Pasaron meses desde que trabajo aquí en el hospital, me había ido muy bien en mi tarea de enfermero nocturno y en el aseo de habitaciones, mi sueldo era estable y era suficiente para satisfacer mis necesidades.
Una noche entre las 4:30 y las 6:00, limpiando la oficina del departamento de enfermería, encontré una carta, el papel era muy viejo y su manoescrito era difícil de leer, así que tuve que pasarlo a la computadora, luego pude leer con mas claridad:

"He pasado años atrapado aquí, he sido engañado durante toda la vida que llevo trabajando en este lugar, aun no puedo olvidar esos cuerpos que reposaban y las luces de las maquinas de aquel infierno. Quien que lea esta carta, sal de aquí cuando antes, o terminarás como yo"

En la parte inferior de la carta figuraba la frase "Don't go to hell" (No vayas al infierno).
Guarde la carta en mi bolsillo y seguí limpiando la oficina, de repente tropece con mis cordones desatados, me levante y los ate bien.
Al salir de allí escuche el ruido de un medidor cardiaco, se hacia mas fuerte al acercarme al area de cirugías, pero tuve que alejar de allí porque ya era el fin de mi turno.