—Yo...— Vanya sabía que había hablado de más y ahora Cinco sospechaba —Cuando te fuiste, papá intentó emparejarlo...—

Las palabras de Vanya se repiten una y otra vez en su mente, su hermana nunca ha sido buena para guardar secretos, jamás, sospecha que es lo que su hermana ha intentado decirle y el simple hecho de que su padre haya intentado a obligar a su Omega a tomar otro alfa, le molesta y mucho.

Mira de reojo a Klaus, quien yace dormido a su lado, generalmente no le gusta que invadan su espacio personal, pero hace una excepción con el castaño. Pasa su mano por la delgada cintura, le encantaría tocar la tersa y suave piel del Omega, pero no creé que pueda detenerse. Se conforma con solo mantenerlo a su lado. Dolores siempre lo acusó de ser demasiado posesivo, no lo era, solo le gustaba cuidar lo que era suyo, y Klaus era suyo.

Paso 45 años tratando de volver al lado de Klaus y su familia, si habían regresado al pasado y apenas eran unos niños físicamente, eso no era un problema para él; Podía esperar un poco más. Lo suficiente hasta que Klaus se entregará a él voluntariamente.

Puede ser paciente, incluso si Dolores dice que no en su cabeza. Se duerme pensando en la muñeca, extraña a su amiga. Ella sin duda lo ayudaría con su actual dilema, a Dolores le encantaban las novelas románticas

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Cinco camina con tranquilidad hasta la oficina de su padre. Detesta al hombre, pero ha decidido que si no quiere alterar la línea de tiempo y llamar la atención de la Comisión deben hacer básicamente la misma vida. Su padre es parte importante de sus planes, solo por eso lo mantiene con vida

—Número Cinco, estoy decepcionado de tu conducta— comienza el discurso su padre, siempre le ha sido útil ese discurso al viejo —estoy empezando a arrepentirme de haberte permitido unirte con Cuatro— suelta un gruñido —Silencio— ordena

—No metas a mi Omega en esto—

—Tu comportamiento ha cambiado desde que ambos se han unido, no has sabido controlarlo tampoco-

—Klaus no es un objeto padre—

—Si no eres capaz de cuidarlo, se lo entregaré a otro alfa— la amenaza hace que Cinco tomé el elegante abrecartas de su padre y lo coloque en el cuello del viejo —Número Cinco- advierte, Pogo se mueve inquieto, sin saber qué hacer.

—Primero, Klaus no es un objeto, segundo Klaus es mi Omega, no necesita otro alfa, y tercero si te atreves a tocar a mi Omega, desearás que te mate porque haré de tu vida un infierno, padre. No juegues conmigo— Amenaza el joven alfa, presiona más fuerte el abrecartas, una fina línea roja se desliza por el cuello de su padre, es sangre —Espero haber sido claro, buenos días padre—

Cinco sale apresurado de la oficina, Klaus ha sido amenazado y él ha reaccionado como cualquier alfa lo haría, busca con la mirada a Klaus, sus hermanos están desayunando, pero su Omega no está por ningún lado. Vanya lo ve, la chica le hace un gesto hacía la escalera y mueve sus labios formando la palabra "baño".

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Reginald observaba en silencio como la puerta de su oficina es azotada con fuerza. Sus hijos están escapando poco a poco de su control: a través de la nueva rutina de sus hijos, podía ver los cambios que surgieron en su familia de la noche a la mañana. Para empezar Siete empezaba a ser incluida en todas las actividades. Incluso cuando lo había prohibido. La niña parecía ganar una nueva confianza que días atrás no tenía.

Dos y Uno no peleaban tanto, Tres parecía no querer abusar de sus poderes, y la mayoría del tiempo su estado de ánimo era melancólico.

Seis, a pesar de ser tranquilo dividía su tiempo en estudiar, pasar tiempo con sus hermanos y pelear con Cinco. Eso sin duda le llamo la atención, esos dos eran bastante unidos, ambos eran los más inteligentes del grupo, tenían una fuerza que era distinta a la de Uno o Dos, pero ambos eran iguales de letales y peligros.

Seis comenzaba a revelarse en su contra para ayudar a Cinco o Cuatro, sin duda sería imparable.

