Capítulo 31: Solo mío (Klive omegaverse)
Los flashes de las cámaras los ciegan por un segundo. Han terminado otra misión, la Academia Umbrella en todo su esplendor posan para los periodistas. Luther contesta las preguntas con ayuda de Allison y su padre.
Por su parte, Five se dedica a vigilar de cerca el bienestar de sus hermanos. Klaus esta ayudando a Ben a quitarse parte de la sangre de la cara. La forma en que Klaus mueve sus manos, con absoluta delicadeza, le conmueve. Le hace querer ronronear a lo cuidadoso que puede ser su omega.
Oye una conmoción, uno de los rehenes se acerca a ellos, es un beta masculino, Five lo ignora cuando un periodista le pregunta sobre la misión y su accionar en ella. Esta respondiendo las preguntas con cierta altanería y una sonrisa prepotente cuando escucha las risas y la conmoción del publico y sus hermanos.
Gira sobre sí mismo en 180 grados, viendo a Klaus siendo besado por el beta que anteriormente había ignorado. La mano de Allison sobre su hombro es lo único que lo detiene. Eso y que Ben ya ha empujado al hombre lejos de su castaño.
Klaus luce conmocionado, con las mejillas rojas y la respiración agitada. Gruñe furioso, nadie tiene derecho a poner a su omega de esa forma excepto él. Parpadea al lado de Klaus y sin decir nada lo toma del brazo y teletransporta a ambos a la mansión.
"Fivey" dice el omega, con cierta preocupación. "Yo no quise. Me tomo de sorpresa"
"Somos héroes, Klaus" dice como si eso explicara todo. Con cuidado comienza a desprender su chaqueta, esta vez la misión ni siquiera les ha permitido usar su uniforme habitual de cuero. Desprende su corbata, puede oler el temor de su omega, sonríe mientras acaricia el escudo de la academia "Desnúdate y acuéstate en la cama" ordena sin vacilar.
Five necesita que su omega aprenda una importante lección. Nadie puede tocarlo a no ser que sea él. Nadie puede besarlo excepto su alfa.
Es posesivo, lo sabe, y quizás mezquino, pero Klaus le ha pertenecido desde que ambos son niños, durante años lo protegió de su padre y el resto de sus hermanos. Ha hecho tratos poco éticos para asegurarse el bienestar de su omega.
Lo ama. Es suyo como él es de Klaus. Se pertenecen en cuerpo, vinculo y alma.
Voltea al escuchar a Klaus quitarse la ropa, y se detiene a observar los movimientos apresurados, Klaus parece ansioso por complacerlo. Casi ronronea al ver la ropa de encaje que compro para su omega la semana pasada. El encaje negro destaca sobre la pálida piel.
"Tienes prohibido hablar" le dice al momento en que lo arroja sobre la cama
"Oh nos estamos poniendo mandón" juguetea Klaus, probando sus límites, no le teme a su alfa, todo lo contrario, le divierte ver a su alfa tan molesto, celoso.
Jamás lo admitiría ni bajo tortura, pero si tiene algo de culpa en lo ocurrido con el beta. Five ha estado ignorándolo últimamente, demasiado concentrado en querer viajar en el tiempo. Esta preocupado por Five, teme que los poderes de su alfa se salgan de control y él termine perdiendo a Five.
El fuerte agarre de Five sobre sus muñecas lo sorprenden. "No soy Diego ni Ben, no te creo, sé que lo hiciste a propósito" Klaus traga con dureza, pensó que estaba siendo cuidadoso "Vas a ser castigado, esto no es una recompensa"
Las manos de Klaus son atadas al respaldar de la cama, Klaus hace todo lo posible para no estremecerse, le gusta lo posesivo que puede ser su novio. Lo ultimo que ve, antes de que Five le vende los ojos con su corbata, es la sonrisa de su alfa.
"En el momento que hables, te dejare atado toda la tarde" amenaza, apenas apretando un poco sus manos alrededor del delgado y esbelto cuello.
Five es un verdadero fanático del control, incluso en la cama, especialmente cuando Klaus parece tan ansioso por complacerlo.
El alfa se lame los labios, disfrutando de la imagen que Klaus forma atado en su cama, llevando apenas lencería de encaje, medias altas y su corbata cubriendo sus hermosos ojos. Apenas lo ha tocado, pero su omega se estremece con sus delicados toques.
Primero recorre las costillas del omega con lentitud, sus pulgares apenas rozan los pezones rosado y Klaus tironea las cuerda, es tan sensible en aquella zona y su alfa lo sabe.
