Capítulo 13: Hermosa mentira (Traducción)


Notas:

Esta historia a diferencia de los historias en español, primero fue escrita en inglés y ahora está siendo traducida al español. Como ustedes saben The Seance Couples y Hello&Goodbye son una serie de oneshot. A veces traduzco las historias y las publico en el idioma contrario. Pero esta es la primera vez que escribo enteramente en inglés y las traduzco al español. Espero que les guste.


Acomodó su arma para tratar de mantenerla oculta. Sentía que estaba siendo seguido y el fantasma de un vagabundo le confirmo sus sospechas. La ciudad era peligrosa de noche, desde que sus hermanos habían ganado algo de poder y gobernaban el submundo, la vida en su pintoresca ciudad, se transformó en un infierno. Pensó en marcharse muchas veces, pero el simple hecho de alejarse de Eudora, Dave y los demás de la Resistencia, no le resultaba una idea práctica.

Además, permanecer en la ciudad que creció le permitía estar cerca de sus hermanos. Incluso si de aquellos niños dulces no quedaba nada. La culpa era su principal razón por la cual aún permanecía firme con la resistencia. Su objetivó no tenía nada que ver con motivos altruistas, claro que quería que Eudora y sus amigos se mantuvieran a salvo, pero su principal objetivo era salvar a sus hermanos.

Nunca se arrepintió de abandonar la Academia, cuando solo tenía quince años. Las torturas, cubiertas como entrenamiento, que su padre lo exponían eran demasiado para su psiquis adolescente. Eran solo niños. Quería una vida mejor. Una donde no tuviera que soportar las continuas amenazas de su padre, la indiferencia de sus hermanos y la crueldad de los muertos.

Escapó y nunca miro atrás. Vago un tiempo por las calles, siendo perseguido por los hombres de su padre. Aprendió a sobrevivir y entendió que, si consumía, podía ser atrapado por su padre, sus hombres o sus hermanos, por lo que tuvo que ponerse sobrio. Por un tiempo escapo de la ciudad, vago entre varias ciudades y países, aprendiendo idiomas y conociendo otras personas. Fue una buena vida. Incluso cuando constantemente tenía que estar huyendo.

Cada tanto escuchaba rumores de su ciudad natal, aquella pintoresca y segura ciudad era apodada la nueva "Gotham", en representación de los comics de Batman. La corrupción y los crimines eran algo común. Al igual que los desaparecidos y los muertos.

Le asustaba volver, pero durante su viaje por Turquía, mientras disfrutaba de una cerveza la televisión comenzó a pasar un informe especial. Era su hermano Ben herido de gravedad. Su corazón se le estrujó al ver la sangre y mientras los demás ciudadanos festejaban, la culpa lo consumía.

Estaba de regreso en su ciudad antes de darse cuenta. Era horrible como había cambiado esa ciudad en diez años. No solo por lo oscura y tenebrosa que se veía su ciudad, no, la cantidad de fantasmas que rondaban lo dejaban paralizado. En la primera noche casi lo violan, de no ser por la intervención de Eudora y Dave, quienes salvaron su pellejo al escuchar sus gritos.

Fue así como conoció a la Resistencia. Un grupo de justicieros que luchaban contra sus hermanos y los crimines del lugar. La resistencia lo acepto y estaba agradecido de sus poderes. Incluso aceptaron que en algún momento formo parte de la Academia sin causarle demasiados problemas.

Dave había sido un verdadero apoyo. Era su mejor amigo y últimamente su relación comenzaba a avanzar hacía otros terrenos. Dave incluso le había pedido una cita. Por primera vez en mucho tiempo estaba feliz. Incluso cuando sus hermanos eran un dolor de cabeza. Dave y Eudora se transformaron en su familia.

Doblo en una esquina, apresurado por escapar, se suponía que era un recorrido de rutina. Un cuchillo se incrustó justo al lado de su cabeza. Lo alcanzo a esquivar por pura memoria muscular.