– Pogo. Aumenta la dosis de supresores de Número Seis y Cuatro"– Le indico al chimpancé –Bajo ninguna circunstancia permitiré que esos dos se salgan de control"

El chimpancé se mostró nervioso –Pero señor, es peligroso darles tantos supresores a Número Seis. Podría perder el control de sus poderes y de las criaturas-

Reginald miró molesto a su sirviente -Lo sé, pero Número Cinco se me escapa de control y si él lo hace, los demás también, no necesitamos perder a Seis ante los caprichos de sus hermanos

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Generalmente Klaus no tomaría un baño a esta hora, prefiere esperar hasta la noche, pero siente demasiado dolor en su vientre, su celo se acerca y parece que se va a adelantar. Se siente demasiado sensible e incómodo. Abre la canilla, dejando caer las sales aromáticas que su madre le obsequió para su cumpleaños, la bañera se llena mientras él se lava los dientes.

La aparición de Cinco lo sobresalta, no debería sorprenderse, pero antes de siquiera pronunciar el nombre de su alfa, este lo está besando mientras lo arrincona contra el lavabo. Es algo gracioso que Cinco siendo un poco más bajo que él pueda dominarlo de esa manera, pero a Klaus le encanta ser dominado, su lado Omega ronronea ante la sensación de su alfa cerca.

Cinco puede ser dominante, pero él tiene más experiencia sexual, recorre con lentitud la espalda tensa del alfa, tratando de aliviar un poco la tensión de los músculos, sus piernas rodean las caderas de Cinco. El alfa huele un poco amargo y su lado omega comienza a soltar feromonas para tranquilizar a Cinco. Lleva una de sus manos hasta el trasero de su alfa y lo aprieta.

Cinco se separa sorprendido de él, sus ojos lo observan con lujuria. Klaus se ríe sin poder evitarlo, acaba de descubrir un punto débil de su alfa —Al parecer a alguien le gusta que le toquen el trasero—

Las mejillas de Cinco se tornan rojas como manzanas, Klaus no puede evitar morder una de ellas.

—Omega no me provoques— susurra en advertencia el alfa

—¿Yo? Jamás- dice Klaus mientas se desliza del lavado — Si quisiera provocarte, haría algo como esto— Klaus suelta la bata, la deja caer con gracia al piso y camina moviendo sus caderas de forma lenta hacía la bañera, mira sobre su hombro —¿Vienes?

—Provocador— murmura el mayor.

Cinco comienza a quitarse la ropa, bajo la atenta y deseosa mirada de su omega, Klaus recorría con sus ojos cada centímetro de la pálida piel expuesta. El castaño agradece que la bañera está llena de burbujas y que su alfa no fuera capaz de ver su obvia y necesitada erección.

El castaño se sorprende al sentir que Cinco se colocaba detrás de él, abrazándolo por la cintura, gimió al sentir la erección de su alfa.

Era tan extraño que su renuente alfa lo tocara tan voluntariamente.

Escucha la suave risa de Cinco y se estremece —Parece que alguien está muy feliz— dice el alfa.

Klaus se muerde con fuerza los labios, tratando de ahogar los gemidos que le producen las descaradas caricias de Cinco. Puede sentir la erección del alfa restregarse contra su trasero, las sensaciones que le provoca su hermano lo abruman. Generalmente no tiene problema en ser vocal sobre sus encuentros sexuales. Le encanta el sexo, pero con Cinco siempre se siente avergonzado.

—Dime lo que quieres Klaus— le susurra en su oído Cinco.

—Alfa— susurra con voz ronca por el deseo

—Dime Klaus—

Klaus niega mientras trata de aguantar, no está bien, no quiere ama a Cinco de esta manera, amar a su hermano le ha traído más dolor que dicha. Está roto y Cinco merece a alguien mejor. Merece más de lo que él puede ofrecerle. Cinco lo muerde en la nuca, justo sobre su marca, si ambos no hubieran estado en la bañera, Klaus está seguro que sus piernas no serían capaz de aguantar su peso; los cuellos y marcas de unión eran el punto débil en los omegas.

—Te quiero a ti— suplica porque en el fondo Klaus es una persona egoísta

Cinco le sonríe a su Omega, luce tan exquisito y dispuesto, acelera el ritmo de sus manos, sus caderas se mueven de forma errática, tratando de lograr una mejor fricción. No tiene mucho tiempo antes de que sus hermanos vuelvan a subir o su padre venga a buscarlos. Klaus se viene en su mano con un grito ahogado tira su cabeza hacia atrás y arquea la espalda. La imagen de Klaus es suficiente para llevar a Cinco al orgasmo. El Omega no sabe lo hermoso que se ve de esa manera.

