- Yo: A ver... ¿Por dónde puedo empezar?
- Yo Serio: ¿Pues de qué quieres hablar?
- Yo: De los Tábanos.
- Yo Serio: Entonces habla desde tu primer encuentro con esos monstruos.
- Yo Nazi (leer con acento Alemán): Y no olvides recalcar lo mucho que odiamos a esos insectos (hace un gesto de asco)
- Yo y Yo Serio: ¿Y tú de dónde saliste?
- Yo Nazi: De la misma pocilga que ustedes untermensch.
- Yo: Bueno ya sé como relatar todo esto...

Todo esto comienza hace mucho tiempo atrás, tenía como 8 años y estaba por lo campos de mis abuelos corriendo feliz con un cabillo salvaje, hasta que de pronto un pequeño insecto comenzó a revolotear a mi alrededor, pensé que era una mosca así que me quedé quieto para que se posara sobre mi y al posarse quedé extrañado por su color, era una ¿mosca? blanca y veía como jugaba con su "trompa" hasta que de pronto sentí un fuerte pinchazo más una gota de sangre, de inmediato mi reacción fue atacar a la "mosca blanca", pero como era de esperarse este se escapó, entonces decidí retirarme del lugar, pero mi dí cuenta que la "mosca blanca" me seguía, entonces comencé a acelerar el paso y la "mosca" también hizo lo propio, fue en ese momento que llegué a la conclusión de la "mosca" me estaba persiguiendo, así que salí corriendo a toda velocidad hasta llegar a la casa de mis tíos donde cerré las puertas y ventanas, luego le conté lo sucedido a mis tíos y a mis padres, entonces ahí me contaron que eso no era una "mosca" sino un tábano que era parecido, pero con la deferencia de que este último se alimentaba de sangre.

Años después de aquel incidente volví al campo, pero esta vez de otro tío, entonces una tarde salí con mis primas a bañarnos en el río que había detrás de la casa y durante la mayor parte del tiempo no hubo problemas, con mi hermana y mis primas nadábamos tranquilamente por el río o remábamos en un bote de madera que teníamos por ahí, hasta que a mi se me ocurrió la brillante idea de alejarme del grupo y nada río abajo hasta que choqué con una rama lo cual llamó la atención de alguien, pero yo no me había dado cuenta, así que volví de donde vine hasta que de pronto una "mosca amarilla" comenzó a seguirme, al igual que con el tábano yo quedé extrañado por su apariencia y al igual que en aquella ocasión dejé que se me posara en el brazo, hasta que de nuevo siento un fuerte piquete y me quité de encima esa "mosca" la cual resultó ser un tábano amarillo, intenté huir, pero como ustedes sabrán es difícil correr cuando tienes la corriente en contra, a medio metro de profundidad y eres un niño de 12 años (o menos) a sí que lo mejor que pude hacer fue sumergirme hasta llegar a la orilla y escapar por tierra consiguiendo liberarme de esa bestia infernal.

Pero guerra contra los tábanos no terminaría ahí, ellos no se rendirían sin antes dar la última pelea y es fue la que me volvió loco.

4 años después del asalto del tábano amarillo vino el que sería el peor asalto o mejor dicho invasión alienígena, nazi, zombie de la tenga memoria, ese día fui invitado a la montaña junto a a uno de mis primos, durante el camino disfrutábamos de la belleza del paisaje, los bosques, los ríos y las montañas nevadas en el fondo, era un paisaje espectacular, mi primo y yo comentábamos por todo lo que veíamos hasta que se me ocurrió preguntarle cómo era el al que íbamos y el me dijo que era un lugar muy hermoso, entre cerros, montañas, bosques y ríos, pero había un pequeño problema, dijo mi primo, y era o mejor dicho eran... los tábanos, al oírlo decidí no prestarle mayor importancia puesto que ya tenía experiencia con los tábanos, pero mejor que los recuerdos hablen:

- Yo: Y ¿Qué tal el lugar el que vamos?

- Primo: Es muy lindo, está entre cerros, bosques, montañas y ríos, el paisaje es muy hermoso y el ambiente tranquilo

- Yo: Vaya, eso se oye fascinante, muy distinto al bullicio gris y contaminado que es Santiago.

- Primo: Si... salvo por un solo problema.

- Yo: ¿Qué cosa?

- Primo: Los tábanos.

- Yo: ¿Eso? Pfff, ya lo tengo controlado, ya he lidiado con tábanos en el pasado así que no supondrán ningún problema para nosotros.

- Primo: No, es que tu no sabes de lo que estás hablando.

