2. Ojos en blanco

HueningKai

No sabía el porqué, pero desde que ella había llegado a nuestras vidas no podía dejar de pensar en su sonrisa y en lo hermosa que se veía. Admitía que quizás unas cuantas veces la espíe mientras se duchaba, pero no podía negar que me volvía loco. Todo de ella me volvía loco, no entendía por qué había elegido a mi padre, desearía haberla conocido mucho antes.

Estaba en mi habitación tumbado en mi cama con los audífonos puestos mientras me perdía en la música.

-HueningKai.-Escuche su vos que me llamaba, era hermosa y seductora, parecía un sueño.

Me quité mis audífonos sintiendo mi rostro arder de vergüenza al tenerla frente a mí, era tan hermosa.

Más haya de atracción física, sentía una gran punzada de felicidad en mi corazón al verla, la quería solo para mí y sería capaz de hacer lo que fuera por ella. Pero aunque lo intentara, solo era un chico universitario que no sería nada sin el dinero de su padre.

-¿Pasa algo?-Inquirió ella sentándose sobre mi cama.

Sentí mi respiración comenzar a ser irregular al tenerla tan cerca.

-No es nada, solo estoy algo agotado, sí.-Murmure, trabándome con mis propias palabras.

Me levanté un poco de la cama recostándome en la cabecera de esta.

-Bueno, entonces me voy, solo quería avisarte que uno de tus amigos llamó por teléfono, dijo que te llamaría luego.-Me aclaró con una sonrisa y se levantó de la cama.

Lo reflejo, la tomé del brazo impidiendo que se fuera. Ella me miró con sorpresa y sonrió volviendo a sentarse a mi lado.

-Puedes... Quedarte un rato más.-Pregunté bajando la mirada demasiado avergonzado para verla a los ojos.

-Claro, quieres que hablemos.-Me sonrió pasado su mano por mi brazo y mi piel se erizó.

-Eunha, yo...

-Hermanito, iras a clases hoy.-Entro mi hermano mayor interrumpiéndome, por lo que lo fulmine con la mirada.-Oh, estas con nuestra nueva mamá que interesante.-Sonrió él de forma forzada viendo mal a Eunha.-Ya te la cogiste.-Hablo el de forma venenosa.

-Jungkook.-Alcé la vos sintiendo mi enojo comenzar a crecer.

-Tranquilo.-Eunha me sonrió para luego mirar a Jungkook de forma seria.-Jovencito, no permito que digas esas cosas en mi presencia.

-Claro, no es como si fueras una santa.-Mi hermano rodó sus ojos con arrogancia y se acercó.-Quizás no lo sepas hermanito, pero nuestra madrastra es una puta o como crees que consiguió casarse con nuestro padre.

Sabía todo aquello, me había encargado de investigar sobre ella, pero no permitía que mi hermano la tratara de esa forma.

-Escúchame bien idiota, no vuelvas a decir algo así de Eunha.-Lo tomé con fuerza de su abrigo dispuesto a estampar mi puño en su cara.

-Que, vas a pegarme, ya te acostaste con ella con no puedes impedir defenderla.-Se burló él, no pude contenerme más y llevé mi puño a su cara proporcionándole un golpe que le hizo girar su rostro.

Jungkook se levantó, viendo la sangre en su labio ahora roto, mirándome con desprecio, me devolvió el golpe, tirándome al suelo.

-Deténganse.-Escuche decir a Eunha.-Son hermanos no peleen de este modo.

-Si quizás estamos peleando así por tu culpa.-Confeso Jungkook dejando a Eunha sorprendida.-Sabes hermanito a diferencia de ti, yo ya probé los labios de tu querida Eunha.-Confeso él y mi corazón se apretó.

¿Aquello no era cierto?
¿Verdad?

Observé a Eunha buscando una respuesta, pero ella solo bajo su mirada. Entonces ella y mi hermano.

-Salgan los dos, ahora.-Grite con enojo.

-Pero Huening...

-¡Ahora!

Eunha asintió y salió de mi habitación, en cambio, Jungkook se quedó unos minutos más.

-Ves después de todo si es una puta.-Sonrió mi hermano y salió de la habitación cerrando la puerta de un portazo.

-¿Se puede saber qué les pasó en la cara?.-Pregunto con enojo mi padre en cuanto nos sentamos en la mesa para comenzar a cenar.