Five se ríe entre dientes, disfrutando de las sinceras reacciones del cuerpo de Klaus. Baja sus manos, acariciando el plano estómago, algún día, cuando ambos escapen de ese infierno que llaman academia, el estomago de su omega se llenara con sus cachorros. Deposita un delicado beso, apenas es un toque, antes de su lengua deje un rastro húmedo sobre la piel.
Su lengua redondea el ombligo de Klaus, sabiendo lo sensible que es el omega con esa parte. Sus manos juegan con el elástico de la ropa interior, apenas tocando aquella zona, ignorando las suplicas silenciosas del médium.
Desde donde esta, puede olor las feromonas de su omega. Huele tan bien. Su dedo índice desciende, siguiendo el elástico de la ropa, y a medida que mas baja puede sentir la humedad de la tela.
"¿Ya estas tan húmedo?" pregunta, sabiendo la respuesta, Klaus siempre esta húmedo y preparado para que lo tome en cualquier momento. "¿Fuiste a la misión oliendo así? ¿Estuviste tocándote? Siempre tan ansioso" susurra lamiendo su dedo, saboreando el lubricante natural de su omega.
Una parte de él agradece que su omega no esté en celo, generalmente el lubricante de los omegas era afrodisíaco para los alfas, pero entonces, no es como si Five necesitara mucho incentivo para querer tomar a su castaño.
Sus manos siguen bajando hasta posarse en las piernas del omega. Klaus no sabe lo hermoso y pecaminoso que se ve de esa manera. Si hay algo que adora de su pareja son sus largas piernas, especialmente cuando lleva esas medias que solo le llegan hasta la mitad de los muslos. Si tan solo su padre le permitiera usar faldas a Klaus, su omega se vería absolutamente follable.
Con cuidado y sin querer herir a su omega, besa el interior del muslo de la morena subiendo lentamente por la suave pierna, lamiendo la unión entre el encaje y la pálida piel. Sonríe al sentir el estremecimiento de Klaus. Sin dudarlo, muerde el interior del muslo, dejando una marca roja. La piel de su omega tiene un sabor dulce, así que lame con cuidado su marca. Esta vez no lo ha hecho sangrar, poco a poco aprende a controlarse.
"Apenas he empezado y ya estás muy cachondo" Dice al tiempo que su mano frota la ropa interior, allí, justo donde comienza a hacerse notorio la erección de su omega.
Por supuesto, Five sabe que Klaus no le va a contestar, después de todo le ha prohibido hablar. Su omega es demasiado ruidoso, y a Five le encantaba ver hasta donde es capaz de aguantar el castaño.
En cuanto Five apoya su nariz en el bulto, Klaus no puede evitar soltar un gemido ronco, tan necesitado y desesperado que tiene al alfa sonriendo.
"Sabes que eres un mocoso, ¿verdad?" Pregunta, deslizando sus manos hasta llegar al elástico de la ropa interior, deslizándola por el cuerpo de Klaus con tortuosa lentitud: "Has sido muy malo Klaus. ¿Por qué dejaste que ese beta te tocara? ¿No soy lo suficientemente bueno para ti?", pregunta, pero Klaus se muerde los labios con fuerza, temiendo que si responde Five deje de tocarlo.
Klaus quiere gritarle, suplicarle, decirle que la verdad, que solo deseaba ponerlo celoso, solo que no esperaba que el beta lo besara. Su erección se ve liberada de la ropa, pero no es suficiente, mueve sus caderas, deseoso de ser tocado, acariciado y llenado.
Five deja de tocarlo, de hecho, ya no puede sentir la calidez del cuerpo de su alfa, pero puede sentir el sonido de la ropa caer al piso. Solo puede imaginar lo que Five esta haciendo. Luego todo es silencio y comienza a lloriquear. ¿Five ha cumplido con su amenaza y lo ha dejado así?
Five le sujeta la nuca, con fuerza, enredando los dedos en sus rizos castaños. El omega suelta un suspiro de alivio, su alfa no lo ha dejado "Debería dejarte atado y castigado, porque te has portado mal" Sus labios apenas se rozan, pero al ver que Klaus sigue reacio a hablar, Five decide pasar su lengua por esa boca pecaminosamente roja y maltratada "Te vas a hacer daño" le regaña, porque ante todo es un alfa protector.
