3. Deseo insano

Jungkook

-Al parecer alguien se divirtió mucho.-Sonrió burlonamente al verla salir de la habitación de mi hermano casi de puntillas.

Era una tonta mujer que ni siquiera me llegaba a los talones, así que no entendía por qué sentía esta gran obsesión al verla con mi padre y aún más ahora que está compartiendo la misma cama que mi hermano. Nunca antes me hubiera imaginado que aquel imbécil fuera más listo de lo que pensaba.

La escucho ahogar un grito entre sus labios al verme frente a ella, tan ingenua que podría hacer lo que me diese la gana con ella en este instante.

-¿Qué haces despierto a esta hora?.-Pregunta ella en un tono nervioso y sonrió.

-No debería ser yo el que preguntara eso. Te fuiste muy tranquilamente de la mesa diciendo que consolarías a mi hermanito, pero que pasaría si mi padre se entera de que te follaste a mi hermano.-Sonreí con malicia, dispuesto a usar aquello en su contra si era necesario y sí que pensaba usar esa carta muy bien.

La ni tragar y apretar la mandíbula, estaba más que seguro que la había atrapado.

-No es de buena educación escuchar detrás de las paredes.-Hablo ella en un tono tranquilo, estaba intentando persuadirme, pero no la dejaría.

-No cambies el tema, mamá.-La llamé de ese modo para molestarla provocando que su expresión se pusiera rígida.-Eres muy lista verdad, esta vez tuviste suerte de que mi padre haya tenido que volver a la oficina de forma urgente porque que pasaría si hubiese escuchado sus gemidos tan horribles como de animales moribundos.-La tomo de los hombros y la acorralo contra la pared.

-Imbécil.-Murmuro ella entre dientes y dejé escapar una risa.

-De todos modos si quizás haces algo por mí.-La tome de la mandíbula obligándola a verme a los ojos.-No le cuente nada a mi padre sobre tu infidelidad. Te imaginas que divertido tú y mi hermano. ¿Me pregunto a cuál de los dos matará primero?.-Sonrió de forma sínica.

-No tengo por qué cumplir tus caprichos, tú también saldrás perjudicado si dice algo después de todo me besaste el otro día.-Ella sonrió mostrando ese lado sínico que había estado ocultando tras la madre amorosa que fingía ser, pero me encargaría de quitarle esa sonrisa.

-Muy inteligente de tu parte, pero a quien crees que va a creer a la puta o al niño rico. Sabes aún no he olvidado la bofetada que me diste.-Apreté un poco su rostro provocándole un quejido de dolor.

-Eres un maldito.-Dice como puede intentando zafarse de mi agarre.-Tus estúpidas amenazas no me asustan.-De un manotazo me hizo que la soltara, pero solo aumento mi enojo y ganas por destruirla allí mismo.

-No es una amenaza, solo es una advertencia.-Tomo su mentón y le doy un beso que ella rechaza con desprecio.-Es casi repugnante ahora besarte de solo pensar que tus labios estuvieron pegados a los de HueningKai, aún me sigo preguntando como ese idiota lo consiguió.-Me burlo cruelmente y me alejo tomándola de la muñeca para llevarla a mi habitación.

-Suéltame, demonios, donde me estás llevando.-Se queja ella intentando liberarse de mi agarre.

-Solo voy a lavarte antes de que vayas a dormir, hules a semen.

-Jungkook, suéltame.-Susurra ella y siento el pánico en su vos mientras la llevo a mi habitación.

Abro la puerta de mi habitación de una patada y la llevo a mi baño personal.

-Jungkook, detente.

-Cierra la boca.-Gruño empujándola hacia la ducha.-Entra ahora y asegúrate de limpiarte bien.

-¿Cuál es tu problema imbécil?, es mi cuerpo y hago lo que quiera con él.-Me grita ella intentando escapar, pero antes que lo haga cierro la puerta de cristal de la ducha, encerrándome allí dentro con ella.

-No te da vergüenza, como dejaste que ese imbécil se corriera dentro de ti.-Me quejé halando su ramera hacia arriba, sin inmutarme por sus golpes en mi pello y sus quejas. Dejo escapar un sonido de desaprobación alcanzando los bordes de su ropa interior.

-¡Para ya!

Gruño con enojo empujándola hasta que su espalda choca con la fría pared de la ducha.

-Eres mucho más repugnante de lo que pensé. ¿Cuándo comenzaste a follártelo?.-Tomo su mentón con fuerza haciendo que me mire.-Antes o después de casarte con mi padre.

No le doy tiempo a responder cuando abro la ducha y empujo su ropa interior a un lado.

-No puedo creer aún que te haya follado antes que yo. Seguro que piensas que él es un chico muy dulce, ¿verdad?

Sonrió con malicia al ver como lágrimas comienzan a caer de sus bonitos ojos. Sabía que estaba tan frustrada por no poder hacer nada y eso me divertía tanto.

-El único maldito hijo de puta aquí eres tú.-Me responde ella con rabia golpeando mi pecho.