-No fue nada grave amor, Jungkook se metió en una pelea y HueningKai intento ayudarlo, por eso ambos están así.-Interfirió Eunha dándole una excusa creíble a mi padre.

Odiaba la forma en que Eunha lo llamaba amor. Sentía celos por mi propio padre y ahora también por mi hermano. Pero ese era el efecto que causaba esa mujer en mí, no entendía que era lo que tenía, pero sea lo que fuera, era adictivo. Odiaba la forma en que ambos se daban amor en esa mesa, no quería ver más como la besaba y era cariñoso con ella, lo odiaba.

-No tengo hambre, me retiro, buen provecho.-Me levanté de golpe de la mesa, yéndome a mi habitación, escuchando de fondo los regalos de mi padre.

Pero que se vaya al carajo, me daba igual lo que él dijera, ya estaba cansado de hacerlo todo como él quería.
Entré a mi habitación dando un fuerte portazo. Sentía rabia y desprecio por todo.

-HueningKai, cariño estás bien.-Escuche la vos de Eunha a mis espaldas, se escuchaba preocupada y eso me hacía sentir culpable de todas esas emociones que sentía.

-Sí, gracias por preocuparte.-Murmure sin verla, aun de espaldas a ella.

-Oye sobre lo que dijo Jungkook antes...

La interrumpí girándome hacia ella y besándola. Eunha no se movió, solo se quedó en el mismo lugar mientras yo la besaba queriendo poseerla por completo.

Me alejé de ella con las mejillas sonrojadas, intentando disculparme entre murmuros casi inaudibles.

-Lo lamento, soy un idiota yo...

Me quedé atónito en cuanto Eunha se acercó a mí, logrando que me sentara sobre la cama, con ella, sobre mi regazo.

-No te disculpes, solo bésame de nuevo.-Murmura Eunha cerca de mis labios provocando que algo en mis pantalones se contraiga.

Volví a unir mis labios con los suyos, profundizando cada vez más el beso. Su lengua se deslizaba con la mía y nuestras salivas se mezclaban mientras el beso se volvía cada vez más intenso. Llevé mis manos a sus caderas, apretándolas un poco en busca de más fricción entre nuestros cuerpos.

-Espera.-Me alejo de sus labios ahora hinchados por el beso.-Esto no está bien, no podemos.

-¿Por qué?, no te gusto.-Pregunta ella apartándose un poco de mi cuerpo.

Al escuchar aquello mi cara se torna roja sintiéndome avergonzado y algo avergonzado por la repentina pregunta.

-Claro que sí, pero mi padre...

-Oye, no soy tu madre.-Se ríe ella causándome un cosquilleo en mi estómago.-Y sobre tu padre, él no tiene por qué enterarse.

-Y mi hermano.-Pregunto repentinamente recordando las palabras de Jungkook.

Eunha sonríe y me besa.

-Entre Jungkook y yo no paso nada.-Eunha me acarició la mejilla.-Si no quieres creerme está bien.

¿Por qué me mentiría?

Estoy seguro de que no lo haría ella, jamás me mentiría, confiaba en ella.

Me incliné un poco y capturé mis labios entre los suyos una vez más. Succione su labio inferior llevando mis manos hasta sus pechos. Apreté sus pechos y cerré mis ojos sintiendo como mi longitud palpitaba dentro de mi bóxer.

-Eunha te quiero.-Confieso entre besos.

-Entonces demuéstramelo, haz lo que quieras conmigo.

Al escuchar sus palabras uno mis labios con los suyos desesperado por más. Ella desabotonó mi camisa de forma desesperada, me sentía tímido pero tan excitado al tenerla así. Eunha se agachó un poco lamiendo mi pecho, sus uñas pasan por mi abdomen y se aferran a la cintura de mis vaqueros jugando con el zíper de estos.

Algo hizo clic en mi cerebro al sentir sus manos en ese lugar, aún no estaba seguro de si ella y mi hermano había hecho algo, pero quería que lo disfrutara mucho más que con él, iba a demostrarle que era una mejor elección que mi padre o mi hermano.

-No.-Negué tomando sus manos cuando comenzó a abrir la cremallera. Observé como Eunha frunció su ceño e intente explicarme.-No es que no me guste, se siente genial pero...

La aparto levemente de mi regazo y me relamo los labios intentando no sonar nervioso.

