal, incluso después de la muerte.

Cuando Klaus volvía del mausoleo y se negaba a ser tocado, comer o dormir, Five solía colarse en la habitación de Número Cuatro y hablarle de diferentes historias y mitos para distraerlo. Entre ellas, le contó la leyenda de estas pequeñas y simbólicas flores. Rápidamente se había vuelto la historia favorita de su castaño.

"Vergiß mich nicht" (No me olvides) susurró en alemán.

"Ich würde dich nie vergessen, meine ewige Liebe" (Jamás te olvidaría, mi eterno amor) fue la respuesta de Klaus, en su idioma natal.

Una promesa, dicha con total honestidad, grabada sobre la piel con tinta, sangre y dolor, tan profunda y leal, que por un momento Five olvida respirar, abrumado por los sentimientos de Klaus y los suyos propios.

"¿Por qué en tus pies?", pregunta, besando aquel parche de piel entintada.

"Porque...esperaba que mis pies me llevaran de regreso a ti", responde Klaus, con un brillo de esperanza en sus ojos.

Five se siente abrumado por el amor incondicional que Klaus le muestra. No se siente digno de un amor tan puro y sincero. Los errores del pasado y las decisiones equivocadas pesan en su mente, pero en ese momento, solo quiere estar cerca de Klaus.

"Te amo", le asegura Klaus, como si fuera capaz de leer sus pensamientos. "Sé que no soy digno...", susurra, temeroso como si Five fuera a desaparecer nuevamente.

Es gracioso cómo su amado parece sentir de la misma manera que él, ambos están tan rotos por las malas decisiones que han tomado.

Uno es un drogadicto y el otro un asesino.

Tan diferentes, pero tan similares, tan rotos que es casi doloroso, pero de alguna manera, con todos sus errores y sentimientos enmascarados, son capaces de armonizar, de encajar como si fueran dos piezas de un mismo rompecabezas.

Se besan casi con desesperación, como si a través de sus labios fueran capaces de imprimir sus esencias en el otro como si fuera un hermoso tatuaje.

Klaus tiene muchos tatuajes, demasiados, hay uno que simboliza al hombre que los unió, otros son la representación del amor y afecto que su amado siente por sus hermanos, su familia y también a los amigos y amantes de otro tiempo.

Y Five adora a cada uno de ellos. Tanto como ama a Klaus. En ese momento, ambos se encuentran, conectando sus corazones rotos y sanando juntos en una danza de amor y aceptación mutua. A pesar de todo, se dan cuenta de que son más fuertes juntos, y esa comprensión les brinda la esperanza de un futuro en el que puedan superar sus demonios y encontrar la felicidad que tanto merecen.