3

Naruto ni Avatar me pertenecen, son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo.

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Entonces no pudo evitar pensar.

Es un monstruo.

Yacía allí, sentado en una montaña de cadáveres mientras que su cabello completamente bañado en carmesí.

Fueron masacrados.

Ellos, los capitanes de los Monzones Rojos cayeron como si fuera moscas ante este tipo.

Incluso él llegó a pensar que era inmortales, un espíritu de la venganza que ellos enojaron, lo bombardearon con lo mejor que tenían pero solo le hicieron caricias.

Pero no era tiempo de pensar.

Era tiempo de huir.

Slash.

Su mano fue clavada al suelo al concreto del suelo, abrió su boca para lanzar un alarido de dolor.

Slash.

Su otra mano también fue clavada al suelo sin piedad alguna.

-¡ARGH BASTARDO! ¡PUDRETE!-Grito el hombre lleno de dolor mientras que respiraba ee manera agitada.

Su cabello largo cayó por su rostro mientras que aquellos ojos veían lleno de odio total y absoluto al ser que le había echo esto.

Llevaba camisa manga larga ajustada a su cuerpo y de cuello de tortuga, pantalones holgados que dejaban en vergüenza a la misma noche por su oscuridad, botas punta de acero del mismo color y guantes negros para el uso de armas evitando que se resbalaran por la sangre caída.

En su rostro superior iba protegido por una máscara de zorro, el hombre pudo ver que cuando relajo su aliento una pequeña llamarada de dio por lo que supo quienes habían sido sus asesinos.

-Has sido un chico muy malo-Habló el hombre mientras que se levantaba de la pila de cadáveres.

El sujeto descendió lentamente hasta que quedó en el suelo al frente del clavado hombre.

-¡Puedo darte tres veces lo que te dieron! ¡Vamos hombre no hagas esto! ¡Te haré rico!-Grito Chu Liang viendo con ojos desesperados al sujeto.

Tas.

El sujeto fue sostenido de las mejillas por la mano del hombre, no pudo evitar tragar al ver que aquellos ojos le veían como si no fuera más que escorias.

-Por ello siento asco por tipos como tú, piensan que el dinero lo es todo y pueden comprar todo con él, te tengo una mala noticia amigo, la señora de fuego Izumi le entristece saber que te has aliado con el Loto Rojo-Hablo el hombre mientras daba media vuelta.

Chun Liang intento despegar sus manos del suelo para así borrarle la sonrisa con su agua control, pero fallo miserablemente cuando una corriente de dolor le obligó a detenerse.

PLASH.

El sujeto le tiro  un líquido extraño que el abrió sus ojos con horror al darse cuenta que era.

Era keroseno.

-¡BASTARDO! ¡NO SABES QUIEN SOY YO!-El hombre grito desesperando ante la idea que estaba pasando por la mente de este psicópata.

-Si, se quien es...-Habló el hombre llevándose las manos a su máscara.

El hombre sonrió al ver que ese bastardo cambiaba de parecer, no podía esperar el día en que lo mataría.

El hombre entonces se congeló al ver que el rostro de aquel muchacho le sonreía de manera amigable.

-Solo es un cavader carbonizado-Hablo Naruto mientras que de su dedo índice una pequeña eh insignificante chispa cayó.

FLUSH.

El hombre grito lleno de dolor al sentir su piel ampollarse lenta y dolorosamente hasta ser rosada, se movió de manera violenta pero fue en vano, pataleo mientras gritaba por piedad y lloraba lleno de desesperación.

Naruto podía oír su piel ampollarse, sus brazos desgarrar sus músculos y quebrar sus huesos en el afan de salir, al ser un doblador de fuego y debido a su entrenamiento estas llamas no era más que una brisa fresca y helada para su piel.

Naruto se percato que ya no se movía debido al shock por lo que supo ver, ya ni siquiera los dobladores y sanadores más experimentados podrían salvarle la vida.

Su trabajo estaba echo.