Miró al hombre vestido de cuero. Número Dos en toda su gloria lo miraba divertido.

"Oh vaya, si es el pequeño Robin Hood" – la lentitud de la voz de su hermano junto con la burla marcada lo molestaban.

Robin Hood es como sus hermanos y el resto de la ciudad lo habían apodado. Pues les robaba a los ricos para dárselo a los más necesitados, incluso había detenido varias de las redadas de sus hermanos y frustrados muchos planes, el poder levitar y la telekinesis lo ayudaba bastante a la hora de detener los planes de sus hermanos. Nunca usaba a los fantasmas alrededor de ellos por temor a que lo descubrieran.

"Dos" – saludó, observando cada movimiento del hombre, le alegraba saber que sus hermanos aún no lo reconocían como Número Cuatro. Por suerte la mascará y sus largas y ajustadas ropas ocultaban su rostro y su tatuaje distintivo.

"Ha pasado un tiempo desde que tuve el placer tu hermoso cuerpo Hood" – Diego se lamió los labios lascivamente

"Oh, cariño, enamórame con tus palabras" – giró sus ojos cansado del continuo coqueteo de Dos. –"Ha sido una noche ocupada, me gustaría volver a casa"

Diego se rió como si hubiera hecho un chiste –"Claro. Debes estar cansado después de que tú y tu noviecito desmantelaron otro de nuestros negocios" – asintió comprensivo –"Es una pena que mi paciencia se esté acabando contigo, mi amor" – se tensó al escuchar esas palabras –"¿Cuántas veces te he ofrecido unirte a mí y mis hermanos? Realmente haríamos una linda pareja. Podría darte más de lo que te puede dar ese soldado de cuarta"

Se rio, totalmente divertido por los celos de Diego –"Dudo que tengas su resistencia en la cama" – Le guiño un ojo, porque si, el coqueteo entre ellos era parte de su extraña relación.

Amaba burlarse de sus hermanos, sabía que fibra tocar para sacarles desquicio. Eso los había salvado más de una vez. Él los entretenía lo suficiente y sus amigos podían escapar, estaba acostumbrados a luchar contra ellos, su memoria muscular sabía cómo esquivarlos. No derrotarlos, sino esquivarlos. La fuerza bruta se lo dejaba a Dave y la estrategia a Eudora, gracias. Él era más bien el entretenimiento y uno muy bueno.

El rostro de Diego se distorsionó por la furia antes de relajarse – "No digas que no te lo advertí" –

Se tensó, su cuerpo estaba listo pero los fantasmas a su alrededor le susurraban con miedo, alcanzo a esquivar un tentáculo a su espalda. Mierda. Nunca lo habían atacado entre dos. Lo había acorralado y él cayó en la trampa como un idiota.

Trató de esquivar los tentáculos y los cuchillos que de vez en cuando eran arrojados en su dirección. Extrañamente ninguno de sus hermanos parecía dispuesto a lastimarlo, parecían solo estar divirtiéndose con él. Lo acorralaron entre un basurero y una pared.

"Dos. Seis. Dejen de jugar con la comida" – la voz molesta de Cinco se escuchó en la entrada del callejón, realmente debe haber molestado a sus hermanos si estaban la mitad de ellos aquí.

"Oh vaya, es el enano" – dijo para disgusto de Cinco

"Nunca nos dejas divertirnos" – Susurro malhumorado Dos.

Realmente estaba atrapado, no quería usar sus poderes con los fantasmas, porque sus hermanos lo reconocerían de inmediato, pero ser atrapado no era una opción. Dave lo esperaba en casa.

Sus manos se iluminaron de azul, los fantasmas comenzaron a emerger de todos lados para el asombro de los tres. Dos lo miraba como si finalmente hubiera podido juntar las piezas. Seis retrajo sus tentáculos, como si su cuerpo lo quemara.