-Te gusta que te jodan, no.-Sonrió con malicia y me aparto un poco.-Vamos, límpialo todo, es una pena que ahora tenga que follarte después que él lo hizo.

-Que.-Ver su excreción de confusión era tan divertido.

Me acerco hasta la puerta chasqueando la lengua con una sonrisa divertida.

-Apresúrate, mi polla se pone más dura cada vez que te ve siendo una puta indefensa.

Observo como se quita los últimos rastros del semen de Kai que se filtran por sus muslos con una excreción de satisfacción. Cuando terminó la vi tirar la ropa interior sucia en el cesto y apartarme de ella con un empujón para nada agradable.

-Me voy a mi habitación.-Dice cerrando la ducha para mirarme con desprecio.-No vuelvas a tocarme así nunca más.

Dejo escapar una risa cargada de falsedad, la tomo de la muñeca y la atraigo hacia mí. No la dejaría escapar tan fácilmente.

-Déjame en paz.-Murmura entre diente. La empujo, otra vez, hasta la ducha, volviendo a golpear su espalda con la pared.-Puedes tener a quien quieras, ya deja de insistir niño, no pasara nada entre tú y yo.

-Precisamente por eso porque puedo tener a quien que ir a y es a ti a quien quiero.-Llevo mi dedo índice hasta su barbilla trazando un camino desde ese lugar hasta sus labios y de vuelta a su cuello.-Además, siempre he tenido el gusto de meterme con las chicas que le gustan a Kai.-Le aclaro en un tono calmado mientras bajo mi dedo un poco más hasta sus pechos.-Es solo por diversión no es nada personal, cariño.

Continúe arrastrando mi dedo hasta la parte superior de sus muslos. La vi cerrar sus ojos con incomodidad logrando que una carcajada saliera de mis labios. Deslice una de mis rodillas entre sus muslos rozando su intimidad.

-Porque tan callada, di algo.-Sonreí con burla haciendo precisión contra su intimidad. La veo abrir los ojos y mirarme con una notoria incomodidad.-Qué buena chica.

Retiro mi rodilla y llevo mi dedo hasta su intimidad, pasando este entre sus labios ya completamente húmedos. Lo sabía, estaba disfrutándolo a pesar de toda su resistencia y sus palabras aburridas. Sabía que le importaba una mierda mi padre y mucho menos le llegaría a importar el idiota de Kai, solo un poco más y la tendría lloriqueando a mis pies.

-Acaso vas a decir que me detenga.-Sonreí de forma sínica, acercándome a su oído.-Vamos dilo, pero sé que no lo harás cuando ya estás así de húmeda.-Susurre en su oído mordiendo levemente el lóbulo de su oreja antes de mirarla nuevamente a los ojos.

Dejo mi mirada fija en ella por un tiempo mientras tanteo hasta encontrar su entrada recogiendo con mi dedo la humedad que recorre su entrada. Solo un poco más y será toda mía.

-Mírate, ya estás tan caliente y aún no te he follado.-Sonrió con arrogancia llevando mis dedos húmedos por sus fluidos hasta sus labios.-Vamos, pruébalo, quiero que sientas lo mucho que tu cuerpo ruega por mí.

La veo abrí su boca y chupar mis dedos de una forma tan erótica, haciendo que el bulto en mis pantalones creciera más y más.

Saco mis dedos de su boca y sonrió al ver como la saliva sale de sus labios, me acerco y lamo el desorden que cree en su barbilla. La vi removerse e intentar apartarme, pero su resistencia era tan débil. Meto mi lengua entre sus labios, lamiendo y chupando su lengua sin ningún remordimiento. Me aparto luego de un rato viéndola tan vulnerable frente a mí.

-Sería muy tentador follarte aquí mismo, pero, creo que mejor lo hago en mi habitación.-Me aparto por fin dejándola salir de la ducha.-Pero sabes que, no voy a forzarte haz lo que quieras.-Me aparte dejándola allí todo iba según el plan estaba más que seguro de que ella solo vendría a mí y me rogaría.

Y tal como lo planee, escuché sus pasos detrás de mí.

-Jungkook.-Murmura, ella detrás de mí, sonrió mientras me giro acercándome a ella con malicia. La tomo de su muñeca y la halo hacia mí, cuando intenta liberarse, simplemente la acorralo contra la pared sin dejarle escapatoria alguna.

-Creo que ya cambie de opinión.-Sonrió con malicia.-Un coño usado, es asqueroso.-Me burlo cruelmente viendo como sus ojos se llenan de ira.

-Tienes que hacerlo, es lo que querías, ¿verdad?.-Me mira con súplica, pero a la vez con enojo sacándome una risa.

-Bien, solo lo haré porque.-Hago una pequeña pausa y aprieto su cuello con mi mano.-Quiero demostrarte que puedo follarte mucho mejor que mi hermano.

La veo mirar hacia otro lado con los labios apretados. Al parecer no tenía planeado darme una respuesta. ¿Tanto le gustaba el idiota de mi hermano?