Mientras que los Monzones Rojos elegían el ahogamiento como su ajuste de cuentas favorito debido a que todos eran dobladores de agua.

Los Agni Kai era maestros fuego.

CRASH.

Naruto había corrido a la ventana mientras que saltaba al saber que había echo su labor

Estaba en uno de los muelles de Cuidad República, la guarida de los Monzones Rojos o bueno donde sus altos cargos de reunían.

Afuera.

Nadie vio la mancha caer al agua del edificio que ahora ardía en llamas.

Flush.

Naruto salió mientras que rápidamente comenzaba a nadar a crol mientras que en segundos ya habia recorrido un buen recorrido.

Se hundió perdiéndose entre el océano cuando escucho un motor acercarse a lo lejos.

Tiempo después.

Una mujer de entre los cincuenta y cincuenta y cinco años yacía leyendo unos informes.

Lo que más destacaba era la enorme cicatriz en su rostro dejandole un ojo completamente blanco dando a entender que no tenía visión en él.

-Así que veo que has cumplido tu deber-Hablo la mujer con tranquilidad mientras que sin despegar su vista de los papeles.

"Fue demasiado fácil, una chispa por aquí y ya"

La voz de Naruto sonó desde su asiento que era el candelabro, yacía acostado viendo la hermosa pintura en la pared.

La mujer lanzó un suspiro mientras que le daba media vuelta a su silla reclinable, pudo con su único ojo bueno ver a la distancia las llamaradas de un infierno.

-Buen trabajo-Hablo la mujer ya que había sido un magnífico trabajo.

PAM.

La mujer no se molesto al oír que Naruto caía en su escritorio, además que tampoco dudaba de la lealtad del mismo por lo que era el único que se había ganado el derecho a tener su espalda.

Naruto apoyo sus brazos en sus rodillas mientras que su barbilla fue apoyada en sus brazos.

En su mano había un cuchillo, pero no era un cuchillo cualquiera, era el cuchillo de Chun Liang, el que uso para sacarle los órganos a docenas de enemigos indefensos.

-¿Hace cuanto trabajamos juntos?-Pregunto la mujer mientras que seguía viendo el horizonte.

-Doce años y dos días-Respondió Naruto mientras que la mujer asentía ante aquello.

-Nunca has fallado una misión, tampoco tus hermanos, todavía recuerdo que solo era un niño cuando te conocí, ahora te has convertido en un adulto-Habló la mujer mientras que no le importaba el cuchillo en las manos de Naruto.

-¿Porque me dieron esta misión?-Pregunto Naruto realmente confundido, él era una máquina de matar, algo que ni siquiera tenía que tener contacto humano, estar rodeado de vida era algo nuevo para su mente.

-Cuidad República se hunde Naruto, se pudre y se quiebra, todos esos civiles no-dobladores cada vez quieren más, me recuerdan tanto a un cancer, esta cuidad fue creada con el propósito de establecer lazos con las demás naciones, pero sin embargó los que son de la capital del fuego se reciben con odio y escupitajos, esto no es igualdad, ciertamente cometimos un error pero intentamos enmendarlo...-Habló la mujer viendo la cuidad brillar, su ojo ganó alegría al verle brillar tan hermosa como siempre.

-¿Le odias?-Pregunto Naruto mientras que la mujer negaba rápidamente.

-Acaso debería odiar a la oveja koala cuando su pastor la llevó al nido de unos lobos murciélagos, preguntas el porque te han desplegado y activado en Cuidad República...-Habló la mujer mientras se paraba de su asiento.

Naruto observó que la mujer ponía su mano sobre el cristal de la ventana con su ojo lleno de valentía.

-Esta cuidad cuidad putrida no es la visión de Lord Aang ni Lord Zuko, Lady Izumi nos encargo que la limpiemos, el peor error de Lord Aang fue no poner una pena de muerte aquí, algo que Lady Izumi no está dispuesta a aceptar, el ocasiones hay que quitar los tomates podridos para evitar que la cosecha se dañe-Hablo la mujer mientras que apretaba su puño llena de resolución.