"Lo siento, pero prometí estar en casa" – les dijo, luego que pateara a Dos en las rodillas. Cinco estaba peleando con algunos fantasmas y Ben solo lo miraba estupefacto.

"¿Klaus?" – la incertidumbre de Ben le aflojaba las rodillas, volteó a verlo, incluso cuando sabía que tenía que huir

"Escuche el rumor que te desmayabas" – La imagen de Ben sujetándolo fue lo último que vio. Nunca notó que Allison estaba con ellos. Error de principiante.

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Despertó atado a una silla, que original, pensó con cierta resignación. Por lo menos sus hermanos no lo habían golpeado ni nada, de hecho, la silla era muy cómoda. Estaba de regreso en la academia, lo sabía por las viejas pinturas.

"Veo que despertarte Klaus" – Miró a su hermano Ben. – "Realmente fuiste un dolor de cabeza" -

"¿Qué puedo decir? Siempre fui un dolor de cabeza para esta familia" – Se encontró respondiendo, tenía que encontrar la forma de escapar.

Ben se rio – "Si, siempre lo fuiste" – la sonrisa nostálgica, casi humana de su hermano lo asombro. –"Lo bueno es que finalmente estas en casa" –

Oh no. Eso sí que no. –"Ya no es mi casa, Benny" –

Ben se rio, algo rozando a lo psicópata –"Nos perteneces Klaus, está es tu casa. Nunca más volverás a salir de aquí. No ahora que te recuperamos" –

Sus hermanos estaban locos, realmente locos. ¿Qué demonio les había hecho Reginald?

- "Vamos Seis. Esto ya no es divertido" –

Ben levantó su perfecta ceja, lo miraba como cuando era un niño y hacia alguna payasada para alegrar a sus hermanos. Realmente, toda la situación estaba escalando escalas que rayaban cosas que no quería pensar. Intento convocar a sus fantasmas. Los soldados y policías que sus hermanos habían asesinado, pero no pudo, era como si algo estuviera reteniendo sus poderes. Por primera vez se dio cuenta de que no podía ver ni escuchar nada. Era como si sus poderes hubieran sido apagados.

- "¿Te gusta? Cinco y yo lo diseñamos para ti. Sabíamos cuánto odias tus poderes, encontramos notas de nuestro padre, lo diseñamos para ti, para que nunca más tuvieras que volver a ver esas cosas. Ya no tienes que preocuparte de nada y no necesitar huir nuevamente" – Ben acercó su mano a su cuello, acariciando el collar – "Estas en casa, y eso es todo lo que importa. Te perdonamos tus pequeñas travesuras con los rebeldes" – asintió como si fuera un padre comprensivo –"No sabes cuánto sufrimos cuando te fuiste. Empezamos a pensar que estabas muerto cuando no pudimos encontrarte, pero volviste" –

Sí, volvió porque eran sus hermanos, quería recuperarlos, ayudarlos, pero mientras veía a su hermano ahora, sabía que nada quedaba de sus dulces hermanos. Eran cáscaras vacías de lo que alguna vez fueron. No había nada que salvar. Lo peor es que él estaba atrapado nuevamente con ellos.

Lo siento Dave, fue su pensamiento antes de dejarse llevar por la oscuridad. Estaba muy cansado.

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Sus hermanos parecían felices detrás de las paredes de la academia, Allison lo estaba peinando con delicadeza como cuando era un niño y jugaba a los desfiles de moda con ella y Vanya. Su pequeña hermana, ahora siempre tenía los ojos blancos, y se encontró extrañando la cálida mirada de su hermana. Los tres estaban en el cuarto de su hermana mayor, Allison lo estaba preparando para supuestamente la noche de su vida.

"Escuche que Diego y Ben tienen algo grande preparado para ti" – le dijo Allison mientras le aplicaba maquillaje –"Me pidieron que te dejara hermoso, los muy tontos, ya eres hermoso, hermanito" – Vanya se rio por lo dicho, la pequeña se encontraba revisando unos vestidos.