"Fivey" gime Klaus, el moreno no puede soportar el olor de Five, las manos y los suaves besos que reparte por su cara. A eso hay que sumarle el cálido cuerpo de su alfa que lo cubre como una manta, y el miembro que roza y estimula el suyo con los suaves pero certeros movimientos de cadera. No es justo que su alfa consiga convertirlo en nada más que un muñeco dispuesto a complacerlo en todo.
Prácticamente se siente derretirse por las caricias de Five, lo mas frustrante es que su alfa lo sabe, si la sonrisa que siente sobre su piel es una indicación.
Finalmente, Five decide complacer a su omega, juntando sus bocas en un apasionado beso, en el que ambos luchan por el dominio del otro, el sonido de su respiración agitada y sus besos es obsceno. No es un beso tierno, hay demasiada lengua y dientes involucrados para ser algo tierno. Es posesivo. Con este simple acto, ambos parecen querer devorar al otro y al mismo tiempo ser devorados.
El placer que recorre el cuerpo de Klaus lo sobrepasa. Al tener sus ojos vendados, sus manos restringida, sus otros sentidos se agudizan. Su alfa es cruel porque sabe que todos han sido entrenados por su padre para verse incapacitado de sus sentidos y utilizar y desarrollar los otros disponible.
Su nariz capta las hormonas de su alfa, su deseo. Las caricias bruscas de su alfa que recorre su cuerpo hace que todo su cuerpo sea sensible.
En su desesperación Klaus mueve sus caderas, tratando de llevar la erección de su alfa a su lubricada entrada.
"Esto no es una recompensa Klaus" murmura Five, lamiendo su oreja "Es un castigo por ser tan provocador" Klaus odia la forma en que Five suena tan divertido con su desesperación
"Lo siento" llora, sin saber que mas hacer. Necesita ser llenado, poseído por su alfa. Ha estado esperando toda la semana por esto. Sus manos tironean con frustración las cuerdas.
Five lame la lagrima que se desliza por debajo de la venda. Una pequeña parte de él se siente culpable y otra parte saborea la desesperación del médium. No es su culpa se dice a sí mismo. Klaus no tenía que coquetear con ese beta solo porque lo ha estado ignorando.
Quizás por esa pequeña culpa es que lleva su mano hasta el miembro del castaño y lo acaricia lentamente, Klaus sisea mientras su espalda se arquea. "Alfa" murmura con suavidad, casi parece un maullido
"Recuerda las reglas, sin hablar" ordena mordiendo el cuello del omega, justo sobre su marca, su pulgar acaricia la cabeza del miembro de Klaus, pero su omega comienza a oler frustrado. Five sabe que Klaus anhela ser tocado, solo que no en ese lugar, los omegas son criaturas tan interesantes. Su omega es un verdadero enigma. Klaus no es delicado y recatado como la mayoría de los omegas, no, su omega es ruidoso y exigente, no teme hablar con alfas que le doblan el tamaño de forma que muchos considerarían irrespetuoso, y que él divierte demasiado.
Klaus podía desarmar a las personas con solo unas palabras llenas de sarcasmo, que generalmente golpeaban el ego de las personas. Pero odiaba cuando su omega usaba su encanto en su contra.
Deja un par de besos a lo largo del cuello de Klaus antes de retirarse, dejando su cómoda posición, toma las piernas de Klaus, colocándolas sobre sus hombros. Desde esta posición puede oler la esencia natural de Klaus. La entrada de Klaus parece palpitar, cuidadosamente introduce uno de sus dedos, el cual entra sin problemas por la lubricación del castaño.
No vacila cuando su lengua lame parte de la entrada. Sonríe al recordar que Klaus ha estado comiendo demasiada fruta. Sabe dulce con algunas notas almizcle.
"Estuviste planeando esto" murmura, Klaus se tensa, oh va amar castigar a su omega.
Klaus niega con su cabeza, pero las palabras quedan trabadas en su boca cuando Five comienza a lamer sin piedad su entrada. Su cuerpo se estremece como si una corriente eléctrica lo recorriera, sus dedos se doblan y sus talones chocan con fuerza con la espalda de su alfa.
Su cuerpo se rinde ante la invasora lengua que en ningún momento se apiada de él. Las uñas de su compañero se clavan sin piedad en su espalda elevada, dejando un rastro ardiente. Esta seguro que va a estar marcado durante días.
Esta demasiado ocupado gimiendo, suplicando, tironeando de las ataduras, deseando poder ver el rostro de su alfa mientras se lo come.
Cada nervio de su cuerpo se ve tensado y torturado por el placer.