La mujer tomó de espalda la muñeca de su mano derecha.

Ella había venido aquí como embajadora de la nación de fuego, pero aquello era una fachada, ella era la conexión que había entre Izumi y sus espías.

Debido a una confrontación que había existido entre Aang y Zuko, las otras tres naciones decidieron vetar a la nación del fuego sobre el control se Cuidad República.

Izumi no se quedaría de brazos cruzados dejando que el trabajo de su padre y del avatar se destruyera en corrupción y violencia.

-Ya veo, así que es eso-Habló Naruto mientras que ponía el cuchillo de aquel hombre sobre la mesa.

-Con este logro el Loto Carmesí no tendrá de otra más que quedarse en la sombra por unos años más, Lin va a limpiar este desorden, inculpara a los Agni Kai sobre esto-Habló la mujer mientras que Naruto chasqueaba la lengua en desagrado.

-Esa mujer no puede ni siquiera limpiar una peluza con un soplete, es estúpida y tosca-Habló Naruto ya que tuvo el desagrado de conocerla en la mañana.

-Servirá para su propósito-Habló la mujer mientras que sonreía levemente ante aquello.

Muchos se hubieran estremecido al oír a los dos hablar sobre controlar a una de las mujeres más poderosas de Cuidad República como si se tratase de un simple juguete.

-Bueno, me voy, bah, haz lo que quieras-Habló Naruto ya que no sabía que pensaba esa mujer.

-Por cierto, sin dudas serás recordado en la historia como el que se follo al avatar Korra-Hablo la mujer dando media vuelta bufando molesta.

No había nadie.

Solo el cuchillo sobre la mesa.

La mujer soltó una risa, podía ver el rostro perplejo de Lord Zuko cuando se enterase que básicamente su soldado le había jodido los sesos a una versión femenina de su amigo.

Pero lo que más admiro la mujer fueron los ojos de Naruto, sus antes llenos frialdad ahora había una pequeña chispa brillante.

Naruto podía asesinar a sus hermanos con una sonrisa en su rostro, había sido entrenado para reprimir sus emociones lo que conllevó que las perdiera casi en su totalidad, lo que a muchos les causaba alegría para él no era nada.

Pero con ello conllevó a que tuviera que falsificar sus emociones tan bien que podría engañar a los expertos.

La mujer suspiro al ver unas gotas de sangre, ¿El idiota cuando se daría cuenta que estaba herido?.

Tiempo después.

Era de noche, Korra estaba acostada viendo las estrellas en el cielo nocturno pero hermoso.

Se encontraba en área de entrenamiento ya que no tenía ganas de dormir en absoluto y quedarse dando vueltas en su cama no era la mejor de las ideas.

Naruto.

A la mención de aquel nombre su corazón ganó un hueco, Tenzin se había enfurecido.

Ella conocía a Tenzin, nunca antes lo había visto así, conocía cuando estaba enojado o rabioso, pero esta vez era distinto.

Estaba furioso.

Fue un verdadero asombro ver que le había permitido quedarse en Cuidad República para entrenar Aire control.

O tal vez estaba furioso por los seis guardias policíacos que noqueo.

En su defensa no le dejaron ir al hospital así que si ellos se oponían era solo un estorbo en su camino.

Pero casi llegando había sido atrapada por Lin Beifong, Korra nunca antes había visto a Tenzin con el rostro morado de enojo.

No había vuelto escapar ya que no quería que Tenzin se enojara, según un policía Naruto solo había tenido una ligera contusión cerebral y un brazo roto.

Primero arreglaría las cosas aquí y luego buscaría a Naruto nuevamente.

"Así que la princesa de agua, ahora se convirtió en la princesa de Cuidad República"

Una suave voz la hizo sentarse de golpe mientras que su cabeza se movía buscando al responsable.

Ahí estaba recostado en un pilar de piedra.

Naruto observó como Korra se ponía de pie rápidamente, quería molestarla pero no supo porqué decidió no hacerlo.