Oh, como extrañó a sus dulces hermanas, siempre lo ayudaban cuando quería ponerse vestidos, faldas y ropa hermosa. Ellas fueron sus cómplices durante sus primeros años en descubrir su sexualidad.

Diego tocó la puerta antes de asomar su cabeza por la puerta –"¿Puedo entrar? Tengo un regalo para Klaus" –

Sus hermanas parecían complacidas. La caja era rectangular, aceptó el regalo por compromiso, había aprendido a no rechazar nada que le dieran sus hermanos si no quería causar una escena, que terminaba en una rabieta y con gente muerta por la ciudad.

En el interior había lencería de encaje negra. Era realmente divina, pero su estómago se contrajo nervioso. Esa era otra cosa que cambio en su hogar, al parecer aquella hermandad que existió entre los niños Hargreeves, ya no era lo que recordaba. O quizás sí y ahora no le parecía tan normal.

Oh siempre supo que Allison estaba enamorada de Luther y este de ella. Su padre lo había prohibido completamente, rompiendo el corazón de su hermana. Pero sin su padre rondando por ahí, Allison y Luther eran pareja al igual que Vanya y Cinco. Aún faltaba confirmar esto último. Al parecer también estaba involucrada una tal Delores.

Además, no era nadie para juzgar a sus hermanos, él también tuvo algo con Diego y Ben en el pasado. Era normal, el único contacto con otros humanos había sido entre ellos mismos.

"Fuera, lo tendremos listo a las siete como acordamos" – regañó Vanya, tratando de sacar a Diego de la habitación.

"Bien ya me voy, no tienes que empujarme" – Diego se agachó para que su rostro estuviera junto al de él –"No puedo esperar hasta esta noche, mi amor" – Dos tuvo que sujetarlo del cuello para poder besarlo.

Esa era otra cosa que lo molestaba. Diego y él siempre habían coqueteado, incluso de niños, pero ese inocente coqueteo había escalado a niveles que sobrepasaba lo platónico, en la adolescencia se habían besado y tocado, no conocían a nadie más con quien practicar, lo mismo ocurría con Ben. Ahora sabía que esto rayaba lo incestuoso. Le molestaba.

Dave siempre le había advertido que Dos tenía una obsesión con él. No era un simple jugueteo como él pensaba y le aseguraba a su amigo.

Pensar en Dave y Eudora era angustiante, ¿Lo estarían buscando? ¿Lo habrían dado por muerto? Se suponía que tenía una cita con Dave, pero eso fue hace más de dos meses. Imaginarse el dolor de Dave y sus amigos era abrumador. Quería volver a casa, pero no encontraba la forma de escapar de sus hermanos. Lo tenían bajo vigilancia constante.

"Te verás hermoso esta noche, Ben y Diego son muy afortunados" – aseguro Vanya mientras acariciaba su rostro.

Había perdido las veces que Ben o Diego lo arrinconaban en algún lugar para besarlo. Siempre eran amables pero posesivos, le recordaba a los besos que se daban de niños. Pero ya no había nada inocente ni tierno.

Todos estaban enfermos.

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Lo habían llevado hasta el invernadero sobre la terraza, el lugar lucía hermoso, el olor distintivo de las flores y diversas plantas lo abrumaba. Sin duda este era el trabajo de su hermana Vanya, siempre le había gustado la botánica. En el centro de todo eso, estaba Ben y Diego esperándolo sobre una manta. Era un Picnic.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. Siempre hacían picnic cuando su padre salía de viajes.

"Sabíamos que te encantaría Klaus" – Ben lo tomó de la mano para besar delicadamente sus nudillos, antes de llevarlo a la manta.

"Te ves hermoso, cariño" – declaró Diego, besándolo en los labios.

