A la cacería del peliblanco parte 1

Nota: cuando hablen en ruso el texto se escribirá con negrita, mientras que cuando hablen en "ingles" será texto normal.

El viaje había sido largo, más de lo que esperaban.

Pero ahora tenían un nuevo problema y ese era de un color tan blanco como la cabellera de la persona que estaban buscando.

- Lana: no recuerdo cuando fue la última temí tanto a la nieve – decía mientras estaba temblando por el frio.

- Lisa: creo que fue cuando éramos niñas e hice todo un plan para que ustedes fueran al colegio.

- Lana: oh, cierto. TU MATASTE AL SEÑOR BRAZOS DE RAMA – decía mientras empezaba a forcejear con su hermana.

- Lisa (mareada): él no era competencia para el señor brazos de titanio y lo sabes.

- Lana: devuelvemelooooooo

- Lisa: jamaaaaaaaas

- Lily (hablándole a lola): deberíamos recordarles que hacemos en este lugar?

- Lola (indiferente): simplemente déjalas, no vale la pena meterse, si se quieren comportar como niñas es cosa de ellas.

Lily ahora miraba como del forcejeo habían pasado a una improvisada pelea de bolas de nieve.

- Lily: en serio, estamos a cientos de kilómetros de Royal Wood y ellas se comportan como si nada, además estamos en Rusia, RUSIA.

- Lola: por favor, que tiene de especial este lugar? Solo es un lugar con mucha nieve.

- Lily: que no has visto internet, aquí las personas vuelan, disparan rayos laser de los ojos mientras salen a cabalgar sin polera y con pantalones buzos en osos mientras toman vodka.

- Lola: creo que ese es tu problema, has visto mucho internet.

Mientras discutían no se daban cuenta como se iban separando ambos grupos, el grupo de la batalla improvisada de nieve y el grupo de las adictas a redes sociales.

Mientras tanto los padres

- Lynn sr.: cariño, crees que este bien que salieran solas? Digo, estamos en otro país y todo – decía mostrando una clara preocupación por sus hijas.

- Rita: cariño, la mayoría ya son mayores y lily dudo que se aleje de sus hermanas, además nosotros tenemos que terminar de realizar el registro.

- Lynn sr. (tono cansado): bien, pero quiero partir por encontrar el café en la foto.

- Rita: bueno, si sirve de algo, no creo que pase muy desapercibido alguien tan alto y de pelo blanco.

- Lynn sr.: eso es verdad, aunque ahora tenemos otra cosa por la que preocuparnos – le muestra el folleto del hotel a su esposa, obviamente un folleto escrito en ruso.

- Rita: creo que tenemos para rato.

Y no mentía.

Volviendo con el grupo de combate nival

- Lisa (molesta): detente de una vez y presta atención.

- Lana (muy molesta): y que quieres ahora, pedir clemencia?

- Lisa: te das cuenta que estamos solas?

- Lana (confundida): ah? – mira a su alrededor para darse cuenta que su gemela y su hermanita no estaban allí – demonios, nos separamos.

- Lisa: por el momento declaremos la tregua y enfoquémonos en nuestro objetivo, las unidades paternales deberían asegurarnos la estancia mientras nosotras encontramos el rastro de aquel sujeto.

- Lana (fastidiada): bieeeeen

Lana quería mantenerse lo más distraída posible, tenia deseos de encontrar al muchacho, y poder devolverle toda esa furia que había acumulado con el tiempo, las demás habían intentado mitigar un poco esta durante el viaje y lo habían conseguido, pero una furia tan arraigada solo se eliminaría con, por lo menos, un golpe de puño en la cara del muchacho.

Cuando lograba tranquilizarse solo esperaba que fuera lo suficientemente alta para poder darle en la cara sin subirse algo.

Mientras seguían caminando finas partículas de nieve empezaban a caer, un espectáculo que provocaba que las calles ahora húmedas reflejaran en parte la luz de los vehículos, pues el sol ya empezaba a ponerse un poco y los conductores más reservados estaban prendiendo las luces.