Una alarma suena en toda la casa, ambos se apresuran a salir del baño y ponerse sus uniformes, hace tiempo que ninguno asiste a una misión. Klaus tiene un mal presentimientos.

- Espera Fivey – Le dice Klaus al alfa – Un beso de buena suerte– le dice antes de besarlo.

-Idiota- murmura Cinco mientras ve a su omega correr a la cocina

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Durante todo el día Ben se ha sentido débil, inquieto, las bestias de Eldritch estaban nerviosas y alteradas, no se sentía centrado ni controlado. No entendía que es lo que le sucedía, entonces, cuando entra en el museo lo sabe, aquí es donde va a morir, Luther se tensa al igual que él, parece reconocer a sus asesinos, Diego y Allison están en otro sector al igual que Klaus y Cinco.

-Sin importar lo que pase, no es tu culpa- le dice a Luther, sabiendo lo que su muerte le ocasiona a su hermano mayor.

-Ben- Luther luce tan quebrado, trata de proteger a los rehenes, son niños más pequeños que ellos, pero Luther parece dispuesto a dejarlos con tal de salvarlo. Se aleja de los niños incluso si algunos se ponen a llorar.

Ben simplemente deja salir a las bestias de Eldritch, hay cosas que están destinadas a ocurrir. Su muerte es una ella.

Ben no espera que Klaus y Cinco aparezcan de la nada. Uno de sus tentáculos atraviesa el cuerpo delgado y se detiene. Los tentáculos se detienen, todo está en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido, luego se oye un grito angustiado.

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Vanya ingresa a la oficina de su padre, tiene miedo, pero no puede evitar la curiosidad que siente, su padre ha estado actuando de forma extraña, pasa demasiado tiempo en su laboratorio, por lo que ella aprovecha para revisar la oficina de Reginald. Necesita hallar su diario. Ha hablado con Cinco y ambos han acordado que ese diario tiene demasiada información valiosa.

Quizás pueda encontrar una forma de controlar sus poderes sin perder el control y no aniquilar a la humanidad. No es estúpida, sabe que sus poderes son peligrosos, incluso su padre no es capaz de controlarla por ello prefiere drogarla y hacerle creer que es ordinaria.

Rebusca entre los papeles, pero es obvio que su padre jamás abandonaría el libro, abre otro cajón esperanzada, lo que ve la deja un poco sorprendida, son unos frascos de pastillas, parecido a los de ella, pero no tienen su nombre.

En la etiqueta puede leer el nombre de sus hermanos, Ben y Klaus. En ambos se lee la palabra supresores.

¿Qué demonios?

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Toma la mano de su alfa y se la lleva a sus labios, trata de aguantar las lágrimas, pero está muy cansado, no le importa lo que sus hermanos puedan pensar. Cinco yace dormido en la camilla. No, no dormido, prácticamente está muerto si no fuera por las máquinas.

Su lado omega se siente desconsolado y su lado humano también. Por primera vez en años ambas partes de sí mismo están de acuerdo con algo y por supuesto que tenía que ser Cinco.

"Klaus" la voz triste de Vanya lo sale salir de su mutismo "Hay algo que necesito mostrarte" le informa la joven, corriendo su cabello de la cara

Klaus niega con su cabeza, sinceramente no quiere ser grosero con su hermana, pero hoy ha sido un día agotador, Ben casi muere y ahora la vida de su alfa pendía de un hilo porque el idiota tenía que atravesarse y defenderlo de los tentáculos.

"Se trata de Ben y de ti, por favor" suplica la chica "Creo que sé porque Ben perdió el control de Los Horrores"

Los ojos de Klaus se agrandaron lo suficiente, sus ojos adquirieron un brillo que Vanya nunca va a olvidar en su vida.

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Reginald observa nervioso sus resultados, reconoce que actuó por impulso y sus cálculos habían fallado, Pogo tenía razón que aumentar la dosis sería peligroso para Seis. Por suerte su hijo estaba a salvo, pero Cinco, su hijo favorito fue herido por tratar de proteger a Cuatro.

El omega se estaba convirtiendo en un obstáculo.

La puerta de su oficina sale volando y se estrella contra el piso a metros de su escritorio, mira sorprendido la presencia de Klaus, el omega flota sobre el suelo y sus manos brillan.

-¿Qué significa esto?- protesta, apretando con fuerza su bastón

-Siempre has sido un bastardo y no importa como lo vea, eres una amenaza-

Sus otros hijos observan temeroso a su hermano.

