-Capitulo cinco-
Capitulo cinco: Cartas del futuro.
-Debemos ya estar cerca- Informo la chica de cabellos naranjas.
-El tiempo a veces se olvida- Dijo animada Momo.
-Ahora que lo dices, hace un año que no vienes por aquí- El príncipe solo podía ver como esas dos mujeres tenían una conversación amena de sucesos que vivieron por la zona.
En cambio, él miraba cada árbol, intentado ver la diferencia de uno del otro y al no encontrarla comenzó a sentir incomodidad, imaginar si hubiera huido solo, seguro estaría perdido y haber muerto en manos de un animal salvaje.
Al parecer su deseo de ver a su madre en la mazmorra cuando cumplió los catorce años debio ser imposible, no sabía si alegrarse al no hacerlo o enojarse con lo inútil que es él.
-Que mente más dudosa-
Sintió un frió por su cuerpo ¿Esa voz fue su imaginación? Acaso la locura ya domino su cuerpo.
No, no debería de haber pasado aun, aun no tenía a su persona amada cerca y darle su maldición. Imposible, entonces ¿Quién está jugando en su mente?
De repente algo se abrió bajo sus pies, al igual que de Kendo y Momo.
Sorpresivamente cayó al suelo rápidamente, aunque su espalda le duela por la caída noto que la única que cayó de pie fue la guía del grupo.
-¿Dónde estamos?- Pregunto Shouto mientras se paraba del suelo y sobaba su espalda por el golpe duro.
-Donde el oráculo, recuerden que solo marque sus puertas aproximadamente, mayormente ellos te llevan hacia él- Informo mientras intentaba buscar algo en una pared negra.
Ahora que se daba cuenta estaban en un cuarto oscuro por completo con unas luces moradas que provocaban una experiencia escalofriante. Un ruido provoco que Momo chillara asustada, al parecer Kendo encontró el botón en la pared que mostraba un largo camino.
-El frió no atrae a nadie, pero es mejor que el calor sofocante- De esa frase entendió al menos que debían ir por ese camino.
Poco a poco el príncipe entiende el idioma de las palabras confusas.
-Si que son ruidosos- Esa voz de nuevo.
-Shinzo así que jugando con personas que ni saben de tu existencia- Dijo Kendo mientras tocaba de nuevo a otra pared.
La pared desapareció dejando a la vista una habitación muy decorada con cosas sombrías según el pensar del príncipe.
-Itsuka Kendo eres alguien extraña, por eso Deku te devolvió tu rosa- Un chico apareció al frente de ellos al ser abierta la nueva puerta.
-Nuevo, hijo, aprender. Desobedecer te hace feliz, un capullo que no florecerá eres- Eso provoco que una luz amarrilla llenara la habitación.
-Si, estoy rompiendo una pequeña promesa al oráculo Aizawa Shota, pero agradezcan. El señor no quería involucrarse en este tema- Informo mientras tomaba una taza de su café.
-¿El oráculo no quiere saber nada de esto? Pero si el peleo por esto hace unos años ¿Por qué? - Pregunto mientras controlaba su enojo y sus ojos verdes miraban a ese chico.
-Digamos que decir el futuro nunca les agradara a muchos- Informo mientras se paraba de su asiento en busca de algo en un mueble tras de él.
-De dos a tres y después todos somos uno- Conto la chica de cabellos negros mientras se sentaba en una silla que estaba frente de la mesa de Shinzo.
-Correcto jovencita, me presento ante el heredero Todoroki Shouto- Ahora sus ojos morados le miraban de forma analizadora- Tu cabeza es un festín lleno de dudas, nací con el "poder" de leer las mentes, yo lo clasifico más como una maldición- Eso descoloco al príncipe.
¿Ese chico era un hechizado o no?
-Lo soy según tu pensar ¿Que es ser un hechizado? - Eso solo provoco que la cabeza de Shouto decidiera dejar esas preguntas de lado, como dije el chico su mente era un festín de preguntas que obviamente respuestas nunca tendrán - Buena decisión- Una sonrisa irónica salió del ayudante del oráculo.
Comenzó a mezclar las cartas, una a la derecha y otra a la izquierda, después las revolvía nuevamente y después tantea unas cartas en distintas partes del mazo.
Un minuto en silencio y de juego de cartas, el dejo tres mazos de carta en la mesa.
-¿Quieren una ayudita?- soltó un suspiro.
-Si, pero no tuya- Kendo respondió seria.
-¿Porque?-
-No es porque me interese, pero sé muy bien que si haces un truco de visión futura a tres personas solo uno tendrá suerte de ver esa supuesta ayuda que nos das- Informo mientras Todoroki no dejaba de ver el maso del medio.
-Así que despreciando el esfuerzo de las magias que se me fue concedido para ayudarlos, saben que el oráculo no les ayudara, después de todo su batalla no funciono- Todoroki sentía que debería saber de qué hablaban, pero no.
Ellos hablaban de un gran suceso, eso suponía, pero era obvio que no sabría nada de ellos, porque se nota que creen que lo sabe.
Se sentía más inútil que antes.
Al parecer esta aventura le está dejando en claro lo estúpido que es.
-Entonces que lo haga el príncipe, Momo ya pidió mucha ayuda hace un año- Su mirada dejaba en claro sus deseos de matar a la guía y se notaba la burla que le hacía a la otra joven que desidia tener sus labios sellados.
El bicolor harto de ver como esos tres no quieren seguir juntos en la misma habitación se acercó al mozo que le llamo la atención.
-¿El del medio? Sera por algo ¿Acaso aún no se decide por ningún lado? - Eso provoco que los nervios del príncipe se mostraran a la luz.
Kendo iba a atacar de forma verbal al ayudante del oráculo, pero vaya sorpresa fue ver como Todoroki sacaba rápido una carta.
-Al parecer ya sabía del juego- Tomo todas las cartas que sobraron y las dejo a un lado - Veamos quien te toco-.
Al darle vuelta a la carta solo mostraba al personaje del rey de corazones.
Los tres aventureros miraban de forma seria a Shinzo, pero el solo suspiro.
Un suspiro de humo mágico, que provoco que cerraran sus ojos de forma instintiva.
Al abrirlos ya estaban de nuevo en el bosque.
-¿Enserio? Ese maldito, su carta no nos está ayudando en nada ¿Qué crees Momo? - Pregunto seria y de forma brusca.
Momo odiaba esa forma de hablar de Kendo.
-Sabiduría crees que me sobra, pero adivino no se equivoca. Todo lo bueno se acaba y eso te basta. Maldito debería caminar sin ayuda de madre y así dar sus primeros pasos ¿Acaso no aceptan en las tierras que caminamos? - Su mirada era fría ante la joven de cabellos naranjas.
Se notaba que empezarían una pelea y Shouto iba intervenir, pero al parecer Itsuka era más inteligente que él o más precavida.
-Mejor vamos a descansar, pero esta vez en un lugar donde no nos molestaran- Esa frase final era obvio que iba dirigida al ayudante del oráculo.
Por puro morbo Shouto desearía saber que sucedió para que ese par se trataran como pestes, pero si preguntaba sabía que Kendo le respondería enseguida. El príncipe no quería saberlo de esa forma.
Comenzaron a caminar y fue algo sorprendente escuchar algo que no sean los sonidos naturales del bosque.
Algo que su padre le prohibio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top