-Solo deja que te muestre.

Pase una de mis manos por su lacio cabello negro. Siento como mis mejillas se tornan de un rojo intenso y me acerco a la puerta cerrándola. No iba a dejar que nadie nos descubriera, aunque me daría igual si así fuera seria divertido ver la cara de mi padre al ver como me follo a su esposa mucho mejor que él. Pero no lo haría por lo mucho que apreciaba a Eunha y porque estaba seguro de que mi padre le haría cosas horribles si se entera de esto.

Me inclino sobre su cuerpo mordiéndome el labio inferior y empujando su camisa hacia arriba de su torso. Besé su abdomen siguiendo un camino desde su ombligo hasta que mi boca se encuentra con el botón de sus pantalones cortos. La miro buscando su aprobación para después desabrocharle su pantalón corto y bajándolo hasta sus tobillos. Me pongo de rodillas y abro sus muslos suavemente, deleitándome por la vista de sus bragas húmedas, completamente moldeadas hasta la médula.

-Eres sexy, lo sabes.-Murmuro dejando besos en la piel sensible del interior de sus muslos.-Tan caliente.-Chupo la piel sensible de en el interior de sus muslos sacándole leves suspiros.

Siento como Eunha arquea su espalda, sonrió y empujo su ropa interior hacia un lado.

Recorro con mi lengua su clítoris succionado, este sacándole unos cuantos suspiros, chupo con avidez el resto de la humedad que se extiende por el interior de su núcleo, sintiendo como mi polla de forma fuerte y dolorosa. Tomo el elástico de sus bragas y la enrollo entre mis dedos comenzando a bajarla hasta más haya de sus rodillas.

Me inclino antes de que Eunha cierre sus muslos y comienzo a lamer desde su agujero hasta su clítoris. Puedo escuchar como la respiración de Eunha se acelera y comienzo a sumergirme en su agujero húmedo y palpitante mientras mi nariz se frota contra su clítoris.

Estaba embriagado y mareado por su delicioso sabor. Lamí y chupe recogiendo su humedad con mi lengua. Eunha comenzó a enredar sus dedos en mi cabello, halando mis mechones cada vez que estimulo su coño goteante con mi lengua.

-Mierda, Kai.-Gime ella desesperada cuando mi lengua se mueve de arriba a abajo creando un lío resbaladizo.

Presiono mis labios contra su clítoris chupando ese punto en especial que la hace gemir con fuerza cubriendo sus hermosos labios para no ser escuchada por todos.

-Kai, yo... Voy a correrme.-La escuché lloriquear.

Me perdí en el aroma y el calor de su coño, chupando y lamiendo su clítoris sin piedad, golpeando su capullo bruscamente con la punta de mi lengua.

La espalda de Eunha se arquea y su rostro se contrae mientras su intenso orgasmo recorre su cuerpo. Pero no me detuve, quería escucharla gritar.

-Kai, espera.-Lloriquea ella intentando cerrar sus muslos con fuerza.

Me detengo apartándome de su intimidad para sentarme en la cama. Me incliné y besé sus labios dejando que probara su propio sabor.

-Perdón, pero sabes tan bien.-Ronroneo mordiendo su labio inferior.

-No es verdad.-Se queja Eunha haciendo un puchero avergonzada.

-Claro que es verdad.

Sonreí bajando la cremallera de mis vaqueros. Me quité los pantalones junto a mi bóxer, mi polla pegada a mi estómago, casi hasta el punto de tocar mi ombligo, estaba tan caliente. Ayude a Eunha a quitarse por completo su camisa, ella se sienta sobre sus codos y me besa.

Me inclino sobre ella hasta que vuelvo a tumbarla sobre la cama, apartando los cabellos sobre su rostro. Tomo la parte posterior de sus muslos y la obligo a enredar sus piernas alrededor de mis caderas.

Llevo mi mano hasta la base de mi polla, sintiéndome nervioso de nuevo. Con delicadeza arrastro la punta de mi polla hasta sus pliegues entrando y saliendo levemente para molestarla un poco. Escuchando como gime y gruñe desesperada.

-Ya deja de jugar y fóllame, Kai.-Eunha se queja entre súplicas desesperadas.

Luego de un poco más de tortura finalmente empujo toda mi longitud sacándole un gemido desesperado que calle con mis labios.

Comienzo a moverme de forma lenta y precisa enloqueciendo a Eunha con cada embestida.