-Por tus maquinaciones mi alfa está muriendo- dictamina el omega

-Siempre me culpas de tus errores Cuatro, nunca eres capaz de asumir tus responsabilidades- Reginald toma discretamente el arma de su escritorio, -Permitirte unirte con Cinco fue mi mayor error-

Klaus se ríe, suena roto y vacío, -Pienso lo mismo padre, debiste elegir una mejor pareja para Cinco-

-Entonces entenderás que voy a enviarte lejos-

-No- el grito de Vanya los sorprende, la niña es seguida de Ben, el chico aún luce un poco sangriento por la pérdida de control -Klaus no tiene la culpa, fuiste tú quien drogo a Ben. Pogo ha confesado todo padre-

-¿Cómo puedes ser tan mal padre?- pregunta Ben cansado -¿Por qué me has drogado?-

-Control- es Diego quien habla, está jugando con uno de sus cuchillos, parece dispuesto a usarlo en cualquier momento -Todo siempre se trató de control y poder-

-No- niega Reginald -No tengo porque explicarme con ustedes niños irrespetuosos, todos serán castigados. Número Uno, encierra a tus hermanos en el sótano-

Luther se para más firme -Tú ya no me mandas padre, no seguiré tus estúpidas órdenes, nunca más- responde, tomando la mano de Allison -Durante años me sentí culpable de la muerte de Ben, te obedecí tan ciegamente que perdí a la persona que ame, y hoy casi pierdo nuevamente a un hermano, ya ha sido suficiente-

-Niños, se los advierto- amenaza el anciano

-Escuche el rumor que no te podías mover- esta vez es Allison quien utiliza sus poderes

-Vas a pagar lo que nos has hecho, años de mentiras, de controlarnos como si no fuéramos más que juguetes, esto se acaban hoy- es Vanya la que habla, hay una seguridad en las palabras de la niña que hace sentir orgulloso a sus hermanos

-Si me matan, irán a la cárcel, serán separados-

-Oh, pero no seremos nosotros quien te matemos padre, ningún vivo va a tocarte- La sonrisa un tanto siniestra de Klaus pone nervioso a Reginald

El aullido comenzó de forma tenue, casi imperceptible, poco a poco esos gemidos se fueron transformando en gritos guturales, del suelo, las paredes y el techo comenzaron a emerger figuras fantasmales, que brillaban con la tenue luz de Klaus. Todos comenzaron a rodear al anciano que trataba de escapar, pero mirara a donde mirara había algún espectro. Pudo reconocer a muchas de sus víctimas, entre ellos los 12 y a Grace.

"Tranquilo papá, no debes temerles a los muertos, son muertos, supera tu infantil temor Reginald"

Klaus observa con satisfacción el temor en el rostro de su padre, durante años se sintió tan asustado de sus poderes, de aquello que podía ver y su padre siempre lo atribuyo a un miedo infantil, bueno, ahora su padre estaba viviendo en carne propia su mayor temor y era hermoso.

Los hermanos Hargreeves observaron con diferentes grados de fascinación y temor como los fantasmas parecían destrozar a su padre, sin siquiera tocar su cuerpo físico. Ben miro orgulloso a Klaus. Luther miraba con tristeza al hombre que fue un padre para él, pero la mano de Allison y de Vanya era consuelo suficiente, Diego tenía una sonrisa plasmada en su rostro, estaba orgulloso de su familia, empujo a sus hermanos hacia la enfermería, alguien tenía que cuidar de Cinco mientras Klaus y Ben se encargaban de Reginald.

Los gritos de Reginald son ahogados por las gruesas paredes de la oficina, al final de la noche el cuerpo de su padre yace inmóvil en el suelo. La autopsia dirá que fue un repentino ataque al corazón.

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Klaus se niega a comer y dormir, se mantiene vigía al lado de Cinco, todos sus hermanos están preocupados por la salud del omega. Cinco es capaz de matarlos si algo le ocurre al castaño. Termina siendo Diego quien empuja a Klaus a bañarse y comer, Allison suele arreglarle el cabello y pintarle las uñas, alegando que debería estar presentable cuando Cinco se despertara. Ben pasa horas en compañía de su hermano mientras lee algún libro para Cinco y Klaus. Vanya suele visitar la enfermería para tocar su violín. Luther suele estar ahí, abrazando a Klaus y vigilando a Cinco para que Klaus descanse un poco.

Tienen una nueva dinámica, y actúan todos juntos para el bien común de la familia. Pogo se encargó de asegurarse de que Grace fuera la tutora legal de todos y las personas ni siquiera sospechan que fueron ellos los causantes de la muerte de Reginald.