- Yo: ¿Cómo que no sé? Son unos bichitos molestos, pero nada del otro mundo, son unas cositas así (haciendo el gesto con el dedo para indicar su minúsculo tamaño), las eliminaremos fácil.

- Primo: Pero tu no conoces a los tábanos de este sector...

- Yo: (Interrumpiendo) Ay por favor, claro que los conozco, son moscas blancas o amarillas de no más de 1 cm de longitud.

- Primo: Te equivocas, los tábanos de las montañas son negros.

- Yo: ¿Y qué? solo cambia el color, gran cosa (sin darle mayor importancia).

- Primo: Pero te atacan en enjambre, son nubes y nubes de tábanos que te persiguen.

- Yo: Uy si, mira como tiemblo.

- Primo: Y son gigantes, son así (haciendo el gesto con los dedos).

- Yo: Son un poco más grandes que los otros, pero eso no significa nada, son solo 1 cm más grandes.

- Primo: Miento, me equivoqué, no miden 2 cm, miden 5 cm.

- Yo: No exageres.

- Primo: Pero si es verdad...

- Yo: No te creo.

- Primo: Y esos son solo los bebes, cuando son adultos miden 50 cm, no, no son del porte del auto.

- Yo: Oh claro y después me vas a salir con que son del tamaño de un buque de guerra.

- Primo: Si, si, son del porte de un barco, no, son más grandes aún y cuando te chupan la sangre te dejan seco.

- Yo: Ay mira, tengo miedo, son solo inventos tuyos.

- Primo: Te apuesto lo que sea a que es verdad y además... esto lo sabe muy poca gente pero... detrás de la montaña está el tábano reina, mide 3 km de largo, se mueve a la velocidad de la luz, es indestructible, lanza rayos de los ojos y sale cada 10.000 años a succionar la vida del planeta, aunque hay ocasiones en que succiona más de la cuenta y extingue la mayor parte de las especies, ese tábano ha sido la causa de las extinciones masivas del pasado.

- Yo: ¿Ya...? ¿Y cuándo se supone que va volver a salir ese tábano gigante?

- Primo: Hoy día.

- Yo: ¡Ay por favor! ¡Todo eso es mentira! No llegan en nubes, no son tan grandes y el tábano gigante ¡NO EXISTE! Todo esto no es más que un invento tuyo.

- Primo: Cuando lleguemos lo verás.

- Yo: Bien.

Luego de eso llegamos a la montaña y nos recibieron los amigos de mi tía que nos habían invitado, luego nos dijeron cuales serían nuestras habitaciones y procedimos a instalarnos. Más tarde hicieron pan amasado para la hora del té (así es, aquí en Chile tenemos nuestra hora del té como los ingleses, así que amigos de Argentina tienen todo el derecho a odiarnos), entonces todos salimos para tomar el té y comer el rico pan amasado recién salido del horno, cuando de pronto sentí una cosa revoloteando en mis piernas (aclaro que estaba con pantalones cortos) entonces bajé la mirada y ahí lo vi, fue odio a primera vista, era una mosca gigante, negra y anaranjada, muy fea que estaba posándose en mi pie y recordando las experiencias anteriores, en lugar de esperar a que semejante engendro me picara decidí tomar yo la iniciativa y espantarlo, entonces mi primo con cara de "te lo dije" me dijo:

- Primo: Esos son los tábanos.

- Yo: Cállate, no era tan grande.

- Primo: Bueno... es que ese era bebé.

- Yo: Mentiroso y ni siquiera llegó una nube de tábanos, doble mentiroso.

- Primo: Eso fue solo el comienzo, ese era un informante y ahora va avisar al resto.

Y como si el mundo quisiera darle la razón a mi primo (todo es tu culpa Dios Troll que me quieres ver arder) empezaron a llegar, dos, cuatro, diez, veinte, infinito (ok no), pero eran muchos, entonces nuevamente mi primo me miró con cara de "te lo dije" pero yo me enojé y le dije:

- Yo: Pero no son tantos.

Pero llegaron más así que tuvimos que entrar las cosas y continuar con la hora del té adentro. Luego nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente, fue lo mismo y a la otra lo mismo y la otra lo mismo y lo mismo y lo mismo, pero ya al segundo día me había acostumbrado a su presencia entonces le dije a mi primo que era un exagerado, sobre todo por lo del tábano de 3 km, pero él seguía insistiendo que era verdad, aunque después de todo terminé encariñandome con los tábanos, pero hasta cierto punto.

Este es un ejemplar de los tábanos de la montaña, es lindo, nah sáquese, esa cosa es horrible, es la viva imagen de satanás, chus tábano, chus