Ben los separó –"Dijimos que esperaríamos hasta después del postre" – regañó él más serio de sus hermanos

Se sentó tranquilamente entre ellos, en su mente se estaba formando un plan. Necesitaba salir de ahí, de hecho, mientras sus hermanas lo llevaban a la terraza pensó que era su oportunidad de huir, conocía varios lugares por los cuales podía escapar. No obstante, al ver el lugar y el picnic su mente se retrajo a una época mejor. Quizás sus hermanos aún tenían salvación. Esperaría para ver cómo se desarrollaba las cosas.

La noche de los tres avanzó lentamente, se dejó alimentar por sus hermanos y alimento a un mimado Diego. Que parecía gozar de su atención mientras Ben le acariciaba los hombros desnudos y de vez en cuando lo besaba en el cuello. El collar no permitía mucho movimiento.

"Es incómodo" – se encontró diciendo con una mirada abatida

Ben y Diego lo observaron preocupados. Se le revolvió el estómago por lo que estaba a punto de hacer –"El collar, es incómodo y no hace juego con mi vestido" – protestó

Ben negó con su cabeza y Diego se removió inquieto –"No" – Dijo Ben

Soltó unas lágrimas –"Pero Ben, quiero que me beses más, pero este estúpido collar no te deja" – a Diego y Ben se le oscurecieron los ojos por la lujuria –"Quiero que me marquen, imagínate las manos de Diego alrededor de mi cuello o tus tentáculos" – El solo imaginarse eso lo excitaba.

Durante años habían sido un trio unido, siguiéndose mutuamente como patitos. No era raro que fantaseo muchas veces con sus hermanos tomándolo. De hecho, sus primeros besos habían sido con ellos. Sus primeras veces fueron con estos dos.

Diego parecía no aguantar más, se arrojó sobre él y comenzó a besarlo con total desesperación. Gimió ante tal apasionado beso, y estiro su mano hacia Ben. Llamándolo. Tal como lo haría una sirena a los marineros para morir en el agua. Ben cayó rendido ante él.

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Sus hermanos eran unos salvajes, pensó mientras camina lentamente, su cuerpo dolía en lugares que no sabía que podían dolor de aquella forma tan placentera. De alguna manera su plan funcionó y ni siquiera él podía creer que sus hermanos cayeran ese viejo truco.

Claro, espero a que sus hermanos estuvieran agotados para noquearlos, no era un buen luchador cuerpo a cuerpo, pero Ben y Diego estaban demasiados cansados. Solo fue cuestión de esperar el momento exacto o por lo menos eso era lo que se repetía una y otra vez para calmar su conciencia.

"Klaus" – El llamado sorprendido de Dave lo asustó

Dave corrió a su encuentro, se movió nervioso, llenó de culpa. –"Dios Klaus, pensamos que te habíamos perdido" – Dijo el soldado, abrazándolo

Se alejó un poco del soldado, incómodo con el abrazo de este –"Estoy bien Dave, ya me conoces, soy inmortal" – Ambos se rieron, felices de verse nuevamente. No tardaron en llegar a su encuentro Eudora y algunos otros.

Sintió culpa al ver la alegría en los ojos claros de Dave. Era obvio que toda la resistencia lo había estado buscando. Eudora lo observó con sus perspicaces ojos oscuros, para luego negar divertida.

Estaba feliz de estar en casa. Lo dejaron ir luego de un breve interrogatorio. Querían asegurarse que no le hubieran hecho nada malo. Jamás se les pasó por la mente que él pudo traicionarlos y eso lo hacía sentir sucio. Se acostó y tuvo relaciones sexuales con sus hermanos, y ninguno de sus amigos sabía ni sospechaba.

Se miró en el espejo del baño, acariciando las marcas que dejaron Diego y Ben en su cuerpo, gimió al recordar la forma en sus hermanos lo tocaban y acariciaban. Lo habían llevado al cielo y al infierno dos veces esa noche. De la hermosa ropa de lencería que Diego le compró no quedaba nada. Ben las había destrozado.

Era una porquería. Porque no podía esperar hasta el siguiente encuentro con sus hermanos

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