"Five" murmura el nombre de su alfa.
Casi puede sentirse llegar a la cúspide. Esta casi allí, pero su compañero se detiene.
Sus piernas son dejadas sobre la cama, y deja de sentir la calidez de su alfa.
No. No. No. Su compañero no puede ser tan cruel. No puede dejarlo de esa manera, tan frustrado.
"¿Has aprendido tu lección?" la voz del alfa suena un poco lejana.
Klaus quiere llorar, no fue así como planeo que las cosas resultaran. Se suponía que Five se pondría celoso y luego harían el amor durante toda la tarde y si tenia suerte, toda la noche, quizás de esa manera la idea de viajar en el tiempo abandonaría la cabeza de su alfa.
Five sujeta la barbilla de su omega, lo suficientemente fuerte para captar la atención de su hormonal omega, pero no la suficiente para dejar marca. "Entiendes que no debes coquetear con otros para llamar mi atención"
Klaus escucha las palabras, su cuerpo se siente como gelatina y la frustración brota por cada uno de sus puros. "Sí, alfa" escupe con algo de rabia. Odia que sus planes no salgan como quiere. Pero entonces, conoce a Five.
"Bien" Five desata su corbata, dejando que Klaus ve su rostro enojado "No vuelvas a hacerlo" ordena, limpiando las lágrimas de Klaus.
Klaus luce tan vulnerable, es un lado que pocas personas pueden ver, pero lo que mas le divierte es la frustración de su omega, Klaus tiene un adorable puchero. "Eres tan molesto" susurra besando los labios del omega
Klaus solo tarda dos segundos en responder a su demandante beso. Sus manos se apresuran a desatar las muñecas del castaño. Klaus parece deseoso de tocarlo, pero antes de que Número Cuatro pueda tocarlo, parpadea lejos, junto el escritorio donde yace su ropa.
"¿Fivey?" la voz de Klaus tiene cierto borde de desesperación.
"Te dije que esto era un castigo" Dice el alfa, incluso si su erección luce dolorosamente dura, no piensa complacer al omega. "Deberías ir a tu cuarto"
Klaus ve la erección "Oh, esta bien" dice tratando de gritar, su cabeza trata de buscar una solución, ve su ropa interior y la sostiene con delicadeza, sin mirar a su alfa, pasa sus piernas por ella, deslizándola con suavidad por sus piernas "Supongo que puedo cuidar de mis propias necesidades"
Five estrecha sus ojos, la idea de Klaus complaciéndose a sí mismo, sin él estando presente, le molesta. Oh, parece que su omega no entendido que solo él es capaz de llevar a Klaus a la cúspide del placer. Quizás necesita ser mas practico. Usando sus poderes, aparece justo enfrente de Klaus.
"¿Alfa?" pregunta, Klaus es volteando y empujado a la cama sin delicadeza. El omega sonríe contra la almohada.
"¿Por qué tienes que ser tan provocador?" murmura el alfa besando la espalda baja de Klaus, con sus manos sujetando las caderas del castaño.
Klaus puede sentir el miembro de Five rozar su entrada, se estremece totalmente desesperado por sentir el gran miembro de su alfa.
Klaus se aferra a las sabanas al sentir la ruda instrucción, una parte de él agradece tener una lubricación natural y el estar acostumbrado al tamaño de Five, de lo contrario esto hubiera sido demasiado doloroso.
Los movimientos de Five son bruscos, ásperos y rápidos, pero incluso así el alfa tiene al omega suplicando por más. Por supuesto a Klaus le encanta que sea áspero con él.
Las manos de Five sujetan sus caderas con fuerza, casi con algo de enojo, pero Klaus esta demasiado ocupado tratando de apaciguar sus gemidos mordiendo la almohada, la rudeza con que Five lo invade sin piedad lo tiene al borde de la locura.
Se aferra a la almohada como si fuera su sustento de vida, dejando que su alfa utilice su cuerpo, la respiración irregular de Five, el sonido de sus cuerpos hace cuando chocan mutuamente, y sus apenas disimulados gemidos son todo el sonido que puede escuchar junto a su rápido y fuerte corazón.
Five golpea sin piedad aquella bola de nervios dentro de su cuerpo. Grita el nombre de su alfa mientras araña las sabanas, tratando de sostenerse de algo, porque la almohada le fue arrebatada por su alfa.
