VIII
Al fin y al cabo pude alcanzarlo, le di su calmante, pero cuando intente llevármelo, corrió hacia una habitación y cerro la puerta.
Desesperado lo seguí, con miedo a que le haga al paciente de aquella habitación. cuando llego a ver adonde entro el hombre escurridizo, me puse pálido y temble nervioso. Era una puerta que, a diferencia de las demás del hospital esta era de hierro y tenia un panel con contraseña.
Después de introducir contraseñas al azar, vi que el mismo numero de la habitación era la clave. Los números se veían como los de una calculadora, y note que al introducir los cuatro dígitos "7-7-3-4" estaban invertidos, formando la palabra "H-E-L-L".
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