Le vio correr a él y abrió los brazos ya que querría seguramente abrazarle.

PAM.

Naruto sintió un golpe que le quitó el aire mientras que caía de rodillas preguntándose que diablos le daban a los niños en las tribu polares.

-*¡Offf!* E-Espera, si me das otro probablemente me desmaye-Naruto alzando una mano mientras que con la otra acunaba su estómago, ¿Acaso no se daba cuenta que tenía piedra en su mano pasa mejorar el impacto?.

Korra entendió razón bajando su brazo mientras que su ceño fruncido reprimiendo sus lágrimas, este estúpido quien se creia que era para venir cual gato por su casa.

-¡Tonto! ¡Me tenías preocupada!-Habló Korra sintiendo un enojo que jamás pensó sentir.

Naruto se preguntó qué estaba mal en la psique de Korra, ni siquiera un abrazó, lo recibió con un upper cut al plexo que debía decir era el más afilado que le habían dado.

Naruto se levantó del suelo al ver que  Korra contenía la respiración con sus mejillas hinchadas, como una niña haciendo berrinche.

Entonces la castaña sintió un par de brazos protegerle, se sintió como si todo se esfumara, como si sus problemas y ansiedades se fueran, se sentia protegida en aquellos brazos.

Korra entonces le intento abrazar, pero sintió un líquido extraño en su mano, lentamente la observó viendo con horror lo que era.

Era sangre.

-Mira, ¿Estas herida?-Pregunto Naruto preocupado al ver la sangre en la mano de Korra.

-¡Es tuya!-Korra grito mientras que rápidamente le daba vuelta ya que aquello vino de la espalda.

Entonces vio con horror.

Una enorme herida estaba en la espalda de Natuto, iba desde el hombro hasta la mitad de su espalda.

-Upsss, creo que me corte con una piedra al salir del agua-Hablo Naruto mientras se preguntaba como rayos se la había echo.

La ventana.

Naruto cayó en cuenta la ventana de aquel lugar, esos novatos ni siquiera le hubiera podido sacar sangre en primer lugar, se había olvidado y no endureció su piel y este fue el resultado.

Aunque tenía que admitirlo.

Korra se veía sumamente hermosa luciendo como un cachorro asustado congelada ahí.

-¡Tengo que curarte!-Grito Korra mientras que rápidamente movía sus brazos y una parte del agua del estanque salía.

Tap.

Naruto le tocó las manos para evitar que usará la sanación en él, Korra al ser distraída accidentalmente dejó caer el agua que iba a utilizar.

-¿Que haces?-Pregunto Korra enojada al ver que por su estupidez había dejado caer el agua.

-Vamos, no es tan profundo, estoy seguro que con un botiquín no moriré, ademas me curo rápido así que para mañana la tendré bien-Habló Naruto ya que la cicatriz de esta cortadura le haría recordar que no era invencible, que incluso los más grandes morían por pequeñeces.

Korra frunció el ceño al ver que negaba su ayuda, le tomo de la muñeca mientras que rápidamente caminaba a su cuarto donde había un botiquín de primeros auxilios.

[-Y así fuiste creada Kotoha-Hablo Korra con añoranza mientras que la muchacha tenia una mueca de asco ya que solo le preguntó como se conocieron su padre y ella]

Naruto no pudo negar que Korra se veía sexi mangoneandole de esa forma, así que las mujeres de carácter eran sus favoritas, quien lo podía creer.

Mañana siguiente.

Tenzin suspiro mientras caminaba lentamente al cuarto de Korra, ayer había sido un día verdaderamente exhausto.

Y había explotado.

Su falta de sueño, combinado con todo lo que sucedió le habían echo perder los estribos, su madre siempre le había dicho que cuando explotaba parecía a su padre enfurecido.

Pema había hablado con él en la noche y le había echo entrar en razón, por lo que ahora se disculparia.

