Sip, tal y como lo han leído en el título, la siguiente es una anécdota relacionada con esa famosa expresión que hemos oído tantas veces en las películas principalmente en las de acción y que a mí me costó un regaño de parte de mi profesora xD.

Bueno les cuento, todo esto sucedió entre los años 2006 y 2007, en aquel entonces yo cursaba tercero (2006) y cuarto básico (2007) y en aquella época teníamos una profesora que era reconocida por ser muy estricta con los alumnos cosa que de la cual puedo dar plena fe ya que en más de una ocasión pude presenciar como ella castigaba a aquellos que se atrevían a causar escándalo en la clase, incluso yo tuve la desdicha de padecer su ira un par de veces a pesar de ser uno de los alumnos más tranquilos de mi clase, pero bueno son cosas que pasan, volviendo a la historia, en aquella época la mayoría de los profesores tenían la costumbre de escribir todo lo que decían en la pizarra para que nosotros copiáramos para después borrar y seguir escribiendo, pero yo tenía un problema y es que en aquellos años era de esos alumnos que escribían muy lento, por lo tanto cada vez que el profesor estaba por borrar la pizarra yo lo pasaba muy mal ya que no siempre terminaba de copiar lo que el profesor escribía y bueno aquella profesora que era muy estricta a diferencia de sus colegas ella tenía la costumbre de dictar tanto así que yo le apodaba la "dictadora" y el hecho de que ella dictara para mi era un calvario porque si ya era lento copiando lo que los profesores escribía, los dictados me hacían sufrir como no se lo pueden imaginar, no obstante en ocasiones la profesora solía apiadarse de nosotros y en lugar de dictar ella escribía en la pizarra, pero ello no quitaba el problema de que yo era muy lento escribiendo.

Entonces un día la profesora se apiadó de nosotros y comenzó a escribir en la pizarra mientras yo hacía mi mejor esfuerzo por seguirle el ritmo, pero después de varias pasadas el bendito borrador comenzó a alcanzarme mientras a mi me faltaba solo una línea para terminar de copiar lo que ella había escrito hasta que finalmente la profesora en un rápido movimiento borró aquella línea cuando yo estaba a la mitad de terminar de copiarla lo cual a mi me generó una angustia y rabia tan grandes que no pude contenerla y recordando las películas de acción y las de suspenso no se me ocurrió nada mejor que pronunciar la clásica frases que casi todos dicen y grité desde lo más profundo de mi ser ¡MALDITA SEA! cosa que no pasó desapercibida por lo cual la profesora inmediatamente preguntó por aquel que había pronunciado tamaña ofensa en contra de su persona a lo cual los muy fieles compañeros de mi salón, en una muestra de lealtad y compromiso enviables hacia el prójimo dijeron mi nombre a la vez que todos me apuntaban a lo cual la profesora me miró con unos ojos asesinos mientras un silencio de ultratumba invadía la sala por lo que yo sin más remedio no me quedó de otra que romper aquel incómodo silencio con un "Lo siento" a lo cual la profesora lo tomó para bien y la clase continuó sin más contratiempos.