El lugar mostraba un paisaje hermoso a ojos de la muchacha.

Acto que impidió que viese al sujeto que caminaba frente a ella.

- ??? (enfadado): Más cuidado muchacha descuidada.

- Lana: ah? Eh, perdone.

- ??? (molesto): Espera, tu no eres de aquí? Suenas americana

- Lana (confundida): ahh, lisa ayuda, no le entiendo nada

- ??? (molesto): Bah, americanos, que molestia – se comienza a retirar.

- Lana (pensando): bueno, eso pudo salir peor.

Aun cuando había sido por un momento en que pudo ver la cara de esa persona se le hizo similar, hizo un poco de memoria y se le hizo parecía a la chica pelirroja de la fotografía, eran similares solo que este se veía mayor, si tuviera que adivinar incluso podría decir que era su padre.

Podía seguir una pista nacida de una mera corazonada? Lo haría.

- Lana: lisa!!!, creo que tengo una pequeña pista, vamo... lisa? – empieza a observar a sus alrededores y se da cuenta que lisa no esta.

- Lana: me lleva, LISAAAAA!!!!!

Se encontraba en una encrucijada, podía seguir al tipo que por una corazonada le decía que podría llevarlo donde el peliblanco o podía buscar a su hermanita que se acababa de extraviar por las calles de Rusia, si bien era lista y no era tan pequeña seguía siendo su hermanita y no podía dejarla, por otra parte podría estar más cerca de su objetivo.

Mientras pensaba en ello pudo ver un muñeco de nieve y tomo su decisión inmediatamente.

- Lana (pensado): el señor será – y partió en búsqueda de aquel hombre.

No había pasado mucho tiempo tomando su decisión o buscando a su hermana por lo que encontrarlo no fue difícil, este no había avanzado demasiado por lo que decidió a seguirlo un poco desde la lejanía.

Al cabo de unas cuadras de caminata el sujeto se había detenido en una casa, ni demasiado grande ni demasiado pequeña, con un patio que daba a un bosque y una caldera a un lado de la casa, cubierto apenas por un techo improvisado de madera. El aspecto en general era rustico y lana no podía negar que el hogar tenía un encanto increíble.

Mientras este estaba sacando las llaves lana se acercó tranquilamente con la intención de hablarle, cuando estuvo lo suficientemente cerca decidió hablar.

- Lana (amigablemente): hol...

No pudo terminar porque le llego un golpe en la cara tan rápido que no se dio cuenta que estaba volando en dirección a la acera.

Lo bueno es que para cuando impacto con la fría acera cubierta de nieve ella ya estaba noqueada.

- ??? (asustado): así lo hacemos en la madre Rusia maldito ladro... – mira el cuerpo tirado de lana – pff, la yankiee de recién – se da cuenta que esta noqueada – esa porquería ya se rompió.

En eso una pequeña presencia se asoma por la puerta, una niña de no más de 6 años.

- ??? (extrañada): saludos abuelo, que paso? Ya es temporada de osos?

- ??? (calmado): jajaja no pequeña, solo una intrusa que se creyó la reina del mundo y vino a plantarle cara a tu abuelo, y conoció por las malas que con el apellido Kozlov no se deben meter jajaja.

La niña se acerca a lana para verla mejor mientras su abuelo seguía riendo, queda mirando fijamente a la mujer por un momento y luego se gira en dirección a su abuelo.

- ???: abuelo, puedo hacerte una pregunta?

- ???: por supuesto pequeña? Que quieres saber?

- ???: las personas se supone que deben respirar verdad?

Unos minutos antes de que lana empezara a perseguir al sujeto

- Lisa: la ubicación donde la fotografía fue tomada debería estar cerca, por el tipo de ropaje que usaban no pareciera que estuvieran de visita sino que viven aquí y posiblemente habían pasado a tener una tarde amena – se frota la sien – espero que valga la pena esto.