"¿No era esto lo que querías? A veces puedes ser tan pervertido" murmura el alfa mordiendo su lóbulo "Eres una perra"
"Lo soy, pero soy tu perra" jadea con algo de esfuerzo, no esta seguro de si esta tartamudeando, demasiado ocupado tratando de no ahogarse con el placer que siente su abusado cuerpo.
Five apenas deja la calidez de Klaus antes de voltear a su omega. Los brazos de Klaus se aferran rápidamente a sus hombros mientras ambos se besan desesperadamente, usando algo de su fuerza logra sentarse en la cama con Klaus sobre su regazo.
"Bien, trabaja por ello si tanto lo quieres, omega"
Five guía a su omega con algo delicadeza, algo totalmente extraño teniendo en cuenta la espalda de Klaus ha sido prácticamente marcada por sus dientes.
Klaus no tarda en posarse sobre su miembro, hace una mueca por su sensible y abusada entrada. Va a dolor, mañana no va a ser capaz de sentarse ni caminar sin cojear. La idea le encanta. Ya puede imaginar la mirada disgustada de su padre.
"Hazme un nudo, alfa" suplica, sabiendo que Five no es capaz. Los alfas solo pueden anudar a los omegas durante las rutinas y los celos. Sabe cuanto eso va a frustrar a su alfa.
"Oh eres tan molesto" murmura el alfa mordiendo su cuello.
Klaus se ríe entre dientes, su alegría le dura poco menos de dos segundos, cuando Five toma sus caderas y empieza a guiar sus movimientos. Demonios, sin duda mañana no va a ser capaz de levantarse de la cama.
Arriba y abajo, la aspereza de montar a su alfa le hace doblar la espalda. Es algo incomodo, pero el dolor es rápidamente superado por el placer. Tiene que aferrarse a los hombros de Five para tratar de seguir el ritmo exigente del alfa.
Aquel familiar ardor que se anuda en su estomago solo hace que quiera acelerar sus erráticos movimientos, incluso puede escuchar los quejidos de su alfa, sabe que esta cerca. Lo sabe por la forma en que las uñas de Five se clavan en su tierna y delicada carne.
"Alfa" murmura sobre los labios entreabiertos de Five, jugando con la lengua de su alfa.
Sus movimientos cada vez mas profundos, lentos pero erráticos los tienen frustrados, están tan cerca, Five no es capaz de seguir aguantando el peso de Klaus por mucho tiempo, pasa su brazo por la cintura del omega, ayudando a marcar un ritmo mas certero. Sonríe cuando Klaus se queja. Su mano libre toma la mano del omega.
Klaus lo mira, ambos demasiados perdidos en el placer de verse mutuamente, la mano de Klaus se aferra a la suya. Es casi tierno la forma en que ambos se aferran mutuamente.
"Te amo" le murmura Klaus apretando su entrada.
Eso es todo lo que ambos necesitan para llegar al orgasmo.
El cuerpo de Klaus cae pesadamente sobre el de Five, el alfa esta demasiado cansado por lo que se deja caer sobre la cama, arrastrando a Klaus sobre él. Disfrutando de la tranquilidad mientras tratan de regular sus respiraciones.
"Lo lamento" murmura Klaus "No pensé que el beta iba a besarme" admite escuchando el latido de su alfa
"Supongo que también es culpa mía" admite con cierta molestia "No me gusta que otros te toquen"
"Lo sé, tampoco me gusta que otros me toquen, solo tú y nuestra familia" Klaus besa la barbilla de Five "Pero pasas demasiado tiempo metido en tu investigación, Fivey, tengo miedo de que algo pueda salir mal" admite con cierta vergüenza
"Por eso necesito investigar, Klaus" también teme que algo pueda salir mal, pero necesita mostrarse seguro "Si logro esto, ambos podemos escaparnos, falta solo un año y medio para que ambos tengamos 18. Técnicamente seríamos legales, y papá no podría decirnos nada ni perseguirnos"
Klaus sonríe ante la idea de poder escaparse, quizás Ben y Vanya quieran venir con ellos, no puede imaginarse escapar sin sus hermanos, especialmente los dos menores. Ben suele decirle que es su instinto maternal. Bufa molesto.
"Bien, solo ten cuidado" acepta un poco renuente, sus ojos se cierran lentamente, escucha la risa de Five
"Es gracioso que piensen que tu castigo ha terminado" dice el alfa
Mierda, mañana no voy a poder caminar. Piensa Klaus, antes de rendirse ante a las caricias de su alfa. Después de todo el poder caminar estaba sobrevalorado.
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