Era mejor que cualquier otra sensación que pude haber imaginado se sentía tan bien estar dentro de ella, era mucho mejor que cualquiera de mis fantasías. Escuchar sus gemidos y lloriqueos desesperados me volvían loco.

-Oh, mierda nena estás tan apretada.

Le digo mientras llevo mis manos a su boca para apaciguar un poco la intensidad de sus gemidos. Escucho a Eunha gemir mi polla se contrae.

-Es... Es tan grande.

Asiento levemente y quito mis manos de su boca llevándolas a sus muñecas para entrelazarlas sobre su cabeza.

Quería follarla tan jodidamente bien hasta dejarla sin aliento, pero quería contenerme, no quería lastimarla y mucho menos que alguien más escuchara lo que estábamos haciendo entre esas cuatro paredes.

Otra embestida más y un gemido sale de entre mis cuerdas vocales. Me dejo perder entre las embestidas, aumentando mi ritmo mientras aprieto el agarre en sus muñecas, dejando algunas marcas que quizás luego serían visibles como pequeñas lunas crecientes en su piel.

Su coño comienza a prestarse alrededor de mi polla, obligándome a aplicar más fuerza de mis caderas para follarla mucho mejor.

Era tan hermosa aquella vista, sus ojos entrecerrados y su boca abierta levemente, con su cabeza echada hacia atrás. Era como una melodía perfecta, para mí escuchar sus gemidos lascivos me enloquecían cada vez más y más.

No quería detener los ruidos vergonzosos y desesperados que salían de su boca mientras la follaba con demasiada urgencia, presionando hacia abajo hasta quedar pecho contra pecho, tomando su trasero entre mis manos, empujando mis caderas contra las suyas. Aquel nuevo ángulo lo hacía aún más profundo y satisfactorio, haciéndome sentir una oleada de calor intenso recorrer mi estómago.

Estaba tan cerca, pero no quería detenerme hasta ver como sus fluidos recorren toda mi polla.

Luchando por no detener el ritmo constante y preciso me aferré a sus muslos profundizando las embestidas. Escuche su grito de placer que ahogue entre mis labios.

Los ojos de Eunha se giran hacia atrás y sus uñas se clavan en la palma de sus manos.

-Kai, estoy tan cerca.

Eunha gime con desesperación. Golpe profundamente en su cuello uterino haciéndola gritar.

-Por favor solo has que me corra, Kai quiero que lo dejes todo dentro de mí.-Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras gime demasiado sensible como para soportar más.

Unas cuantas embestidas más y siento mi propio clímax llegar, mi polla derramando su semen caliente en el interior de Eunha que se contraía sintiendo su propio orgasmo, invadirla mientras arqueaba su espalda con su cuerpo tembloroso por el intenso éxtasis.

Salgo lentamente de su interior sintiendo mi cuerpo relajarse. Caigo a su lado en la cama dejando que mi respiración se relaje.

La veo levantarse lentamente y tomar su camisa mientras se la coloca.

-Creo que debería irme a tomar una ducha, así Changbin no sospecha.-Veo su sonrisa débil y noto que no deseaba irse, lo veía en su mirada, quería quedarse conmigo, lo sabía.

-No te vayas.-Me levanto un poco y la beso.-Me da igual mi padre, por favor.

-HueningKai, quizás a ti te dé igual, pero que crees que pasara conmigo si se entera.

Baje la mirada, tenía razón, mi padre era alguien amable a simple vista, pero se transformaba en alguien completamente diferente cuando estaba enojado.

-Tienes razón.

Ella ríe y me da un último beso en los labios. Se coloca sus pantalones cortos junto con su ropa interior, levantándose de la cama abriendo la puerta.

-Intenta no soñar mucho conmigo.-Me dijo de forma divertida y yo reí sintiendo mis mejillas sonrojadas, después de todo aquello aún sentía vergüenza de mirarla a los ojos.

-Buenas noches y no prometo nada.-Sonrió levemente cuando sale de mi habitación.

Me tumbo en mi cama con una sonrisa de oreja a oreja, estaba demasiado feliz y no me arrepentía de todo aquello. Ahora más que nunca sabía que esa mujer era mi perdición.

"Hipnótico, exótico. Él esta volando y es porque soy la piloto. Porque cuando él lo hace así no puedo quedarme callada."

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top