Mientras caminaba por la avenida en la que ahora se encontraba registraba toda posible información o lugares de posible interés donde preguntar, su prioridad era aquella cafetería pero todo dato que pudiese ayudarla luego era útil, en el mejor de los casos incluso pudiese encontrarse con la persona en cuestión.

Era ser optimista, ella lo sabía.

Pero ya había estado siéndolo 10 años, unos días más no le iban a dañar.

Mientras pensaba en eso sintió un pequeño tirón de su suéter.

Quien había hecho eso en cuestión era un pequeño niño, no podría tener más de 4 años, lucía un gorro que cubría su cabeza por completo que tenía la imagen de un oso en el centro de la frente, en su rostro estaba coronado por unos ojos azules muy profundos y unas pequeñas pecas, tenía un suéter café, unos pantalones negros, guantes y zapatos para la nieve.

- ??? (temeroso): disculpe señora, usted ha visto a mi madre?

- Lisa (viéndolo de reojo): eh, no niño, y dudo haberla visto, además estoy ocupada.

- ??? (temeroso): pero como me dice que no la ha visto si no se la he descrito?

- Lisa (molesta): mira niño, como te acabo de decir estoy ocupada en estos momentos así que me harías un gran favor si me dejaras en paz – da un suspiro profundo – no sé cómo hay gente que soporta a infantes todo el día.

- ???: papá le dice a mamá que le saldrán arrugas cuando suspira así.

Esto molesto un poco a lisa la cual ahora miraba detenidamente a ese pequeño niño.

- ???: aunque parece que usted ya tiene varias, que tan anciana es señora? – el niño había dicho con un tono totalmente inocente y de curiosidad real.

Esto por supuesto no le cayó bien a lisa.

- Lisa (amenazante): puedes repetirme la pregunta niño?

- ???: usted es una anciana? Mamá dice que la gente que usa ropa como la suya podría ser su madre – se lleva un dedo a su boca – usted es mi abuela?

Lisa ya estaba al colmo de su paciencia, miro detenidamente los alrededores en búsqueda de lo que podría ser la madre del infante, cuando no la encontró su rostro esbozo una enorme y siniestra sonrisa.

- Lisa (pensando): si no lo golpeo no podría seguir con mi búsqueda en paz, un golpe en su cuerpo dejaría marca y quien sabe en que termine, un golpe en la cara sería todavía más notorio, pero un golpe en la cabeza, tiene gorra y su cabello, se ocultaría perfectamente.

- Lisa (ocultando su siniestra sonrisa): oye niño, sabes, creo que te puedo ayudar a encontrar a tu madre, pero te molestaría dejarme ver mejor tu gorro? Así podría hacerme una idea.

- ???: en serio me vas a ayudar?! YAAIII – decía mientras daba pequeños saltitos – las abuelas son lo mejor.

- Lisa: claaaaroooo, ahora dame tu gorra.

- ???: Siiii

En eso el chico empieza a desabrochar su gorra, lisa ya pensaba la mejor forma de golpearlo sin dejar mayor evidencia, incluso pensaba en que más podría hacerle, podría raptarlo, clonarlo y seguir torturándolo mientras el clon se apoderaba de su vida, o simplemente darle un zape fuerte y correr.

Ambas eras útiles y ella quedaba satisfecha.

Pero mientras pensaba en ello recibió una gorra en su mano, seguido a lo que sería para ella uno de los mayores impactos de ese día, si no es que de su vida.

Aquel muchachito tan molesto tenía el cabello blanco.

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Alguien esperaba que subiera 3 capítulos en un día? yo tampoco jajaja.

Estoy muy motivado con la historia y la uni me dejo molesto, así que porque no dejar la rabia de lado haciendo algo que me agrada? El apoyo que he visto en lo que he subido realmente me ha animado, no saben cuanto feliz me deja saber que les gusta.

Como siempre les agradezco por leer y les deseo bonita noche ^u^

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