-Bien cambiaré eso.-No la dejo decir nada más sacándole un pequeño jadeo de sorpresa de sus labios, cuando me puse de cuclillas curvando mis brazos debajo de sus muslos levantando sus pies del suelo mientras la empujo contra la pared levantándola en mis brazos.-Voy a hacer que sea el único a quien quieras follarte.

Mis brazos se deslizan detrás de sus rodillas, agarrando sus caderas con firmeza. Baje mi pantalón de piyama dejando en libertad mi gran erección palpitante. Roce mi punta contra sus pliegues sonriendo con malicia al ver como jadeaba y se aferraba a mis hombros.

-Creo que ahora mismo lo único que cabe en esa cabecita tuya es que te follen, cierto. Seguramente dejarías que te folle hasta por el culo.

La veo negar, acaso ahora se estaba echando para atrás.

-No puedes hacerlo.

Ignoro sus palabras de negación metiendo la punta de mi polla en su pequeño agujero. La vi apretar su agarre en mis hombros y cerrar sus ojos mientras maldecía por lo bajo. Río y bajo mis manos hasta su culo, apretándolo y empujando mi polla hasta adentro sacándole un jadeo de sus labios. Arquea su espalda llevando su cabeza hacia atrás mientras pone los ojos en blanco.

Gruño al sentir sus paredes apretadas mientras sigo penetrando y taladrando su coño sin piedad.

-Dios eres tan jodidamente buena.-Empujo mis caderas contra las de ella mientras la escucho gemir y temblar a mi alrededor.-Si eres una buena puta después de todo.

-Jungkook.-Se queja entre gemidos agudos buscando agarre en mis hombros para intentar no caer.

-Voy a arruinarte pequeña puta.-Tartamudeo sintiendo como el sudor se acumula en mi frente cuando más aumento la intensidad.-Ni siquiera sé por qué md gustas tanto.-Gimo con la cabeza inclinada hacia atrás deleitándome con sus gemidos abogados y rotos.

Las venas que cubren mi cuello pulsan violentamente, cada vez que acelero más mis embestidas. El sonido de la humedad entre nuestros cuerpos se intensifican causando un chapoteo morboso que resuena por toda la habitación.

-Jungkook, estoy a punto de...-La escucho intentar decir claramente a punto de estallar alrededor de mi longitud.

-Bien, entonces córrete alrededor de mi polla.-No me detengo y sigo embistiéndola, palmeo su culo.

La escucho gemir en vos alta al borde del orgasmo. Su cuerpo se sacude a causa de la sobre estipulación mientras se corre. Sigo follándola con brusquedad mientras sus fluidos empapan mi polla.

-Detente, duele.

-Acaso ya me corrí.-Murmuro con los dientes apretados soltando sus piernas mientras sigo empujando en su interior de forma brusca. Llevo mi mano contra su cuello apretándolo mientras la embisto prolongando cada vez más presión en su cuello. La escucho quejarse y respirar con dificultad mientras apretaba más su agarre.-Solo voy a dejar de follarte cuando yo lo decida.

Gruño y aprieto sus caderas empujando demasiado fuerte hasta el punto de llegar a su útero. La escucho gemir por el exceso de sensibilidad golpeando más profundo dentro de ella, provocándole otro orgasmo.

-Sabes algo eres tan deliciosa que no puedo dejar de follarte.-Murmuro en su oído sintiendo mi polla contraerse, deja caer su cabeza en mi hombro agotada. Unas cuantas embestidas más y me corro en su interior. Mi polla perfectamente enterrada en su coño, bombeando gota tras gota de mi liberación entre gemidos sin aliento.-Oh, mierda.

Suspiro y levanto su mentón haciendo que me mire con una expresión seria.

-Ahora, escúchame bien.-Empujo hacia adentro logrando que de sus labios escapara un gemido.-Más te vale terminar todo lo que exista entre tú y mi hermano y te juro que si no lo haces.-Aprieto el agarre en su mentón besando sus labios que mordí sin problema, para luego alejarme y volver a mirarla.-Me aseguraré de que los dos se arrepientan. Pero seguramente pensaras muy bien tu respuesta porque quieres mucho a Kai y sería muy triste que extrañamente desapareciera o le ocurra algo devastador.-Sonrió con cinismo dejando un beso en sus labios que rechazo por completo.-Espero tu respuesta.

-Vete al infierno.-Murmura ella en un tono débil.-Ya no puedo más.-La escucho decir cuando cae rendida contra mi pecho.

-Cállate.-Gruño de forma autoritaria, llevándola hasta mi cama y tirándola a esta boca abajo sin ninguna clase de delicadeza. Monté sus caderas alineando mi polla con su entrada.-Eres solo una puta y voy a tratarte coma tal.

La escuché sollozar y quejarse, pero me daba igual. A estas alturas me daba igual, si Eunha no es mía, tampoco iba a ser de mi hermano, ese maldito debía desaparecer de mi camino. Me aseguraría de ello.

"Quiero entrar profundamente en ti, hasta que duela un poco. Incluso si tu codicia está satisfecha por mí, todavía puedo sentir que quieres mi cuerpo, cariño."

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