"Tenzin, Korra ya es una adulta por derecho propio, déjala disfrutar la vida y llevarse los golpes que ello conlleva, ella no pudo ser una adolescente pasando su vida entrenando y encerrada, es normal que quiera vivir un poco, aunque nunca creí que ella sería una boykiller, ara ara, pensar que conquistaria el corazón de un joven puro y lo ahogaria en las aguas de la lujuria"

"Además no puedes criticarle nada ya que cuando tu te convertías en un adulto yo apenas venía naciendo, eres un hipócrita lo sabías"

Tenzin se hizo una nota mental de alejar a Korra de Pema esta mañana, no querría a Korra repartiendo agua control de lo avergonzada que estaría por las burlas de Pema.

-*Yo también lo viví, Tenzin tu puedes darle consejos, vamos no seas cobarde*-Habló Tenzin al llegar a la puerta de su sobrina.

Ser el hijo del Avatar había atraído a muchas mujeres, pecar de vez en cuando no era algo realmente malo, sino hace miles de años los monjes del aire se hubieran extinguido.

"Problemas en el paraíso"

La suave voz de su esposa hizo a Tenzin ver atrás suyo con un poco se susto ya que no la había escuchado.

Pema sonreía de manera burlona mientras acunaba su estómago que estaba abultado debido al bebé que crecía dentro suyo.

-Pema que estas...-Habló Tenzin mientras que intentaba caminar a ella pero la mano de la misma lo detuvo.

-Estoy acompañandote para que no cometas una estupidez, debes disculparte Tezin, no hacerle parecer que realmente fue su culpa-Hablo Pema con el ceño fruncido ya que había recordado la estupidez de su amado esposo.

Tenzin observó que Pema no se movía mientras que esta observaba a su esposo suspirar y volver a la puerta.

Toc.

Toc.

Toc.

Tenzin tocó tres veces, dio un paso atrás esperando algún tipo se confirmación para entrar.

Toc.

Toc.

Toc.

Tenzin volvió a tocar pero esta vez tomó el pomo de la puerta, al no oír sonido alguno se preguntó si estaba dentro de cuarto.

-Korra, voy a entrar, si estas en paños menores aceptaré que me tires una bola de agua, solo ten cuidado ya que Pema esta conmigo-Hablo Tenzin mientras que giraba la manija de la puerta, era mejor confirmar que no estaba aquí y que todo estuviera en orden que no hacerlo más tarde y no haber podido evitar una catástrofe.

Pema se acercó a Tenzin quien abría la puerta sin alguna pizca de duda en sus movimientos.

-Oh por los espíritus-Susurro Pema de manera sonrojada al ver la escena frente suyo.

Tenzin se encontraba estático mientras veía al frente, sentía sus bilis poco a poco regarse lentamente.

"Dile a ese calvo que ya casi sales"

Naruto se puso una almohada en su cabeza para no seguir escuchando ruido ya que era muy molesto, apretó su almohada un poco para tapar la mayor parte del ruido

Korra abrió lentamente los ojos sin percatarse del enorme peligro que corrían ambos, se deslizó un poco hasta quedar con la espalda de Naruto mientras que pasaba sus manos por las costillas de Naruto besándole el hombro sonriendo ante lo calentito que estaba.

"Déjalo ser, siempre a sido así de molesto"

Habló Korra adormilada mientras que le hacía cucharita a Naruto volviendo a cerrar sus ojos para seguir descansando.

Pema no pudo estar deacuerdo con la joven pareja, lo amaba pero Tenzin era una cosa bárbara, hablando de su esposo.

-*Valla no pensé que alguien se podía poner asi*-Pema se pensó impresionada al ver el rostro morado de enojo de Tenzin.

Otro lugar.

Una niña pelinegra estaba con sus hermanos mientras que esperaba pacientemente a sus padres para comer.

-¿Donde estarán?-Ya que detener a su hermanito menor siempre era una odisea y más cuando estaba hambriento.

"¡KORRAAAAAAAAA!"

La niña sabía que ese bramido de su padre fue escuchado por toda la isla y seguramente los muelles de cuidad República.

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Fin del capítulo.

Sin más que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.

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