Ian

—Tengo algo que decirles.

Dos pares de ojos se posan sobre mí. Aníbal se cruza de brazos apoyado en el marco de la puerta de mi oficina, mientras que Mick come una banana con toda la tranquilidad del mundo.

—Bueno, escúpelo —alienta Mick.

—No nos dejes en suspenso.

El pelirrojo aplana los labios con impaciencia. Creo que debo ponerme de pie, porque debo huir en cuanto suelte la noticia.

Sin rodeos.

Aquí voy.

—Heidi está embarazada.

Mick deja de masticar y Aníbal de respirar.

—Orales, ustedes se comieron la torta antes del recreo —bromea el hombre banana.

Eh, sí.

Falta un mes para la boda y ya estoy esperando un bebé.

—Dame una razón para no atropellarte —comenta Aníbal.

—Tu sobrino se quedaría sin papá —encojo los hombros.

—Touché.

—Bah y yo que quería ver el mundo arder. Felicidades, bro.

Mick se hunde en el sillón con aburrimiento y lo escudriño de mala gana.

Mis huesitos están a salvo, por ahora.

FIN

Gracias por tanto amor y compartir la historia de Los cuervos también se enamoran para que más lectores lo conozcan.

Les mandoun fuerte abrazo y besos desde la distancia. ♥️

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