Cinco lleva dos semanas dormido y Klaus ha estado casi en estado catatónico. Siente que va a volverse loco si su alfa no despierta. La angustia lo hace recordar aquellos años que paso sin su alfa.

Estaba demasiado roto. Su padre había tenido razón sobre su incapacidad, incluso si este fue el que la provoco con los supresores. Nunca va a poder olvidar a los niños perdidos ni la maldad de su padre.

Viendo a su alfa dormido, piensa en escaparse, darle la oportunidad de Cinco de emparejarse con otro omega, uno más sano, que sea capaz de darle hijos. Cinco merecía más de lo que él podía darle.

Klaus besa la frente de su alfa y observa maravillado como Cinco abre sus ojos.

-¿Quién eres?- pregunta el alfa con voz entrecortada y ronca por el desuso

El corazón de Klaus se rompe.

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Coloca un ramillete de flores en la tumba de su padre con una mirada seria y un tanto melancólica, sus hermanos lo rodean, todos saben que están siendo observados por los paparazzi y actúan sus papeles de adolescentes angustiados ante la perdida de Hargreeves. Lo único que Cinco lamenta es no haber matado al hombre con sus propias manos.

Aprieta la mano de Vanya, la chica luce solemne.

-Regresemos a casa- indica Luther, sujetando a Allison de la mano

Los hermanos se suben a la limusina. Ha pasado un año desde la muerte de su padre y ellos han interpretado el papel de hijos angustiados a la perfección. Cinco está orgulloso de sus hermanos.

Grace los espera en la puerta, como es costumbre, Diego le entrega un ramo de rosas a su madre, diciendo algo sobre encontrarse con Eudora antes de salir nuevamente de la academia, Luther y Allison caminan hacia el observatorio y Vanya murmura algo sobre encontrarse con su novia Helen. Ben se dirige a su estudio.

Cinco simplemente sube las escaleras, meditando sobre la nueva rutina de su familia, muchas cosas pueden cambiar en un año, por ejemplo, ellos han cumplido 17 años y todos comienzan a prepararse para asistir a la universidad. Cinco tiene varias ofertas de distintas universidades y aún no decide si quedarse en Nueva York o ir a Londres.

Entra a su cuarto, le sonríe al ver a su omega alimentar a su hija. Ver a Klaus alimentando a Dolores siempre es reconfortante, un momento tan feliz que siempre se queda observando la unión de su omega con su hija, tratando de grabarlo en su memoria.

-Hemos vuelto amado- anuncia, mostrándole el ramo de rosas que obtuvo para su omega.

Klaus lo observa -¿Quién eres tú?- pregunta, Cinco se ríe

-Nunca vas a dejar atrás esa broma, ¿cierto?-

-No, solo un idiota diría semejante cosa después de despertar de un coma- Cinco se ríe más fuerte, la voz de Klaus suena indignada, -Debería hacerte dormir en el sofá y quedarme solo con Dolores-

-Ambos me extrañarían demasiado y yo estaría muy triste al no poder estar contigo y nuestra hija- admite el alfa -Además, nuestra hija nació gracias a esa broma-

Klaus gira su cabeza indignado, la pequeña niña de dos meses protesta por los movimientos exagerados de su padre omega. Klaus le susurra palabras de cariño mientras le besa la frente, la niña ha soltado su pezón, por lo que se acomoda la ropa y hace eructar a la pequeña. Todo esto bajo la atenta mirada de su alfa.

Cinco se acerca a su hija, le acaricia la frente con cuidado antes de tomar a la bebé. Su hija sigue siendo pequeña y siempre teme lastimarla. Dolores lo mira con curiosidad mientras la deja en la cuna, Cinco se gira hacia su omega que está acomodando las rosas.

-Te amo- le susurra mientras le besa la marca de unión.

-Recuérdame nuevamente ¿Quién eres?-

-¡Klaus!- exclama indignado el alfa -No seas un idiota-

-Soy tu idiota, estúpido alfa- Klaus le enseña el anillo de compromiso en su dedo, Cinco sonríe feliz mientras hunde su cabeza en el cuello del castaño

-Si, lo eres. Todo y exclusivamente mío- acepta Cinco

Finalmente, Cinco está en casa, con su omega y su pequeña hija. He cumplido su objetivo, con su promesa de salvarlos a todos.

Fin.

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Revisen las otras dos partes anteriores de Marca, porque las edite y arregle un poco. 

KissKiss